El poema enseña a caer.
El poema enseña a caer.
en diferentes suelos
de perder el piso repentino bajo mis pies
como pierdes los sentidos en uno
enamorarse, por cierto
del cable donde la tierra se encuentra y
la ausencia fructífera excede
hasta el próximo otoño
de la lenta voluptuosidad del caer,
cuando la cara toca el suelo
en una sutil y delgada curva
uno no vino a nadie en particular
o especialmente a nosotros un homenaje
póstumo
fiesta improvisada de arte inflamatorio
para lucir más bella (la última
belleza) sexo anár–
reventando por las costuras, escarlata: él,
solar, multiforme, y tú: el disuelto, contemplativo
imagen de aguja, tijeras y dedal.
Bajo tu dedo levantado, ¿en qué y para qué? Ningún potro. semi-
-Dioses acechando en tu hendidura, Baco
desmembrado inserta las esporas en la destreza de la presa con la que hu-
las cabras relinchan y gimen, las yeguas abultadas, las poderosas
águilas, sintiendo, aunque,
vientos y lunas y terremotos y mareas.
Que nunca te dejes rodar por el suelo
que estás en un puerto, en fin, portugués, sobre la espuma que
el verso no llega por casualidad, imagen para coito más
para parecer más inhóspito (el último espejo: ¡hermoso! ¡hermoso!)
Pero la caligrafía desabotona la blusa. Al disfrazarse de
Cruzados, siendo los primeros Viris.
¡A la prima! con sus tres
mástiles de la virtud: fe y esperanza
la joven caridad de veinte y tantas primaveras.
Que nunca hubo gente que emigró de estas revueltas
aguas vigorosas, de pie, con peces hasta los ova-
ríos hasta las branquias la punta fenicia del barco clavado
en la parte inferior
a la conquista de aquellas especies que eran el sándalo y la pimienta
el trasero aventurero.
Tomado de:
http://grafografxs.uaemex.mx/?p=tres_luisa
los ojos
Los ojos podrían vivir
único
mente
ellos conocen la barriga
a la madre
vieron nacer
hijo atroz
hacer retroceder
Continúa tu ocio interior
el idioma
el idioma
eso es líquido
sagrado
sin desbordamiento
un dedo
lo que juego
la palabra
no te acerques
este año
Este año crecí a partir de ruedas.
Por la noche guardo cuatro lunas
los niños tienen su pelo
sus gritos insuperables por la paz
El hombre que se escapó
El hombre que se escapó
Me escapé de la ley
¿Qué coche te protegería?
en la sede
creo que fue
el gemelo
de un pájaro alerta
con la cabeza
a un precio muy alto
El hombre que se escapó
tú eres yo
si alguien lo dice
debería haber sido
a mí
tu amorosa madre
mujer
quien inventa lo que ve
y aquí
El hombre que se escapó
gana el juego
mi mano incrustada
como robar
el fuego
y los destruye
en tiras
para que no duermas
mentiras
yo manejo
Presta atención ahora,
Corrijo el material sobrante,
Saco mi arte del pozo
donde flota
Cómo quitar el brillo
del metal más valiente,
dentro de cada uno
Hay tanto desgaste
que yo, artificio, cojo
que me alimenta
sé lo que siento
de tu mano sucia,
que los pasos, de las lágrimas bajas
que se está constituyendo.
para el cuerpo
Invención infinita
pétalo hirviendo
liberar el falo
la palabra subrayada
eso me hace avanzar
para el cuerpo
la puerta giratoria
eso me cambia
para el hombre y, para él,
el disfraz fértil
eso crea más pecados
para el cuerpo
Solidificación: soledad
los cuerpos gaseosos se mueven
en corrientes de aire
que te solidifiques
Grandes paredes que separan
los otros cuerpos
separando a todos
los estados débiles de la materia
Tomado de:
http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/portugal/luiza_neto_jorge.html
Vengo de adentro, la puerta se abrió...
Vengo de adentro, la puerta se abrió:
a todas horas del día y de la noche
Me darán una mirada desde el este.
al oeste y en el medio las islas.
Hay un juego de relámpagos sobre el mundo.
solo imaginarlo me ilumina,
Del otro lado todavía hay sombra.
baños de sol
en las primeras arenas de la mañana
La suavidad en la piel y el laberinto solo
la circunvalación convulsiva del cuerpo.
Tomado de:
https://textosdepoesia.wordpress.com/2016/03/22/venho-de-dentro-abriu-se-a-porta-luiza-neto-jorge/
Cuarenta, el mío.
Viajé medio mundo en tranvía
Subí la colina hasta el castillo fantasma.
donde un pavo real alto me tocaba mucho
en sueños, de noche. Y sufría de asma.
alma y aire rehenes dentro del pulmón
(como el chimpancé en la boca de la jaula
todavía respiraba por la mano extendida).
Salazar, tres veces, en el eco de la clase.
Trenzas verdes listas para brotar
escondieron los ganchos más duros en su aureola.
Y mi sexo cuando jugaba pelota
Estaba en este baúl en el Jardín de Los Ángeles.
que hoy todavía florece, en un árbol pasivo.
Níquel y organdí, espejos y torpedos.
La guerra ha terminado, mi padre grita "Viva".
Aparecen delfines de juguete en el río.
El muelle de las columnas ya está tocado.
hola en el extranjero donde navega un barco
a Cacilhas y, en el cielo, partir
Nieblas, mil aguas, un arco iris ficticio.
-iris tal como es, en su color a color,
un dolor que al pie de otro es indefinible.
En el cine enciendo el proyector
y el FIN a través de las retinas del tiempo.
Tomado de:
https://textosdepoesia.wordpress.com/2015/09/02/anos-quarenta-os-meus-luiza-neto-jorge/
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