domingo, 28 de septiembre de 2025

POEMAS DE MIROSŁAW DZIEŃ - DESDE POLONIA -

 

ASÍ ME PERCIBE 

 

Así me percibe una abeja:

una mancha grasienta de vacilantes

dimensiones, apenas distinguible

entre el olor y la forma.

Tomado de:

https://circulodepoesia.com/2016/04/cuatro-poetas-polacos/

 

 

El arte de copiar llaves

 

Ahora nos divertimos copiando llaves:

para el mundo, la vida, las cálidas manos.

Nuestros labios se convierten en ojos, miran

y siguen a un pinzón, dedos del viento en cabellos

de hojas, una sombra que desaparece.

No sabemos nada acerca de la muerte.

Seguimos apartando los rayos cálidos

del día, y así pasamos a la otra

cara, como los pequeños delincuentes

con una ganzúa en las manos sudadas.

 

 

Luz en un vaso de agua

 

Siempre se trata de lo mismo:

de una metáfora adecuada, de una huella

perfectamente reconocible, de un acontecimiento

descrito con todo detalle. Pero es así como te engaña

el demonio cartesiano, en secreto

y con malicia. Siempre estás preparado

para librarte, de conformidad incluso entregas

el sueño que juguetea en los oscuros y húmedos

rincones del cerebro. En una depresión constante

de impotencia, con la señal del espíritu escondida

bajo la manta de la conciencia.

Tomado de:

https://campodemaniobras.blogspot.com/2016/11/miroslaw-dzien-dos-poemas.html

 

 

"Esta gota de agua"

Esta gota de agua, que corta

el aire y entra como el

frío escalpelo de un cirujano

en el cuerpo turbio del charco,

lleva algo que todavía

no poseías. Su interna

saciedad, la densidad de los enlaces químicos

se parece a los delicados detalles

en los pálidos dedos de un cincelador; también hay

una cierta negligencia en el movimiento (que expresa

en el silencio de un atardecer otoñal) la pérdida

del equilibrio, como surgida de su naturaleza

provocadora. Todo esto detiene

por un breve instante el reloj interno

de la respiración de la persiana echada del párpado.

 

Con esta gota se interrumpe

una historia. Mientras, la hora cuelga

inmóvil sobre el prado y el viejo

cobertizo que es como un suicida a quien

temen tocar los supersticiosos

campesinos.

 

Acerca de esta gota dirán muchas

palabras. Y no podrán conciliar

el sueño en el edredón de los propios

pensamientos.

 

Esta gota de agua hallada

en otoño en el objetivo de un iris

azul grisáceo. Que se parte con acritud

en los labios. Siempre distinta, aislada.

 

 

"Para expresar más"

Expresar más de lo que se ha expresado,

romper una botella en el empedrado húmedo

y mirar la sombra apagada

de la luna en el vidrio palpitante.

Tocar el otoño, el frío de una rama cuyo cuerpo

de cera abandonó el rayo seco

de la puesta de sol. Los niños vuelven de la escuela

y en sus bocas abiertas arde

la inocencia. Conocer un dedo que señala

y sus movimientos circulares que analizan

la piedad de la hierba y su destrucción

bajo los neumáticos de una moto, en julio

(cuando dos jóvenes buscan un amor rápido

a cinco kilómetros de la ciudad). Describir

la tos de la vecina, el temor con el que reposa

su cabeza cansada en el cojín a rayas y piensa

en la perfidia de las cosas, en las largas horas

que al final desgarrarán las fibras de la vida.

Cubrir el rostro con la luz que se despliega

como una alfombra de un balcón en un rascacielos,

una luz parecida a la cárcel platónica

que concentra lo efímero de la esencia

temporal. Para expresar más, escucha

cómo un vagón rueda sobre sus llantas

metálicas, cómo el aire al notar el cosquilleo

que provoca el respirar de los viajeros, se excita

y resopla en las ramas de los robles. Permite

que las arrugas aparezcan en las sienes,

no quieras entenderlo todo.

Tomado de:

https://franciscocenamor.blogspot.com/2017/11/mi-mu.html

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