sábado, 8 de abril de 2023

POEMAS DE SARA BERENGUER

 



El decir de la Gente

 

No me importa lo que digan

si lo que he dicho es cierto.

No me importa lo que harán,

sino lo que quedó hecho.

Las palabras poco sirven,

lo que sirven son los hechos.

 

 

Contar…

 

El paso por la frontera…

los campos de concentración

y montañas de tristeza:

la lucha para vivir

guardando la esperanza

de volver a nuestra tierra,

que nunca quedó olvidada.

Mas la angustia,

la cizaña de pensamientos dispersos,

debilitaron las fuerzas

de aquella juventud sana,

que se marchó voluntaria…

al maquis, la resistencia

y a reivindicar España,

cuando habían pasado

por los campos de exterminio

cuya tragedia ¡fue amarga!

Trabajar; de todo un poco,

en el bosque, la mina, el campo.

Ha sido a fuerza de años,

con una espina en el alma

que nos fuimos integrando

a esta tierra de Occitania

que en los reculados tiempos

se entrelazó con Hispania.

¿Queréis escribir la historia,

oír contar, cazar palabras?

Mortecida la memoria

que ya poquísima queda…

es como hacer el inventario

cuando una manga de viento

parte de lo que hay, se lleva.

 

 

El cristo detrás del telón

 

Si penetras

en la piedra

como penetra

la hiedra.

Si eres tan

fuerte y tan bueno

como predica

la Iglesia

¿porqué no paras

las guerras?

¿por qué das

vida a los tiranos

y alimentas

las miserias?

¡No! tus ojos

son de cristal,

y tu corazón,

de piedra.

¡Dicen que eres

inmortal!

mas, nada en

este mundo

arreglas.

¿Para qué

tantas plegarias?

¿Para qué

tantas mentiras?

si el engañar

a los hombres

no es una

acción moral.

¿Para qué

rogar al cielo?

si de allí

nada vendrá

si no son rayos

y truenos,

la lluvia o

el vendaval.

Con tus ojos

de cristal

y tu corazón

de piedra,

pasa un año,

otro año,

y todo lo

malo queda.

Nunca lograrás

ver nada que

a tu conciencia

conmueva,

porque ella,

si la hubiere,

fuera de piedra

o madera.

Mi único Dios

en la tierra,

es el fluido que

en mí se integra.

La onda, que

me penetra,

vaporosa y etérea.

La que da la vida

al instante

en que aparece

la materia.

Ya ves, las

palomas vuelan

y nunca vieron

tu presencia.

Y el más humilde

soldado, al momento

de la muerte,

no le asistió

tu presencia.

Por eso el hombre

te hizo, con los

ojos de cristal,

y el corazón,

¡de piedra!

sin poderte

dar un alma,

ni darte

inteligencia.

Sólo eres

parapeto

de los que,

tras de ti,

tejen hipocresías

para anular

al que piensa.

Mas el pensar

igual vuela,

como se elevan

las águilas

y escapan.

Como escapan

los rayos de luz,

cuando atraviesan

la niebla.

Por eso se oyen

murmullos y el eco

aporta quejas.

Luego, si algo

hay de inmortal

¡sólo es la luz

y la tierra!

¡Ah si tus ojos

vieran!

y tu corazón

no fuera,

como lo es, el

de un muerto,

tendrías que

delatar lo que

se lleva en secreto

y que, delante de ti

dicen y hacen,

sin contar

con tu respeto.

Eso prueba que no

pudieron inculcarte

el sentimiento.

De tenerlo, de pena

te morirías,

porque los que

te cobijan

son esencia

de mentiras,

recubiertas

con un paño

tejido con hebras

de maldad y engaño

Tomado de:

https://poetryalquimia.wordpress.com/2023/01/01/5-poemas-de-sara-berenguer/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario