martes, 8 de marzo de 2016

POEMAS DE ÓSCAR ALFARO

                
                    (Bolivia, 1921 - 1963)


Viaje al Pasado

 A Doña Carmen Alfaro, mi madre.


Desde adentro, desde adentro, 
                                                           desde el fondo de un abismo,  

viene corriendo a mi encuentro 

un niño que soy yo mismo.

Iluminando el olvido,  
con este niño en los brazos, 

yo voy haciendo pedazos 

los años que ya he vivido.


En el fondo del pasado, 
                                                                hallo mi casa materna  

donde esta mi madre eterna 

frente a un Dios crucificado.


Junto al molino coplero 
                                                           lleno de antiguas fragancias,  

sigue jugando mi infancia 

con la hija del molinero.


En los vientos pastoriles 
                                                                desgranan su florilegio,  

de canciones infantiles 

las campanas del colegio


Y, perforando los años, 
                                                              desde el abismo profundo  

salgo de nuevo a este mundo 

lleno de niños extraños.


Pequeña voz helada



Estás llorando madre,
todos lloramos.

Nos echan de  casa,
¿dónde nos vamos?

Las aves y las fieras
tienen morada.
¿Por qué nosotros nunca
tenemos nada?

Los animales llevan
plumas y pelos.
¿Por qué sufren, desnudos
tus pequeñuelos?

Yo he visto a los pichones
   morir de frío,
         cuando en noches de invierno,
      caen del nido...

        ¡Mira mi cuerpecillo,
       cómo tirita!...
     ¿No iremos a morirnos,
    verdad mamita?


La alegre cosecha




La montaña de manta verde

es una chola sentada,

con su pollera extendida
sobre los valles que cantan.

Por los pliegues de su ropa
suben las niñas al alba.
Sus cuerpecillos, a ratos,
entre las hierbas naufragan.

Y tan solo sus sombreros
- caminan sobre la paja.
Sus pisadas van dejando
la senda garabateada
mientras sus trenzas azotan
el aire de la mañana.

La rueca cae bailando
desde sus manos rosadas.
-Trompo prendido a la cuerda,
juguete de nuestra raza-.
¿A dónde se van en fila
las muchachitas serranas?

Van al papal de la finca,
donde el sendero se acaba.

Y la montaña de fiesta.
es una chola muy guapa,
que lleva a todas las niñas,
cargadas sobre la espalda.


5.

Pequeña odisea de dos hormigas.


Dos hormiguitas cruzan a nado
las aguas puras de un arroyuelo.
¡Cómo bracean desesperadas!
pero el camino queda muy lejos.

— ¡Basta! ¡No puedo seguir a flote!
Tengo calambres en todo el cuerpo,
dice llorando la más pequeña,
y se le quedan los miembros tiesos.

¡Ay que naufraga la pobrecilla,
mientras derrama perlas de viento!
mas, ¡oh prodigio!, baja un pato,
como llovido del mismo cielo.

Se mete al agua y al rato sale
con dos garrudos lunares negros.
¡Cómo se abrazan las hormiguitas,
con todo el gozo de estar viviendo!

Mas, como el pato de nuevo enfila
hacia la sierpe del arroyuelo,
ellas le quitan dos plumas blancas
y en paracaídas bajan al suelo.


6.

    La gata en el acuario

Los peces rosados, juegan a la mancha,
en el luminoso globo del acuario,
que es un embrujado mar en miniatura,
con algas y rocas y un pequeño barco.

Se acerca al acuario la señora gata
y enciende sus ojos lo mismo que faros.
Maulla diciendo: —Yo soy la sirena,
tiburones míos, escuchen mi canto.

Y los pecesillos le sacan la lengua
y gritan y saltan igual que muchachos.
Pero el más pequeño la invita muy serio:
— señora sirena pase al océano.

La gata levanta la tapa del globo,
mientras se relame los bigotes blancos.
En el agua fría mete la cabeza
y sus ojos lanzan terribles relámpagos...

— Pase más adentro, señora sirena...
y de las orejas la van arrastrando
Felizmente el amo la alza por la cola
y la pobrecilla huye dando saltos.

Y los peces siguen, como si tal cosa,


jugando a la mancha dentro del acuario.



AL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA



Con la fuerza de todas las razas
que conforman los pueblos del ande,
hoy se pone de pie el comunismo,
igual que un proletario gigante.

Es un indio que eleva los puños
sobre todas las cumbres tonantes
y reclama su pan y su tierra
con la voz de los roncos volcanes.

Guaraníes, aimaras y quechuas,
la montaña, la selva y los valles,
se reúne en nuestro Partido
en un pacto de sol y de sangre.

Hay diez cumbres saltadas al tiempo
Hay diez años de lucha y coraje.
Son diez rojas estrellas que escriben
la palabra “victoria” en los andes.

Y los campos, talleres y minas
con su voz de metal crepitante
hoy saludan a nuestro Partido
levantando banderas llameantes

NI pistolas que apuntan al pecho
cortarán el camino gigante
aunque ensayen de nuevo en su cuerpo
el martirio de Tupaj Katari

Con la fuerza triunfal de las masas
alcanzaremos la patria sangrante
sobre el bosque de brazos obreros
hacia el triunfo más puro y más grande.

Derrumbemos los muros del tiempo
bolivianos de todas las clases.
Adelante que es de nuestra vida
camaradas heroicos del ande.




CAMARADA CRISTO


Con la voz heroica
De los hombres dignos,
Te saludo hoy día
Camarada Cristo.

No caigo a tus plantas
Obrero judío,
Porque te repugna
Todo servilismo.

Y yo quiero hablarte
Plantado en mi sitio,
Con el puño en alto,
¡camarada Cristo!

Hoy se prostituyen
Todos tus principios
Por las aves negras
Del clericalismo.

Tu nunca has creado
Camarada Cristo,
A tales lacayos
Del capitalismo.

A esa tenebrosa
Turba de vampiros
Que chupa la sangre
De los desvalidos.

¡Carpintero humilde
alza tu martillo
para hacer pedazos
los templos antiguos

Tú estas con nosotros,
Con los oprimidos,
Con los proletarios,
Con el socialismo.

¡Oh Cristo harapiento!
Terrible enemigo
De los poderosos
De todos los siglos...

Deja para siempre
Los cielos ficticios,
Donde te ha encerrado
La iglesia de cínicos

Y lleva a las masas
En busca del símbolo
Glorioso y radiante
De la hoz y el martillo.

Escupe en la cara
Del Papa vendido
Que reina en el reino
Del oro maldito,

Y con tu doctrina
De acción y de triunfo
¡lucha con nosotros,
camarada Cristo!



Ronda de Paz


Contra la muerte y la guerra,
blancas rondas de escolares
envuelven como collares
el globo azul de la tierra.

Son los chiquillos felices
que ignoran las distinciones
de razas y religiones
de credos y de países.

Desprecian el fanatismo
de los hombres inhumanos
que matan a sus hermanos
en nombre del patriotismo.
Un coro de corazones
empapa todos los vientos
de risas y de canciones
de luces y sentimientos.
Y con un amor profundo,
los niños universales
en cadenas musicales
unen los pueblos del mundo.

(de cien poemas para niños)


Tengo una sed infinita


Mocita, cuando me miras,
te juro que yo quisiera
beberme de un solo sorbo
tus ojitos de uva negra.

¡Ay! mi gentil gitanilla,
bella y dulce, blanda y buena;
Derrámate al alma mía
como una lluvia de estrellas

Tengo una sed infinita
de niñas verdes y frescas,
quiero un río de ternuras
para anegar mi tristeza
Gitanilla, la mas linda
de las mozas tarijeñas,
voy a tomarte un trago
en esta tarde morena
Por que me han dicho que tu eres
aquella copa soberbia,
donde el Señor ha vertido
toda el alma de esta tierra.

Y he de llevarte a mis labios,
vaso azul de mi bohemia
para morir embriagado
por la dulzura suprema.


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