Lejos
Lejos, tan lejos ya
el manto cálido del viento
y el sudor que empapa la tierra.
Lejos, tan lejos ya
las palmeras de Semè-Podji
y la sangre que abre caminos.
Lejos, tan lejos ya
la tierra roja que abraza a los míos
y bebe, despacio, el agua del yoho
Mientras la mañana enfría mis sueños
mis pies desnudos se arrastran
por esas baldosas sin sed.
¿Dónde, dónde, está la tierra roja,
la sangre de las generaciones,
el ardiente sodabi de los dioses?
¿Dónde, dónde está la tierra roja?
Encerrada
Encerrada,
sola,
aguardando tu llegada, clara.
Has llegado,
duro,
en tus ojos hay un malhumor pesado.
Te he mirado,
ciega,
buscando en vano tu alegría cálida.
Encorvados,
ambos,
hemos golpeado nuestro sueño blando.
Tal vez
Tal vez la noche que se acerca,
tal vez el día que despierta, podamos beber el agua de mi
vodún.
El agua de mi vodún
que ha pasado la noche en vela, amor mío, por ti.
Tomado de:
https://www.mujerpalabra.net/conoce_a/pages/agnesagboton/agnesagboton.htm
3
Cómo permanecer quieta
en el enloquecido fulgor de mi vientre
—esa morada del dios que me alberga—
y el dolor que me oprime,
cruel,
la garganta.
Lanzo ese grito
—morada del espanto, temblor del
espacio—,
lanzo ese grito
y no bastan ya mis ojos llenos de
lágrimas.
5
¡Ay la distancia!
…Ese espacio de silencio
y ese silencio de espanto.
Ese instante...
6
¿Qué se rompió aquel día
entre mi sangre
y la sombra obscura?
Fueron fértiles los gritos y el dolor
pero el cristal de la sangre
se rompió para siempre.
Y miro hoy la sombra obscura...
y sonríe un brillo negro,
flor de las aguas,
palpitar del tiempo,
ramas en lo profundo,
raíces en el cielo.
9
En mi balcón
escucho,
esta noche,
la risa del árbol.
Ese instante...
13
La risa
se ha quebrado en tus manos
una y otra vez.
Despacio... despacio...,
se ha reído de ti.
Tomado de:
https://www.cervantesvirtual.com/obras/autor/agboton-agnes-36773
***
Suenan, el disco, Casals y su chelo,
melodías que la muerte
no ha podido acallar;
pero nace el silencio y
-luego, luego-
puntea el balafón
los lejanos sabores de mis días de antaño
¡ese sempiterno ir y volver!
El calor y el frío,
el aroma y el hedor,
la luz y la oscuridad…
¡Todo es uno, todo es uno!
***
La ternura y la crueldad.
Sexo;
una danza ardiente
y un pájaro muerto.
Una danza ardiente,
vaivén que construimos
eternamente.
El pájaro muerto,
caído entre la nieve
que rodea el bosque negro.
Sexo
-sábanas y pelos-;
una danza ardiente
y un pájaro muerto.
Tomado de:
https://usuariodetarde.blogspot.com/2018/01/2-poemas-de-agnes-agboton.html
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