(19 de diciembre de 1922, Ámsterdam, Países Bajos - 11 de junio de 2007, Ámsterdam, Países Bajos
CONFIDENCIALIDAD
De muy buena
gana, me dejé tentar
en este juego
encantador pero peligroso.
Fui demasiado
temerario, lo sé:
después de
todo, soy el más débil de los dos.
Pero me saltó
de forma inesperada y rápida.
No quedaba
tiempo para evitarlo.
Ahora no puedo
y no voy a liberarme más:
la flecha
golpeó un objetivo, insidiosa y feroz.
Es demasiado
tarde, no hay más elección.
Demasiado
tarde, y en un susto repentino
, por una
cuenta, mi corazón se congela.
Porque tarde o
temprano, un día llega el momento
en que uno de
nosotros tiene que perder este juego
al sucumbir al
otro. – yo
Con los años
A lo largo de
los años, hay
mucho que
desechar.
La noción, por
ejemplo, de
que la
felicidad es suave y duradera, es
algo así como
un clima del sur en
lugar de un
relámpago
que deja
cicatrices
apreciadas
toda la vida.
Traducción:
2009, Judith Wilkinson
El amor rodó
El amor se fue
al otro
extremo
del mundo. La
fe se
ahogó en el barro
de preguntas y
dilemas.
Incluso la
esperanza se ha salido de la
vergüenza. Y,
sin embargo,
queda lo
suficiente como para no querer morir
y, de vez en
cuando,
para abrazar
las faltas
tan
ansiosamente como alguien abrazó
la antigua
abundancia.
Traducción:
2009, Judith Wilkinson
Insomnio en la caverna
Insomne en la caverna
de la noche.
Todos los
caminos hacia ti se
enrollaron en
un
enredo
inextricable negro .
Agudo dolor de
aguja
girando
alrededor de la ranura
de un
recuerdo.
Y fuera el
suave
murmullo
ininteligible de
la lluvia de
primavera.
Traducción:
2009, Judith Wilkinson
En un momento sin vigilancia
En un momento
sin vigilancia,
anhelo, entré
y perdí mi
camino dentro de ti.
Un paisaje
bárbaro
lleva los
escasos signos
de su
presencia:
el árbol
deshojado
que no
proyecta sombra,
los arbustos
ennegrecidos,
el arroyo seco
entre las
rocas
y lo profundo
de la
corteza gris
sedienta de la tierra,
el mullido
torrente
de agua
murmurando
que no puede
encontrar salida.
Traducción:
2009, Judith Wilkinson
El Yo que
pierde y se
recupera
en tu abrazo,
no es
el que sale
de tu vida con
pies de plomo,
ni el que se
convence de
que
nunca
estuviste aquí.
Los tres
encerrados
dentro de mi
piel, han
llegado a
golpes en una guerra
a muerte.
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