Apuntes de fe
creo en lo que se
mueve detrás de la aspereza
en la instancia
agotada de una promesa rota
creo en la inmediatez
creo en las despedidas
en los cuerpo vencidos
por el peso de la parte que falta
creo en la vanidad
creo en lo efímero
en la trinchera que
construye la noche con las piedras del día
creo en los pactos del
azar
en la brutalidad de
los sentidos
en esa dentellada que
sufren los cimientos cada nueva estación
yo pego inútilmente la
espalda a la pared
vivo en esa cornisa
tarde o temprano me
romperé los dientes sin el menor estilo
sé predecir esa
obviedad
creo en la
conveniencia de recapitular
en la esforzada
dignidad que me asiste
en los favores del
instinto
más que en ninguna
cosa
el guardián de las horas
en la espera hay un hombre
que no deja pasar
el filo de los años
y arrastra los zapatos
por la estación desierta
como si un tren lo
amenazara
desde otro mundo
escribe de rodillas
cartas para una novia
desconocida
inventa barcos en la
bruma
mapas de ninguna
ciudad
junta semillas en un
frasco
para salvar las horas
de la melancolía
y otras maneras que la
lluvia
sabe adquirir
es un trabajo duro ser
el guardián del tiempo
llora en las vísperas
de todo acontecer
Tracción a sangre
cargo en mi cuerpo una
mujer inválida que baila cuando duerme
trenza el cabello
blanco de la muerte para ganarse su favor
como una novia ciega
que deba conformarse
con la corta memoria
de sus dedos
despierta cuando
miente
lleva un cascote atado
a la correa de la lengua
va removiendo un surco
tras de mí
una continuación que
me persigue como una cola de chatarra
se enciende cuando
callo
cargo su enfermedad en
la penumbra de mis huesos
su equipaje de anemia
su andamiaje de circo
la quiero al otro lado
pero el puente se ha roto
la primera mitad no le
interesa
la segunda es negada
vuelvo sobre sus pasos
cada noche
para ocultar la huella
cada día
como el guardián de un
ancla que se oxida
un perro encadenado a
un desierto de vidrio
lamiéndose la sombra
la boca del árbol
no se puede besar un
árbol en la boca
hay que tomarlo entre
los brazos
pegar el pecho a su
corteza
y lamerlo
lamerlo hasta sangrar
hasta sentir que el
árbol
te roza el corazón con
su llamado
va a contarte el
secreto
a devolverte el beso
con quietud
con leve indiferencia
él sabe que te vas
que es imposible
la vida con un árbol
la última moneda
así como el amor elige
a los más débiles
para arrojar sus
desperdicios
los mendigos eligen
esas bocas
para besar
nada es tan puro
el hambre de la muerte
tiene una dentadura
gigantesca
y sólo encuentra
insectos en la oscuridad
pequeñas criaturas que
arrojaron
la última moneda sin
usar
nada es tan blando
debajo de la almohada
crece un nido de
alambres
y el féretro del mundo
no deja de gritar que
se tu hora se acerca
nada es seguro
cada vez que acaricio
la tersura
de la verdad
mis dedos sangran
Llegar a salvo
hay que saber llegar
hasta la orilla sin mojarse los pies
cruzar una ciudad en
donde el agua es negra
y negra es la saliva
de los perros
y negro el semen que
descargan los ángeles
en las sábanas sucias
de los partos
hay que hundir la
cabeza con los ojos abiertos
negociar el ardor
forzar al corazón su
máquina de aceite
y resistirlo a flote
una noche completa
hay que entregar el
cuerpo a la corriente
fijar la convicción
nadie vendrá para
salvarme
no soltar la palabra
que dispare el alud de un espejismo
nadie
vendrá para salvarme
tragar si es necesario
la sal que se
desprende generosa de tu propio temor
sentirte el muelle de
un puerto abandonado
una vieja estructura
que el tiempo embiste sin control
hay que saber quedarse
y aguantar
saber que no vendrá
para salvarme
nadie
san perro callejero
no me dejes caer a
rubia teñida
ni me condenes a
integrar eternamente
el coro menopáusico de
esta mujer
no me arrojes con las
muñecas rotas
en el túnel de la
gorda aburrida
te prometo huesitos
san perro callejero
no me dejes caer
por su casa
ese país en toque de
queda
donde tengo pedida la
captura
y un número tallado en
el corral
no me dejes caer a
virgencita de repisa
ni a señora entendida
en el arte
de negar los colores
de su edad
no me dejes caer san
perro de la calle
en los brazos de un
hombre con corbata
prefiero ser la amante
del carnicero
viajar toda la vida en
transporte público
te prometo los cortes
más tiernos
la carne más jugosa
no me dejés caer
seré tu perra
amen
Tomado de:
https://www.isliada.org/poetas/laura-yasan/
química orgánica
todo el tiempo que
tarda el corazón en olvidar la música
y acostumbrarse al
ruido de hojas muertas
que desprende el
recuerdo cuando avanza
todo el tiempo que
tarda en separar
hebras impuras del
oxígeno
latido de temblor
señales en la falla
todo el tiempo que
tarda en reaccionar su ángel sometido
la boca azul contra la
noche
ese torrente oscuro
que va en la cicatriz
como un pez por el
cauce del misterio
todo el tiempo que
tarda en corromper
la ruta del carbono
y arder bajo la nuca
el tronco de su árbol
se rasga en las
mejillas una alfombra de seda
la lengua flota en una
ciénaga
y es un beso de sal
sobre la llaga
todo el tiempo que
tarda el corazón
en dejarte partir
del libro «la llave
marilyn»
gato a las finas hierbas
a las 10 la pastilla
de sentir
algo mejor
el esmalte de la
sonrisa
la pasta
ayuda
usar desodorante
perlas de nácar
25 horas garantizadas
sin oler como un
camionero
tomar rejuvenece
no olvides tomar agua
baldes de agua
a media tarde
comprimidos de no
enloquecer
cuando pasa el
trencito de la alegría
con tres tristes niños
y un pato gigante semidesnudo
sólo 15 minutos de TV
la vida afuera no es
para vos
hay violadores sueltos
billetes falsos
trenes que descarrilan
colgá fotos del face
hacete amigos en el
acto
ganate un toque
ese me gusta arriba
abajo
ponete un color que
levante
las chalinas disimulan
la edad
aliméntate bien
hay papa con sabor a
loquequieras
gato a las finas
hierbas
no olvides la píldora
de las 4
vitaminas para
sentirte
menos peor
a las 7 el piyama de
frisa
la placa dental
te clavás dos
pastillas de conducir
el coma
las medias de descanso
el antifaz de
terciopelo
no sufras
los colores se
deslucen con el sol
y al final de la noche
todo cuelga
de la misma soga
nunca quise tocar el cielo con las manos
los niños cantores de
lotería
no irán al cielo
los elefantes blancos
los curas vírgenes
ni las vírgenes
irán al cielo
las enfermeras y los
equilibristas
tampoco irán
a ese lugar helado
inhóspito
ni una silla para
descansar
ni una pared donde
apoyarte
Tomado de:
https://www.poesiabogota.org/laura-yasan/
vida sana
cuando te fuiste
eliminé la carne
me volví selectiva
desconfiada
metódica
no me llevo a la boca
nada en estado crudo
conservar la cadena de
frío
es la clave
horas extras
la palabra posible
tiene mi voz cautiva en la jaula del no
trabajo en el cadáver
del error
debía esa materia
viajé en el fuselaje
de los hombres
como en los rieles de
la velocidad
vivo en esa manera de
esperar el desastre
todos tenemos un
pasado
esta es mi caza
amor
yo nunca duermo
duro en la serie de la
impureza
con los residuos de la
equivocación
soy la fisura en las
alas del ángel
la membrana gastada
todos tenemos un
oficio
lo mío es arte
yo trabajo en la noche
del saqueo
con los restos del
odio
cada mañana
lo hago como si fuera
a producirse
un milagro salvaje
con un pie en el
umbral de la derrota
y otro en el callejón
de la locura
lo hago ensuciando la
verdad
trabajando en los
bordes de un secreto minúsculo
lo hago en los
intervalos de la conciencia
en los cajones del
dormitorio
sobre la mesa del
desayuno
lo hago sin vacilar
con la perseverancia
de los fanáticos
y la codicia de los
mendigos
lo hago con lentitud
sin inocencia
hundo cada mañana los
dedos en la mierda
buscando una razón
para vivir
y fracaso y lo hago
y fracaso
y lo hago
Tomado de:
https://poesiaabierta.blogspot.com/2009/09/poemas-de-laura-yasan.html
Cotillón para desesperados
¿la fortuna te esquiva?
¿hace agua el barco de
tus sueños?
no hay de qué
preocuparse
esta ciudad te ama
en los centros de
canje estimulan el tedio
por dos tapitas más un
peso
nada es tan grave
cargar el rudimento
del pan y la escoba
puro discurso
cotillón para
desesperados
por dos tapitas y una
libra de carne
te llevás esa jaula
la corona del rey y un
cetro plástico
por tres libras de
carne más dos líneas de fiebre
la estafa del insomnio
malabarismo sobre
noches violetas
te ama tremendamente
en los centros de
canje
por una culpa más un
beso indebido
cuatro hijos un perro
y una úlcera crónica
nada es tan grave
la vida es un asunto
local
del trabajo a la cama
forrar el ataúd con el
salario mudo del fracaso
momentos en que llueve
sobre la fría seda del
recuerdo
la ciudad anegada de
una tristeza rancia
pero cómo te adora
te protege
por dos libras de
sangre más la furia
te dan tres aspirinas
y una bala
Barco encallado
cuando se quiere
oxígeno
y hay sólo oscuridad
para tragar
¿qué se respira?
cuando se quiebra el
cuerpo como un barco encallado
en la tardía luz de
una bengala
y el ciclo del
fastidio
arroja contra el muro
frontal de la locura
la edad de una mujer
cuando la piel expulsa
su madera podrida
y el corazón bombea su
mensaje de náufrago
qué duelo se anticipa
al funeral
qué desencuentro
escarba en la sequía
quién anda en esa
furia cortando el eslabón
que la sostiene en la
cordura
como unida a un
desgarro
Tomado de:
https://elduendeoruro.com/2021/07/04/poemas-de-laura-yasan/
mapa de ausencia
yo sé donde no estás
crecimos en un reino
fabuloso por la misma terquedad
fui un largo beso
tibio en la boca sin paz de tu carecía
perla cruda rodando en
la humedad
aguas de octubre
yo sé donde no estás
donde olvidé las
manchas que va dejando el ruido
donde un mantel sobre
el otoño puede cubrirse de muertos
en los renglones
subrayados
en las veredas de la
noche
en mis botas de
invierno donde no
en la tarde maldita
donde no
supiste retener esa
frágil tragedia
ese diamante que
parecía un vidrio
cuando lloré por vos
hoy función hoy
como todos los días
despierto sobre un riel
confundida en el rumbo
de los trenes que parten
la fe con su martillo
pongo el cuerpo en la
calle y espero de la suerte algún favor
otra vez cacería
el pecho uma recámara
de aire comprimido
besos de corto alcance
palabras que no llegan
a matar
vuelvo a cargar y sale
circo
monos amaestrados
pañuelos infinitos de
la boca
me toca equilibrista
sobre cable de fuego
campo minado rock
ferretería
nunca me sale cisne ni
princesa
algo que
es en la transparencia
algo que viaja sin herida
tan inquietante
toda una opacidad
desplegando su mínima tragédia
un gusano de seda que
no acabara nunca de pasar
entre el mundo y mis
ojos
es en el desafío algo
que se resiste
tan inquietante
ese grumo en el aire
como un paisaje a la inconsciencia
la tentación de
abandonarlo todo
la súplica del tiempo
por un beso tardio
es en la aceptación
algo que la interpela
la contundencia de no
estar
y el cuerpo ahí
trabando
Tomado de:
http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/argentina/laura_yasan.html
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