"Himno de la Anarquía”
¡Libertad! es el grito sonoro
que resuena en los aires doquier
lo cantaron las aves en coro
y el obrero lo oyó en el taller…
Ya es vencida la ruin tiranía
ya se apaga su antiguo esplendor
y se alza la bella anarquía,
junto al siervo de ayer, vencedor.
Cuántos siglos de heroica pelea
por romper las cadenas del mal,
por sacar del silencio la idea
y oponerla al feroz capital.
Alza obrero, sin miedo la frente
ante la déspota avaro patrón,
ya tu hueste pujante y valiente
enarbola su rojo pendón.
Tomado de:
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-132595.html
La pampa esclava
I
Extraña como un bárbaro paisaje
descubierto en un muro arqueológico...
duerme la Pampa su sopor salvaje
soñando un cataclismo geológico!
Viuda del mar que la arrojara un día
como hembra infecunda e histérica...
ella ha sido una sierva muda y fría
abandonada en el confín de América!
De sus viejos amores submarinos
le quedan las arrugas en el vientre.
Atesora depósitos salinos
en donde quiera el "cateador" se
encuentre!
II
Como grandes colmenas laboriosas
se yerguen las enormes Oficinas...
semejando prisiones misteriosas
de un vasto Imperio convertido en ruinas.
Sólo una tropa de dispersos montes
que las sequías convirtieron sierras,
levantan los rastreros horizontes
de aquellas áridas salobres tierras!
Nunca el aroma de una planta verde
embalsamó los aires del Desierto.
Ni una avecilla que al cantar recuerde
los ecos mudos de un pasado muerto.
Sólo el viejo huracán su melena azota
sobre los flancos de las sierras mudas...
Como un velero con la quilla rota
sobre las playas de la mar, desnudas!
III
Allí trabaja la inhumana gente luchando a brazo
con la costra dura... El sudor baña la tostada frente y tiembla la viril
musculatura! El sol desgrana su millón de flechas sobre la inmensidad de la
llanura Y en las espaldas, al caer, derechas, producen escozor de quemaduras!
Ataca el barretero con empuje la mancha salinosa que adivina... A cada golpe su
espinazo cruje... y la barreta en el costrón rechina! Hecho el barreno circular
y hondo se carga de traidora dinamita... que al explotar arranca de su fondo
hasta la roca riva que dormita! A una cuadra de altura del suelo parece la
gigante bocanada... un estornudo que lanzara al cielo la fauce de la Pampa acatarrada!
El torbellino de guijarros crece cayendo al páramo recién abierto... Así el
lugar de la labor parece erupción de un volcán en el desierto. Queda rota la
ansiada calichera... desfloramiento de senil entraña. Monstruo devorador de
carne obrera, llaga de la llanura y la montaña! Ahí el pampino agotará sus
bríos... Ahí su frente se pondrá ceñuda, mientras el sol de cálidos estíos le
quemará entera su piel desnuda! Ahí los siervos de la edad moderna, blandiendo
el combo más de quince horas sufrirán reumatismo en cada pierna trabajando en
las noches sin auroras!
IV
Las dos de la mañana apenas son y bajo el viento
del invierno helado... a su faena se encamina el peón baja la frente, la
Esperanza al lado! Silba el "pampero" por la noche negra Cada paso
retumba en los salares... La idea de ser libre sólo alegra esas almas preñadas
de pesares! Y en medio de la noche infame y larga parecen los obreros
trabajando... tristes forzados cuya vida amarga llena de angustias están
soportando.
V
Las pálidas mujeres de la pampa envejecen de
anemia y de clorosis... Y la que el vicio en su avidez no zampa se la engulle
la cruel tuberculosis! El Campamento que al obrero asila - nueva prisión de
"criminales natos"- produce la impresión en la pupila de un
cementerio trajinado a ratos... El Alba, cuando el frío resquebraja la dura
costra del caliche infame, no siente el jornalero que trabaja de sus chicuelos
una voz que llame. El hielo que a los hombres aletarga, traspasando la vieja
calamina, cala toda la noche, negra y larga, los huesos de la prole que
germina.
VI
Así es el campamento en el verano cuando el sol
evapora el aire seco... un enervante cocimiento humano que hace de cada niño un
gran muñeco Allí la raza su vigor agosta... en la Deportación del campamento.
Las piernas flacas y la espalda angosta, arrastran un deforme Pensamiento! En
cada rostro de mujer u hombre la darwiniana adaptación refleja, de los
desiertos la expresión sin nombre, sin alegría, sin amor, ni queja! Todo es ahí
momificante y gris... Nada produce novedad alguna Aquello es un exótico país,
imperio de la Fiebre y de la puna!
VII
Cerca del campamento presidiario... elévese la
grande Instalación que amasa del pulmón proletario el hígado grasiento del
"patrón." La maquinaria poderosa y fuerte, Y los cachuchos de
insaciable boca... donde hace hervir hasta el vapor la Muerte al desgraciado
que su turno toca! La sal preciosa está ahí en acopio... La ha visto el
jornalero cada año dejando estéril el terruño propio ir a dar vida al
continente extraño! El enorme caballo de Vapor arrastra jadeando con su carga y
queda como fin de la labor una columna de humo negro y larga. Así concluye la
faena ruda con el pito del tren que silba ronco Mientras la pampa bajo el sol
desnuda parece una serpiente al pie de un tronco!
VII
Tal es la vida del Desierto cálido; tal es la
noche del Desierto frío! Como es la cara del obrero, pálido, como es el alma
del patrón impío! Así los años por su frente bajan sin que su noble corazón se
aflija. Cuando los huesos, de crujir se rajan, en un "cartucho, “su
ilusión se fija. Mientras el rico salitrero llena los grandes barcos de salino
grano... y ve juntarse, sin afán ni pena, un ciento de millón en cada mano!
IX
El Sol en el Desierto reverbera y bajo el soplo de
sus mil alientos, se parece la Pampa a una ramera entregada a impuros
pensamientos! El Capital de sus entrañas goza con imprudente refinada calma
Mientras al frente de la pobre choza la autoridad le prostituye el alma!
X
Fue agotada la dura "calichera" El pobre
diablo a su presidio torna Y halla en el hogar la prole entera que la miseria
contra él soborna! No crece en el erial una callampa El agua no humedece las
arenas Y el rojo Sol de fuego de la Pampa evapora la sangre de las venas. A lo
lejos parece la Oficina un hormiguero de labor constante. Y el campamento gris
de calaminas un "bocado"en el vientre de un gigante! Queda en pie la
infernal explotación donde pena el obrero noche y día, donde el parásito voraz
"patrón" sus tentáculos ve en la Pulpería. Y el calichero que la
sangre suda, la realidad de Prometeo encarna sobre la pampa bajo el sol desnuda
como una piel comida por la sarna!
XI
¡Oh, Servidumbre del Salario libre! ¡Puñal de oro
que la vida arranca! ¡Haz que tu víctima algún día vibre la Marsellesa de la
Raza Blanca!
Tomado de:
http://omarardila.blogspot.com/2014/03/poemas-de-barret-escobar-y-carvallo.html
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