ASÍ ME PERCIBE
Así me percibe una abeja:
una mancha grasienta de vacilantes
dimensiones, apenas distinguible
entre el olor y la forma.
Tomado de:
https://circulodepoesia.com/2016/04/cuatro-poetas-polacos/
El arte de copiar llaves
Ahora nos divertimos copiando llaves:
para el mundo, la vida, las cálidas manos.
Nuestros labios se convierten en ojos, miran
y siguen a un pinzón, dedos del viento en cabellos
de hojas, una sombra que desaparece.
No sabemos nada acerca de la muerte.
Seguimos apartando los rayos cálidos
del día, y así pasamos a la otra
cara, como los pequeños delincuentes
con una ganzúa en las manos sudadas.
Luz en un vaso de agua
Siempre se trata de lo mismo:
de una metáfora adecuada, de una huella
perfectamente reconocible, de un acontecimiento
descrito con todo detalle. Pero es así como te engaña
el demonio cartesiano, en secreto
y con malicia. Siempre estás preparado
para librarte, de conformidad incluso entregas
el sueño que juguetea en los oscuros y húmedos
rincones del cerebro. En una depresión constante
de impotencia, con la señal del espíritu escondida
bajo la manta de la conciencia.
Tomado de:
https://campodemaniobras.blogspot.com/2016/11/miroslaw-dzien-dos-poemas.html
"Esta gota de agua"
Esta gota de agua, que corta
el aire y entra como el
frío escalpelo de un cirujano
en el cuerpo turbio del charco,
lleva algo que todavía
no poseías. Su interna
saciedad, la densidad de los enlaces químicos
se parece a los delicados detalles
en los pálidos dedos de un cincelador; también hay
una cierta negligencia en el movimiento (que expresa
en el silencio de un atardecer otoñal) la pérdida
del equilibrio, como surgida de su naturaleza
provocadora. Todo esto detiene
por un breve instante el reloj interno
de la respiración de la persiana echada del párpado.
Con esta gota se interrumpe
una historia. Mientras, la hora cuelga
inmóvil sobre el prado y el viejo
cobertizo que es como un suicida a quien
temen tocar los supersticiosos
campesinos.
Acerca de esta gota dirán muchas
palabras. Y no podrán conciliar
el sueño en el edredón de los propios
pensamientos.
Esta gota de agua hallada
en otoño en el objetivo de un iris
azul grisáceo. Que se parte con acritud
en los labios. Siempre distinta, aislada.
"Para expresar más"
Expresar más de lo que se ha expresado,
romper una botella en el empedrado húmedo
y mirar la sombra apagada
de la luna en el vidrio palpitante.
Tocar el otoño, el frío de una rama cuyo cuerpo
de cera abandonó el rayo seco
de la puesta de sol. Los niños vuelven de la escuela
y en sus bocas abiertas arde
la inocencia. Conocer un dedo que señala
y sus movimientos circulares que analizan
la piedad de la hierba y su destrucción
bajo los neumáticos de una moto, en julio
(cuando dos jóvenes buscan un amor rápido
a cinco kilómetros de la ciudad). Describir
la tos de la vecina, el temor con el que reposa
su cabeza cansada en el cojín a rayas y piensa
en la perfidia de las cosas, en las largas horas
que al final desgarrarán las fibras de la vida.
Cubrir el rostro con la luz que se despliega
como una alfombra de un balcón en un rascacielos,
una luz parecida a la cárcel platónica
que concentra lo efímero de la esencia
temporal. Para expresar más, escucha
cómo un vagón rueda sobre sus llantas
metálicas, cómo el aire al notar el cosquilleo
que provoca el respirar de los viajeros, se excita
y resopla en las ramas de los robles. Permite
que las arrugas aparezcan en las sienes,
no quieras entenderlo todo.
Tomado de:

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