(1841, Sevilla, España - 1926, Madrid, España)
A un obispo
¿Quieres que digno de Jesús te crea?
Pues renuncia al palacio donde vives;
vende las joyas que orgulloso exhibes;
despide tus lacayos con librea.
Ve a pie; da pan; consuela. Que yo vea,
no que de ser frenético te inhibes,
sino que gratis das lo que recibes,
y que el ansia de amor te aguijonea,
y que atacas al déspota y al fuerte
sin temor al martirio ni a la muerte,
y entonces te diré: “Por ser humano,
eres digno de Aquel que al pueblo amaba
y el cielo al poderoso escatimaba.
Beso tu anillo… ¡No!... Beso tu mano.”
Los conservadores
Gomosos por beatas mantenidos;
jesuitas por necios admirados;
necios por jesuitas engendrados
y en entrañas de viejas concebidos.
Caballeros de alcoba bien corridos;
esposos complacientes bien lidiados;
protectores de todos los malvados;
desertores de todos los partidos.
Esos que van del templo a la ruleta,
azuzando al esbirro infanticida
contra todo lo noble, grande y bueno,
trajeron la ganzúa en la chaqueta,
vagan sin honra con la frente erguida,
y son conservadores… de lo ajeno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario