(Belén en 1920 - Bagdad, 1994)
QIBYA*
Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los caminos.
Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las ventanas.
Iban dirigidas a los corazones y a las entrañas.
Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.
Balas.
Se esparcen por las piedras arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en las paredes.
Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche con la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre corre por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Cerrad las puertas,
apartaos de las ventanas,
ocultaos de la luna,
protegeos de la noche.
Pero las puertas son de madera
y las ventanas no se construyen para evitar
el aire, la luna,
la gelignita
y los colmillos de las hienas.
El corazón es de hierro pero
para las balas, la gelignita y los colmillos
es más débil que la madera.
Los brazos de Fátima rodean el cuerpo de Hasan:
una alberca de sangre,
y del padre de Hasan no queda
más que el qunbaz hecho jirones.
Buscadlos bajo las piedras
y juntad los brazos a los cuerpos.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche en la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre fluye por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Balas
golpean las piedras.
Gelignita.
La noche se desgarra
entre nuestros olivos y viñas.
Ver versión árabe
Del poemario Tammuz fi l madina (Adonis en la ciudad). Beirut, 1959.
* QIBYA es un pueblo palestino de Cisjordania, cuyos habitantes fueron masacrados por tropas israelíes en la tarde del 14 de octubre de 1953. El actual primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue quien dirigió las tropas en aquel día.
En los desiertos del exilio
Primavera tras primavera,
En los desiertos del exilio,
¿Qué estamos haciendo con nuestro amor,
cuando nuestros ojos están llenos
de escarcha y polvo?
Nuestra Palestina, tierra verde nuestra;
Sus flores como si estuvieran bordadas de vestidos de mujer;
La marcha adorna sus colinas
con la peonía
y el narciso como joyas;
Abril se abre en sus llanuras
con flores y flores de novia;
Mayo es nuestra canción rústica
que cantamos al mediodía,
en
las sombras azules,
entre los olivos de nuestro valle
y en la madurez de los campos
, esperamos la promesa de julio
y la danza alegre en medio de la cosecha.
Oh, nuestra tierra donde transcurrió nuestra infancia,
como sueños a la sombra del naranjal,
entre los almendros de los valles.
Recuérdanos
ahora vagando
entre las espinas del desierto, vagando
en montañas rocosas;
Recuérdanos ahora
en el tumulto de las ciudades más allá de los desiertos
y los mares;
Recuérdanos
con nuestros ojos llenos de polvo
que nunca se aclaran en nuestro incesante deambular.
Aplastaron las flores en las colinas que nos rodeaban,
destruyeron
el houess sobre nuestras cabezas,
dispersaron nuestros restos desgarrados,
luego desplegaron el desierto ante nosotros,
con valles retorciéndose de hambre
y sombras azules
destrozadas en espinas rojas
Inclinados sobre los cadáveres dejados como presa para el halcón y el cuervo.
¿Es de tus colinas que los ángeles cantaron a los pastores
De paz en la tierra y buena voluntad entre los hombres?
Solo la muerte se echó a
reír cuando vio
Entre las entrañas de las bestias,
Las costillas de los hombres,
Y a través de la carcajada de las balas
, fue bailando un baile alegre
sobre
las cabezas de las mujeres que lloraban.
Nuestra tierra es una esmeralda,
pero en los desiertos del exilio,
primavera tras primavera,
solo el polvo silba en nuestra cara.
¿Qué
hacemos entonces con nuestro amor?
¿Cuando nuestros ojos y nuestra boca están llenos de escarcha y polvo?
El brocal del pozo
Jabrâ Ibrâhîm Jabrâ
Brocal del pozo,
lugar donde se juntaban manos de jóvenes alegres
en compañía, llenando
de agua clara los cántaros
entre
risas y cantos
Es de pronto voraz hueco; se ha tornado
boca del exterminio obstruida de muchachas
y mujeres embarazadas, del que mana
un reguero de sangre emplomada
¿Se
han secado a su alrededor los racimos?
¿se ha agostado el trigo y fugado
el aceite de sus odres?
¿y sobre ellos crucificado de nuevo el Mesías?
Del brocal del pozo, nuevo Gólgota
de su cavidad sangrienta brotará
lava negruzca, ardiente, furiosa
con carnes de muchachas y mujeres
embarazadas
para abrasar
a los sembradores de muerte
y alimentadores de los buitres de nuestra tierra,
y entonces de su sacra y fructífera abundancia
renacerán,
renacerán
nuevamente nuestras aldeas
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