martes, 4 de diciembre de 2018

POEMAS JEAN MÉTELLUS


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(30 de abril de 1937, Jacmel, Haiti - 4 de enero de 2014, Bonneuil-sur-Marne, Francia)

Fuego

Sobre sí mismo, el fuego gira
Como una premonición sagrada
Moviéndose, caprichoso, insolente
Atacando todos los defectos
Su hambre se extiende hasta el gusano más pequeño
En su ascensión ondulante pero implacable, el
fuego recuerda su origen.
Se eleva bruscamente.
Arrancada desde el mismo corazón de la tierra.
La llama se aleja,
pero puede batirse en un ala.
Regresar al suelo
Perderse en sus profundidades.
Así sella el fuego la unión del aire y la tierra.
El fuego se expresa en plural
fuego del mundo terrestre
fuego del mundo celeste
Vagando fuegos
ardientes bosques
traqueteo nubes
rayo caído del cielo
Es el fuego de la penetración, el fuego de la destrucción
del fuego divino que se apodera de los amantes y se une para siempre
inspira a los poetas y los profetas
Fuego silencioso en la Vía Láctea.
Infeccioso en las iglesias y en la boca de los adivinos.
Fuego celestial siempre presente
Perseguir, erradicar el mal
Como un jardinero tirando crabgrass
Dispara y destruye
Paternal y celoso
Severo y amable
Fuego ardiendo bajo el sol
Visible en los ojos de los amantes
Insoportable o acariciante
En los dos polos de ternura y necesidad
Fuego vengativo De los dioses o del furioso fuego del celoso
Fuego nos invita a la pasión y la fe.

Idioma

El pan del poeta y la carne del cantante El
lenguaje habla de la voluntad del tiempo serpenteando a
través de nuestro cabello y nuestras arrugas,
nuestras preocupaciones, nuestras sonrisas.
Se atrapa dentro del autista, exiliado de sí mismo
se disuelve dentro de la afasia, es ajeno a su vida
Los amasa disléxicos y los moldes se
extrae el secreto de sus invenciones
lesionados, heridos, revueltos cerebros
maltratar a ella, pero no pueden romperlo

se sabe cómo dar sentido de un recién nacido que gime
Para soldar las sílabas espaciadas por el tartamudo
Le da una voz
Al colegial que se aferra a las palabras
Para entrar en la abstracción del mundo
A las personas sin hogar siempre en guardia
A todos los marginados que llegan al cielo
A los ideólogos transportados por el torbellino de ideas
A los enfermos mentales cuyo destino confiscado se marchita en chalecos de fuerza
Al enfermo amurallado por el dolor
A los prisioneros en busca de redención
Vivaz, tenaz, sagaz El
lenguaje resiste la desesperación
Triunfa sobre el sufrimiento
Elimina el miedo, cautiva la felicidad
Protege al hombre de sí mismo y de los demás Lo
empuja a emprender, a crear
Debido a que atraviesa eras y épocas,
apasionado por el deseo de aflojar el agarre de la miseria,
reemplazar el ramo marchitado por tristeza
Enterrar los sueños de vidas quebrantadas
Dentro de los ritos de la oración ferviente El

lenguaje habla el mundo y transmite mensajes
En el claro canto de la esperanza

Traducido por Kristin Prevallet.

Cuando el pipirito canta (fragmentos)1

Cuando el pipirito canta el paisaje haitiano ha pisado el umbral del día y dibuja en el aire, sobre los pasos del sol, una imagen de hombre en cruz que abraza la vida.
Después bendice la tierra con el viento puro de sus votos, y tras haber saludado el azur empapado de luz, rocía la oración de la montaña olvidada, sin favor, sin engranes.
Cuando canta el pipirito pesa la amenaza de que las lágrimas vuelvan.
Cuando el pipirito canta las horas quedan suspendidas en los labios de las plantaciones.
¿Y si regresa ayer, qué haremos nosotros?
Y el campesino haitiano sobrepasa cada mañana la lengua de la aurora para matar el veneno de sus noches y quebrar las espinas de las pesadillas.
Y en el aliento del día todas las loas se han nombrado.
Cuando el pipirito canta cada gota de rocío, cada rama que palpita, el viento que acaricia las glorietas, se hacen mensajeros de los espíritus.
Cuando el pipirito canta el corazón se pinta de tristeza.
La propia esperanza es sulfurosa.
La campiña aviva los misterios.
Acorrala ya sus muertos.
El alcance de las inquietudes abulta su vientre.
La llanura de Haití recibió su pizca de agua.
El agua del manantial traída por los canales.
El agua del cielo como un techo de rocío.
El agua de los ojos de un niño sin pan.
La sangre de una madre que el delirio atrapa.
Color, sabor, olor han revoloteado bajo el machete del campesino.
[…]
Cuando el pipirito canta yo borro con el agua viva de mis sueños las grandes promulgaciones salidas de los bordes del beneficio.
Y mis palabras, ligadas a mi fuente, amordazan la espuma de todas las aguas foráneas, de todos los gritos de conveniencia, y calza la irreverencia para pisotear el barullo de todas las palabras ajenas.


Risas y lágrimas de un niño negro (fragmentos)2

Un niño negro contra la naturaleza tiene mil recursos, en su lucha contra las estaciones posee más de una carta de triunfo, en su manera de aspirar toda la vida que nace del majestuoso sol, todas las rocas polares, una fuerza, una alegría, un apetito, una coquetería que hace palidecer a la leona fantasía de la selva que abriga árboles frágiles.
El niño negro grita cuando sobre su piel suave y pura como el agua de la fuente que las rocas han filtrado, viene a caer el día que un relojero avaro distribuye en cuenta gotas.
El niño negro grita y pide que su cuerpo, el diamante de su piel que ilumina sus noches, reemplace el sol inconstante.
El niño negro pide que su piel, más rica que un cielo festivo de Navidad, no tome la dirección de un mundo entenebrado por el humo que sale de las capas del oro.
[…]
Y esta madre enseña al hijo a olvidar las preocupaciones, que es el secreto de toda fuerza.
También enseña al niño a desear el poder en cualquier tiempo.
Esta madre se ha instalado en su hijo para beber sus lágrimas, para enseñarle a reír, a desear irrefutablemente.
Y después le dijo: dos arroyos han hendido un surco en mis mejillas por las aletas de la nariz para llorar en tu lugar, y en lo adelante te lego toda la fuerza que tengo para reír.
***

Mandela (fragmentos de “Los primeros versos y la caída”)3

A Jean Guiloineau
Nacido el 18 de julio 1918
En un siglo 20 afiebrado y tumultuoso
Aterrador y escandaloso
En las fronteras del Natal
Bañado por las azules aguas del océano Índico
Al pie de las montañas dentadas del
Drakensberg
Envuelto en miles de canciones
Desprovisto de orgullo
Su padre lo nombre: Rolihlala
O sea “el que tira de la rama de un árbol”
O “quien debe plantear problemas”
A los cinco años es cuidador de ovejas y terneros
se complace en colectar la miel silvestre
los frutos y raíces comestibles
en beber leche caliente que el propio orine de la vaca endulza
en nadar en arroyos transparentes y fríos
en atrapar peces con ayuda de un alambre
en batirse con un palo, en parar golpes
en simular el ataque aquí
y golpear en otra dirección
conviviendo feliz con el ganado
[…]
Acordémonos de sus lecciones
y saludémosle en el gozo y la alegría
es hora de difundir su pensar fecundo y valiente
que todos los pueblos de África comenten
su generosidad y fortaleza
quienes en él creyeron pueden decirlo ahora
su nombre vivirá más allá de los tiempos
junto al de Toussaint Louverture.

Martin Luther King (1929-1968) (fragmentos: tres primeras estrofas y conclusión)4

En el espejo, mientras me afeito, desde el alba
Contemplaba las pulposas mejillas de su rostro
Un bigote impecable sobre labios elocuentes
Testigo de engaños frustrados, de mentiras cercadas
Iluminando su tez, su sonrisa,
Y aún avivaba el fulgor de su mirada
Observaba el mundo con ojos de niño
Se ingeniaba diariamente en combatir la ira
Bajo la presión vibrante y ferviente de su fe
A sus hermanos de rezos les condujo la gracia
Ganados de entusiasmo de frente a la esperanza
Allá donde siempre se juntan amor y libertad
Unió en nupcias conforme a la ley divina
La ternura, la justicia, la energía, el fervor
Transformando los días que enturbia la violencia
Las noches que manchan los crímenes del KKK
En ofrendas propiciatorias, en puros sacrificios
Para domeñar los hijos que se hicieron hombres
Y salvaguardar el paraíso de las codicias
[…]
Vamos a conservar su imagen en el fondo del recuerdo
Que su nombre resplandezca tal la estrella del pastor
Brille cual la llama que mantenga los lobos a distancia
Ilumine el futuro, descubra un mundo mejor.

Notas:

* El pipirito es un ave típica de Haití que canta a las primeras luces del alba. Métellus le dedica uno de sus poemas más conocidos.
1- Tomado de Maurice Nadeau: 
Au pipirite chantant et autres poèmes, Gallimard, Paris, 1978.
2- Tomado de 
Anthologie de la poésie française du XXe siècle, Poésie / Gallimard, Paris, 1995.
3- Tomado de 
Voces negras, voces rebeldes, Ed. Le Temps des Cerises, París, 2000.
4- Ídem.







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