(15 de febrero de 1906, Orenburg Governorate - 25 de agosto de 1944, Plötzensee, Berlín, Alemania)
Canción de una muchacha
Mi amado,
la alegría de mi vida
Se va de
campaña por la patria
Mi amado,
el sol de mi vida
Se lleva
consigo el corazón amigo
Me voy a
separar de mi querido
No es fácil
acompañarlo, se va la guerra
¡Qué
regrese con bien de las luchas
Qué retorne
al lado de su madre!
La noticia
de que lo espero, de que lo amo
A mi
dzhiguít, voy a mandarle
La noticia
de que lo espero y lo amo
Para él es
más valiosa que todos los regalos.
Junio de 1942
Pañuelo
Nos
despedimos, y con orla cosida,
Recibí de
manos familiares, el pañuelo.
El regalo
de mi querida; siempre lo llevo conmigo
Pues con él
cerré la herida en la guerra.
Con la
sangre tibia se pintó el pañuelo
Hablándome
familiarmente
Como si se
inclinara hacia la cabecera
mi querida,
en el campo bajo el fuego
Ante el
enemigo nunca me arrodillé
No me
rendí jamás en las luchas
Y de cómo
defendí nuestra felicidad
Este
pañuelito tiene derecho de contar.
Julio de 1942
Manzanilla roja
El rayo iluminó
el campo
Despertando
a las manzanillas;
Que
sonrieron, se estiraron y
Se miraron
entre sí.
El viento
las acarició,
agitando
sus pétalos
que el
amanecer llevó
Con fresco
rocío, limpio y perfumado
Ahí se
balanceaban las manzanillas,
Plácidamente
Pero de
pronto se estremecieron
Y voltearon
todas las miradas hacia una de ellas
La pequeña
no era blanca
Como todas
las flores
Todas las
manzanillas, como manzanillas
Llevan
camisas blancas
Todas son
como nieve;
pero ella
era única. Era roja
Todo el
campo se le acercaba preguntando
-¿por qué
te cambiaste?
¿De dónde
has tomado este color?
Y
ella les respondía
– Sucedió
una noche
En la que
aquí hervía una lucha
Y en este
lugar, hombro a hombro junto a mí
Estaba un
guerrero- un héroe
Él empezó a
luchar contra sus enemigos
Estaba
solo, ellos eran 15.
Él no se
rindió, los golpeó tanto como pudo
Pero en la
mañana estaba herido
La sangre
de la herida se derramaba
Yo me bañé
entonces en su sangre
Él se fue,
ya no está aquí
Hoy tengo
que recibir el amanecer sola
entristeciéndome
por él,
Doliéndome,
como estrella-Chulpán
Julio 1942
Poeta
El poeta no
durmió toda la noche,
Escribía
poemas
Derramando
una lágrima tras otra;
Chillaba la
tormenta detrás de la ventana,
Y la casa
temblaba, abrazada por la tempestad.
Se estrelló
el viento abriendo las ventanas
Hizo volar
las hojas de papel
Aulló
furiosamente y se marchó con intensidad
Rompiendo
el corazón con melancolía
Van las
olas como montañas por el río
Partiendo
el roble, los relámpagos.
Se está
silenciando el trueno y
En el
silencio desesperante
Se está
arrastrando el frío hacía el pueblo
En el
cuarto del poeta, hasta el amanecer
Se juntaron
las nubes de la tormenta
Y
vivos relámpagos en consonancia
llenaron
las blancas hojas
En la hora
del amanecer el poeta enmudeció, se levantó
Rompió y
quemó sus obras
abandonó la
mesa. Se silenció el viento.
El amanecer
enrojeció cariñosamente en la lejanía
¿Qué dirían
todos esos poemas que compuso el poeta por la noche?
¿Qué agitaba
este corazón?
¿Después de
reflejar qué sentimientos se fue
Acariciado
por el rojo amanecer?
Que de él
cuente, interrumpiendo su sueño tardío,
El nudo de
la tormenta,
El limpio
rayo del amanecer nacido por la tempestad
Y la nube
de fuego en el cielo.
Octubre 1942
Despedida
Es difícil,
muy difícil despedirse, sabiendo
Que nunca
volverás a encontrarte con tu amigo
Y que la
única riqueza que tienes
Es sólo
esta amistad y este amor
Cuando
sabes que están tan unidas, sus almas
Que si los separas,
morirán
Cuando la
existencia terrenal
En la
despedida de un amigo- es una labor imposible de realizar-
De repente
se llevan de ti para siempre al amigo
La tormenta
implacable del destino
Por última
vez los labios se apretaron a los labios
Y la última
lágrima quemó sus rostros
Antes,
hace tiempo ¿Cuántos
queridos
amigos y compañeros tenía?
Ahora estoy
solo. Pero todas sus lágrimas
Aún no se
secan en mi mejilla
Qué
tempestades me esperan- no lo sé
Que me
sequen la piel los años
Pero en
ella siempre sentiré
La caustica
huella de la última lágrima del amigo-
Sufrí
muchas tristezas en el mundo
Hace mucho
que lloré todas mis lágrimas,
Pero
todavía podría encontrar una para el amigo
La lágrima
feliz del encuentro.
Anclados
en mi pecho
No los
días, ni los meses, sino los años de tristeza.
Destino, te
pido tan poco
Prémialos,
con la felicidad del encuentro.
Octubre 1942
Amor y resfrío
Recuerdo
los años de juventud
Las citas y
los pleitos
Mortalmente
amé entonces
A una belleza de contora
Y como lo
contara el poeta, alejándose de prosa
Mi amor
encendido con el fuego
Dio flores
en el frío.
En aquella
época pesqué el resfrío
Y como si
fuera un castigo
Yendo a la
cita
Olvidé mi
pañuelo, amigos
¡Adiós
amor! ¡Murió el éxito!
Estoy sentado
y algo escurre de mi nariz,
que como si
fuera a propósito,
Parece más
honda que un pozo
¿Qué
hago? ¿Qué invento?
No es
resfrío, sino un fenómeno natural
“Alma mía”
quiero decir,
Pero
digo “achú“
¿por qué
aguardo los sufrimientos?
Empecé a
apenarme, me estoy arrepintiendo
Quiero
pronunciar “amo”
Pero no
puedo- Y ahora entristecido hasta llorar
me estoy
limpiando la nariz
Respiré muy
apasionadamente
Pero mi
nariz implacable
Silbó de la
forma más desagradable
Amor y
resfrío no quieren convivir
Y a pesar
de que no tengo la culpa
Lo más
conveniente sería ahorcarme
No esperaba
este absurdo
De nuevo me
hace cosquillas la garganta
“yo…. achú
te….-achú“;
¿Qué se le
puede decir así a una guapa?
Tomé de la
mano a la chica
Me puse
valiente y me declaré
Pero la
burbuja -¡ojalá desapareciera!-
Empezó a
inflarse bajo mi nariz.
Miré: la
niña frunció la ceja
Y entendí
desde luego
Que su amor
como esta burbuja
explotó
para siempre en ese momento.
Y escuché
contrayéndome de vergüenza
“Sabes poco
de amor,
Antes de
venir
Debiste
haber limpiado tu nariz”
Ella se fue
¡Qué vergüenza!
Y yo con
una mirada triste
Me fui
(estaba firmada la sentencia)
Voy hacia
el boticario por veneno
“¿Derramarás,
linda, suficientes lágrimas
Por mis
sufrimientos?”
Lleve a mi
casa en una capsula
La medicina
contra el resfrío
Y desde
aquel momento
No he
vuelto a verla, amigos
Así me curé
en la vida
De dos
enfermedades a la vez…
En húmeda
prisión se está enfriando la sangre
Y la
tristeza hiere el corazón
No, ahora
ni siquiera con el resfrío
Me
encontrará de nuevo el amor
Marzo 1943
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