martes, 15 de marzo de 2016

POEMAS DE HUGO BALL



(Alemania, 1886 - Siuza, 1927)


Gadji beri bimba 

     gadji beri bimba glandridi laula lonni cadori
     gadjama gramma berida bimbala glandri galassassa laulitalomini
     gadji berl bin blassa glassala laula lonni cadorsu sassala bim
     gadjama tuffm i zimzalla binban gligla wowolimai bin beri ban
     o katalominai rhinozerossola hopsamen laulitalomini hoooo
     gadjama rhinozerossola hopsamen
     bluku terullala blaulala loooo
     
     zimzim urullala zimzim urullala zimzim zanzibar zimzalla zam
     elifantolim brussala bulomen brussala bulomen tromtata
     velo da bang bang affalo purzamai affalo purzamal lengado tor
     gadjama bimbalo glandridi glassala zingtata pimpalo ögrögöööö
     viola laxato viola zimbrabim viola uli paluji malooo
     
     tuffm im zimbrabim negramai bumbalo negramai bumbalo tuffm i zim
     gadjama bimbala oo beri gadjama gaga di gadjama affalo pinx
     gaga di bumbalo bumbalo gadjamen
     gaga di bling blong
     gaga blung



Seepferdchen und Flugfische / Caballitos de mar y peces de aire

     tressli bessli nebogen leila
     flusch kata
     ballubasch
     zack hitti zopp
     
     zack hitti zopp
     hitti betzli betzli
     prusch kata
     ballubasch
     fasch kitti bimm
     
     zitti kitillabi billabi billabi
     zikko di zakkobam
     fisch kitti bisch
     
     bumbalo bumbalo bumbalo bambo
     zitti kitillabi
     zack hitti zopp
     
     treßli beßli nebogen grügü
     blaulala violabimini bisch
     violabimini bimini bimini
     fusch kata
     ballubasch
     zick hiti zopp
     El literato (1)
     Vauvert yo soy, el gran ilusionista.
     Cientos de flamas circundan mi vista.
     Yo me arrodillo en altares de arena,
     Astros violetas adornan mis prendas.
     El tiempo de mi boca se desprende,
     mis ojos y oído a los hombres aprehenden. 
     
     Soy del abismo del falso profeta,
     que tras las ruedas del sol parapeta.
     Del mar invocado en cuernos de furia,
     vuelo en el vaho de rezos de injuria.
     El tímpano impacto en duro sonido,
     cascadas de cadáveres yo cuido.
     
     Soy el secreto de herejes burlones,
     un rey de vocales y fanfarrones.
     Hysteria clemens canté sin desveno,
     en cada figura del desenfreno.
     Un poeta, guasón, un literato,
     siembro palabras, falaz arrebato.


El verdugo

Te pongo a rodar sobre tus rojos manteles.
Pongo manos a la obra: radiante como un maestro carnicero.
Los bancos y las mesas como cuchillos relampagueantes
el enano de la sífilis husmea en los sartenes llenos de cola y jalea.
Tu cuerpo es retorcido esplendoroso y brilla como la luna amarilla
tus ojos son pequeñas lunas lascivas
tu boca revienta voluptuosa en la miseria de las judías
tus manos una caracola, que vive en los jardines rojo sangre llenos de uvas y rosas
¡Ayuda, Santa María! ¡Brotaron de tu cuerpo los frutos
oh santísima! Me escurre fuego ardiente por las piernas.
Mi pelo una tormenta, mi cerebro la yesca
mis dedos diez ávidos clavos de carpintero
que clavo en los fetiches de la cristiandad.
Cuando tu grito de dolor dinamitó fuera del pino tus dientes
bajó un bullicio de oro por entre las vigas del cielo.
Una hostia gigante huía y se detuvo entre montañas de rosas
borboteaba un aleluya entre los miembros de apóstoles y pastores.
Entonces danzaban hombres y rameras desnudos en éxtasis desquiciado
paganos, turcos, cafres y moros sobretodo
se disiparon los ángeles del círculo terrestre
y llevaron oscuridad y suplicio en un platón centelleante
No había ningún capullo materno, ningún ojo inyectado de sangre y sin esperanza
cada alma se abría a la infancia y al milagro.

Cancion Dada: 

I
la canción de un dadaísta
que tenía dadá en el corazón
cansaba demasiado su motor
que tenía dadá en el corazón

el ascensor llevaba un rey
pesado frágil y autónomo
cortó su gran brazo derecho
lo envió al papa en roma

por ello
el ascensor
ya no tenía dadá en el corazon
coman chocolate

laven su cerebro
dadá
dadá
beban agua

II
la canción de un dadaísta
que no era alegre ni triste
y amaba una bicicleta
que no era alegre ni triste

pero el esposo el primer día del año
sabía todo y en una crisis
envió al vaticano
sus dos cuerpo en tres valijas

ni amante
ni ciclista
eran ya ni alegres ni tristes
coman buenos cerebros

laven a su soldado
dadá
dadá
beban agua

III
la canción de un biciclista
que era dadá de corazón
que era por ello dadaísta
como todos los dadás de corazón

una serpiente llevaba guantes
cerró pronto la sopapa
se puso guantes de piel de serpiente
y fue a abrazar al papa

es conmovedor
vientre en flor
ya no tenía dadá en el corazón
beban leche de pájaro

laven sus chocolates
dadá
dadá
coman ternero

Tristan Tzara


Sonido poético:

Gaddi beri bimba
Glandridi lauli lonni Cajori
Gadjama bim beri glassala
Glandridi glassala tuffm i zimbrabim
Blassa galassasa tuffm i zimbrabim...

(Hugo Ball, año 1916)

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