La medialuna
Mi barra de crema de cacao se ha gastado
hasta formar la misma medialuna
que fue lo primero que advertí
sobre el lápiz labial de mi madre.
Marcaba la presión de su existencia
sobre el mundo de la materia.
Imaginen la severa fijeza
de mi mirada, observándola untar
la brillante grasa sobre sus labios
desde un tubo lustroso como una bala.
La forma en que ella la alisaba
con la punta del meñique
(la traza que dejaba, aun luego
de lavarse las manos, explicaba
lo de “dedito rosado”) y su lengua puntiaguda
lamiendo como la de un gatito,
fascinaba, irritaba.
Era parte del misterio de
los sostenes, las polleras y las carteras
cuyo significado era ser adulto. Yo pensaba
que a mis propios talones les tendría que salir
una suerte de espolón que se insertara
en el agujero interior de los tacos altos.
Ahora estoy más tranquila y ya no
me pinto los labios salvo con esto,
pálido como un cadáver kosher
o una vela votiva,
la cera cuajada por un costado,
como si enfrentara al viento
que sopla desde el pasado, llama
reflejada como una luna creciente
contra una nube
en el estanque de luz derretida.
Porto el signo de la luna
y mi madre, un talismán
en un pequeño tubo de plástico
dentro de mi cartera, una reliquia santa
fundida por los besos
de los creyentes, y cada vez
que me suavizo los labios con el ungüento
los siento fruncirse y estirarse
en la eterna sonrisa
de su sobrevivencia a través de mí,
siento su boca sobre la mía.
Tomado de:
https://poemas.nexos.com.mx/la-medialuna/
Tristeza Ordinaria
“Mozart tocó esta hoja de papel”, él dijo,
“escribió música sobre él y ahora yo lo toqué”.
Este era un hombre joven que hablaba —lleno de
admiración,
abrumado—, sintiendo otra potencia
por primera vez. Su excitación era conmovedora.
Mozart, en Cosi, Shakespeare, en el Sueño,
sabían lo suficiente como para no juzgar tales
milagros,
o no llamar a sus personajes héroe o villano,
o pensar que ellos mismos eran más inmunes a las
alegrías o
tristezas ordinarias, que los reyes, los amantes o los
tontos.
Compartieron la objetividad de los dioses
tanto en su propia existencia como en la vida de los
demás,
la tierna diversión que define a la sabiduría.
Las brillantes favoritas de la belleza y las uniformes
filas de la muerte fueron lo que más los conmovió.
Domingo en la tarde
Un domingo en la tarde al final de Julio:
las hojas parecen cansadas, el cielo anubarrándose,
la presión atmosférica cayendo. La pareja
en el apartamento de junto discute
cuánto ayuda o deja de ayudar él.
Fisgoneado desde mi terraza,
estoy celosa de cómo resuelven el pleito:
en el cuarto mal ventilado, apagados gemidos y llantos
de amor
para no despertar al bebé.
Recuerdo cada detalle
de la miseria que hay en el matrimonio
—pero también la delicia de contentarse.
Cepillo y Peine
Al limpiar de cabellos mi cepillo,
jalándolos, pienso
en la cruel princesa, que se paró
en una sábana extendida y ordenó
a la sirvienta que arreglara su peinado,
con tanto cuidado que ni un rizo
ni un cabello fueran visibles
sobre la lisa tela blanca
de la sábana abandonada.
Yo nunca imaginé
ser la princesa —la criada sí.
Debo preferir el papel
de víctima. (Aunque a veces no).
Lo mejor es olvidar el cuento
y usar el peine; los hombros
de mi peignoir muestran
que estoy perdiendo mucho pelo
con el áspero golpe de mi propio cepillo.
Y Sus Palabras
Un oscuro día de verano. El final de una tarde.
Una joven se sienta en la biblioteca vacía de la
escuela
a leer el Cantar de Salomón. Ella piensa en un huerto:
almendro / manzano / limonero / árbol de granadas /
higuera.
Ella mira detenidamente la trama en espirales debajo
de la mesa,
el mismo dibujo se repite en sus huellas digitales,
y de nuevo: “Mi amada es para mí como
las varitas apiñadas de una fogata en un viñedo de
Engedi.”
Ella ve una fuente, sus chorros y conductos,
su cuenco de mármol esculpido con leones rampantes
y querubines con cabeza de dragón. Alrededor
crecen flores y especias: azafranes / rosas / lirios.
“Yo pertenezco a mi amada, y mi amada es mía:
él se alimentó entre los lirios.” Las palabras
trastornan
y excitan. Mirra / nardos / incienso.
Su cuerpo entero se calienta gélidamente, al imaginar
esa caricia. Bajo sus mangas y sus medias
y por detrás de su cuello, el blando vello se levanta.
Tomado de:
https://stylozano.com/category/ruth-fainlight/
LUNA SÁFICA
Abrasada, marcada, sellada por la luna sáfica
que avanzaba por el trémulo cristal
entre las tablillas de las persianas apisonadas
por el seco y frágil polvo de las calles estivales:
anticuadas defensas románticas
contra la fría malignidad de la diosa-gato,
que desgarra con desprecio la barrera del mosquitero,
pasa como rayos X a través de las caricias y los
brazos de los amantes,
entra en el vientre como un instrumento
o las manos de quemante hielo de la culpa y la
obsesión,
siembra después las brillantes semillas de mercurio de
la muerte
para que florezcan en mis días futuros
con esa pura fuerza de vida que la caracteriza,
como flores azules que brotan de la ceniza de Peace
Square. (*)
* Peace Square es el nombre que se le dio después de
la II Guerra Mundial
al arrasado y desaparecido centro de Hiroshima
Tomado de:
https://libroemmagunst.blogspot.com/2016/05/ruth-fainlight-2-poemas-2.html
EL OTRO
Todo lo que encuentro, si lo busco, está mal.
Necesito esperar: la prueba más difícil es contenerme,
volverse pasivo, receptivo, paciente y vacío
de cualquier demanda o deseo, hasta
el otro, el que nunca hubiera descubierto
por mucho que buscó toda su vida, emergiendo
Desde las sombras, acércate como un niño tímido y
tímido.
Y ésta será la más larga de las tareas: esperar,
ábreme. calma mi energía
Es más difícil que aplicarlo a cualquier causa,
pero el otro sólo puede mostrarse
a pesar de mi naturaleza ardiente
siempre dispuesto a elegir. esto es doloroso
y violento como un parto implacable.
Tengo que alejarme de la tentación de actuar.
para dejarla venir, con una sonrisa cautelosa
y un brazo levantado – para saludarme o para
defenderse
(No puedo descifrar el gesto ambiguo).
tengo que respirar más despacio
hasta que ella se acerque tanto que pueda
Capture el sonido de su voz suave y débil.
Y luego, como en los sueños, cuando se invoca
un idioma que no se habla desde antes de la infancia
(cuando era tímida como ella, mi hermana olvidada
cuya venida me completa y recompensa),
Poco a poco empiezo a entender el mensaje.
que tardó tanto en entregarme. Y amándola aprenderé
en las palabras que cantan mi propio secreto.
¡AUTOR! ¡AUTOR!
En qué trabajo y quiero mejorar –
mi proyecto – es mi propia historia: tenerlo
claro en la cabeza, los acontecimientos consecutivos,
entender qué pasó y por qué pasó.
Deambulo por los grandes almacenes y parques,
aparte de las calles del barrio, parece que no hago
nada;
luego, una frase escuchada o la forma en que la luz
cae oblicuamente
Desde las nubes, descifra el rompecabezas más difícil.
Me ocupa todo mi tiempo y consume mucha energía.
¿Cómo puedo vivir? aquí y ahora, cuando el pasado
se está desenrollando de su gran bobina y se enrolla
¿Razones olvidadas en el presente? En lugar de
arreglar las cosas, saber más
complica. No puedo detener la acción
juzgar o esperar hacerlo mejor.
Cada gesto proyecta una sombra más amplia.
Sobre el futuro, cada palabra cambia la balanza.
Me veo como un personaje más
en este guion extravagante,
La historia aún no ha terminado. ¿Y quién es el autor?
Tomado de:
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