viernes, 18 de julio de 2025

POEMAS DE SADAKO KURIHARA -POESÍA CONTRA LA GUERRA-


“Cuando decimos 'Hiroshima'”

 

Cuando decimos Hiroshima, ¿la gente responde:

suavemente, Ah, ¿Hiroshima? …Di Hiroshima,

y escucha Pearl Harbor. Di Hiroshima,

y escuchad la Violación de Nanjing. Did Hiroshima,

y escuchar a mujeres y niños en Manila, arrojados

en trincheras, rociados con gasolina, y

quemado vivo. Di Hiroshima y escucha

ecos de sangre y fuego. Ah, Hiroshima,

Primero debemos lavar la sangre de nuestras manos.

 

Traducciones del inglés al español / Traducciones del inglés al español:  Nuna López

Tomado de:

https://zocalopoets.com/category/poets-poetas/sadako-kurihara/

 

 

Haremos nacer

 

 

Fue una noche

en el sótano de un edificio destruido.

Heridos de la bomba atómica llenaban

ese sótano que no encendía ni una vela.

Olor de sangre y de cadáveres descompuestos.

En medio de un sofocante olor de sudor y de

quejidos se oyó una voz extraña, decía

“va a nacer un bebé”

en un sótano como el fondo del infierno.

Una mujer joven tenía contracciones.

En un lugar donde no prendía ni la luz de

un cerillo, ¿qué se podía hacer?

Todos preocupados se olvidaron de su propio dolor.

De pronto, “yo soy partera, yo haré nacer”.

La que dijo eso fue una mujer gravemente herida

que un momento antes gemía.

Así nació una nueva vida en las tinieblas infernales.

Así la partera expiró cubierta de sangre

sin esperar a ver amanecer.

Haremos nacer,

haremos nacer,

aunque se pierda nuestra vida.

 

 

Doy testimonio sobre Hiroshima

 

 

yo que sobreviví deseo, antes que nada

ser un ser humano

sobre todo como madre protesto

nada menos en contra de la guerra

dedicando a los seres vivos mis

lágrimas que se han de caer sobre los

cadáveres protesto si se llegaran a

condenar muchos futuros y se desgarrara

un día el cielo azul que se extiende

en muchos futuros y encima de los niños

de mejillas rojas

aunque bajo cualquier nombre se castigue

a madres que no aceptan la muerte de su

propio hijo no me escondo ni huyo

en mi retina quedó grabado el infierno

de aquel día

 

 

6 de agosto de 1945

cuando apenas empezó a brillar el sol cuando

la gente estaba por comenzar

piadosamente el día

de repente

desapareció la ciudad en un soplo de viento

la gente herida quemada siete ríos

se llenaron de muertos

aunque haya un dicho

“el que haya entrevisto el infierno

y luego hable de éste será arrastrado

al infierno por el demonio”

yo como testigo sobreviviente de Hiroshima

adondequiera que me arrastre

daré mi testimonio

y cantaré con todo mi corazón

“basta de guerras en el mundo”

Tomado de:

https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/89e54e4f-d127-434d-be58-280a383bcbf9/dos-poemas

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