sábado, 18 de enero de 2025

POEMAS DE LIMAM BOICHA


Los caminos del Sur

 

No olvides decir

los nombres de Dios

si vas por los caminos del Sur.

 

En las llanuras de Tiris

el polvo está de fiesta

después de las bendiciones.

 

Un brindis rompe la nostálgica canción

desde el Valle de la Tristeza

hasta el Corazón de los Escorpiones.

 

Cuando la luna se abre

la anciana noche se asila

en la silueta de una hoguera.

 

Una nave de ardiente ceniza

embriagada de ansiedad

toma tierra en la bahía.

 

Entre los pasajeros

está ella desnuda,

con su pelo negro, liso,

que al muslo le llega.

 

Anda esposada de vendas y henna

entre las piedras sin edad

y las regiones sin lagos.

 

Entre besos y tempestades,

entre abrazos y promesas,

hay olor a contrabando.

 

No olvides decir

los nombres de Dios

si vas por los caminos del Sur.

 

 

Ramas de sed

 

Bajo la sombra de una acacia espinosa

dos cuerpos juntos tartamudean

ante su desnudez,

mientras medio desierto

los separa de ma al-ayún.

En la Bahía de Santiago

alguien tocó un tambor

y gritó mágicas palabras primitivas

en hasanía o amárico

en mandinga o castellano.

Desde la fuente de Canaletas

llegó una misiva en catalán,

con mapa y todo,

anunciando que ese camello perdido

sin letra ni fuego

puede ser un tonel de agua.

Tomado de:

https://www.asymptotejournal.com/poetry/limam-boicha-los-versos-de-la-madera/spanish/

 

 

Exilio

Este exilio

es una larga estación de adobe.

 

Se derrama por el camino

y se abrasa.

 

Se arruga

entre los colmillos

de piedra bajo piedra,

sin salida aparente.

 

El pan que antes se disputaba,

ahora se entrega a las cabras

como húmeda recompensa.

 

Es difícil que esta calurosa

agua contaminada

alcance toda la hilera

de garrafas y mariposas.

 

Mañana volverá

la cisterna,

con su reserva de iras

y antiguo catarro.

 

Un hombre formalizará

otra concesión

amasada de adobe

en el viejo molino de Rabuni.

 

Mientras, esperamos

las migajas

de una paz en desuso.

 

 

Ramos de tempestad

El niño ofrece

con sus ojos,

con el triste brillo

de su rostro,

lo único que tiene.

 

El niño no tiene nada,

y en medio de la nada

hay un árbol de duna,

el Dios del viento estornuda

y el niño ofrece

a su amigo

de otra cultura

un ramo de tempestad,

lo único que tiene

en esta vida dura.

Tomado de:

https://franciscocenamor.blogspot.com/2013/09/sahara-occidental.html

 

 

MITOLOGÍA

 

 

Mi padre me dijo:

“yo nací el año

de los dientes verdes

de los dromedarios”.

Ahora yo me pregunto:

¿qué hemos hecho de nuestros años,

tan lejanos y estrechos?

 

 

¿Cayeron malbaratados

entre el olvido de la tradición

y la sed de las dunas?

 

¿Se esfumaron en el aire

como haces de leña?

 

Buscad los años en la poesía,

huesos de la memoria

como nuestros antepasados.

 

 

Nuestros años son versos,

como una lluvia de estrellas,

como la hermosa yerba

o el parto de las abejas.

 

 

Estos son nuestros años

abandonados,

esqueletos trágicos

como grandes tormentas,

como una lluvia roja

o un vendaval de langostas.

 

Y no estos otros

incipientes y artificiales

que ahora colgamos

del almanaque

de nuestros sueños.

 

 

UN BESO

 

¡Qué enigma entre las aguas!

El apellido. Nicolás Guillén.

 

Un beso,

solamente un beso,

separa

la boca de África

de los labios de Europa.

 

 

YO BEBÍ LOS VERSOS DE LA MADERA

 

En mi infancia yo bebí

los versos de la madera.

 

 

Un almurabit me enseñó

a fundirlos en el alma.

 

 

En su mano colocó

una lisa madera

castaña de rostro bello.

 

Con tinta de carbón

empapaba su fina pluma.

 

Escribía versos

en la memoria de la madera.

 

Después de las lecciones

vertía agua en la poesía.

 

Un caudal de versos descendía.

“Tómatelo todo – dijo –

para que fecunde tu mente”.

 

En mi infancia yo bebí

los versos de la madera.

 

Un almurabit me enseñó

a fundirlos en el alma.

 

 

LA HOJA VERDE

 

 

Hay un silencio

que quiebra la palabra.

 

Y la palabra quiebra

el silencio transparente

en la inmensidad del Sahara.

 

En las mañanas despiertas

entre las estrofas de un poema

se filtra

el amargo vaso de la vida.

 

Desde el fondo de una tetera

suavemente galopa,

respira el sonido

al ritmo de un tabal de agua.

 

Cuando las hojas se abren,

lo artificial se rompe

y se ahogan los vasos

en el jugoso manantial

del dulce amor.

 

Cuando brota la espuma

el alma dialoga.

Los vasos con su dialecto

aportan el sensual suspiro

entre dos distintas manos

para derretirse en un mensaje explosivo.

 

La muerte de un vaso

es un instinto de la vida.

 

La luz verde se entrega

al ritmo del misterio encantador.

al dulce sueño de las noches dormidas,

a las deseadas citas

en la callada esquina.

 

La hoja

es por fin libre y ardiente

cuando rompe la sed

en tus labios de esmeralda.

 

 

LA POSTURA DEL CAIMÁN

 

 

Cuando el corazón se antorcha

y la memoria se viste de osadía

el tiempo puede ser el niño

al que sorprendió

la arquitectura del mar.

 

Cuando el amor se antorcha,

el corazón se vuelve

una isla de paces,

fruta de todos los colores,

 

y de tu sabor, siempre mío.

 

Hay un humor que salva

lagunas de hambre,

cultura que hierve la sangre,

batallas diarias

como ráfagas y timbales

y sexo bajo la sombra

de proclamas revolucionarias.

 

Cuando la nostalgia se antorcha

frente a la página del viejo diario

¡qué lejos está el mar y el verde monte!

 

 

POLIGAMIA

 

 

No quiero hacer

arrugadas aclaraciones,

ni leer un prospecto sagrado;

tampoco quiero

hurgar en la historia de la herida.

 

Pero cuando veo

algunos rostros hirsutos,

más bien pienso

en otra cosa,

y digo:

esta vez hablaré claro,

rotando.

 

Yo soy un hombre

que practica la poligamia,

y cuento con una ventaja:

mi religión me lo permite.

 

Tengo tres…

tres amantes…

y a las tres

las quiero por igual.

 

Eso es todo,

y lo confieso en alta voz,

al amigo y al desconocido,

al vecino,

con su expresión devota,

y a Ella, mi querida aurora.

 

Tengo tres…

tres amantes:

Sáhara, Cuba y Canarias;

y a las tres

las quiero por igual.

 

 

ÁFRICA

 

 

Hermoso nombre

de mujer,

pobre y violada.

 

Torpe semilla

que esconde tesoro

y expone hambre.

 

Bellos ojos oscuros

con alma arrugada.

 

África,

otra vez se han roto

tus sueños

y reliquias de retorno.

 

Vuelve, África,

con tu orgullo,

con tus senos libres,

verdes o secos,

pero vuelve.

 

Vuelve, África,

con tu soberbia voz

o sin ella,

pero vuelve.

 

Y reúne

a todos,

a todos tus tambores.

 

 

JAIMA

 

 

Al vislumbrar en la imponente

profundidad de la llanura,

un débil resplandor de mar o de niebla,

y si en el cielo veo un ondular

blanco y refulgente,

o quizás rojo y fosco,

mi alma se imanta.

Siguiendo su estela

advierto una cresta ingrávida en el aire,

azul, ligera, alada,

y se vuelve ola,

y aparece y desaparece,

y me impaciento.

 

Una vibración telúrica recorre

mis huesos y aviva mi sangre.

En medio de la grandeza de la planicie

contengo el paso del aire y cavilo.

¿Era un relámpago de ensueño?

Pero la ola o la cresta se eleva

y rompe sobre una acacia.

 

Y de nuevo un golpe sonoro,

vestigio de memoria,

o latido de lluvia,

me revela nítida una jaima

¡cuánta dulzura!

Y más allá otra y otra.

Frente al espacioso habitáculo, una llama brota,

y la leña imperceptible y seca restalla,

el humo azulado orilla la vista

de unos hermosos ojos,

y se eleva en un suspiro y se desvanece.

 

La sempiterna arena acaricia los pies,

a la vista las huellas

inconfundibles de la majada,

y en los contornos de la duna

corretean niños desbordando alegría.

 

El antiquísimo torrente de la vida

palpita en la raíz de una jaima,

y solo entonces,

el universo está en orden.

 

 

LA BODA

 

 

Sobre su piel

las palabras

como disparos de fusil,

como piedras

las murmuraciones

por los abrazos clandestinos,

por el beso,

y por lo que alumbró.

 

El estigma,

como una marca de fuego,

los rumores

como violenta brasa,

como un duro látigo

sobre su piel.

 

Pero sobre mi piel, el amor.

Tomado de:

https://www.trasdemar.com/home/poesia/jaima-poemas-de-limam-boisha/

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