miércoles, 8 de marzo de 2017

POEMAS DE KOSTÍS PALAMÁS

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(13 de enero de 1859, Patras, Grecia - 27 de febrero de 1943, Atenas, Grecia)

La tumba


Durante el viaje al que te lleva 
el negro caballero, 
cuídate de no coger nada 
que provenga de su mano.



Y si tienes sed 
en el mundo subterráneo 
no bebas del agua de la negación, 
pobre hierbabuena cortada.


No la bebas, o nos olvidarás 
por siempre, por toda la eternidad; 
esparce señales 
para no perder el camino,



y como eres pequeño 
y liviano como un golondrina, 
y no resuenan armas 
en tu cinturón de bizarro,



mira y búrlate 
del sultán de la noche, 
huye lenta, furtivamente 
y regresa aquí arriba,



y en tu hogar abandonado, 
a tu regreso, querido nuestro, 
¡hazte soplo de aire 
y bésanos con dulzura!


La muerte de los Antiguos


             (Fragmento)

“Están encerrados aquí, entre las tumbas.
Están ocultos entre los manuscritos.
-¡Que la creación no llore por ellos como si hubiesen muerto!-
¡Oh las fuentes diáfanas del Pensamiento,
los cielos clarísimos del Arte,
los Inmortales y los Hermosos!

Son los maestros de la Verdad,
los seguidores de la intacta Belleza,
ancianos, ilesos, completamente jóvenes
y soles que se te entregan para que goces
siempre de ellos en la frescura de un abril.
Los Inmortales y los Hermosos.

Desde las playas de Jonia
y desde el cielo de Atenas que todo
lo convierte en espíritu cuando respira,
y desde la tierra inmaculada de Grecia,
la Sabiduría, la Palabra, el Ritmo.
Los Inmortales y los Hermosos.

Son los Platón y, tras ellos,
los filósofos, héroes de la Idea,
y  la Virtud con ellos va diciendo: “Soy la valentía”.
Son los Homeros y, tras ellos,
Todos los cantores y los creadores de los Olimpos.
¡Los Inmortales y los Hermosos!

Abandonan su última patria
impulsados por un soplo en verdad impetuoso.
Se convierten en gitanos y hebreos,
pero siempre son vencedores, aunque sin casas.
Y se convierten en ciudadanos del mundo,
Los Inmortales y los Hermosos”

Trad.: José A.  Moreno Jurado



Una amargura


Mis primeros años inolvidables viví
junto a la playa,
en ese el mar somero y manso,
ancho y grande.

Y cada vez que ante mí
recién florida la vida
se presenta,
suspiras, mi corazón, por el mismo deseo:
¡Ojalá volviera a vivir allí!

Mi suerte es una sola, mi gracia es esta,
no he conocido otra:
Un mar en mis adentros como un lago grande
dulcemente extendido.

¡Y ahí está!, el sueño me trajo
tan cerca otra vez
ese mar somero y manso,
ancho y grande.

Mas a mí, ¡ay!, una amargura me amargaba,
una amargura grande,
¡y tú no endulzaste
aquella primera pena, mi playa apacible!

Qué tempestad se alzaba en mi interior
y qué vendaval,
que no arrullaste y no amainaste,
mi playa apacible.

Una amargura taciturna, una amargura inexplicable,
una amargura grande,
la amargura que indeleble se halla en el paraíso
de nuestros primeros años junto a la playa.



CANCION DESNUDA 


Todo está desnudo alrededor,
aquí todo se encuentra desnudo
la planicie, las montañas, el horizonte,
es de día.

La creación es transparente,
sus palacios permanecen abiertos.
Ojos, sacien su sed de luz,
guitarras, colmen su hambre de ritmo.

Aquí los árboles crecen separados,
en un caos,
el mundo es vino puro,
aquí reina la desnudez.
Las sombras, sueños son
y aquí, aún la noche
esboza una rubia sonrisa.

Aquí, todo se subleva
con pechos
desnudos, sin pena
la seca roca es una estrella,
el cuerpo es llama,
¡tu divina desnudez, noble Ática,
está unida con oro, plata, perlas y rubíes!

Aquí, el joven es embrujo,
la carne, es dios,
la virginidad, Artemisa,
el deseo, Hermes,
Aquí, cada momento desnudo
Hermes sobresalta al pasado,
a los monstruos marinos,
Afrodita desnuda surge y todo inunda.

¡Quítate la ropa!
¡Vístete con la desnudez, alma mía!
Vístete de belleza.
Sacerdotisa del desnudo,
alma mía, tu cuerpo es un templo.
Magnetiza mi mano. Ámbar de la carne,
¡Que mis brazos te envuelvan!
Dame de beber el olímpico néctar de la desnudez.

Rompe el velo: despójate
de la pesada túnica.
Une tus espléndidas formas
a las de la naturaleza.
¡Deshaz tu cinto! ¡Cruza tus brazos
sobre el corazón!
Haz con tu velo
una real vestidura.

¡Vuélvete una inmóvil estatua!
Deja que tu cuerpo asuma
la perfección del arte
que en la piedra brilla
juega y actúa con ideas desnudas
como animales ágiles, salvajes, serpientes, pájaros.

Juega y representa
la voluptuosidad de lo bello,
purifica tu desnudez y
vuélvete espíritu.
Deja que el alba
redonda, alargada, suave,
haga con sus curvas una danza.
¡Oh, divinos tremores
bailen, dancen!

Frente, ojos, olas, cabello, muslos,
valles secretos, rosas de amor,
mirto, escondites,
piernas que atrapa, temblores,
fuentes de caricias, palomas
de deseo, halcones de destrucción.

Boca, expresa desde el alma palabras no dichas,
boca
como la cera de abeja,
color granada,
boca con lirios de alabastro.
Los juegos de abril
envidian las formas de tus senos
por no beber en ellos.

Beber de los rosados,
turgentes, esmaltados pechos
la leche de mis sueños felices.
Feliz soy.
Yo soy tu hierofante,
tus rodillas son altares,
los dioses hacen milagros
en tu ardiente abrazo.

Lejos de nosotros todo
está cubierto y oculto,
lo feo, lo impuro, lo extraño.
¡Que todo sea visible,
que esté desnudo, sin culpa!
La tierra, el aire, los cuerpos, los pechos.
La verdad es desnudez
y la desnudez belleza.

En el sol, espléndida desnudez
de un día ateniense
si a ti algo te parece
un monstruo desnudo,
como un árbol sin hojas, sin brillo,
sin la gracia de la sombra,
como piedra bruta,
cuerpo delgado y seco.

Algo desnudo en el horizonte
con mirada ardiente,
sólo para mostrar que vive,
un hijo de los sátiros,
un animal salvaje,
con una voz de plata,
no huyas, soy yo.

Soy el sátiro aquí arraigado,
como un olivo,
detengo los vientos con mi flauta,
toco y hago danzar a los
hombres, a los animales
y a los fantasmas que aparecen
los que adoran y son adorados.
Yo toco y embrujo.

EL DODECÁLOGO DEL GITANO

(fragmento)

Gitana, pecho de perdiz,
maga que hablas
a los astros a media noche
con lenguaje de mando.

Eres más grande que el mundo
y al mundo sorprendes,
las estrellas te coronan
como a una hada.

Enciérrame en la vida
con tus fuertes brazos
soy el mago del amor
maga de estrellas.

Enséñame a conocer
el destino de hombres y naciones,
el secreto de los ciclos
y de los cielos.

Cómo revivir
los mágicos espejos
de las mujeres más bellas
y de todos los tiempos y del tiempo.

Cómo atar en el círculo dorado
de los demonios
y a las hordas de seres fantasmales
y someterlo.

Cuando las palabras
el demonio y el fantasma,
en el dorado anillo
del ritmo.




TRISTEZA DE LAS MARISMAS


Canciones de Ianina, de Esmirna, de Estambul,
canciones de Oriente que por mucho tiempo llevó mi alma
canciones tristes
que me modelaron el alma.
Que está llena del perfume de su música
y en sus alas vuela.

En ustedes habla y gime la madre
y exhala intensos perfumes,
sus besos lascivos son de fuego, esclavizada
adora la fatalidad y la teme.
Tiembla el alma y la carne, esclava en un harén
es la Anatolia lánguida.

En ti lloran la oscura pobreza y
la alegría, el gozo en ti es un canto amargo,
sombrío, pobre,
esclavo perezoso,
de corazón estrecho, inactivo...
soy un paseante como tú.

PASEOS Y SALUDOS


Era como las ramas del granado
cuando abre la boca el niño enfermo
para tomar el primer alimento.
Era como la dulzura del sueño
que inclina las pestañas de un obrero.
Era como el agua fría
en la raíz del arce
y como la sombra en la
cabeza desnuda del labrador.
Era como el florecer de la violeta, que en la tarde
se abre en la hendidura de la roca.

Versiones de Cayetano Cantú



Suicidas ideales

En la entrada dan un giro a la llave, 
reabren cada vieja carta guardada,
leen tranquilos y después arrastran grave
por última vez sus pasos de la morada.
La vida, dicen, fue una tragedia para ellos.
Dios mío, la carcajada horripilante de los hombres,
las lágrimas, el sudor, el anhelo de los cielos,
la solitud de tan vastos parajes pobres.
Se quedan frente a la ventana, lejos mirando
a la naturaleza, a los árboles, a algún infante, 
ven como los marmolistas siguen el sol martilleando 
que quiere bajar al poniente para siempre.
Todo ha llegado al fin. Aquí está la nota,
breve, simple, como se merece profunda,
llena de indiferencia y del perdón la gota
por aquel que llorará leyéndola rotunda.
Se miran al espejo, ven la hora,
si es una locura o acaso error se van a preguntar,
"todo ha terminado", murmuran, "ahora",
seguros que de veras lo van a prorrogar. 
    1927


Somos unas... (Guitarras)

Somos unas guitarras destartaladas.
Cuando las atraviesa el viento 
se oyen versos, disonancias despertadas
en las cuerdas, como cadenas cayendo.
Somos unas increíbles antenas.
Se erizan como dedos, del caos flotas, 
y el infinito en su cima resuena,
pero pronto se derriban rotas.
Somos unas sensaciones esparcidas,
y como en nuestras neuronas se enmaraña la naturaleza
no tienen esperanza de que sean reunidas.
En el cuerpo, en la memoria el dolor.
Nos hacen huir las cosas. Y la poesía esa
es el refugio que odiamos con ardor.
   1927


A la estatua de Libertad que ilumina al mundo

Libertad, Libertad, rompe, muerde
los cielos tu diadema. La luz tuya
ciega a tu pueblo sin quemar.
Mariposas doradas los Americanos, tarde
calculan cuantos dólares vale
hoy tu metal tan supersubstancial.
Libertad, libertad, te van a comprar 
mercantes y consorcios y judíos. 
Muchas son las deudas contra la ley
en nuestro siglo, muchos los pecados que encontrarán
las generaciones, cuando te van a comparar 
con el retrato de Dorian Gray.
Libertad, Libertad, te añoran
bosques lejanos, jardines arruinados,
Los hombres que reconocen apocados
la pena como galardón del combate y trabajan
y viviendo su vida siguen,
muertos que la sanción les hace falta en sus cados.
    1927


Vindicación

Entonces, pues, desviado voy dejando
que zumbe la canción en mi contorno,
las carcajadas de la gente y del viento,
el silbido, van a ejercer de corno.
Me voy a tumbar, mis ojos a cerrar
Yo mismo voy a reír como nunca.
"Buenas noches, a la luz me debes saludar",
voy a exigir al último que encuentre mi voz ronca.
Cuando de tarde tomemos el camino caudato,
Mi presencia algo pesada será,
primera vez sobre los hombros de los cuatro.
Después, la pala remunerando por encima
el esfuerzo de mi vida, me arrojará
cuán hermosamente la tierra y cada una espina.
    1927


Repugnancia

Detesto vuestra suerte, gentes
privilegiadas, muñecas japonesas idóneas.
Elegantes, miembros rosos, líneas
plásticas, ropas de seda, trasparentes.
Toda vuestra vida está en unos ojos angelicales.
En vuestros labios solo palabras de pasión.
Este es el sueño que tenéis: un marido inocentón
y dormir en unas camas leales.
Danza de semi-vírgenes, de dos en dos
con el cuerpo inflexible, triunfales,
solemnes, y un poco teatrales
acudís al dancing y al odeón ambas a dos.
Allí os quedáis posando infinitamente.
Antes románticas como las lunas,
mañana vais a parecer madonas algunas
oyendo a la "Valenzia" escabrosamente.
Imitáis al monstruo durante un período 
con las cuatro piernas pegadas avés.
Vais corriendo a leer después
"la guía para las madres" a vuestro modo.
Oh, si pudiera alguien florecer así un día,
rosa grande de una alabadora,
o si pudierais vosotras sondar ahora
con una horquilla vuestra cabeza vacía!
Miembros indomables, ropas trasparentes,
bocas asquerosas de hipocresía,
insospechables, seres nulos de apatía
y a causa de todo eso, privilegiadas gentes...
    1927

 Préveza


Muerte son los cuervos, aletazos dando
contra los muros negros, contra las tejas,
muerte las mujeres a las que están amando
mientras cortan unas cebollas viejas.
Muerte cada calle sucia e insignificante
de nombre tan sonante y tan grande,
el olivar, alrededor el mar y ende,
el sol, muerte dentro de toda muerte.
Muerte el policía que está inspeccionando
igualando en la báscula una ración escasa,
muerte los jacintos en el balcón posando
y el maestro con el periódico en casa.
Base y guardia de Préveza y pelotones.
El domingo vamos a oír la banda.
Obtuve una cuenta bancaria el lunes,
Primer depósito, treinta dracmas.
Caminando despacio por el muelle,
"¿existo?", dices, y después: "no existes!"
Izada la bandera para que el barco llegue.
Acaso a la llegada del señor Prefecto asistes.
Si, al menos, dentro de tantas personas
uno se dejara morir por tedio letal,
silenciosos, tristes y de modestas maneras
nos entretuviéramos todos en el funeral.


Funcionarios públicos

Todos los funcionarios se disuelven y se consumen
como pilas eléctricas de dos en dos dentro de las oficinas
(Serán Electricistas finas
la Patria y la Muerte, para que les reciclen).
Se sientan en las sillas, garabatean
papeles blancos, inocentes, sin causa.
"Con la presente correspondencia abstrusa,
honoris causa...", aseguran.
Y solamente el honor les queda
cuando caminan por las calles ascendentes,
las tardes a las ocho, como si les hubieran dado cuerda.
Toman castañas, piensan en las leyes,
piensan en la divisa alzando sus hombros patentes
esos funcionarios de la miseria reyes.
    1927


Hipotecas

(Las tres primeras estrofas)
Cuando la gente quiera que dueles, a tajo 
lo puede con mil modos hacer.
Echa el arma y túmbate boca abajo
cuando oigas a humanos por el atardecer.
Cuando oigas pasos ruidosos
de lobos, ¡que Dios te acompañe!
Échate bien abajo, cerrados los ojos
y tu aliento retiene.
Resérvate un lugar escondido,
una madriguera en el mundo debida.
Cuando los humanos quieren el mal, sabido
es que le dan una cara divertida […]
    1927

Michaliós

A Michaliós le alistaron en la mili.
Partió orgulloso, pero todo ha vuelto de rabo
con Marís y Panayiotis por ahí.
No pudo ni el "¡armas a hombros!" aprender.
Siempre estaba murmurando: "Señor, cabo, 
a mi pueblo deja me volver ".
El próximo año, en el hospital,
silencioso miraba al cielo.
Clavaba la vista en algo puntual,
Su mirada nostálgica y lasa,
como si quisiera decir, como si suplicara con celo:
"Dejadme regresar a mi casa".
Y Michaliós murió siendo soldado.
La despedida se la dieron unos milicianos.
Marís y Panayotis estaban a su lado.
Encima le cubrieron el hoyo con tierra,
pero una pierna se la dejaron fuera.
Pues, era un poco largo el infortunado.


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