viernes, 25 de marzo de 2016

POEMAS DE R. S. THOMAS




 (Cardiff, 29 de marzo de 1913 – Pentrefelin, 25 de septiembre de 2000)



El combate


No tienes nombre.
Hemos luchado contigo todo
el día, y ahora se acerca la noche,
la oscuridad de la que surgimos
buscando; anónimo,
te retiras y nos dejas curando
las contusiones y huesos dislocados.

No hay remedio para el fracaso 
del lenguaje. Los físicos
nos dicen cuánto mides, los químicos
los ingredientes de tu
pensamiento. Pero nadie dice
quién eres, ni por qué
habrías de abordarnos
en las inocentes marchas
de vocabulario y azotarnos
con tu silencio. Morimos, morimos
sabiendo que resistes infinitamente
en la frontera del gran poema.




Encorvados


La cabeza inclinada
    sobre las entrañas,
sobre el manuscrito, sobre el
bloque, sobre las hileras
        de nabos.

¿No levantan nunca la vista?
    ¿Qué les hace pensar
que arrodillarse 
    es rezar?
Se trata de andar erguidos
        al sol.
¿Fue el peso de la mandíbula
    lo que encorvó sus espaldas
y mantuvo su visión
    por debajo de la línea del horizonte?

Tardaron dos millones de años
en enderezarlas,
    pero siguen encorvados
sobre los mapas, los instrumentos,
        la mesa de dibujo,
el ombligo matemático
    que es el guiño de Dios.




LOS INVICTOS


Y el coraje dejará paso
a la desesperanza y la desesperanza
al sufrimiento y el sufrimiento
acabará con la muerte. Pero tú,
que no eres libre de elegir
tu dolor, puedes elegir
tu respuesta. Granjeros he
conocido, nacidos para sufrir
los males de su gente, desnudos y
barridos por la intemperie, ahogándose
con sus flemas; gastando todos sus recursos
para comprar a su hijo tísico
el oficio que su cuerpo
no podía sostener. Orgullosos han
vivido, viendo el espíritu,
con facetas de diamante, desmenuzarse
en la pequeña, dura, redonda y seca
piedra con la que la humanidad
se atragnata. Cuando ellos morían,
lo hacían con valentía, cerca de las
vigas martilleadas por la lluvia,
sin ninguna queja. 


REGALOS

De mi padre mi corazón fuerte , Mi estómago débil . De mi madre el miedo . De mi país triste la vergüenza . A mi esposa todo lo que tengo Guardar sólo el amor Eso no es mío darlo . Para mi un hijo del hambre
Con sus dedos se da la pintura en flores , con su cuerpo
flores en un recuerdo
de sí misma . Ella esta trabajando
Siempre , el zurcido la prenda
de nuestro matrimonio , forrajeo
como un pájaro por algo
para nosotros para comer . Si hay espinas
en mi vida , es ella la que
presionará su seno a ellos y cantar .
Ella era joven;
     Besé con los ojos
cerrado y abierto
     ellos en sus arrugas .

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