poemas de es brizna
.
lo que penetra en tu carácter tiene corazón
mi memoria no
nos entumecemos
masticamos lentejas para desaparecer
crujen las cervicales con la crudeza de la nieve
.
/
hoy a punto de desprenderse el cielo
mi amigo me habló de las rodillas de su padre
creció hacia adentro mi abuelo muerto
de las rodillas humanas la brizna
la adormecida que adoramos
/
quien mutila su corazón y quien lo deja crecer
y cómo todos llevamos un miedo y ligaduras
un miedo
que todo sea pequeño
esta experiencia de metáforas
tengo arroyos y calor
lechos de caliza
de cuando era escaso porque aprendía a vivir
/
no se puede decir néctares y amanecer
en el mes de febrero tu cerebro prende en junio
el mío se deshace
tengo la noche y la vida agua poca en la cara
todos mis borradores manchan las manos
/
las ardillas como metáforas
ennegrecen las uñas
y el matiz de la lombarda hoy ser de ese color
cerebro de mamá memoria de papá
traduces como eres
el daño que soy.
Tomado de:
https://lasrazonesdelaviador.blogspot.com/2011/11/marcos-canteli-poemas-de-es-brizna.html
Tanzas
1.
el dolor vertebral sella los ojos traslada cera
de una memoria en recesión, ortiga acariciada al
vuelo
quisieran tanza
las palabras -¿y aquél
quién lo quemó? que a mí me quema
2.
en la noche cerebral crecen líquenes
-cambiárselos quisieras, fuera noche tuya
sin conocimiento
leve
cauterizado ya
3.
afianzar la sutura interior: persiste
un cordón
sedal
(saber que crece
cuanto más se deshace)
4.
no llega la bocanada -mero reflejo: mi
interior de líquenes, extensión crecida
al rescoldo
5.
llegado al estupor -la memoria se apaga y
aquel un quemado aún más en rescoldo, la vida en
rescoldo
se clava
6.
rincones
de la afasia: morada
conservarían (arteria memoria)
los ojos
7.
escampa corazón o huye
quien prende en estuario prende el día,
recompone sus láminas mece memoria de un río
trazado en los dedos
vértebras azules
para ti quisiera
, restos de
Escritura
Tomado de:
https://lostinmarienbad.blogspot.com/2009/12/su-sombrio-poemas-de-marcos-canteli.html
Lo que hoy digo, mañana se tacha
Y hasta ahora pude, creí decir:
Soy un hombre sin amor ni escritura;
a veces más, a veces menos. Sin
que necesariamente fuera verdad.
Tengo un hijo.
Quiero que todo entre como quiera cuando quiera.
Sábanas de agua y un ala que no dejabas estar. Suben
las bolsas tras un agosto en que se desataron fiebres vendedoras, sin freno, y
respuestas unificadas a la crisis soberana. El gran coronel, el muñequito de
trapo. Fin del Ramadán. Plácet. (Habría que poner en itálicas también la
primera frase.
-No debería hurgar en mis documentos).
Sin que necesariamente fuera verdad.
Necesariamente.
Pueden inquietarme las banderas tanto como las nubes
detenidas mar negro memoria ausente de la resaca, o
limiagos. Por la noche
siento el agua dentro de mi cuerpo,
pero eso no me inquieta.
Tampoco nadie lucha contra nada. A veces
las cosas, simplemente, no salen.
Si corto demasiado, pierdo el pulso, así que contesto
un correo en el que –lo más probable- me agradecen los datos para un
presupuesto, pospongo una recomendación, planeo un menú y con ello una lista
mental de la compra. En realidad, esto ya fue hecho y anotado el martes 12 de
abril, 2011. Al día siguiente: una y otra vez llega el desierto (canal Viajar),
alguien sentado en el suelo desde lo alto de una meseta contempla. Ahora, sin
embargo, anotaría: una y otra vez llega el desierto (canal Viajar), alguien
contempla sentado en el suelo desde lo alto de una meseta. Quiero, querría ser
un poco más tolerante.
Pero me sigue faltando el amor, el lamer, y mi hijo.
Memoria ausente de la resaca, o limiagos.
Limiagos es una palabra acartonada. Preferiría haber
escrito llimaz (llimaces), al rechazar la sonoridad de babosa, pero soy infiel
de lo mío. El otro día, al bajar del coche, destripé uno, creo que marrón, con
bordes anaranjados.
A veces más, a veces menos. Tengo un hijo.
Afilo chatarra. Chirría. Si corto demasiado
pierdo el pulso.
Y, sí, todos los días paseo con él, piso olas
para calibrar el cielo. O: después,
tras el amor el carácter. Hoy no. El lamer no
aparecía (el mar, ya lo he dicho).
Que a veces
hay bordes y otras no se ven. Tendríamos que flotar
más a menudo. Tanto
como tendríamos que decir tendríamos menos a menudo.
A sus nueve meses, cada vez que despierta, se queda
se queda mirando (staring) al techo, a la lámpara,
abre la boca y dice ahhh
(ah,
si pudiera describir la forma de sus labios).
Tomado de:
https://pre-textos.com/cajon-de-dante-un-poema-inedito-de-marcos-canteli/
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