lunes, 14 de marzo de 2016

Poemas de Dorothy Porter


(Australia, 1954)


Panal de abejas


Hay un oscuro lugar
en el campo de mi amigo Robert
con olor al néctar del peligro.
Un enjambre de abejas ha tomado
una docena de cobertizos de las ‘viejas cabañas’
y nadie tiene la disponibilidad
o el coraje de moverlas.
Pienso en la risa del Rey Mycenen
enterrado en ladrillos de la colmena
reluciendo como ellos mienten.
más dorados que la miel
en la antigua sangre oscura.
Ahora entro mi mano desnuda
quiero sumergirla a través del hoyo
con un zumbido letal de la carretera
hacia el muro de la cabaña.
Amo el panal de las abejas
en el campo de mi amigo Robert
Amo el misterio invisible
de esa deliciosa industria.
¿Aunque también amo la lección
de mi esclavitud: de esas cosas oscuras
y deliciosas que nos pueden dañar?
   

La hora nueve


La hora nueve
esta aquí
La hora nueve
sube cansinamente
por la heladísima neblina
He venido a un río
de sangre y vinagre
He venido a un río
donde solo el dolor
mantiene sus pies.
He venido a un puente
de huesos disolviéndose
He venido a un lugar
heladísimo
Estoy atrapada
en un espacio
deformado
por mi propio
miedo leproso.
¿Tengo la fuerza
para pagar el sufrimiento que debo?
Hay calma
que no es mi primo
para el coraje
Hay calma que se sienta
como un mono temblando
bajo el pitón del ojo hipnotizado.
Todas las cosas te hacen temblar
El viento caliente la orilla del mar
en la euforia envenenada.
Pero es tuyo el lazo en la mano
que tiene la carne secándose.
Tu carne tiene la voluntad
de sus propios tumores
Piensas que tú has estado aquí antes.
Tal vez piensas
que tu espíritu de Mercurio, 
tiene su carne lengüeteada y furtiva.
Pero la oscuridad
es más fuerte
que la luz
La carne conoce bien
quien ganara la línea del honor
en esta lucha.
La hora nueve
esta aquí
La hora nueve
no tiene sentido
No reces
por una inundación rápida
repartiendo milagros o claridad
Durante la hora nueve
la razón muere de sed
tu sangre se estanca y se añeja
como una base de metal en tu boca.
Tú colgado
en una cacofonía
del ruido de arcadas
sin chusma de grandilocuencia
en el heroísmo
que nunca olvidaras
Ese fétido sonido
de la hora nueve.
He venido al río
de sangre y vinagre.
Estoy aquí,
a la hora nueve.
Estoy aquí
fajado y tiritando.
Escucha la hora nueve
escúchala
y presta atención
al nuevo sonido en mí.
No estoy aquí ni solo, ni menos en soledad
¿escucha la lucha chiflar de este geiser en mí?
Estoy parado en el suelo
en el impávido aerosol
en compañía
de mis propias palabras.

PORQUE AMO TU CUERPO 



Pongo tu cuerpo 
entre la historia de los horrores
y el mió

tu dulce lengua
contorneándose entre mis labios

tus macizos pechos
maduramente desplomados sobre mis costillas 

tus delgadas piernas ascendiendo las mías
como vides gemelas 

tu cremosa humedad 
escurriiendose a través de mis dedos

cuando tu cuerpo estalla sobre el mío 
mi mente se apacigüa un poco 
y chilla desmayadamente 
como un somnoliento murciélago 
boca abajo.

Pongo tu cuerpo 
entre yo y el aterrador futuro 
de mi cuerpo

esta noche soy una ruidosa ciénega 
chapoteando bajo los desnudos dedos de tus pies.


Cita cálida


1


Los árboles de pino
vienen la mayoría vivos
goteando resina
en una fogata


Yo tengo una cita cálida
con la Muerte


¿será ella
mi hirviente Celta?


¿retará conmigo
a los Caballos Blancos?


virginalmente juntas
La Muerte y yo

cálido mar azul

¿o será La Muerte
mi curvado saca corchos
Judío?


“Soy tú
Soy tú”
gime ella


derribándome al suelo
en un viejo hotel de alcurnia
robándome el aliento

¡Oh Muerte!


2

Nunca te vi
con un vestido
y zapatos de tacón


Sólo la fusión
de tus pechos
el nudo
de tu lengua


No puedo traer a casa
a un demonio
para que conozca a mi madre


pero no llamaré
un taxi

No me iré

hasta que me hables
acerca de ti

hablemos, Muerte
¿podríamos acaso ser amigas?

¿todo tiene que ser
sexo
contigo?


¿te gusta el cricket?
¿te gusta el tenis?


¿Cómo te pareció
el Festival de Cine de este año?



3

Bebe tu larga oscuridad
lentamente, Muerte,

Quiero conocerte

¿quieres
ser mi prima segunda
mi prima lejana?

Celta o Judía.
Nunca serás inglesa, Muerte

Dije Adiós a Todo eso
con mi última Comunión
Anglicana


No puedo recordar
la hostia
No pude embriagarme
con el vino

Celta o Judío.
Aliento o rocío.

Tú nunca serás confiable.
Yo nunca seré verdadera.


Porque, Muerte,
simplemente Yo no soy

ni tú tampoco.
Dorothy Porter
La leopardo esmeralda
Estás perdido si maniobras.
¿Cómo llegaste aquí?

Leopardo, ese aroma en el aire.
Leopardo, ese rastro a tus pies.


Tus nudos se desataron en un velamen
y viraste a un color verde

intenso.

La leopardo tose desde el
horizonte
tú miras su garganta.

Es hermosa.

Un rugido de mar, un rugido de piel
puedes mirarla
lo puedes mirar todo.


Un latigazo de cola
mientras te mira.


Tan peligrosa es ella;
inmensa,
calcula tu temblor

sus ojos humean
tus ojos se cierran

quieres su caricia
sueñas
con su peso sobre tu pecho.


No se mueve.
Un silencio exuberante
se extiende desde su mirada fija.

Su aliento en tu cara.

como aguda luz
ella te da forma.

No te desvaneces.

Las montañas del lado de la ventana



Es mescalina
en el silencioso
pero constante hervor
en alguna parte
en la densa y húmeda batería
de mi córtex?


Es un gene visionario
de Fay la ojiazul
mi abuela
que se habría despabilado
en el asiento trasero de un carro
encantada con el color
del mar
mientras coronábamos la colina
hacia el valle Mona?


En medio
de mi rechinar de dientes
bizqueo de un yo
hay un ojo en trance de
asombro


que no se apresura nunca
por completo
en el cuerpo ligeramente
negligente de la diosa


quien mira el pecho rojo
de un loro
en un árbol desnudo pero lleno de rebrotes
como si mi propia sangre reluciente
fuera exhibida
sin traumatismos

vida, vida, vida

el tronco blanco
de un arbusto gomífero
en el frío atardecer


la amatista del vino
bebido demasiado pronto
por Ella Fitzgerald
mientras la ventana se nubla
con mi aliento de fisgón


permanecer en la luz
recogiendo
las últimas flores del ciruelo

es volverme yo misma el lujurioso atardecer

el síncope de mis venas
el brillo de mis manos


un lento disolverse intoxicado
desde el rojo hasta el azul



¿Cual es


Lo que se 
dirigía a su casa 
la salida del sol y la luna llena 
en, hacia 
las montañas 
corazón me revuelca 
en el pecho 
golpea la luna 
de la ventanilla trasera 
, y el amor que sólo 
dice la luna 
parada para contar el resto 
nadie quiere hacer trampas que 
la amas y simplemente 
la amas.

LA TUMBA DE CHARLES BAUDELAIRE


¿Cómo entierras a un poeta?

Seguramente no
cómo enterraron a Baudelaire
mezclado con sus padres
como un niño muerto.

Se extiende hasta la asquerosa ironía
el comentario de Pasternak
sobre que los poetas deberían permanecer niños.

¿Realmente quieren los poetas
canjear el persistente sabor
de la experiencia
por unos ojos inocentes?

Hay algo
repulsivo
en un vacío y fresco
rostro adulto.

Esos rostros infantiles
pueden ser vistos en uniforme
o con un pie
sobre un tigre masacrado.

Son capaces
de cualquier cosa
o una larga canción de cuna
de nada.

Quiero exhumar a Baudelaire
y darle su propio
magnífico sepulcro.

A un costado,
un arqueado gato de ébano.
Al otro,
un burlón páncreas de mármol
negro.

Ningún poeta
vivo o muerto
debería pudrirse
con sus padres.

(Traducción de Carolina Contino)

FUMADOR NEGROFUMADOR NEGRO

trinchera
que es la palabra de tu abuelo 
no la tuya

esto significa que el olor 
de las entrañas en el barro

que significa la guerra.
Trench 
usted quiere decir a su fantasma 
la noticia

zanja 
significa la vida, 
la vida se retorcía 
como un gusano a la brasa 
de un abrasador ninguna parte.


Intenta describir y 
un infierno de usar 
en una fosa oceánica 
en el amor alcance 
de una exudación de ventilación 
donde los choques de agua caliente 
en el frío

y las chimeneas negras 
que fluyen cerraduras de gusanos de tubo 
crecen.

Te hace pensar, 
le pide a su abuelo, 
sobre la fertilidad 
de los otros infiernos -

el embarazo charlando 
en toda miseria.
yo

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