A sí mismo
"¡Estate quieto, inmóvil! ¡No te pierdas en dádivas!
La dicha no resiste más alta que la envidia;
recréate en ti mismo, para que ningún daño
te traicione en tu tiempo, felicidad o espacio.
Deja ya la tristeza, la elección de lo inverso,
los caminos erróneos por donde te perdías;
haz lo que debe hacerse, oblígate a ti mismo.
¿Qué puedes esperar de quienes no conoces,
de los que se lamentan y alaban tu desgracia?
Conócete a ti mismo, tus cosas, tus deseos,
todo lo que en ti mora. Que nadie te destruya,
y antes de tu partida, adéntrate en tu núcleo,
sé tu propio maestro y domina tu mundo,
que al mundo de los otros todos están sujetos. "
Cómo quisiera recibir el beso
En la boca o en ningún lugar,
y el corazón lo ha de abismar.
No en forma libre ni forzosa,
ni a n con lengua perezosa.
Ni en poquedad, ni en demasía,
porque ambas se hacen niñería.
Que no sea quedo ni sonoro,
la mesura es regla de oro.
No muy próximo, no distante;
uno es penoso, otro agobiante,
no muy seco, no muy mojado,
como a Adonis Venus le ha dado.
No blando ni con rigidez,
ora después, ora a la vez.
Sin demorar ni apresurar,
con diferencia del lugar.
Entre exhalado y asesino,
el labio medio sumergido.
Diferencia oportunidad,
más que con gente, en soledad.
bese ahora uno cualquiera,
como sepa, haya, pueda y quiera!
La amada y yo sólo sabemos,
como mejor besar debemos.
Tomado de:
http://byricardomarcenaro.blogspot.com/2012/06/gedicht-poesia-paul-fleming-wie-er.html
pensamientos sobre el tiempo
Vives en el tiempo y el tiempo que no conoces;
De lo que sois y donde estáis, vosotros los hombres no
sabéis.
Lo que sabes es sólo que naciste en un tiempo
Y que en un tiempo te irás, como viniste.
Pero, ¿cuál fue el tiempo que te dio cobijo en sí mismo?
¿Y qué será ese otro que no hará nada por ti?
El tiempo es todo y nada, el hombre igual a él;
Pero sobre todo y nada hay duda general.
El tiempo muere en sí mismo, y de sí mismo renace.
Uno viene de mí y de ti, el otro somos tú y yo.
El hombre está en el tiempo, éste también en él.
Y sin embargo el hombre, cuando se queda, se va.
El tiempo es lo que eres, eres lo que es el tiempo,
Pero mucho menos eres lo que es el tiempo.
Ah, llega ese momento en que no hay tiempo,
¡Para llevarnos de nuestro tiempo a los tiempos del más
allá
Y nosotros de nosotros mismos, para que podamos ser
iguales a ese tiempo que ya no es!
Tomado de:
https://viciodapoesia.com/2012/12/06/pensamentos-sobre-o-tempo-paul-fleming-1609-1640/
A la muerte de un niño.
¡Duerme bien, niño amado!
Si héroes audaces mueren,
pueblos enteros perecen,
y el tiempo es viento esfumado:
¿ha el hombre de subsistir?
¿no ha todo de sucumbir?
Duerme bien, nuestro es el mal;
somos lo que fuimos siempre:
de años viejos, de reciente
ciencia, y necios sin cesar;
ciegos de ojos, boca mudos,
cual niños llegando al mundo.
Epitafio del Señor Paul Fleming, Doctor en Medicina, tal cual él mismo lo escribiera para sí en Hamburgo, el día 28 de marzo de 1640 en su lecho de muerte, tres días antes de expirar en la gracia de Dios.
Fui en arte y dignidad rico, insigne y en caudal,
del hado hijo dilecto, de padres de blasón,
libre, propio, de mí fui mi sustento, mi son
llegó muy lejos, nadie en mi tierra cantó igual,
por viajes adulado, y sin temer fatiga,
sin cuita, alerta, joven. Oirán hablar de mí,
hasta que el ascua última abrase todo aquí.
Germanas Gracias, todo esto, a agradecer me obliga.
Perdonadme, si soy digno, Dios, padre, amigo,
amada. Os digo buenas noches, de buen grado
me retiro. Hasta negra tumba todo he acabado.
Lo que la muerte ha franco, dispense a su enemigo.
¿Por qué me cuita ver el ánima rendida?
En mí no hay nada menos, que viva, que mi vida.
(Traducción: Héctor A. Piccoli)
Tomado de:
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