se me despierta amor ignoto
el alón zurdo mi razón siniestra y
dulce gata feliz gata bermeja
bajo el astral de los orujos
tembladores desde las desolaciones
de lo antiguo te quiero así
quisiera amarte unavezmente coloradita
en algún médano encorvado o en el
nido de la coral o donde estuvo
la carreta blanca el campamento
quebrajoso del turco triste que se
acabó bajo la helada entre las
piedras gruesas más acá de la diestra
de la viruela negra de la derecha
de la vida de la boca enfadada
entre los botones carcomidos de
los últimos soldados entre las
ollas del médano blanquecino en
las noches embargadoras donde respira
la víbora de la cruz contra el
repudio del rey que piensa no
más contrito y entecado quisiera
una unitamente serte chingolo de
los mollares piche de los zulupes
zorro enjarillonado peludo grasa
amarilla trapial manso hasta
pacerte en las pupilas!
(para m. l.)
Opus tristilus
hoy salí de mi caverna mi amor y
llovía polen quiero decir una
cosa rara primero yo no sabía pues
me sorprendí muy turbado caía
del cielo grisónico algo sobre mi
espalda incrédula sobre mis
hombros cuaternarios sobre mi
pecho con lagartos sobre mi miembro
de piel violeta yo como un perro
absurdo me acerqué al rostro
de esas briznas ignotas y eran
amarillosas y muy intensas y me
hacían temblar y erizar me hacían
la soledad ello fue antes de
la lluvia de agua porque primero
llovió polen mi amor porque
era polen lo que llovió esta tarde
al empezar a oscurecer cuando
crecía la unción en el apilamiento
de la noche y era de un
alto árbol cósmico llovió polen mi
amor llovió polen y en la
casa de hananólida también el
polen caía y ella pensó en su
vientre y en la casa de nurma
también y ella pensó en su vientre
y en la casa de ascuala también y
ella pensó en su vientre
y en la casa de salila también y
ella pensó en su vientre y en
la casa de chilona también el
polen llovía y ella pensó en su
vientre entonces supe que era
verdad después llovió agua mi a
mor y no creí
(temple,
4.)
neotango con rosario roto en el pecho
(aguatinta embroncada)
I
la cuenta del rosario está pavota.
la piedra del querube en moco
llora
en la quietud. lo feretral
marmola.
verberación del reverbero. gloria
del bailarín fantasma. regia bota.
la perla del rosario flaca y rota.
II
(colorinche del circo,
baja alondra
de la nube su carpa picotona.
él besumbra la testa de su
hermosa:
la calavera que lo rapta ahora.)
III
hubo una vez una mañana loca.
un carromato. un león. hubo una
rosa.
hubo un jazmín en celo. no tremola
en el velorio su esternón:
oh loba.
hubo un malambo de alabastro.
ignota
hubo una zamba de diamante. ahora
en lo mortal oliente lo destrozan.
IV
y se me encama en mi tangón la
boba.
la irremediable naifa bata roja.
la muerte con su vulva regalona.
la felatriz feroz toda musgosa.
la yegua con lunar en nalga
pronta.
y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y sáqueme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que lleguéme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con
cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
huíme solo y no era la luz.
porque tu carro subió al cielo
y vos quedaste para besarme
ladran los perros talones blancos
patas de niebla pechos cenizos
puedes venirte de amarga grande
si es que el adiós ay cosquilléate
si es que róndate las verijas
he aquí que cantan los tizones
bajo la noche de vientre de unca
hasta que mi piedra diga sí
o hasta que dígame no quiero
delante mío mi vaso calla
cuida sus negros más desgraciados
y los penachones del quetral
entre esqueletumbres señorean
en lo colorado que palpita
ladran los perros moros canelos
cogotes de ángel lomos de ópalo
puedes tachonarme de hermosura
pueden cuajarme de serpientes!
Tomado de:
https://periodicodepoesia.unam.mx/texto/juan-carlos-bustriazo-ortiz-la-flor-del-exterminio/
Vigésima Primera Palabra
Cómo será la cola de una bruja?
Azafranada, viola, miel, canela,
color durazna, de damasca prieta,
poma escarlata, ciclamor de luna?
Cómo será la cola de una bruja?
Color de espiga, leche, tuna,
hoguera,
o de ostra de oro, de sirena
intensa?
Cómo será la Cola de una Bruja?
Yo me pregunto, pobre Juanca.
Nunca
sabrás del todo, porque te es
tiniebla!
Vigésima Séptima Palabra
Yo les pregunto y a las gentes
duchas
qué es esta música que se me
bifurca?
Valse, ranchera, polca, si es
mazurca,
minué del ángel, chotis de la
bruja?
Esta feliz sonorería oriunda
del corazón, de la pasión
nocturna,
la rara avis que me canta y turba,
me amasa nuevo, que me
descorrupta?
Yo no lo sé. Son hartas las
preguntas.
Quid de la sien, la lengua. Me
disculpan?
Tomado de:
https://poesiadelmondongo.blogspot.com/2020/06/juan-carlos-bustriazo-ortiz.html
Te regalé unas cuentas indias
y había un color de aroma hereje
tan sobre mí caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo
sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la
entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada
de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién
sin vos ellas se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos
magamente
remotas gemas de collares ascuas
de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas
entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o
amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé
gualicheríos piedras de dulces
redondeles
En mi tazón te traeré músicas
para no verte tan callada flautas
pisadas templadoras
bellas guitarras mordereadas en mi
tazón de soledades
de uvas sangrosas carne gualda y
moliditas qué milongas
arrobadoras y rasgueadas piedra
sonriente piedra
mía digo que mía por cantada
lejosa vientre de tu
ausencia en estos lados de la
patria oh ruidoroso
continente piedra no piedra sí
muchacha lo más hermoso
de la piedra lo que nos da tras de
la lágrima lo que
nos queda de la piedra su carocito
y perdurada en mi
tazón o en mi esqueleto o en su
ceniza si es que
canta
el intenso dice
un adiós el intenso dice una
sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa
las gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros se arrancan
infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y
tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo
celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra
pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a
canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que
huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simulones a talón
pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla
Guardo tus ramas en mi casa
y tan del monte o hijas del árbol
entenaditas de la
noche hijas de diablo hijas de
santo día me dan su
mancha de oro en madrugadas pencos
largos yo me las
traje de tu ausencia son un adiós
ensortijado yo me
las tengo creo y creo
supersticioso las ensalzo sus
pequeñeces son un mundo terrible y
fino desangrado y se
están quietas como piedra briznal
piedra de pájaro
quiero decir pájaro seco
crucificado en cal y clavos
rama del pájaro bebido corazón del
dulcevaciado están
están pena de leña tan piedrosita
en mi
costado!
El Egipcio (inédito)
Este Escriba-Sentado, silencioso,
hechura de obsidiana y lapislázuli, con sus piernas cruzadas ritualmente,
escribe en su demótico profundo los acontecimientos de su Amor, de su Dolor
talla tallando primorosamente los dolidos aconteceres de su Cuerpo y de su
Alma. Este Escriba-Sentado, / esta vez escribe para/ Sí. Ha huido brevemente/ a
un jardincillo conocido, / lejos del Faraón. De los ojos duros/ y divinos del
Faraón ha escapado unos/ minutos, junto a las flores/ de Palacio. Mariposas lo
tocan en/ sus sienes, en su cabeza bullidosa. / ¿Quién vendrá a visitarlo? /
¿Quiénes se allegarán a/ sorprenderlo en su/ demótico profundo…/ ¡Silencio!/ El
Escriba-Sentado es Orotep, el/ poeta
esta caja amarilla
desde lo repugnoso del desvelo
desde lo colorado de la
sien desde los ábrete porque estoy
vivo ay vidalita
desde la guitarra embichada desde
el engreimiento del
cielo desde las chaquiras que puse en
tus muslos ay
vidalita desde las mesnadas del
llanto desde las ínfulas
de lo que es como piedra desde la
embustera porfía
desde el abrepuño amarillo ay
vidalita desde lo venenoso
del bochorno contra el corazón cabal
desde el boato
de la cizaña desde lo contra el
cuerpo y contra el alma
ay vidalita desde el racimo del vaso
infausto desde
el espejillo donde tus ojos me
comen desde la última vi-
sitación desde lo tremebundo de este
estar ay vida-
lita desde la musa extraviada
desde el tordillo platea-
do que perdió la querencia
desde los soles que me
hieren porque soy más de las lunas
ay vidalita desde la
sexta que está en un hilo desde esta
vihuelada que
en el final es bermellón ay
vidalita desde la codicia
del chupasangre desde el santiamén del
olvido des-
de la sombra caudalosa desde no sé
que, escalofrío y en
el disturbio de los ojos
ay
vidalita
Tomado de:
https://estebanierardo.com/2023/10/08/un-poeta-pampeano-juan-carlos-bustriazo/
Luego serás cuajada luna
y cuidarás las ovejitas verdes del
monte paridoras oh
baladoras sus orillas hasta el
confín de sus balidos
luego serás que laguniñas
niñaslagunas monteadoras
serás la leche más rocía y serás
más más que la luna
serás la luna repetida y repetida
hasta mi hueso serás
la flor reventoncita luego serás
lo que yo quiera lo que
vos quieras que te pida te apagaré
tan mansamente
boca con boca la sonrisa te moleré
como quien muele
silvestres bayas maduritas serás
más luna que la luna
por machacada
revivida
el intenso dice
un adiós el intenso dice una
sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde
regocijante y tristonosa las
gentes se ponen máscaras oh mi amor se sacan los rostros
se arrancan infantilizados la
identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier
y tristemente remedan al ancestral
sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante
rojo celebrante amarillo y negro y
azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada
huelo a corazón ahumado huelo a
rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios
quiera que no pienses como yo en
esta tarde que huele a tambores colorados a bajo
vientre castaño a tobillos
simulones a talón pintarrajo mientras la soledad los va
comiendo y chilla
de Libro del Ghenpín (1977)
Primera Palabra
Y aquí estoy yo, pensoso y
descendiente,
junto a esta luz meralda que se
mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué
tonto.
Quién me dirá
qué-buscas-en-lo-huyente? -,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.
Fantasmas más, fantasmas menos,
duermen.
Tercera Palabra
¿Dónde errarás, Antonio tan
Bustriazo?
Dónde, fatal espectro, Comisario
de Territorios Nacionales? Calmo,
te pienso calmo en tu gran paz,
callado,
tu gesto así, de labios apretados.
¿Y Juan Bautista y su
caballodiablo?
Lo buscarás?, se buscarán airados?
Dónde errarás, Miguel Antonio?
Parco,
rápido hablar, tu fuerza eran tus
manos.
Tu sombra vi, tu bulto oscuronado
en tu momento de morir Bustriazo,
tu nube ya, tu forma de apagado.
Te dejo aquí, errante y capturado
gema o carbón, o flauta o
espantajo.
Décima Primera Palabra
Lasqa qarnaL, ardiente peladura
del qorazón, guiñapo de la luna
en menstruacióN, pellejo,
arranqadura,
sangrienta faZ, manzana gemebunda,
desgarración, piltrafa sin
ventura.
No eches verdoR insano ni no
luzqas
qon tu angurriento amoR, ni des
ninguna
qría infeliZ al monstruo de esta
uva
Décima Quinta Palabra
Antesta vela corta que me queda,
flaca energía de la luz inicua,
esta palabra posterior, postrera,
por áhora u´hoy entresta luna
indina
de húmedo vidrio, de quincallería
guachenta y gris. Esta palabra
hueca.
Décima Sexta Palabra
Adiós, adiós. Hasta mañana,
lengua,
lueguito o no, luegura si me
llega,
levántar me, nacerme de la huesa,
la sabanura, almohada, estotra
greda
de la que subo taza, vaso o luenga
jarra de Juan. Hasta mañana,
lengua!
(Ellos ya están cantando: “cuchillocóoooooo…)
Décima Séptima Palabra
Renqueante voy bajo esta luz,
confuso,
a tu fulgor, ay vino. Yo me acuso
de ir a robarte donde un dios te
puso
en el mesón sabido. Yo, que iluso
ando en dolor violeta. Quién
dispuso
que pase así? Perdón si yo te uso.
Es mi destino y el telar y el
huso:
mi Tejedora Tinta, vino infuso.
Décima Octava Palabra
Rosa-Betuna-de-esta-salidura: -
orujo-infame-cincuentón-cercano-
pantalón griso-rodilloso-mucho-
tan-perturbado-por-la-calle-imbécil-
este-que-fue-linotipista-loco-
de-ira-en-ira-por-la-negra-máquina-
esa-invención-tan-bella-y-peligrosa-
el-corrector-de-pruebas-de-aquel-diario-
aquel-taller-de-horrípilas-ginebras-
tanto-que-hacer-que-herir-esta-palabra-
ni-cien-mil-bocas-bastan-quéyquéntonces?
-
Rosa-Betuna: -vuelvo-a-los-comienzos-
al-pieslegüero-que-está-aquí-yacente-
que-ni-es-ni-bosta-entre-el-alcochol-y-el-humo.
Tomado de:
https://lamasmedula.com.ar/2016/03/10/sur-venires-juan-carlos-bustriazo-ortiz/
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