(1919, Belén, 11 de diciembre de 1994, Bagdad, Irak)
QIBYA*
Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los
caminos.
Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las
ventanas.
Iban dirigidas a los corazones y
a las entrañas.
Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.
Balas.
Se esparcen por las piedras
arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en
las paredes.
Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.
Sembramos el trigo pero no lo
recogimos,
regamos las vides pero no bebimos
el vino.
En vano se bañó nuestra noche con
la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre corre por la
tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los
ejércitos de hormigas.
Cerrad las puertas,
apartaos de las ventanas,
ocultaos de la luna,
protegeos de la noche.
Pero las puertas son de madera
y las ventanas no se construyen
para evitar
el aire, la luna,
la gelignita
y los colmillos de las hienas.
El corazón es de hierro pero
para las balas, la gelignita y
los colmillos
es más débil que la madera.
Los brazos de Fátima rodean el
cuerpo de Hasan:
una alberca de sangre,
y del padre de Hasan no queda
más que el qunbaz hecho jirones.
Buscadlos bajo las piedras
y juntad los brazos a los cuerpos.
Sembramos el trigo pero no lo
recogimos,
regamos las vides pero no bebimos
el vino.
En vano se bañó nuestra noche en
la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre fluye por la
tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los
ejércitos de hormigas.
Balas
golpean las piedras.
Gelignita.
La noche se desgarra
entre nuestros olivos y viñas.
Del poemario Tammuz fi l madina
(Adonis en la ciudad). Beirut, 1959.
* QIBYA es un pueblo
palestino de Cisjordania, cuyos habitantes fueron masacrados por tropas
israelíes en la tarde del 14 de octubre de 1953. El actual primer ministro
israelí, Ariel Sharon, fue quien dirigió las tropas en aquel día.
LLENÉ UNA COPA CON MIS PALABRAS(De cualquier poeta a cualquier
lector)
Llené una copa con mis palabras,
las destilé, las hice fermentar, las dejé envejecer
y las escancié generosamente
en las bocas de quienes las deseaban para expresarse.
Y dijeron amor y la mejor broma,
y el deseo se tornó en palabras
que salían de gargantas de oro, de gargantas de plata,
en las que tarareaban las palabras
y hacían albórbolas en las bodas de nuestras aldeas...
Llené una copa con mis palabras,
las destilé, las hice fermentar, las dejé envejecer
y las escancié generosamente
en las bocas de quienes las deseaban para expresarse.
Y dijeron odio y la broma más amarga,
y la puñalada se tornó palabra
que salía de gargantas de cobre, de gargantas de plomo.
En ellas se carcajeaban las palabras, ladraban,
y ladraban las prostitutas en los arrabales de la ciudad.
Este es nuestro vino: nuestras palabras destiladas
para que peregrinen por nuestras entrañas,
para que las sintamos bullir en nuestra sangre,
para que nos aterren las visiones.
Escanciamos las palabras con cicatería
a quienes nos aman y a quienes nos odian
y les sueltan, como el vino,
el corazón y la lengua.
Os mantenemos ocupados,
al menos durante una noche,
con nuestras entrañas, nuestra sangre y nuestras visiones.
BROCAL
(En la masacre de Dair Yasin, el
enemigo arrojó los cadáveres de las víctimas al pozo de la aldea)
Brocal,
Punto de encuentro para las
juguetonas manos de los niños
con el cubo vertiendo
agua en los cántaros
entre cantos y risas.
¿Acaso la boca de la tumba los ha
sacrificado?
¿Es que la boca del patio se
alimenta con niños
y mujeres preñadas que vierten
la sangre manchada por balas?
¿Se han secado los racimos a su
alrededor?
¿Se ha quemado el trigo? ¿Se han
vertido
los odres de aceite en la alforja
de piedra
y sobre ella está de nuevo la
cruz de Cristo?
El brocal es el segundo Gólgota
para nosotros.
De su ensangrentada boca brotará
negra lava ardiendo
con la carne de los niños y de
las mujeres preñadas
para aniquilar
a quienes sembraron la muerte
y alimentaron a los buitres en
nuestra tierra.
De su sagrada y fértil inundación
renacerán
todas nuestras aldeas.
DESPUÉS DEL GÓLGOTA
Viví con Cristo,
morí con Él y resucité.
Mi voz clamó en el desierto
como si fuera otra voz,
ardiendo con un fuego
desconocido.
¿Por qué el fuego? ¿Para quién?
Dame sombra y agua fresca
y yo colgaré mis recuerdos en
la pared de una habitación
abandonada.
La muchedumbre se ha dispersado y
los invitados se han marchado.
La voz clama en vano
como la voz de antes de la muerte
y
el Gólgota.
En mis labios hay restos de miel
y de hiel.
¿He venido después de morir para
oír mi voz aferrándome
al vacío que abandoné?
Dame sombra. Y tú, mujer,
pon un trozo de hielo en tu agua.
El sol abrasa. La vida después de
la muerte es
fatiga y mi voz ama el fuego.
¿Por quién? ¿Por quién
he cerrado los ojos, mientras en
mis labios quedan
restos de miel y de hiel?
LAS MURALLAS
Debajo de las murallas hay otras
murallas
que ocultan otras murallas:
Ur y Jericó, Nínive y Nimrud.
Y sobre las ruinas,
donde se han desvanecido los
suspiros de los enamorados
y el crujir de dientes de los
desnudos esclavos,
hay unas colinas, habitadas por
hormigas y por grillos,
que reverdecen por primavera.
A ellas acude el pastor de la
aldea
para entregar su torso desnudo al
rocío de la mañana.
Pisa una cabeza
ante la que se doblaban millones
de rodillas
y perfumaban las manos de las
bellas.
¡Ay de mí!
Oculta las penas de tu corazón
cantando.
Tu hijo ha descendido al valle
para recorrer las ruinas
donde las bellas, cubiertas de
polvo,
pasean por las murallas
que ocultan otras murallas
y otras murallas.
Entra en los patios de las
ciudades desiertas
y sólo encuentra extensos muros
perforados por vanos ciegos.
El ruinoso suelo de mármol se
extiende
bajo los ecos de las voces de los
cantores.
¡Ay de mí, noche!
Los cantores se han ocultado
detrás de las colinas
donde viven las hormigas y los
grillos,
los reyes de mármol esperan sin
esperanza
y el estiércol de los asnos cubre
la historia de los imperios,
el recuerdo de las conquistas
y el derramamiento de sangre.
Oculta el deseo.
Oculta tu deseo y el de todos los
descendientes bajo sus pies.
La lujuria de los años ataca sus
carnes
y los lanza contra los derruidos
muros.
Se reúnen los hermosos labios
en copas de loza
y gotean el jugo de las arterias
y la yugular
para dibujar con ellas la pasión
de la noche
sobre páginas de piedra.
El águila captura el sol con su
pico
y la serpiente destila la
sabiduría de su veneno.
Oculta la pasión, ocúltala,
y ponte los brazaletes de oro,
los brazaletes de plata,
los brazaletes de la pasión y el
afecto.
Ur y Nimrud, y las prostitutas
sagradas
en los templos de Babel y de
Biblos
ofrecen sus cuerpos a los
extranjeros
para que reverdezcan las colinas
(sobre las murallas de las
ciudades)
y tiemblen las espigas de oro y
las amapolas de sangre
bajo las garras del cuervo y del
milano.
Los labios de las viudas y los de
las vírgenes tienen sed
(oculta tu hambre, ocúltalo).
La noche se extenderá sobre las
murallas
que ocultan otras murallas
y otras murallas.
Traducción
del árabe por María Luisa Prieto
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