viernes, 12 de agosto de 2016

POEMAS DE XHEVDET BAJRAJ


 (1960, Kosovo)

TEMPORADA DE LAS FLORES TRISTES

(Tezcatlipoca Blues)
I
No sé si estoy parado de cabeza
o el mundo está al revés 
parece que aquí la realidad nunca caerá tan bajo
para desmentir nuestra imaginación enferma
mientras diario entre seres queridos esperamos 
el beso frío del filo de cuchillo del asaltante
el vuelo de la bala desde el nido pintado de negro
dentro del pecho hueco de los secuestradores 
o el grito líquido del hacha de los narcotraficantes 
que con la carne de nuestros cuerpos
hacen collages surrealistas
Nos reímos
confirmando el dicho de Aristóteles 
que dice que los humanos somos los únicos animales
capaces de hacer eso

El viento sopla para todos lados
el cielo parece decidido a enmierdarnos 
caramba
la vida se debe vivir 
conque 
me vale madre
estoy casi muerto pero soy rico
tengo siete cajetillas de Delicados sin filtro
y una colección de botellas 
llenas de aire de la Ciudad de México
el mundo existe para escribir poesía o ensayo
contar anécdotas 
y hacer el amor

Digo esto desde la tierra de la serpiente emplumada 
que tenía plumas por la garza que se acababa de tragar
eso lo sé 
porque soy
hijo del caballero águila 
negro como la última noche
emperador del cielo rojo 
que en mi furioso retorno al silencio 
no necesito nada 
soy el rey de nada 
soy la santa nada
dios de nada y más grande que eso 
soy la nada misma 
yo
que una vez perdí una patria 
y ahora vivo aquí
con el estómago lleno y el alma hueca
buscando dónde conectarme
para cargar las pilas que se me están agotando
y
la luz es la misma
las sombras de siempre me persiguen
pero el enchufe caray
el enchufe es distinto


Dolor adentro

Al pájaro de la libertad que ahora se asa en la parrilla
Le cortamos las alas para que engordara
Con frutas cosechadas del horror

Mañana vamos a amanecer en alguna otra tierra
Con la vida blanqueda como foto desvaída

El collar de la muerte
Con el cabello teñido de blanco
Engalanada con el collar de la muerte
Mi tierra se peina sobre la tormenta que duerme

Para darle sentido al día
Cuelgo las frutas que coseché de mi existir
Hacia el lado por donde nace el sol

Con las piernas cruzadas
En el crucero de la vida
Arranco las plumas de mis alas
Y las arrojo
Hacia donde corre el dolor

La bolsa de mandado


No se cómo te sientes querido amigo mío
pero a mí la vida sigue mordiéndome con dientes de bestia
así que no me queda otra
que también morderla

Tiro el cigarro y cruzo la calle con paciencia
para que algún coche no me arranque
                    los zapatos recién comprados

Entro al supermercado
cortes de cordero
diferentes pescados
alitas de pollo pechugas muslos... pollos enteros
criadillas de toro sesos de vaca hígado de res
patas de cerdo conejos codornices
todos bien pesados y bien envueltos
con el precio en la esquina
para ver si podemos comprarlos

Llevo una bolsita con tortillas
chiles verdes
seis cervezas Indio bien frías
tres cajetillas de Delicados sin filtro
y regreso a mi casa
para comer
tortillas con chile
y un poco de mí mismo ~


Flores
cuando nacen
lloran
como los bebés
  

La rosa


Estoy casi seguro de que
cuando vio al hombre
por primera vez
a la rosa le salieron espinas
  

Vivir


Armado con espinas
trepo como la flor silvestre hasta lo más alto del muro del día
y florezco de espanto
   

La verdad absoluta


La verdad absoluta es
un hombre desnudo
con una mujer desnuda
en la cama


Mujer


Qué triste sería vivir toda la vida
y una vez
por lo menos una vez
no dedicarle un poema
a una mujer

Cualquiera


Las palomas y la muerte


Alcanzadas por escopetas de caza
tres palomas cayeron a tierra
la bandada continuó no obstante su vuelo
ellas no tenían miedo a la muerte
ni mucho menos
sólo temían al estampido

Asesinos en serie


Noche de ocupación
cortésmente se infiltra el miedo
con muerte de perro se acaba
la ciudad se extiende bajo la colcha negra
el sueño provoca la esperanza engendra
enigmas del nuevo día

Estos que matan son ángeles
bajo el peso de la maldición el pecado la mierda humana
asesinos en serie de sueños

Llega la mañana vestida de blanco
como la vieja bailarina borracha
recoge palomas muertas por las plazas
la gente despierta despacio
quien no se ha orinado en sueños
se orina ahora



El niño tenía seis años la niña ocho y lloraban



Lo sacaron del automóvil por la fuerza
Uno sujetaba la metralleta como bestia que con dificultad se contiene
Otros lo golpeaban con macanas con látigos del diablo
Dentro del auto la mujer recogió a los niños en el regazo y lloraba
El niño tenía seis años la niña ocho
Y sus gritos llegaban a la cumbre del cielo
En ninguna parte Dios para ellos en ninguna parte piedad
Los niños miraban ya al padre ya a la madre

Entonces el muchacho abrió la puerta y corrió
Dejó atrás su infancia asesinada y se arrojó sobre su padre
Los negros toletes se quedaron en el aire como ramas estiradas de la muerte
Los peatones casuales empezaron a acercarse despacio
Los policías escupieron y se retiraron maldiciendo en su lengua
El niño tenía seis años la niña ocho su madre veintiocho y todos lloraban


Guiso albanés


En Kosovo los hombres armados
Escogían del variado menú albanés


Por la mañana
Leche de senos desgarrados de las madres
Y bebés nonatos
Bullidos en el fuego de las casas
Adornados con ojos negros, azules o cafés
Y una botella de lágrimas tibias

Alguien saborea tan sólo una cabeza estofada


Al cenit
Corazones reventados de todas las edades
Hervidos en jugo de huesos como guarnición
Y espinazo a las brasas
Acompañado con sesos fritos de niños
Y ensaladas de aullidos
Rociadas con vinagre de horror
Y un litro y medio de sangre de doncellas violadas

Alguien saborea tan sólo una cabeza estofada



En el crepúsculo
Hígados blancos y negros
Por aquí y por allá algún riñón
Carne de niña mezclada con sangre de las madres
Un pedazo de músculo anciano
Asado a la parrilla
Sazonado con sal de lágrimas

Alguien saborea tan sólo una cabeza estofada


En el entremés
Molían orejas izquierdas y derechas
Dedos de manos y de pies
Por aquí y por allá alguna nariz sangrante
Y nuestros sueños secos ante el paredón de fusilamiento

Alguien saborea tan sólo una cabeza estofada


Guisaban y hervían en el fuego de las casas
Comían y bebían en cráneos albaneses
Cómo si no fuéramos humanos
Cómo si no fueran humanos
¿No es así? Dios
Hasta que el verano los regresó a su tierra
Cebados de la muerte


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