sábado, 2 de diciembre de 2023

POEMAS DE JOYCE MANSOUR

 

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Sueño con tus manos silenciosas

Que bogan sobre las olas

Rugosas caprichosas

Y que reinan sobre mi cuerpo sin equidad

Me estremezco me marchito

Pensando en las langostas

De antenas ambulantes y ávidas

Que raspan el semen de los barcos dormidos

Para extenderlo luego sobre las crestas del horizonte

Las crestas perezosas espolvoreadas de peces

En las que yo me repatingo todas las noches

La boca plena las manos cubiertas

Sonámbula de mar salada de luna

 

(De Rapaces))

 

 

***

Las maquinaciones ciegas de tus manos

sobre mis senos estremecidos

Los movimientos lentos de tu lengua paralizada

En mis orejas patéticas

Mi belleza íntegra ahogada en tus ojos sin pupilas

La muerte en tu vientre que come mi sexo

Todo hace de mí una extraña doncella

 

(De Cris)

 

 

***

Llueve en la concha azul de la ciudad

Llueve y la mar se lamenta

Los muertos lloran sin cesar sin razón sin pañuelo

Se perfilan los árboles contra el cielo viajero

Exhibiendo sus tiesos miembros a los ángeles a los pájaros

Porque llueve y el viento se ha callado

Las gotas locas emplumadas de grasa

Cazan gatos por las calles

Y el olor pringoso de tu nombre se expande

(por el nacimiento de las aceras

Llueve amor mío sobre el pasto abatido

En donde nuestros cuerpos extendidos han germinado alegremente

Todo el verano

Llueve oh madre mía y ni siquiera tú puedes nada

Porque el invierno camina solitario sobre la extensión de las playas

Y Dios ha olvidado cerrar la canilla

 

(De Déchirures)

Tomado de:

https://bitacoraparalugaresreencontrados.blogspot.com/2007/06/poemas-de-joyce-mansour.html

 

 

***

Yo no tengo la culpa si tienes frío, querido

No esperaba tu muerte

 

 

He visto cómo crecía mi rojo vello eléctrico

He visto cómo crecía mi rojo vello eléctrico

Desde mi vientre hasta mi garganta desplumada de pájaro

Y me he reído.

He visto cómo la humanidad vomitaba en la pila inestable de la iglesia

Pero sigo sin comprender a mi corazón.

He visto al camello en camisa partir sin lágrimas para La Meca

Junto a mil y un mercader de arena y al monstruo escamoso de las negras multitudes

Pero no les he podido seguir

Pues la pereza se ha impuesto a mi fervor

Y la rutina ha recuperado su danza dislocada

 

Como la de los dedos del pie.

 

 

Vivimos pegados al techo

Sofocados por los rancios vapores que desprende la vida cotidiana

Vivimos incrustados en las más bajas profundidades de la noche

Resecadas nuestras pieles por el humo de las pasiones

Giramos alrededor del polo lúcido del insomnio

Sostenidos por la angustia separados por el éxtasis

Viviendo nuestra muerte en el gollete de la tumba.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

Soy la noche

Soy la noche

Esta noche de espacio congelado por la fría imbecilidad de la luna

Soy el dinero

El dinero que llama al dinero sin saber por qué.

Soy el hombre

El hombre que aprieta el gatillo y dispara la emoción

 

Para vivir mejor.

 

Todas las mañanas un águila enfebrecida

Afila su pico

En mi piel de rabino

Llena de granos.

Todas las campanas tocan a muerto

Cuando el águila se duerme

Sin dar de comer ni a los pobres ni a los perros

Que mendigan sin cesar en las puertas de la felicidad

A la que tanto adoran.

Todos los hombres escuchan cómo mi pie derecho proclama

las reglas del juego aventurado de la muerte

En el que participan el hombre y el águila

Contra Dios.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

Lo negro me cerca

Lo negro me cerca

Ayudadme

Mis ojos abiertos a la vacía desesperación de los horizontes marinos

Estallan en mi cabeza

Ayudadme

Los murciélagos de cuerpo mohoso

Habitantes del cerebro atormentado de los monjes

Cuelgan de mi lengua cremosa

De mi lengua amarilla de mujer prevenida.

Ayudadme, vosotros que veis

Y se multiplicarán vuestros días

A pesar de vuestros pecados no perdonados

A pesar del espesor de vuestras noches en vuestras bocas

A pesar de vuestros hijos iniciados en el mal

A pesar de vuestras camas.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

Quiero dormir contigo codo con codo

Quiero dormir contigo codo con codo

Entremezclados los cabellos

Anudados los sexos

Con tu boca por almohada

Quiero dormir contigo espalda con espalda

Sin aliento que nos separe

Sin palabras que nos distraigan

Sin ojos que nos mientan

Sin ropas

Quiero dormir contigo seno contra seno

Exaltada y sudorosa

Relumbrante de estremecimientos

Devorada por una loca inercia del éxtasis

Descuartizada sobre tu sombra

Martilleada por tu lengua

Morir feliz entre tus dientes picados

De conejo.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

He encontrado una mandrágora

He encontrado una mandrágora

Donde se a derramado tu sangre

Donde se ha ahorcado mi amada

Donde e visto cómo tu cabeza se desprendía

Donde la tierra renace.

Sin brazos para frenar su caída

Ella bailaba con pasos desiguales

Con sus pies entumecidos pues su sombra

Bizqueaba.

He recogido la mandrágora

En cuya frente escamosa había sólo un ojo

El otro le colgaba de su pie estirado

Y su boca cavernosa me soliviantaba

Pero amor mío es sorprendente

Cómo se te parecía.

He devuelto la mandrágora

A la tierra en la que antaño vertía mis lágrimas

Mas ella huía cada vez que el sol declinaba

Y sus pies no paraban nunca

De bailar.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

No hay palabras

No hay palabras

Solamente pelos

En el mundo sin verdor

Donde mis senos reinan

No hay gestos

Solamente mi piel

Y las hormigas que bullen entre mis piernas untuosas

Llevan máscara de silencio mientras trabajan

Llegan la noche y tu éxtasis

Y mi cuerpo profundo ese pulpo sin pensamiento

Engulle tu sexo agitado.

 

Durante tu nacimiento.

 

Un nido de vísceras

Sobre el árbol reseco de tu sexo

Un negro ciprés se alza en la eternidad

Velan a los muertos que alimentan sus raíces

Dos ladrones crucificados sobre chuletas de cordero

Se burlan de un tercero que, cumplida su misión,

Se come su cruz de carne

Asada.

 

(Del Libro DESGARRADURAS- 1955)

 

 

LOS OJOS DE LOS AMIGOS

Buscaba tu corazón bajo un montón de escombros

Un extraño perfume hirsuto y previsor

Rebuscaba a mi alrededor sin apagar su puro gris

Platos recalentados pasaban ante mi nariz

Lígulas lamas plumas lilas

Tentáculos que aprietan con más fuerza que una enfermedad

Recuerdos incomestibles grabados con desnudos de rodillas caderas

Inmuebles del pasado carcomidos por la demencia

Otros más conformistas maquillados con polvo de arroz

Decoraban sus muebles con pompa y encajes ceremoniosos

Buscaba tu corazón bajo un montón de grasientos papeles

Pero el perfume de tu amor apagó su puro en la alfombra

Y sola me quedé con las cenizas de una broma ingeniosa.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

VER

Ver tu corazón majestuoso de piedad

Sollozando solitario estrangulado por el sueño

Único punto sensible en tu insípido cuerpo obeso

Ver tu corazón para oírlo mejor

Ver tus pensamientos revoloteando sobre tus ojos perfumados

Tristes a causa de la prolongada melancolía de los siglos

Ver tus pensamientos para masticarlos mejor

Ver los espasmos de tu conciencia rebozaba de alimento

Ver tu cerebro para comprenderlo mejor

Ver, pero jamás mirar.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

CANCIÓN PARA PIES

Doce pequeños dedos

Crucificados sobre clavos

Doce pequeños dedos

Restregados en el barro

Yo la solitaria

Doblo mis piernas sin rodillas

Tiro mis pies al mar

Y me duermo sobre la arena blanca

Pues suyos son

Los doce pequeños dedos.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

El olor de la justicia

El olor de la justicia

El olor de la paciencia sobrehumana

De las bestias de piel a rayas tras los barrotes

De la suerte

El olor del miedo

El olor de los excrementos sobre las tumbas

De los pobres

La casa de fieras de la policía

La crueldad de los niños

Y ese olor complejo que es la libertad

Mezcla de amoniaco

Melaza

Y transpiración.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

AZUL COMO UN DESIERTO

Felices son los solitarios

Aquellos que siembran el cielo en la ávida arena

Aquellos que buscan lo viviente bajo las polleras del viento

Aquellos que corren jadeando detrás de un sueño evaporado

Porque ellos son la sal de la tierra

Felices son las atalayas sobre el océano del desierto

Aquellos que persiguen el fennec detrás del espejismo

El alado sol pierde sus plumas en el horizonte

El eterno verano se ríe de la tumba mojada

Y si un fuerte grito resuena en las postradas rocas

Nadie lo escucha nadie

El desierto siempre aúlla bajo un cielo impasible

El ojo inmóvil sobrevuela solo

Como el águila al alba

La muerte se traga el rocío

La serpiente sofoca a la rata

El nómade bajo su carpa oye el ulular del tiempo

Sobre la grava del insomnio

Todo está allí esperando por una palabra ya indicada

En otra parte.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

EL RECLINATORIO

Posada en un seno de caoba una paloma

Meditaba

Su pico lo borraba un viento maléfico

Las alas le colgaban del cuello

La paloma meditaba

El seno se despierta y se come al pájaro pensativo

A pesar de la poderosa mirada de la paloma

Aunque no tuviera mucho apetito

A pesar de la medicación

De la paloma.

 

(Del libro RAPACES 1960)

 

 

LOS MUERTOS CON CABEZA DE PERRO

Sé que los que mueren durante el coito se transforman y aprenden de nuevo a sufrir

Cuando la luna saca su verga de ojos de lluvia

Se restriegan sobre sus llagas giran y parecen desfallecer

Poseídos por el vacío

Dislocados perdidos

Ocupan el aire con sus miembros abren sus bocas gritan

Brotan perlas de sus hermosos muñones

La leche mana

Mas una fina lluvia infla los cielos en los que nada la podredumbre

Ahogando a los muertos de endomingados ojos

Ahogando a los tiranos que se disputan la eternidad

Haciendo que hombres y bienes

Mujeres niños hombres perros perros con cabeza de hombre

Todos esos perros de hombres

Esos bienes de hombres

Floten en la fibrosa sopa

De la nada.

 

(Del libro RAPACES 1960)

Tomado de:

https://poesiamaspoesia.com/157-poesia-mas-poesia-joyce-mansour/

 

***

Quiero mostrarme desnuda ante tus ojos melódicos.

Quiero que me veas gritar de placer.

Que mis miembros doblados por un peso excesivo

Te empujen a cometer actos impíos.

Que los finos cabellos de mi cabeza ofrecida

Se enganchen en tus uñas curvadas de furor.

Que te mantengas de pie ciego y creyente

Contemplando desde arriba mi cuerpo desplumado.

(De Gritos)

………………………………………..

No conozco el infierno

Pero mi cuerpo arde desde mi nacimiento

Ningún diablo aviva mi odio

Ningún sátiro me persigue

Pero el verbo se transforma en parásitos en mis labios

Y mi pubis tan sensible a la lluvia

Inmóvil como un molusco flatulento de música

Se aferra al teléfono

Y llora

A mi pesar mi carroña se exalta con tu viejo sexo al descubierto

Y durmiente.

(De Rapaces)

……………………………………

Estoy harta de los hombres

De sus súplicas de su pelambre

De su fe de sus modos

Ya he tenidos suficiente con su esqueleto

Bendíceme loca luz que iluminas los montes celestes

Aspiro a quedarme de nuevo vacía como el ojo apacible

Del insomnio

Aspiro a ser astro de nuevo.

(De Rapaces)

.............................................................

 

Qué falo

Qué falo sonará la campana

El día en que dormiré bajo una manta de plomo

Fundida en mi miedo

Como la aceituna en su bote

Hará un frio metálico y deslucido

No haré más el amor en una bañera esmaltada

No haré más el amor entre paréntesis

Ni entre los labios javaneses de un césped de primavera

Exudaré la muerte como una transpiración amorosa

Rodeada acosada por las visiones de octubre

Me acurrucaré en el lodo.

 

Este último poema: "Qué falo” pertenece al libro: De Faire signe au machiniste (1976),

Traducción mía (María Germana Matta)

Tomado de:

https://batalladepapel.blogspot.com/2010/04/joyce-mansour-poesia.html

 

 

El sol en Capricornio

 

Tres días de descanso

 

y por qué no la tumba

 

me ahogo sin tu boca

 

esperando se escurre el amanecer recién nacido

 

y las largas horas en la escalera

 

con el olor a gas

 

aplastado en mi cara espero la mañana

 

veo brillar tu piel

 

en la brecha negra de la noche

 

el surgir lento de la luna

 

en el mar interior de mi sexo

 

el polvo sobre el polvo

 

el martillo sobre el colchón

 

el sol sobre un tambor plomizo

 

Todavía sonriendo tu mano golpea indiferencia

 

vestida de crueldad se inclina hacia el vacío

 

Decís no y el objeto más mínimo el cuerpo de una mujer puede abrigar

 

doblegarse

 

Belleza artificial

 

Perfume sintético en el sofá por una hora

 

Por qué jirafas pálidas

 

He dejado Bizancio

 

La soledad apesta

 

Un ópalo es un marco ovalado

 

Otro ataque de insomnio con rigidez articular

 

Una vez más una daga vibra en la lluvia

 

Diamantes y delirio la desiderata del mañana

 

Sudor de playas de tafeta sin cobijo

 

Locura de mi fe perdida.

 

 

La irrupción del bárbaro

 

Presiento mi muerte próxima

aquí en el sofá sembrado de píldoras

entre la leña seca

y la consola vanidosa con florones muy dorados

tu pulgar atravesará la película

acosará al fugitivo con su pelliza almizclada tensa de carne rosa

Sé que acabaré llorando antes de que termine la cena

no quiero despertarme sola en el sofá

perdida

Tomado de:

Tomado de:

https://poetryalquimia.wordpress.com/2020/07/25/14-poemas-de-joyce-mansour/

 

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