sábado, 20 de enero de 2024

POEMAS DE MOHAMMAD HUDAIB


Camino primero para siempre

 

De una cartera que guarda siempre sobre su seno izquierdo,

la madre saca un dinar

y lo da al muchacho.

la bailarina gitana, que danza jadeando,

le hace una seña para que ponga el dinar en su seno.

 

La ramera toma el dinar del muchacho

Y se lo mete en su seno izquierdo para que se quede allí.

 

La mujer vendedora de aire

La mujer portadora de amor.

 

levantaré del umbral mis zapatos

con aquella pasión que no sabe

cuántas veces he entrado a casa

y cuántas veces he salido de ella.

 

 

Una yegua turística

 

Una yegua turística galopa el pavimento del mercado

cinco veces cada mañana.

Un ejercicio crónico de mecanografía.

Esto, sin embargo, no es la opinión de la yegua.

 

los cascos no dejan de tocar las letras del alfabeto.

 

Los camareros hacen bailar sus bandejas.

mientras que la yegua escucha atentamente.

 

Tal vez caiga un plato sobre el pavimento

y se rompa así, el ritmo.

 

 

A la velocidad de 40

 

Dejo atrás -mi casa.

Dejo atrás el único café -del centro del barrio.

 

Mientras mi coche pasa todo recto

frente a la estación de policía,

Afaf Radi deja de cantar.

No obstante,

todavía me es posible ver los árboles

parcialmente nublados,

la cantante en el regazo de su madre

como si estuviese llorando

y las chicas del coro detrás de ella

como si fueran mis primas.

 

Y yo persigo una nube lejana

semejante al mapa de Chipre.

 

Los humanos han regresado a sus baúles.

En el café hay gente que ve el partido final

(¡Abajo el equipo evidente!)

 

En el café hay gente que ve Al Jazeera

ciudades beduinas aferrándose a la parabólica

gusanos sobre gusanos.

 

yendo yo a la velocidad de 40, me veo a mí mismo:

nadie me rebasa.

 

 

El pintor impresionista

 

El sol no conoce el color del ciprés.

Desde hace dos horas

apoya su mentón fuertemente en la palma de la mano

esperando al pintor.

 

«lo quiero tal como lo quieres tú»-dice el hombre.

«lo quiero tal como lo quieres tú»-responde la mujer.

 

el pintor comió la mitad de un cubo de mantequilla,

al contrario del consejo del médico.

«El amor es olvidar lo que queríamos del amor»

dijo la mujer.

 

¿Cuál es el color del olvido?

Sobre el móvil se cayó un pedazo de mantequilla

del tamaño del diente premolar.

¡Oh, las pequeñas mentiras! ¿Qué color tienen?

 

la mujer lanzó su falda

en la lavadora.

el pintor lanzó su camisa

sobre la cama.

Sin color definido, es la cama solitaria.

Traducidos del árabe por noha abu arqou

Tomado de:

https://www.crearensalamanca.com/poemas-del-palestino-mohammad-hudaib-traducidos-del-arabe-por-noha-abu-arqou-ilustraciones-miguel-elias/

 

 

Mañana

 

no sé si mañana es miércoles

 

tal vez uno de nosotros lo aplace

 

a otro día.

 

esto quiere decir que estamos ocupados

 

 

 

yo:

 

porque he visto desde el balcón

 

un carro tirado por un mulo y un burrito

 

y que el té se derramó sobre mi camisa

 

lo que me molestó un poco.

 

luego volvió a ser azul el cielo,

 

regué entonces las plantas

 

y recordé las virtudes de mis muertos

 

 

 

tú:

 

porque has nacido por primera vez

 

en Jericó.

 

Y porque la casa más lejana del cielo

 

está en Jericó

 

y porque no estás seguro si es bueno o malo

 

el augurio,

 

y que se derramó sobre tu bracito el agua caliente

 

y te caíste del álbum familiar

 

perdiendo la conciencia.

 

 

 

Quizás invertiríamos los papeles:

 

sufro yo un cólico de riñón

 

por sobredosis de certeza

 

y sufres tú un texto irónico

 

más allá de esta certeza

 

pero no podemos tú y yo

 

sino vernos.

 

Es muy probable, pues, que mañana

 

sea miércoles.

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2014/07/tres-poetas-palestinos/

 

 

Sol enfermo

 

Bueno.

 

¡Que mi tribu llame al sol escondido tras dos nubes,

 

sol enfermo,

 

y que disfrute su día tímido y sus trufas.

 

Este día es vuestro, gente mía.

 

Coged todas las trufas.

 

Yo hoy no voy a atacar con vosotros.

 

Iré a pastorear nuestros ganados

 

en el día remoto

 

y a palpar un secreto

 

que aporrea mis costillas.

Tomado de:

https://msur.es/artes/mohamed-hudaib-velocidad/

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