“Se prohíbe el paso”
Se prohíbe adelantar la brisa hacia esta orilla
Hay temor y se prohíbe el paso
Se prohíbe el paso
Atelaida está anidando su tisis -su grave tisis de silencio-
Se prohíbe el paso
Las ruedas de la vida se sostienen en el aire
Se prohíbe el paso
El grito de la libertad ha muerto intacto
Las llaves de las cárceles de atelaida están más allá de las
fronteras
Se prohíbe el paso al aire de nuestro pueblo
El aire de nuestro pueblo cayó en un punto de eternidad en la
frontera
Como un peso de niño de extrañas avenidas
Semáforo ¡cuidado!
Hay temor y se prohíbe el paso
Aquí se le cortó la gracia al viandante
El reflejo de una bayoneta rompe las alas de un pájaro
Un pez se suicida en el aire
Se prohíbe el paso
Un niño temeroso y triste pasa
Pasa con sus dos vidas entre el hombre
Es el rostro de un pueblo que se limpia con el gesto del
tiempo
Se prohíbe el paso
En esta avenida se celebra el crimen cada año
Y desfilan los héroes achatados con sus laureadas y sus
zapatos de pisar niños
Se prohíbe el paso
En este trozo del mundo se sientan los santos y los obispos
Los místicos y los asesinos
¡Todo el gran grito de la contrición!
La reserva moral de treinta y tantos años
Los inquisidores y los tiranos de entonces y los verdugos
actuales
Semáforo ¡cuidado!
No saltes hermano de esta orilla a la otra orilla
El cielo está al habla con la policía
El cielo baja a los tejados para ametrallarte
No dejes con tu limpia sangre con tu inmensa sangre roja limpien
sus pálidos crepúsculos
Espera hermano espera
El cielo está al habla con la policía
El cielo baja a los tejados para ametrallarte.
Tomado de:
https://www.nosdiario.gal/opinion/branca-novoneyra/prohibese-o-paso/20201229194703112686.html
MALÚ
Parece entonces como si yo y yo fuésemos dos personas que se
persiguen mutuamente.
Es en la evasión donde está el sentido de mi propia seguridad.
Oh eva
évame malú
évame malú
Hoy en ferragosto o julio triste prohibido e inasequible. Solo
Oh eva.
Évame eva.
Évame si me transito.
Era de noche por tus ojos de fiebre - ómnima por tus manos que
me acarician.
Era extraño cómo subsistía por la noche cada noche deviniendo
por mis pasos
para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.
Mi cuerpo contra mí - Tu boca caliente y sofocada -
conflúyete
abrázate
no rompas el silencio no toques la pared
me conforto en tu aliento
miro por tus ojos empujo por tus ojos
y me encuentro con las últimas cenizas.
Me dejo en libertad - ómnima mis pasos
y corro - corro por la playa hacia la casa abandonada.
No sé que hacer si estoy detrás de mí
tengo miedo tropezar tu cara
mirar tus ojos y verme divisado
aspirar tu aliento y verme subsistido
tropezar tus manos y verme aderezado
cariño eva évame.
Ómnima si mi pálpito se pierde por los trenes y pulula por los
gemidos
mi pálpito pegado al viento dolorosamente ernesto a tu cintura
nati
mismo
cuando me dejo en libertad
y corro corro - corro por la playa hacia la casa abandonada
ómnima
ómnima
ómnima
mientras subsisto extraño por la noche deviniendo por mis
pasos
para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.
Oh eva
évame eva
évame si me transito
Intento translucirme malú para llevar contigo
Y no hay apoyo vital para afirmarme
Y es como llegar a mí malú contigo
Madre por una sola vez si me transcurres
Mientras subo o me adelantas la luz para llegar arriba
Por una sola vez una vez dos veces tres veces golpeándome en
las sienes
Tus brazos retenidos en las sombras
Tu mano y tu latido
Tu voz poderosa desde abajo – contigua hacia el balcón
Para decir que ha muerto alguno en esta casa
Pudo haber muerto alguno en esta casa
Y es como llegar a mí malú contigo
Inmersa
Golpeando fuertemente desde abajo
Golpeando en la escalera
Metiendo tus manos tus codos tus brazos por los huecos
Golpeando la pared
Tremándome en la vértebra
Demorando mis pasos por las sombras.
Una vez me escupiste cenizas en los ojos
Y yo te dije
Sigue sigue sigue
Te me adelantas. Tengo miedo. Estás golpeando al mundo.
Pero tú me das malú – malú – malú
Malú para llegar arriba.
Oh eva - Évame - Eva - Évame si me transito.
Tomado de:
http://www.poesiasolidariadelmundo.com/2013/08/poema-de-carlos-oroza.html
Ni un murmullo ni un ápice ni un atisbo
Solo el silencio -sin embargo el silencio espectante-
Contemplamos ilesos el accidente
Tal vez yo sea el error
El accidente
La estatua
La actividad
Corporativa la moral
En su obviedad lo neutro lo secundario
Los criterios formados en la era del múltiple
Y cuando todo nos falla sólo nos queda la poesía
Iluminada su presencia
Como un río que viniese a besar esta provincia enajenada
Cariñoso salvaje sometido corazón saciado encima de mi sombra
Qué difícil subir a tientas la escalera
Sin embargo la cordura -el estilo-
La austeridad que goza del favor de la concordia
Preciso en lo inesperado
En los límites la lucidez
Una luz puntual donde nace la corriente -la palabra y el
número-
La palabra que canta de la mar el amor que profeso
El tanteo el intento la ola
La madre en cuanto a distancia que nos da el origen
El cinco ha quedado atrás
No obstante las mareas se precipitan
El horizonte ase alarga y nos muestra el ocaso
El universo se convierte en vocales
La ascensión del cópul
Su itinerante -el ave- el alma -los reflejos-
Las simpatías de los opuestos y los embarques
Ellos van donde nosotros ya estuvimos
En el propósito de continuar
No cesaré en el empeño hasta convertir el territorio en mi
estatura
Difiero de su parecer
No me gustan los adverbios
Sus adyacentes las estatuas
La impresión moral de su geografía restaurada
Pasa el viento lento
Y sus sombras se deslizan con suave complacencia en la
corriente
Unívoca la voz
De encendidos tonos de color las mareas
Las maneras y el modo
La intuición
El estilo -el instinto- la gracia
En el lugar -no en la hora-
En el lugar estaré siempre atento
Pero no dejaré nunca que la forma llegue al fondo para que
todo siga igual
El narrador divaga
Y se muestra con cautela ante lo inesperado
Preciso en la contemplación
En el sedal de fiebre hay una escalera blanca
Oscurece
Sube la temperatura y en los altibajos crece el fantasma.
Tomado de:
http://raulquinto.blogspot.com/2014/06/un-poema-de-carlos-oroza.html
Alicia
He venido a verme. Quiero salir y no puedo entrar.
Paso de lado simplememe y no me llaman.
Y veo a Cátin. La ciudad en sus números y la luz. La calma.
Era en un sexto de un seis de una calle que arrancaba del
centro
Una distancia que sólo se conocía por teléfono
Y vino un desconcierto. La calma. Vino la calma.
La calma y mirarás. La mirarás decía
Y sus ojos tenían la precisión táctil de su boca
La calma. Vino la calma.
Y Alicia había declarado al mar calamidad sentimental
Y en el interior había vibraciones incrustadas
Manchas que se reproducían en latidos
Y se esparcían manifestantes y mu1titudinarios por los
escaparates
Donde permanecían horas y días
Con la cabeza apoyada en los cristales.
Alicia tenía la sonrisa. La alegría del que pierde la
respiración
Alicia era una mujer que se confundía en principio
Desde la primera escalera de un sexto izquierda
Un séptimo izquierda que arrancaba del centro
Una distancia que sólo se conocía por teléfono
O a través de sus gemidos en el estado íntimo de su soledad.
Y en la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Alicia buscaba alivio
Alicia había quedado sola
Porque las lunas de los escaparates estaban todas ocupadas
Y no había ni un milímetro para apoyar su frente.
En los grandes edificios habían puesto andamios
Y en la parte de la ciudad alta
Todas las ventanas estaban ocupadas
Por los delirantes que tenían las frentes agujereadas.
Los hombres estaban suspendidos en el aire
Sobre los andamios con las frentes inclinadas en las ventanas.
Alicia fue a apoyar su frente a los stops
A los coches que habían quedado aparcados
Y los coches estaban también ocupados
Y las ventanas de los coches Los cristales
Estaban pegados en los frentes que deliraban de dolor.
Alicia fue a refugiarse en la púrpura de los ángeles
Y la púrpura de los ángeles estaba pegada en la frente
dolorida
de los místicos
Y fue a buscar la cera de los laboratorios eclesiásticos
Y no había solución
La ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Estaba totalmente ocupada.
Alicia anduvo recorriendo toda la ciudad
Y fue a los stops y a los anuncios publicitarios
Y todos los anuncios
Y los stops
Y la luz piloto de los coches
Estaban ocupados por las frentes que deliraban de dolor.
Alicia fue a ver los ojos abiertos de los animales muertos
Y los ojos abiertos de los animales muertos
Estaban ocupados por las golondrinas
Que se apoyaban contra el ojo derecho de los animales muertos
Del interior de la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza.
Alicia fue a la estación
Donde estaban los coches de los ferrocarriles
A ver si había una posibilidad.
Mirar si había una rendija de luz
Que se introdujera por debajo de las puertas de los trenes
Para apoyar su frente
Pero no era posible
Porque aquella luz que bajaba por debajo de las puertas de los
trenes Estaba ocupada por las frentes de los animales
Que antes se habían nutrido de los enfermos neurálgicos de los
trenes.
Que viajaban a la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza.
Alicia andaba sola
Y se perdía buscando un espacio en las ventanas
En las lunas de los museos
En los escaparates
Y no había ni un minuto para apoyar sus latidos
No había llanto
Y no era posible inclinar la cabeza sobre la humedad de una
lágrima.
No eran posibles los extraordinarios Las horas fuera
En los relojes no había siquiera una hora
Que penetrase contra el punto neurálgico de la cabeza
Habían desaparecido los pinchazos exteriores
Para luchar contra el dominio interno de la cabeza.
Pero ahora ya no hay nadie en los andamios
Nadie está con las frentes en las lunas de los escaparates
Ya no hay más frentes acariciando la púrpura de los ángeles
Ya no hay más gente rociándose la frente
Con la cera derretida de los laboratorios eclesiásticos
Ya no hay más
Nadie
Nadie está mirando a los altares
Aproximando la frente a los monumentos
Nadie está suspendido en esta ciudad.
Nadie está de pie buscando el frío de los escaparates
Buscando el frío el viento de las alturas por el cráneo
Nadie
Absolutamente nadie.
Porque todos los que estaban suspendidos
En la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Habían descendido
Se habían desplomado contra el suelo boca abajo
Y habían desocupado todas las estancias
Y sucedía entonces que por el suelo no se podía andar Porque
el suelo estaba repleto de bocas boca abajo
Y el espacio aéreo fue ocupado por otras formas de animales.
Publicado 27th May 2019 por las alhacenas del sol
Tomado de:
http://poesiasalvaxe.blogspot.com/2019/05/carlos-oroza-recita-alicia.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario