Drama en tres actos
Kornelius, el poeta resfriado,
iba para una fiesta.
Llevaba un sobretodo sobre el brazo
y un sombrero en la testa.
Una camisa blanca y una rosa
en la solapa negra.
II
Y Kornelius el alto
renombrado poeta
al salir a la calle
saludó a su colega
el famoso Francisco de Quevedo Villegas.
Estaba lloviznando
—el ciclo sin estrellas
mostraba a los humanos
una sonrisa negra—
y Kornelius, el alto
renombrado poeta
se resfrió esa noche
sin que se diera cuenta.
III
El salón se alistaba
todo para la fiesta.
Estaba el rey, la reina
y la corte suprema,
el señor secretario,
el conde de Lucrecia.
Ahí llego Konielius,
con su rosa y su ciencia,
se quitó el sobretodo
en la ventana abierta;
y cuando le aplaudía
toda la concurrencia
pidiendo a grandes voces
una canción de guerra,
Él sacudió el vestido,
sonrió, bajó la testa,
se aflojó la corbata,
hizo un gesto a la reina…
Dijo… Dijo… (no dijo):
¡Y estornudó un poema!
Geografía celeste
No ha muerto.
Ha iniciado un viaje atardecido.
De azul en azul claro
—de cielo en cielo— ha ido
por la senda del sueño
con su arcángel de lino.
A las tres de la tarde
hallará a San Isidro
con sus dos bueyes mansos
arando el cielo límpido
para sembrar luceros
y estrellas en racimos.
—Señor, cuál es la senda para ir al Paraíso?
—Sube por la Vía Láctea,
ruta de leche y lirio,
la menor de las Osas
te enseñará el camino.
Cuando sean las cuatro
la Virgen con el Niño
saldrán a ver los astros
que en su infancia de siglos
juegan la Rueda rueda
en un bosque de trinos.
Y a la seis de la tarde
El ángel de servicio
saldrá a colgar la luna
de un clavo vespertino.
Será tarde. Si acaso
no te han guardado sitio,
dile a Gabriel Arcángel
que te preste su nido
que estás en el más frondoso
árbol del paraíso.
Murió la Marisela,
pero aún queda un lino.
1 de julio de 1947
Tercera presencia del amor
Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.
Este amor que es harina
que es infancia de sueños en la frente,
que es líquido de música en la frente
y es lucero nostálgico en la altura.
Este amor que es el verso y es la rosa.
Y es saber que la vida en cada cosa
se nos repite cada vez más fuerte.
Tan eterno este amor tan resistible,
que comparado al tiempo imposible
saber donde limita con la muerte.
Si supiera
Si supiera que esta fuese la última vez
Que te veo salir por esa puerta,
Te daría un abrazo, un beso
Te llamaría de nuevo para darte más…
Si supiera que esta fuera la última vez
Que voy a oír tu voz…
Grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas
Una y otra vez indefinidamente…
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo
Diría te quiero
Y no asumiría tontamente
Que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida
Nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien,
Pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda
Me gustaría decirte cuanto te quiero
Que nunca te olvidaré…
Tomado de:
https://revistadiners.com.co/cultura/15323_poemas-de-amor-de-gabriel-garcia-marquez/
“Sin título”
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
Y algo en tu sangre late y no reposa
Y en su tallo de agua temblorosa
El surtidor florece su alegría.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
Te queda tiempo para ser hermosa,
Si aún existe la arteria de la rosa
Para tomarle el pulso a la poesía.
Si alguien llama a tu puerta una mañana,
Sonora de palomas y campanas
Y aún crees en el dolor de la alegría;
Si aún la vida es verdad y el beso existe,
Si alguien llama a tu puerta y estás triste
Abre que es el amor, amiga mía.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2013/12/la-poesia-de-gabriel-garcia-marquez/

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