martes, 11 de abril de 2017

POEMAS DE MUSÁ DZHALIL

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(15 de febrero de 1906, Orenburg Governorate - 25 de agosto de 1944, Plötzensee, Berlín, Alemania)

Canción de una muchacha


Mi amado, la alegría de mi vida
Se va de campaña por la patria
Mi amado, el sol de mi vida
Se lleva consigo el corazón amigo

Me voy a separar de mi querido
No es fácil acompañarlo, se  va la guerra
¡Qué regrese con bien de las luchas
Qué retorne al lado de su madre!

La noticia de que lo espero, de que lo  amo
A mi dzhiguít,  voy a mandarle
La noticia de que lo espero y lo amo
Para él es más valiosa que todos los regalos.

Junio de 1942



Pañuelo


Nos despedimos, y con orla cosida,
Recibí de manos familiares, el pañuelo.
El regalo de mi querida; siempre lo llevo conmigo
Pues con él cerré la herida en la guerra.

Con la sangre tibia se pintó el pañuelo
Hablándome familiarmente
Como si se inclinara hacia la cabecera
mi querida,  en el campo bajo el fuego

Ante el enemigo nunca me arrodillé
No me rendí  jamás en las luchas
Y de cómo defendí  nuestra felicidad
Este pañuelito tiene derecho de contar.

Julio de 1942


Manzanilla roja


El rayo iluminó el campo
Despertando a  las manzanillas;
Que sonrieron, se estiraron y
Se miraron entre sí.

El viento las acarició,
agitando sus pétalos
que el amanecer  llevó
Con fresco rocío,  limpio y perfumado

Ahí se balanceaban las manzanillas,
Plácidamente
Pero de pronto se estremecieron
Y voltearon todas las miradas hacia una de ellas

La pequeña no era blanca
Como todas las flores
Todas las manzanillas, como manzanillas
Llevan camisas blancas

Todas son como nieve;
pero ella era única. Era roja
Todo el campo se le acercaba preguntando
-¿por qué te cambiaste?

¿De dónde has tomado este color?
Y ella  les respondía
– Sucedió una noche
En la que aquí hervía una lucha

Y en este lugar, hombro a hombro junto a mí
Estaba un guerrero- un héroe
Él empezó a luchar contra sus enemigos
Estaba solo, ellos eran 15.

Él no se rindió, los golpeó tanto como pudo
Pero en la mañana estaba herido
La sangre de la herida se derramaba
Yo me bañé entonces  en su sangre

Él se fue, ya no está aquí
Hoy tengo que recibir el amanecer sola
entristeciéndome por él,
Doliéndome, como estrella-Chulpán
Julio 1942

Poeta


El poeta no durmió toda la noche,
Escribía poemas
Derramando una lágrima tras otra;
Chillaba la tormenta detrás de la ventana,
Y la casa temblaba, abrazada por la tempestad.

Se estrelló el viento abriendo  las ventanas
Hizo volar las hojas de papel
Aulló furiosamente y se marchó con intensidad
Rompiendo el corazón con melancolía

Van las olas como montañas por el río
Partiendo  el roble,  los relámpagos.
Se está silenciando el trueno y
En el silencio desesperante
Se está arrastrando el frío hacía el pueblo

En el cuarto del poeta, hasta el amanecer
Se juntaron las nubes de la tormenta
Y  vivos relámpagos en consonancia
llenaron  las blancas hojas

En la hora del amanecer el poeta enmudeció,  se levantó
Rompió y quemó sus obras
abandonó la mesa. Se silenció el viento.
El amanecer enrojeció  cariñosamente en la lejanía
¿Qué dirían todos esos poemas que compuso el poeta por la noche?
¿Qué agitaba este  corazón?
¿Después de reflejar qué sentimientos se fue
Acariciado por el rojo amanecer?

Que de él cuente, interrumpiendo su sueño tardío,
El nudo de la tormenta,
El limpio rayo del amanecer nacido por la tempestad
Y la nube de fuego en el cielo.

Octubre 1942



Despedida


Es difícil, muy difícil despedirse, sabiendo
Que nunca volverás a encontrarte con tu amigo
Y que la única riqueza que tienes
Es sólo esta amistad y este amor

Cuando sabes que  están  tan unidas, sus almas
Que si los separas, morirán
Cuando la existencia terrenal
En la despedida de un amigo- es una labor imposible de realizar-

De repente se llevan de ti para siempre al amigo
La tormenta implacable del destino
Por última vez los labios se apretaron a los labios
Y la última lágrima quemó sus rostros

Antes,  hace tiempo ¿Cuántos
queridos amigos y compañeros tenía?
Ahora estoy solo. Pero todas sus lágrimas
Aún no se  secan en mi mejilla

Qué tempestades me esperan- no lo sé
Que me sequen la piel los años
Pero en ella siempre sentiré
La caustica huella de la última lágrima del amigo-

Sufrí muchas tristezas en el mundo
Hace mucho que lloré todas mis lágrimas,
Pero todavía podría encontrar una  para el amigo
La lágrima feliz del  encuentro.

Anclados  en mi pecho
No los días, ni los meses, sino los años de tristeza.
Destino, te pido tan poco
Prémialos,  con la felicidad del encuentro.
Octubre 1942





Amor y resfrío


Recuerdo los años de juventud
Las citas y los pleitos
Mortalmente amé entonces
A una belleza de contora
Y como lo contara el poeta, alejándose de prosa
Mi amor encendido con el fuego
Dio flores en el frío.
En aquella época pesqué el resfrío
Y como si fuera un castigo
Yendo a la cita
Olvidé mi pañuelo, amigos

¡Adiós amor! ¡Murió el éxito!
Estoy sentado y algo escurre de mi nariz,
que como si fuera a propósito,
Parece más honda que un pozo

¿Qué hago?  ¿Qué invento?
No es resfrío, sino un fenómeno natural
“Alma mía” quiero decir,
Pero  digo “achú“

¿por qué aguardo los sufrimientos?
Empecé a apenarme, me estoy arrepintiendo
Quiero pronunciar “amo”
Pero no puedo- Y ahora entristecido hasta llorar
me estoy limpiando la nariz
Respiré muy apasionadamente
Pero mi nariz implacable
Silbó de la forma más desagradable

Amor y resfrío no quieren convivir
Y a pesar de que no tengo la culpa
Lo más conveniente sería ahorcarme

No esperaba este absurdo
De nuevo me hace cosquillas  la garganta
“yo…. achú te….-achú“;
¿Qué se le puede decir así a una guapa?

Tomé de la mano a la chica
Me puse valiente y me declaré
Pero la burbuja -¡ojalá desapareciera!-
Empezó a inflarse bajo mi nariz.

Miré: la niña  frunció la ceja
Y entendí desde luego
Que su amor como esta burbuja
explotó para siempre en ese momento.

Y escuché contrayéndome  de vergüenza
“Sabes poco de amor,
Antes de venir
Debiste haber limpiado tu nariz”

Ella se fue ¡Qué vergüenza!
Y yo con una mirada triste
Me fui (estaba firmada la sentencia)
Voy hacia el boticario por veneno

“¿Derramarás, linda, suficientes lágrimas
Por mis sufrimientos?”
Lleve a mi casa  en una capsula
La medicina contra el resfrío

Y desde aquel momento
No he vuelto a verla, amigos
Así me curé en la vida
De dos enfermedades a la vez…

En húmeda prisión se está enfriando la sangre
Y la tristeza hiere el corazón
No, ahora ni siquiera con el resfrío
Me encontrará de nuevo el amor
Marzo 1943



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