sábado, 28 de diciembre de 2019

POEMAS DE GUADALUPE PITA AMOR


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El buda


El buda enigmático
que sonríe sin fin, plácidamente
Hierático y estático;
con un halo en la frente
me mira por la noche oblicuamente

Cansada…



Cansada de esperarte
con mis brazos vacíos de caricias,
con ansias de estrecharte
pensaba en las delicias
de esas noches, pasadas y ficticias

Me acerqué…


Me acerqué hasta tu puerta
temerosa intenté tocar la aldaba
Fue una tarde desierta
En el muro dejaba
esplendores la flor de la guayaba


Cuando tú me detractas…



Cuando tú me detractas
me sumerges al fin de los abismos
¡No se levantan actas!
Internos cataclismos
anulan mis celestes espejismos


El sapo embrujado



El sapo embrujado
y el caimán del castillo de metal;
el mago colorado
el gallo de cristal
y la bruja del manto celestial


El cisne encantado



Aquel cisne encantado
y el pelícano negro tenebroso;
el gallo degollado
y la sangre en el pozo
y el mago del sorbete misterioso


El alquimista azul



El alquimista azul
con cucurucho de astros constelado;
el encantado Abdul,
un chupamirto ajado
y un ruiseñor de color morado

De ébano los luceros


De ébano los luceros
los espejos, de vidrio cristalinos
Mi colección de ceros
mis anhelos divinos
mis pensamientos, solos y asesinos


La raza tolteca



Y la raza tolteca
y el papagayo de color volado
El cáliz de la Meca
el gallo ensangretado
y el álbum de recuerdos olvidado


Los cambios



En un espejo miro
un jarrón y una blanca crisantema
La luz cambia de giro
y la flor de sistema
Y en esta lira, cambio yo de tema


El ruiseñor



Pájaro cantor
de setecientos veintidós colores
el frágil ruiseñor,
mayoral de tenores
es ave de los trinos trinadores


El pájaro de oro matemático



La rosa de castilla
el ajenjo, el arsénico y el viático;
la Torre de Sevilla
mi espejo enigmático
y el pájaro de oro matemático


El cuervo



De azabache enlutado,
el cuervo con sus alas tan sombrías
va al cielo del pasado
y vuela lejanías
volando por nocturnas galerías


El ave arco iris



De mi ojo izquierdo el iris
ve volar un pájaro en fulgores:
El ave arcoiris
de los siete colores
del coro cartujano de cantores.


¡El manequí, el manequí!



El manequí no se mueve,
está en la sombra sombrío
escala el escalofrío;
tiene el semblante de nieve
a las siete y a las nueve
El manequí se movió,
el manequí caminó
hasta el biombo misterioso
del espacio milagroso:
hasta el cero del reloj


Rusia



A la Rusia bizantina
y al Zar de todas las Rusias
y de todas las angustias
A la zarina divina
y a esa cámara asesina
A Rasputín el morado
Al Kremlin envenenado
A la duquesa Anastasia
A la Siberia en desgracia
y a Lenin, puro y sagrado


A mí me ha dado…



A mí me ha dado en escribir sonetos
como a otros les da en hacer sonatas
lo mismo que si fueran corcholatas
etiquetas, botones o boletos

A mí me ha dado en descubrir secretos
A mí me ha dado por volar veletas
A mí me ha dado en recortar siluetas
y en medir bien la luz de los abetos

A mí me ha dado en alumbrar la rosa
y medir el listón de la violeta
la rosa que se vuela en mariposa

la rosa desmayada tan secreta
la rosa de la flor maravillosa,
y en quebrar el fulgor de la ruleta


Yo fui novia…



Yo fui novia del Blue Boy
de un árabe del desierto
de un músico de concierto
y en el infierno ahora estoy

Yo me voy en un convoy
a recorrer el Mar Muerto,
el mar obscuro y abierto y
por sus ondas me voy

Voy a pescar peces rojos
y a encerrarlos con cerrojos
en un frasco de cristal

Ya es mi locura total
estoy por ti encarcelada
en la cárcel de la nada

La aritmética…



La aritmética alarmante
la matemática fría
la distante geografía
el álgebra desquiciante

la alquimia desconcertante
la glacial filosofía
la celeste astronomía
la teología enajenante

el ajedrez silencioso
el dominó misterioso
el deporte de la lumbre,

que es de los juegos la cumbre,
nunca podrán igualar
al deporte de pensar


Mi testamento



En estas líneas que con tinta escribo
te lego Juan de Dios mi testamento,
quede de testimonio documento
la palabra transcrita que transcribo

En estas letras dadas al olvido
infinitas, igual que el firmamento,
dejo mi signo, mi señal, mi acento
y te digo don Juan lo que he vivido

Y te digo don Juan cómo yo he muerto
Lego mis asombrosos abalorios
a la sombra del ávido desierto
y a la misa final de mis velorios
Y mi sangre la dejo al llano abierto
y mi gloria a los cielos transitorios


Voy a narrarte



Voy a narrarte Juan de Dios amado
lo que acontece por mi cuerpo obscuro
y por mi corazón tan inseguro,
igual que un llano abierto y desolado

Voy a contarte Juan lo que he pecado
lo que he pecado viendo contra el muro
De mi pecado criminal y duro,
voy a hablarte don Juan enamorado

Voy a contarte cómo yo en la sombra
apuñalé mi rostro en el espejo
y huí al laberinto del olvido

donde nada perturba ya ni asombra,
donde la luz no deja ni un reflejo
y la sábana blanca no hace ruido

Me doctoré…



Me doctoré en masoquismos
también en jurisprudencia
me doctoré en la alta ciencia
de fabricar silogismos

y de inventar espejismos
Me doctoré en la vehemencia
de saber que la conciencia
sólo acelera los ismos

Me doctoré en teología
también en melancolía
Me doctoré en letras muertas

también en ciencias inciertas
Me doctoré en el amor
lo practiqué en Do Mayor

Como los rieles del tren



Como los rieles del tren,
unidos y separados
pero siempre sentenciados
a llegar tarde al andén

Como el constante vaivén
del tren por los encrespados
cerros grises levantados,
mi amor y el tuyo también

corren paralelamente
corren fugitivamente
corren juntos, divididos

separados, pero unidos
corren hasta el mar quebrado
mar sin olas, desolado

Tres Sonetos de Amores Prohibidos


I.

En mi lecho anestesiado
tuve un sueño de cometa
de barcos, velas, veletas,
tuve un sueño de pecado

Un sueño como blindado
de treinta puertas secretas
y de misteriosas grietas,
un sueño casi sellado

Soñé que estabas conmigo
tú eras mi solo testigo
Soñé que me penetrabas,

que con lascivia me amabas
y tu cuerpo junto al mío
formaban sólo el vacío.


II.

Yo te amaba hasta el delirio
mas allá de lo que miro,
sabes que por ti deliro
por ti, mi tez es de cirio

mis venas son de martirio
Pero yo ya me retiro,
pongo en mi florero un lirio
erguido, blanco, morado,

en su belleza sellado
y sigo pensando en ti
infernal mi frenesí

Ante tu cuerpo
yo me quedo absorta,
me juego en ti la yugular, la aorta


III.

Por la calle tú has visto los traseros
de las mujeres, que el sudor transpira
y con sus culos abultados giran
a la iglesia los miércoles primeros

Van tocadas con velos y sombreros
que al arrebato del pecado inspiran
y en contra del incienso ellas conspiran
Tú has mirado sus talles traicioneros

De lascivia tus ojos se han llenado
Al mirarlos, ejerces tú el pecado
Tus sueños son de iglesia y de lujuria

de deseos frenéticos, de furia
Yo he sentido unos celos infernales
pensando en tus deseos municipales.

Esos besos


Esos besos que nunca tú me diste
esas caricias casi clandestinas
esas caricias tuyas, asesinas
y tu recuerdo que cual toro embiste

Ya ni el demonio tétrico me asiste
Recorro en vano todas las cortinas
Mis noches son de sombra y de morfina
desde una tarde en que sin fin partiste

Desde esa tarde miro cada tarde
una montaña lila y transparente
una montaña de aluminio eterno

Mi corazón de vidrio es muy cobarde
terribles, los conflictos de mi mente
Soy la dueña absoluta del infierno

Los cielos


Cielos de oro, mexicanos
cielos de nubes doradas
de nubes amotinadas
Son cielos americanos

como cielos africanos
Cielos de estrellas voladas
de estrellas multiplicadas
y de luceros lejanos

Cielos de éter y amatista
¡Cielos sin fin a la vista!
Cielos de Auroras Boreales

y de astros municipales
Cielos de aviones volantes
y gaviotas ondulantes


Mi locura



Mi locura es portentosa
mi locura es de espejismos,
mi vida de cataclismos
y es de locura la rosa

y la alada mariposa
y mis pensamientos mismos
De locura mis abismos
de locura es cualquier cosa

Suele el lirio ser del valle
y de cemento la calle
y es infernal mi locura

y eterna la noche obscura
Es de platino mi mente
y mi locura ascendente
Tomado de:


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