viernes, 13 de mayo de 2016

POEMAS DE ALLEN CURNOW


(17 June 1911 Timaru, New Zealand - 23 September 2001)


Recalada en mares inexplorados



I

Con sólo navegar en una nueva dirección
     tú bien podrías ensanchar el mundo. 
      Has escogido a tu capitán,
     entusiasta de los descubrimientos, con suficiente 
      fuerza para hacerlos,
     sin importar qué naves quedaran dispensadas 
     de algún otro servicio más urgente para aventura anual.
     Inventarió las más probables conjeturas
     sobre la travesía por lo Desconocido,
     suposiciones de doradas costas e historias sobre 
      monstruos
     para ser digeridas como instrucciones simples
     en situaciones probables e improbables.

Con todo esto ya resuelto y hecho, te lanzaste con tu 
      tripulación
     una hermosa mañana, el mejor clima que ha tenido el año;
     ampliándose los cielos y las furias oceánicas
     subyugadas por la iluminación veraniega; con tiempo
     para ir embelesados, navegando
     una hermosa mañana, en el Nombre de Dios
     por las aguas sin nombre de este mundo.

Oh tú, que todo riesgo habías estimado
     en tu negocio con aquellas aguas, aguas del mundo
     aún inexploradas. 
      Pero más que el cañón
     del imperio del mar, perros de bronce y ladridos de hierro,
     de la isla de Timor a los Estrechos, pudieron apoyar el desafío.
     Entre el Sur y tú una antigua enemistad
     fue alojada en la mente exploradora, aquella que jamás toleraría
     tan grande hegemonía de ignorancia.

Allá, donde tus Indias habían ya esparcido
     sus tribus como lluvias del océano, apuntaste tu viaje;
     como ellas invocaste a tu Dios, diste mares a la historia
     e islas para nuevos mañanas peligrosos.

II

De pronto el alborozo
     se disparó como pistola, todo
     el horizonte, hecha la gran caza,
     al pairo. Allá estaba la marina
     tan harta de la costa, sorprendiendo
     como lo harán las nuevas tierras al marinero
     moviéndose en el rostro de las aguas,
     observando a la tierra tomar forma
     en torno a cumbres sobrenaturales, más brillante
     que su propio color cuando emergía.
     Y sin embargo esto, no muy lejos de ser misión inútil,
     no fue lo que esperaba el corazón.
     En su indio y viejo sueño
     los deslumbrantes golfos ascendían
     por palacios antiguos y montañas,
     haciendo arquitectura.
     Aquí la estructura levantada,
     cumbre y pilar de nube 
     —oh esplendor de la desolación— fue alzada
     en lo alto desde el foso, mar adentro,
     con una sombra, un dedo de viento, en ánimos
     pacientes de desembarcar con bien.

Para el isleño, siempre es un peligro
     lo que viene del mar.
     Sobre las amarillas arenas y los claros
     fondos altos, el romo filamento
     parpadea, la sangre de los desconocidos:
     la muerte descubrió al Marinero,
     oh, en un fulgor, en una calma llana;

un estruendo de barcos en bahía
     y el día se tiñó de asesinato.
     Los muertos no tuvieron más aviso
     de mantener distancia.
     El resto, tras haber notado su fracaso,
     siguió adelante con reconocimiento
     rumbo al norte, haciéndose a la mar.

III

Pues bien, el Marinero es el hogar, y ése es un capítulo
     en un libro de texto, mañana relevante

del que creímos conocerlo todo, cuando pudimos ser 
      mucho más aptos
      para lucrar, seguros de nuestro territorio,
     sin asesinos soltando sus amarras en la Bahía Dorada.

Pero ya no hay más islas que puedan descubrirse
     y el ojo explora riesgosos horizontes por su cuenta
     en un clima variable, y murmullos de ahogados
      espantan en sus playas familiares.
     ¿Quién es el que nos lleva a navegar provincias

desconocidas pero no improbables? ¿Quién nos alcanza
     algún futuro desde el alto estante
     de audacia espiritual? No los discursos
     sujetos al Pasado cual condecoración
     al mérito que a sí se felicita;

oh, ni celebración tan presuntuosa
     o historia concienzuda podría liberar
     la corriente de júbilo de un descubridor
     y a las voces que dicen en silencio:
     "Aquí está el fin del mundo donde el milagro cesa".

Sólo con fiel memoria, mientras yace
     sobre él la media luz de una modesta gloria,
     el Marinero vive y se coloca al lado de nosotros, 
     largando al interior de nuestra ola de tiempo
     la mancha de sangre con que se escribe la historia de una isla. ~
     

     — Versión de Hernán Bravo Varela

HIERRO SALVAJE


El mar se vuelve oscuro, oscuro con el viento,
los pies se vuelven pesados, pesados con la arena,
los pensamientos se vuelven salvajes, salvajes con el sonido
del hierro en el viejo cobertizo que se estremece, repicando:
vuélvete oscuro, vuélvete pesado, vuélvete salvaje, vuélvete sonoro,
oscuro con el viento,
pesado con la arena,
salvaje con el hierro que rasga el clavo
y el hundido alarido del vendaval.

El acuerdo final

 
Los guardias arriban en carruajes
arrastrados por caballos azules.
 
Ellos descienden.
 
Se acuclillan bajo la pincelada de árboles
en el clima verde de la Vieja Ciudad
cuando el sol está alto y la luz fuerte.
 
Ellos fuerzan oscuros cubículos
 
sacan a los prisioneros,
sacan agujas, hilo
sacan a las esposas y a los hijos
de los prisioneros,
los colocan uno al lado del otro
 
los apiñan completamente bajo el sol
y uno por uno los cosen juntos.


Tiempo


Yo soy el aire del noroeste rugiendo entre los árboles
Soy la avanzada de las aguas y el óxido de los rieles del ferrocarril
Soy el millaje grabado en los letreros amarillos de las carreteras
Yo soy el polvo, la distancia, las algas a la orilla de la playa,
Soy la suma de las cantidades que los maestros enseñan,
Soy las vacas llamadas a la ordeña y la algarabía de las urracas.
Yo soy las nueve de la mañana en el reloj de la limpia oficina
Soy el golpe del rodillo y el olor de la máquina que escribe
Soy la banca del jardín donde los enamorados se encuentran
Yo soy la persistente canción que los niños escuchan
Soy un sonido llano en el recuerdo del oído
Soy el aserradero y sus demoledores engranajes
Yo, el tiempo, soy todo eso que todavía existe
entre mis tejidos inmensos como nieblas
que logran resistir la finitud del mundo.
Yo, el tiempo que amonesta, desgasta, y que confiere
al deseo de la memoria la imagen de lo que fue:
Yo, mas que su prudente portador,
soy una isla, un océano, un padre, un agricultor, un amigo:
porque estoy aquí todas las cosas me asisten.
Yo soy, tú lo has escuchado, el Principio y el Fin


Transcripción de Continuum 


1ª estrofa
 
La luna pasa por encima del tejado y se vuelve insuficiente
mi casa, y la luna no hace ninguna de estas cosas,
Estoy hablando de mí mismo.

2ª estrofa

Las dos primeras líneas muestran cómo él no es capaz de conciliar el sueño, o demasiado dejar de pensar en el tema, o demasiado salir del planeta. Por lo que parece muy angustiado. Él decide ir fuera y para despertar de su sueño llamada y volver a la realidad.

3ª estrofa
 
Todo el poeta hace aquí es describir el entorno. Pero se obtiene un sentido aquí el poeta es renunciar a la forma en que dice 'un lugar oscuro' no ha encontrado ninguna idea otras formas de explicar lo que ve y nos conoce su oscuro debido a lo que dijo al principio. Así que se podría decir que le falta creatividad en su escritura.
 
4ª estrofa 

nubes brillantes espolvorean (consulta) por la luna, la mía propia
el otro es un adversario, que puede depender
en el viento, o algo así.
 
7ª estrofa
 
sobre el autor, encogiéndose demiurgo, que recoge
su litera y sus herramientas y me camina de un lado
a la cama, sigilosamente en el paso
 
5ª estrofa
 
Un momento de largo se extiende, la próxima no es
a tiempo. No inexplicablemente el frío de
tablones bajo los pies se levanta
 
6ª estrofa
 
en la garganta, por su parte, se vacía el cielo nocturno
la totalidad de su contenido hacia abajo. Encienda un desnudo
talón, cerrar la puerta tras
La luna pasa por encima del tejado y se vuelve insuficiente
mi casa, y la luna no hace ninguna de estas cosas,
Estoy hablando de mí mismo.

No es posible bajar a dormir o
el sujeto o el planeta, ni a pensar pensamientos.
Mejor descalza hacia afuera del frontal

magra puerta y desde el porche a través de las alibustres
y las palmas de las manos en la creación lavado-hacia fuera,
un lugar oscuro con dos particular,

nubes brillantes espolvorean (consulta) por la luna, la mía propia
de y adversario el otro, lo que puede depender
en el viento, o algo así.

Un momento de largo se extiende, la próxima no es
a tiempo. No es inexplicable el frío de
el alisado se levanta bajo los pies

en la garganta, por su parte, se vacía el cielo nocturno
la totalidad de su contenido hacia abajo. Encienda un desnudo
talón, cerrar la puerta tras

sobre el autor, encogiéndose demiurgo, que recoge
su litera y sus herramientas y me camina de un lado
a la cama, en el paso sigilosamente.
Las dos primeras líneas son una metáfora como la luna, obviamente, no lo hace. Pero se da cuenta de que hes dormido y quiere despertarse por completo a causa de su confusión.
No es posible bajar a dormir o
el sujeto o el planeta, que no tenga pensamientos.
Mejor descalza hacia afuera del frontal
magra puerta y desde el porche a través de las alibustres
y las palmas de las manos en la creación lavado-hacia fuera,
un lugar oscuro con dos particular,
En esta estrofa que compara dos nubes de un ser él mismo y el otro es su enemigo u oponente. Se puede relacionarlo de nuevo a su competencia en la poesía y la forma en que otros están por delante de él cuando parece que no puede ser capaz de escribir un poema debido a no tener ningún pensamiento.
Luego dice cómo las nubes no son mucho consistentes como los hes conseguir experiencias con la inconsistencia del poema o poemas que hace y cómo él nunca tiene una idea sobre la que trabajar. Entonces se da cuenta de la temperatura fría por debajo de su pie en el suelo en el que hes de pie o sentado.

El escalofrío bajo su pie se eleva a la garganta por lo que viaja a través de su cuerpo.Entonces, de repente empieza a llover y usted puede pensar que esto le da un poco de inspiración porque escribe con mucha más confianza después de este punto. Se vuelve sobre su única talones y camina a sí mismo hacia el interior y se cierra la puerta, lo que puede ser que hes de apagar todo y ahora que hes encontraron algo para escribir sobre él quiere salir de la experiencia que acaba de tener y quiere empezar de nuevo, pero ahora con confianza y una idea en la que se puede escribir.
Se cambia la perspectiva aquí, ahora se ve en el poema de alguien punto de vista vigilara.Y aquí el poeta consigue todo lo que estaba usando y se vuelve a dormir. Esta podría ser una buena cosa, ya que se vuelve a dormir, feliz como él ha encontrado por fin algo que escribir. O podría ser una mala cosa cuando se está acelerando su 'basura' que asumiría son sus intentos de escribir un poema y se da por vencido y poco a poco se acerca de nuevo a su cama sin estar convencido y triste por su logro de escribir un poema.

Agrietó una palabra


Agrietó una palabra
para alcanzar el interior de lo interior;
luego, la gran bolsa de papel quedó llena.
El hombre dijo: son buenos y maduros.
Ante los encogidos núcleos,
como lenguas negras en sus bocas muertas
hicieron mofa de la torpeza de canciones
y de la sabiduría bamboleante.
Éstos conformaron
una tonta y pequeña pila;
y las retozantes conchas
cayeron entiesadas sobre el suelo.
Y aquéllas modelaron patrones
a los que atisbaron retrasadas cámaras,
encontrando, como era usual,
gigantescos meteoritos
en el País de los Ratones.
¡Cuán descarado hurto!
Se asentó y asentó y asentó:
alimentando mecánicamente
la pequeña, tonta pila,
los patrones en el suelo,
no más consciente
que de recuerdos,
deseos, y un débil,
mas asertivo agijonazo de pulgares.
De su júbilo: los principios.
Traducción: Hanzel Lacayo

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