martes, 31 de mayo de 2016

POEMAS DE IRVING LAYTON



(Rumania, 1912 - Canadá, 2006)


SEGUIDOR DE ZOROASTRO


Deseo que nada jamás
se interponga
entre el sol y yo

Si veo un avión
lo derribaré

Filosofías
religiones:
atemorizadas excusas
para no permitir que el sol
te alimente
y reduzca a cenizas

Mira los esqueletos
de esos robles:
la orgullosa sabia de la vida
pasó a su través
sin que hubieran jamás oído
de Jesús y Marx



DE CÓMO FUNCIONA EL MUNDO


Me ha costado tiempo, Lígdamo,
saber que los humanos, salvo
unos pocos santos, son degenerados
o idiotas.

Los insensatos no son nunca malvados
por designio, pero se te ponen delante
como feos tocones de chopos; se rodean
de mal gusto o a causa del tedio
se enzarzan en largas guerras
en las que apretarse
los machos, la firmeza y el valor imperan
para lograr sus necios afanes.

Malignos son los inteligentes.
Entendidos y sutiles
seducen a la mujer de su amigo
a la par que alaban con los labios a su esposo.


EL MOSQUITO

Sumiso ya como un monje franciscano, 
su bolsa inflada 
una minúscula bomba, cápsula oscura, 
se puso en el mismo centro 
de la mesa blanca— ¡una diana! 
Una mariposa blanca volaba en círculos.

Qué extravagancia tan estúpida, pensé, 
exhibirse de este modo: 
ese oscuro botín perfilado, dejando que el sol 
lo traicione.

Di un golpe fuerte con la mano 
y asusté a la mariposa blanca 
que presta y alegre seguía su curso, luego 
lamí el círculo rojo de sangre 
en mí mano hasta hacerlo una estrella, 
borrosa, aunque se podía 
descifrar;

mientras tanto el mosquito con una dignidad 
insólita aferrándose a sus patas inertes 
se arrastró para ambos a lo largo de la mesa blanca y redonda 
una roja bandera de protesta solemne 
e inútil.


CAÍN

Le cogí a mi hijo la escopeta de aire comprimido, 
medí cinco pasos hacia atrás, el hebreo 
en mí, narcisista, padre de hijos, 
bajo tierra. Desde allí apunté y disparé. 
El balín silencioso dio en la espalda de la rana a una pulgada 
de su cabeza. Brincó del todo 
sorprendida, como por un cosquilleo repentino 
(debió pensar) y saltó de la arena mojada 
al agua marrón que había alrededor. Pero 
el balín había hecho estregos. Su siguiente salto 
fue un lamentable fracaso, sin impulso ya, 
en sus patas. Lo intentó —como Bruce— de nuevo, 
lanzando al aire sus manos sensibles 
de pianista como haría un enano o un niño indefenso. 
Su salpicar alteró la tranquilidad del estanque 
y a una rana vieja que, tras su foso de yerbajos, 
pestañeaba y miraba satisfecha. 
La superficie del estanque se convirtió de pronto 
en un cerrar de párpados y burbujas como notas musicales 
líquidas, luminosas, cayendo de la pagina 
blanca, de barba blanca, un crescendo veloz 
de sonidos inaudibles y los susurros de una arpía 
entre bastidores por los juncos y espadañas 
como si se tratara de un Lear o Edipo agonizantes.

Pero la muerte nos hace a todos parecer ridículos. 
Observa esta rana (perra, puerca, como quieras) 
despatarrada, su absurdo cadáver mecido por el oleaje 
que su último salto en vano puso en marcha. 
Como vejete retirado, no pude evitar sonreír, 
viviendo de los restos del seguro: 
las olas —derrumbándose— pagaron las primas.

Absurdo, qué absurdo. Quería matar 
por la burla que suponía, matar y matar 
de nuevo —a esa rana, perra, puerca, encaprichada de sí, 
cualquier cosa con un ápice de vida, 
al ver al brincador muerto, con pies de Chaplin, 
mecido y acunado en esta tarde 
de aguas tranquilas, juncos y sol sofocante. 
El agujero en la espalda claramente visible 
y la piel rasgada un pegote de sombra 
moviéndose al moverse el agua del estanque. 
Ay Egipto, esa Grecia de mármol, la resplandeciente Roma, 
¿perecisteis también al final por un pequeño agujero 
en la espalda que no pudisteis rascar? ¿Y se abrirían 
vuestras bocas fantasmales, jadeando 
entre los juncos espesos, los sapos escondidos, 
con las espaldas destrozadas escalamos hacia el cielo?

Cuando a la mañana siguiente pasé por el lugar 
la rana yacía boca arriba, una mano delicada 
en la barriga, la delantera de su camisa blanca 
inmaculada. Parecía como si fuera 
un comediante; un bailarín de claqué disculpándose 
tras una caída, o un maestro de ceremonias, con una gran sonrisa 
arrancándonos la carcajada con un aparte 
o quizá con un chiste que no acabamos de oír.


GATA MURIENDO EN OTOÑO

Saqué la gata a morir, 
y la acomodé 
en un abrigo de hojas, 
fría y ensangrentada, 
su gemido 
llegaba ya más callado 
y breve en la economía de octubre 
hasta que las mandíbulas 
se abrieron y cerraron sin sonido alguno.

Tras el amplio ventanal 
miré a la gata moribunda 
cuyo pelo cual velo de aire 
el viento del otoño removía 
indiferente con la hojas: su forma (¿o sería el viento?) 
aún respiraba— 
una sorpresa de blanco.

Y yo pensaba 
en la nieve que se derrite en primavera 
0 en una tira de gasa 
cuando un gorrión 
se posó a su lado 
y metió su pico en el hoyo; 
al momento salió zumbando, sus alas, 
como podéis suponer, estremecidas.

Me permitió ver 
desde mi casa 
el pétalo torcido 
que cayó 
entre las patas malogradas 
para tenerlo o jugar con él, 
y la sonrisa apretada 
que tienen los gatos al morir.

MALENTENDIDO


Le puse
la mano
en
el muslo

Por el modo
en que ella
se apartó
vi que
su entrega
a la literatura
no era
perfecta.

Poeta y Mujer


Mis poemas nacen del caos
del sufrimiento y la pena.
Mi canto es más alto
cuando me cortan la garganta.

Y mientras le decía esto
le alcancé la hoja de afeitar
para que me degollara.

Después, al verla limpiar
y trasvasar mi sangre
en el jarrón esmaltado
no pude ni siquiera agradecerle.

Y sin embargo, de este silencio
nació mi mejor poema:
ése en el que ella le canta 
en su cama al malhumorado cíclope.

LA BOCA PERFECTA


Nunca, lo juro,
en ninguno de mis viajes
vi labios tan perfectamente definidos
tan flexibles, tan suaves,cuya curva me
enloqueciera,
como lo hacía la redondez de su barbilla.

Escúchenme todos:
noches enteras no pude dormir
por pensar en su boca perfecta
y en plena luz del día
podía mirar fijamente los suaves y rellenos labios
como un hombre ciego
a quien recién se le ha concedido la vista

Si pudiera cumplírseme un último deseo
pediría ver una vez más
el orificio carmín
que me mantuvo esclavo durante tanto tiempo,
perdonaría todo; todo,
las mentiras, insolencias y engaños
de labios tan perfectos y hermosos.

Y observar una vez más los pétalos rosas
abriéndose ante mi hombría
para destilar el familiar perfume,
provocando que mi cuerpo se retuerza con placer
mientras ella lleva el esperma en su impecable boca,
el espasmo final
volviéndose mi temblor postrero.

Cementerio Mont Royal*

Afortunados fiambres
que habéis escapado
          ilesos
de la bestia más feroz
de la creación.

Ya que no fuisteis gaseados
ni achicharrados
que no os dispararon
ni abrieron el cráneo
con una palanca de hierro
ni os vertieron plomo fundido
por la garganta
sino que
como buenos burgueses
pagasteis por vuestras tumbas
y yacéis ahí pacíficamente
          enmoheciéndoos
en la tierra.

Vuestros descendientes
serán todavía más afortunados
si no llegan a nacer.

*Mount Royal: cementerio de Québec

COSAS DIFERENTES



Hay varias cosas que podrían estar en esta rima 
de limones en una cesta 
hierba de menta fragante en una terracota en el alféizar 
orquídea "Imperial" en la estantería de baño 
tres bombillas de chalotes, un jarrón de flores freesias blancos y una rosa amarilla 
Podría haber un violinista dibujado en la acera y 
un pollo en el techo, 
un hombre podía cantar esta rima 
mientras se afeita después de una ducha, la toalla atada a la parte 
alguien podría desatar el nudo 
una mujer podría lanzar una moneda de oro 

un extraño podría llegar en esta rima 
ofrecer las manzanas educados antes de la lluvia 

la mujer podría cortar las manzanas en un tazón azul 

podría llover en esta rima 
pero si llueve el hombre seguiría a cantar 
mientras que la toalla cayera sobre el parqué pulido 

la mujer podría buscar un poema de Irving Layton 
en la biblioteca de la estancia o entre las tarjetas de escritorio 
sin encontrarlo, pero sabes scoverebbe otra poesía 

podría conseguir en la bicicleta y pedalear rápido 
a la biblioteca Utopía [está siempre abierta!] 
y decir la siguiente frase: "Me gustaría un poema erótico es este 
He esperado tanto tiempo "- incluso podría saber 

puede ser un ordenador en esta rima 
y también un blog en el que confiar estas palabras concluyentes 
antes de que usted aparece 
podría quedarse durante la cena, pero hay que arrancar la gallina 
una receta provenzal: chalotas y las manzanas, el brandy, sal y pimienta 

Después de la cena se podía leer un corto poema de Irving Layton 
en esta canción de cuna.

"Mientras caminaba, descubrí dónde iba 
Mientras que odiaba intensamente aprendí a amar. 
Ahora casi no entendía que sono.Un otro paso más y estaré de vuelta 
En el lugar donde empecé ".

( "No hubo signos", de la colección "A Wild Peculiar Joy")


Divinidad

Si yo fuera un poeta torpe 
Yo te comparo a Helen; 
Saquear las mitologías 
Griego, chino y persa 

Para una vehemente diosa 
Y delgada: uno con la forma como justo. 
Sin embargo, no lo hallo. O, amor, usted es 
Ágil como un vendedor ambulante Judio 

Y lleno de gracia. tal ligereza 
Es en su paso, instrumentos 
Guardo para el espectador 
Para demostrar que caminar, no bailar. 

El simple hecho de tocar que es el fuego 
En mi cabeza; mi cabello se vuelve 
Una zarza ardiente. Cuando usted habla, 
Al igual que Moisés estoy mudo 

Con maravillado, o como él 
Tartamudeo con orgullo y el miedo: 
Sostengo, amor, divinidad 
En mi cara cambiada y el cabello. 

El puma domesticado

Se equivoca, dijo 
No soy ni libertino ni mujeriego. 
Si estoy loco por las mujeres 
que es para la belleza 
lástima algún demonio arrojó sobre ellos, 
una belleza que ciega la mirada a todo lo 
excepto labios ojos pechos 
y enturbia mi sangre 
como un delicioso veneno. 

Cuando el ajuste es en mí 
Yo soy su esclavo, su hombre Fiday; 
que pueden hacer conmigo lo que quieran 
y su deseo más absurdas 
Estoy tan maleable como la arcilla, 
más flexible que la paja. 
Por su aliado no es la belleza por sí sola 
pero el scantness de sentido o propósito 
Encuentro en el nicho curva más remota 
del universo; 
el que enmarca sus inmensidades vacías 
no contar con la razón o la conciencia de un hombre 
o el dolor unassuageable en mi corazón. 

Las mujeres y los poemas son mi única oportunidad aquí 
para dar forma y el contorno de la respiración expulsados 
y la fábula de sentido. 
Pongo en la cima de cada mujer que amo 
una corona hecha de las palabras escogidas; 
Yo la visto como una reina arbolado 
en tropo y la metáfora. 
Mi desesperación florece en guirnaldas 
braceleting sus muñecas, mi desesperación enferma 
en el tobillo con flores. 
Me conecto el vacío con mi falo 
y haciendo el amor en la cama o la alfombra 
transfigurar la nada pitchblack 
en un puma domesticado cuyas barbas 
nos ictus entre besos enrapturing.


 

Creación

Te formaron; 
Has compuesto entre la oscuridad y el amanecer. 

Eres mi-mejor hecha poema 
El que antes he trabajado más larga terminado. 

¿Qué se hace con un poema? 
Uno da al mundo. 

Vaya, querido, las delicias de los demás 
A medida que me he deleitado. 

Traer su fragante frescura 
Para el amante y amante. 

En sus lomos sembrar la locura y la fiebre 
Que mi fama durará para siempre. 

Insomnio

Después del baño 
usted se acuesta sobre la cama 
exponiendo las capas 
de la hermosa piel lavada 
ambos nos miramos con sorpresa; 
largos mechones de pelo, brillante y húmeda 
bajo la luz del sol amarillo, 
cayó sobre sus hombros: 
hicieron dos signos de exclamación 
con sus pezones endurecidos. 

Y suavemente se quedó dormido 
a mi lado; 
mientras que yo, mi dulce, se mantuvo despierto 
toda la noche 
quien tenía su belleza al descubierto 
pensar sobre, 
sus pezones me preocupantes 
en la noche 
como dos misteriosos asteriscos.
                 

Contra esta Muerte

He visto respetable 
muerte 
servido como el pan y el vino 
en las tiendas y oficinas, 
en el club y albergue, 
y desde la esquina de la calle 
Iglesia 
que las caras 
dos caminos 
He visto la muerte 
servido 
hielo similares.

Contra esta muerte, 
lento, cierta: 
el cuerpo, 
este sol corpulento, 
las exhalaciones 
de su respiración, 
tus mejillas 
se levantó y encantador, 
y el secreto 
vida 
de la imaginación 
la libertad maquinación 
de la mano de obra 
y la piedra.



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