domingo, 14 de abril de 2024

POEMAS DE LUIS ALBERTO BRAVO


Susurros de un campo de hielo

 

Ingenieros de la NASA

 

sueñan con ser plomeros en Groenlandia.

 

Sueñan con bajar patitos de goma

 

por un desagüe natural lleno de agua.

 

Sueñan con verlos nadar

 

por el sistema de plomería de un campo de hielo

 

(Sueñan con elaborar un mapa del sistema de plomería de este campo de hielo).

 

Y verlos salir (a los patitos) al océano

 

con notitas atadas a sus cuellos:

 

«Por favor, llame a este número si me encuentra».

 

                                Utolands, 2013

 

 

Territorios del murciélago café pequeño

 

En el invierno

 

cientos de murciélagos salen de las minas

 

a un ritmo de uno por minuto.

 

Aquellos que caen al suelo

 

se aletean en la nieve

 

como diminutos paraguas rotos por el viento.

 

 

 

Al anochecer todos estarán muertos.

 

 

 

Los murciélagos no vuelan en el día.

 

Los murciélagos no vuelan en el invierno.

 

Y sin embargo, esta estación, han salido de las minas

 

a un ritmo de uno por minuto.

 

 

 

Cada murciélago volando,

 

a esta hora, en el cielo del invierno

 

está muerto.

 

 

 

   El blues de la pequeña naranja (2013)

 

 

Romantic blues & view master

 

Para Carolina

 

 

 

Un gato nace en un basurero.

 

Hay ardillas muy tímidas en los bosques.

 

Desde aquí observo

 

como algunos soldados pintan la guarnición,

 

otros llevan mensajes hacia alguna parte.

 

 

 

Juego a montarte el sol sobre tu pelo.

 

Juego a crispar leña

 

y a silbar para ti.

 

 

 

Tu rostro es…

 

como la almohada de un bebé,

 

como unos tenis saltando en el césped.

 

 

 

Me han enviado a lavar las ventanas,

 

a la hora en que algunos soldados

 

juegan a hacer volar sus cometas de plástico,

 

otros llevan mensajes hacia alguna parte.

 

 

 

Dibujo un bosque de uvas

 

para que lo pises tú.

 

En verdad,

 

dibujé un bosque de uvas

 

para que mi novia lo pisara.

 

 

 

El gato cayó de un edificio.

 

Las ardillas conquistaron un durazno.

 

El gato es un puzzle.

 

Tu corazón le pertenece a una ardilla.

 

 

 

 El blues de la pequeña naranja (2013)

 

 

El blues de la antigua estación ferroviaria

 

Ahora ves al enano de un solo ojo

gritando la palabra “NOW”

Y dices: “¿Por qué razón?”

Y él dice: “¿Cómo?”

Y dices: “¿Qué significa esto?”

…Y vuelve a gritar: “Eres una vaca

dame un poco de leche

o vete a casa.

Porque aquí está pasando algo,

pero tú no sabes de qué se trata,

¿no es verdad, míster Jones?”

 

                             Bob Dylan

 

¿No es impresionante?

 

                                     Dejó de llegar el tren                                                                                                                                               y ahora el antiguo telegrafista                                                                                                                          abre la estación para vender comida en las madrugadas.

 

Han empezado a quitar todos los quioscos

 

(es una orden municipal,

 

               eso dicen,

 

               ohh… eso es lo que dicen).

 

Una orden como lo fue

 

la expulsión de los vagabundos que dormían en el antiguo andén.

 

(¡El antiguo andén confundido cruelmente con el asfalto!)

 

¡Oh sí!

 

Han quitado todos los quioscos

 

y han amedrentado al vendedor de licor.

 

 

 

Ya murió el último zapatero.

 

Ya murió el último carrilano.

 

Y un día morirás tú: ¡oh antiguo telegrafista!…

 

Nadie dirá: “Murió el último empleado del ferro”…

 

¡Oh nadie lo dirá!

 

Porque tú, oh pobre amigo

 

confundido estás como los rieles desdibujados en las calles,

 

como una chica guapa en medio de una multitud de chicas guapas,

 

como la tumba del surfista junto a la tumba de quien nunca alcanzó a ver el mar.

 

 

 

Mientras buscas la caja de fósforos,

 

y tu mujer abre los asientos…

 

jóvenes alcoholizadas asisten a la estación, a partir de las 4 a. m.

 

¡Ninguna va hacia ninguna parte!

 

¡¡Ninguna espera ningún tren!!

 

 

 

Ya murió el último zapatero.

 

Ya murió el último carrilano.

 

Y un día morirás tú: ¡oh antiguo telegrafista!…

 

Nadie dirá: “Murió el último empleado del ferro”…

 

¡Oh nadie lo dirá!

 

Porque tú, oh pobre amigo…

 

confundido estás

 

como los rieles desdibujados en las calles,

 

como el surfista muerto al lado de quien nunca alcanzó a ver el mar.

 

 

 

Algunos trabajadores del ingenio pasan y no te saludan.

 

Adolescentes drogadas & vomitan & expulsan en el baño-bar.

 

¿No es impresionante?

 

Coloco en este momento dos dólares en tu mano…

 

¡Pero yo no viajo en ningún tren!

 

 

 

El blues de la pequeña naranja (2013)

 

 

Cajita de música

 

Las niñas

 

juegan con las muñecas,

 

y por ello sus padres ríen.

 

 

 

Las niñas

 

inventan novios a sus muñecas,

 

y por ello sus padres callan.

 

 

 

Las niñas

 

quieren parir muñecas,

 

y por ello sus padres las abandonan.

 

 

 

                                 Antropología Pop (2010)

Tomado de:

https://vozed.org/blogs-y-columnas/blog-de-poesia/poemas-luis-alberto-bravo/

 

 

Una chica golpeada en la piscina»

 

Su lengua ahora es más larga

y hay rastros de pasta dentífrica.

 

Ahora ella cierra los ojos donde lloraba.

 

Ahora las hojas vuelan para todos lados,

y vuelven a caer…

.. .. … .. .. .. .. .. .cerca de aquí…

.. .. .. .. .(Donde estaba la chica golpeada y muerta en la piscina).

 

La sacaron del agua

como quien saca a un pequeño esqueleto,

como quien carga una madera pintada…

O como quien mide al primer amor.

 

Y mientras le espiaban las nalgas…

—“Pero, ¿las nalgas de quien?”

—“Pues, de ella…

de la chica golpeada y muerta en la piscina”—.

,,, alguien le sacó unas fotos;

Y por ello,

ahora podemos decir cuando nos preguntan

.. .. .. .. .por la chica golpeada y muerta en la piscina:

.. .. …. .. .. .. . .. .“Ella estaba ahí…

.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. … … .Y nosotros acá…

.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. … … .Y los tipos de las fotos más allá”.

 

En las cercas pintadas

los vecinos murmuran & enrabietados

exclaman: “Si bien, era una mala chica,

no merecía morir en una piscina”.

—“Pero, ¿ha muerto quién…? ¿Quién ha muerto, quién?”

—“Pues ella…

La chica golpeada y muerta en la piscina”—.

 

“Yo le solía traer cervezas,

y cuando me daba propinas

ella solía decir:

.. .. .. .. .«Sólo un ángel como yo

.. .. .. .. .dejaría caer sobre ti

un pedazo de manzana…

.. .. .. .. .—Como quien deja caer sobre una isla—

.. .. .. .. .y verdaderamente lo soy»

(…) (glup)

Aún así, no tenía que morir en una piscina”.

 

“La mujer de allá,

nos ha dicho que a veces solía verla llorar en el patio,

y luego saltar las cercas pintadas,

sólo para arrancar —con un instrumento del bosque—

todas las manzanas fuertes”.

 

Desde aquel día

vengo a esta casa de martes a jueves…

Y siempre, siempre

un pequeño ojo del atardecer

.. .. .. … … .perfora las nubes (y luego llueve).

Y entonces… ella abre sus alas, se eleva (y llueve) y abre sus alas

.. .. .. .. . (como si evocara la luz de un perro sobre una nube podrida).

—“Pero, ¿quien? ¿Me hablas de quién?”

—“Pues, de ella…

de la chica golpeada y muerta en la piscina”—.

Tomado de:

http://www.academiaecuatorianadelalengua.org/poema-del-dia-una-chica-golpeada-en-la-piscina-luis-alberto-bravo/

 

 

Sofía

 

Salgo a las doce de la noche,

a darle un trozo de vidrio a los niños.

 

“¡Vuelvo!... Junta la puerta: Para que entre yo,

para evitar a los ladrones”.

 

Hay algo de noche en el gato;

Hay algo de gato en el zinc que da a la calle.

Al final del jardín un duende defeca.

Lo sé por los árboles

—¡¡tosen los árboles!!—.

 

Tiene la oreja de un cerdo

y el mandil de un carnicero;

Me arropo mientras la araña me mira:

Sueño a Kerouac atropellado por un camioncito de marihuana

[y en el cuarto adjunto (a ti),

se te revientan los ojos].

Tomado de:

https://www.omni-bus.com/n43/sites.google.com/site/omnibusrevistainterculturaln43/poesia-actual/luis-alberto-bravo.html

 

 

EL TESORO DE LOS PÁJAROS

 

 

Hubo una señora que nos alquilaba la casa

y que se casó con su padre adoptivo para adquirir los bienes;

Ella solía llamar a los pájaros

como si hiciera una llamada telefónica:

“¿Aló Pepe?, ¿aló Copenhague?”.

Ahora la entiendo, cuando tras la puerta

se jalaba los cabellos…

 

¡Bautizaré a los pájaros!

Les pondré nombres de ciudades escandinavas.

 

Así un pájaro se llamará Copenhague;

Otro será Suomussalmi, y otro Espoo.

 

Los árboles se llamarán como los niños antiguos:

Cipriano, Tomás, Farfounet o Nils.

 

Y los colores como las estaciones en… ¡Neverland!:

La Luz de las Bicicletas, La Niebla en los Patios, Los Tréboles en una Taza.

 

Los caminos se llamarán como las películas antiguas:

Anónimo veneciano, Le petit soldat, o El desencanto.

 

El sexo de las mujeres se llamará Suiza o Luxemburgo;

y el de los hombres Bulgaria o Brasil.

 

A las hormigas habrá que llamarlas como los paraguas

(fuera de la casa cuando la lluvia);

porque los paraguas recordarán las marcas que hacían los zapatos

en los caminos antiguos: donde se acostumbraba a

llamar por su nombre a los niños,

que solían recordar la fecha de la vid;

Por eso nuestros pasos se llamarán como las clases del vino

y los patos por cada hoja que picoteaban antes de tiempo,

y por cada pistilo que arrancaban

(y que sangraban como una niña en su primera

menstruación);

¡Porque ha vuelto Nils de Bulgaria!

Y aunque agarró una enfermedad mortal en Suiza,

fumará las hojas que no alcanzaron los patos…

¡Sí!

¡¡Ha vuelto Nils de Bulgaria!!

Y le miran las niñas desde el zaguán

(mientras las madres les espían sus diarios)

(y mientras sus padres cruzan la cerca y visitan a las otras mujeres que les parieron otros hijos).

 

Porque ha vuelto Nils de Bulgaria…

Mírenlo como camina por El desencanto;

Lleva en el walkman (que le regaló su primera amante)

esa canción de aquel cantante del Brasil…

 

“¡Oh que guapo es Nils!” dicen las ardillas;

Mientras los pintores sin historia

descubren en aquella nariz descontinuada,

todas las imprecisiones de las barcas,

de los cuadros de Whistler (James Abbott McNeill).

 

“Bienvenido Nils…”

“¡Oh Nils!”

 

—“El que defeca debajo de las ramas”

Y luego se ríen…—

 

 

[Y Copenhague defecará lluvia blanca

y dormirá sobre Nils…

Dormirá

en honor a los cabellos

que se jalaba la vieja

y que a su vez soñaba con un niño que le pudiera acariciar;

tal vez

el mismo niño que ya no lo recuerdan en los caminos antiguos,

y que solía aplastar fielmente la vid].

 

 

Una chica golpeada en la piscina

 

 

Su lengua ahora es más larga

y hay rastros de pasta dentífrica.

 

Ahora ella cierra los ojos donde lloraba.

 

Ahora las hojas vuelan para todos lados,

y vuelven a caer…

cerca de aquí…

(Donde estaba la chica golpeada y muerta en la piscina).

 

La sacaron del agua

como quien saca a un pequeño esqueleto,

como quien carga una madera pintada…

O como quien mide al primer amor.

 

Y mientras le espiaban las nalgas…

—“Pero, ¿las nalgas de quien?”

—“¡¡Pues, de ella!!…de la chica golpeada y muerta en la piscina”.

… alguien le sacó unas fotos;

Y por ello,

ahora podemos decir cuando nos preguntan

por la chica golpeada y muerta en la piscina:

“Ella estaba ahí…

Y nosotros acá…

Y los tipos de las fotos más allá”.

 

En las cercas pintadas

los vecinos murmuran & enrabietados

exclaman: “Si bien, era una mala chica,

no merecía morir en una piscina”.

—“Pero, ¿ha muerto quién…? ¿Quién ha muerto, quién?”

—“Pues ella…la chica golpeada y muerta en la piscina”.

 

“Yo le solía traer cervezas,

y cuando me daba propinas

ella solía decir:

«Sólo un ángel como yo

dejaría caer sobre ti

un pedazo de manzana…

—Como quien deja caer sobre una isla—

y verdaderamente lo soy»

(…) (glup)

Aún así, no tenía que morir en una piscina”.

 

“La mujer de allá,

nos ha dicho que a veces solía verla llorar en el patio,

y luego saltar las cercas pintadas,

sólo para arrancar —con un instrumento del bosque—

todas las manzanas fuertes”.

 

Desde aquel día

vengo a esta casa de martes a jueves…

Y siempre, siempre

un pequeño ojo del atardecer

perfora las nubes (y luego llueve).

Y entonces… ella abre sus alas, se eleva (y llueve) y abre sus alas

(como si evocara la luz de un perro sobre una nube podrida).

—“Pero, ¿quién? ¿Me hablas de quién?”

—“Pues, de ella… de la chica golpeada y muerta en la piscina”.

Tomado de:

https://paralelocero2011.blogspot.com/p/luis-alberto-bravo.html

 

 

Manga

 

Un hombre atraviesa el bosque. Con gotas de caucho y varias hojas secas se logra fabricar una cabeza de gato.

 

Un hombre sale del bosque puesto una cabeza de gato. Dos niñas juegan en el parque al final del bosque. Para el hombre con cabeza de gato ahí se inicia el bosque, de ninguna manera se trata del final del bosque. La cabeza de gato hace que el hombre pase inadvertido ante las niñas. Las niñas juegan a hacer dibujos en la tierra. El hombre con cabeza de gato quisiera ser amigo de una de ellas. Es posible que una de las niñas odie a la otra. Es posible que la otra niña ame en silencio a su amiga. El hombre con cabeza de gato sube a la azotea de una casa y observa el juego de las niñas. Los padres de las niñas llegan a la escuela a retirarlas. Uno de los padres se observa en el espejo retrovisor: muestra enojo. Se despiden las niñas. El balancín se mueve en el parque al final del bosque. El hombre con cabeza de gato dice «Aquí se inicia el bosque». Desde el auto, la madre de una de las niñas observa el pedazo de rama seca y los dibujos hechos en la tierra.

 

Una de las niñas vuelve por la tarde al parque al final del bosque. Es posible que el hombre con cabeza de gato haya muerto. La niña encuentra la cabeza de gato cerca del balancín del parque al final del bosque. Se lo coloca. De esta manera la niña tiene la cabeza de gato puesta. La niña con la cabeza de gato vuelve a su casa y descubre a su madre teniendo sexo con el padre de su amiga. Se quita la cabeza de gato y la niña de pronto es un niño que ha encontrado a su padre y a su hermana mayor teniendo sexo. El padre alcanza a ver que su hijo los ha descubierto. El hijo huye de la casa (siendo una niña) y se interna en el bosque. Con gotas de caucho y varias hojas secas se logra fabricar una cabeza de gato. Su hermana mayor se deprime. Su padre se ahorca en la habitación. Al final del bosque se da el funeral del padre, solo hay dos personas frente al ataúd: la hija y el hijo.

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2012/04/cuento-ecuatoriano-actual-no-1-luis-alberto-bravo/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario