jueves, 4 de septiembre de 2025

POEMAS DE SARA URIBE - POESÍA JOVEN DESDE MÉXICO -

 


USE EL COJÍN DEL ASIENTO PARA FLOTAR

 

¿Es cierto que podríamos dormir sobre las nubes?

Diez mil pies de altura es la distancia exacta para qué, para quiénes.

¿Somos nosotros mismos mientras viajamos en esos minúsculos

asientos, sentados sobre cojines que, en caso de caer, no servirían

para flotar?

Para flotar qué mar.

Para flotar qué turbulencia.

No, no somos nosotros los que por las ventanillas miran.

Nuestros cuerpos nada saben de nadar, de nubes.

Las nubes son nada

caída

a veces

el último

recuerdo

de cosas perdidas.

Soñamos que volamos

pero es humo.

 

 

GRACIAS POR ESPERAR, POR FAVOR MANTÉNGASE EN LA LÍNEA
Y REGRESAREMOS CON USTED EN UN MOMENTO

 

 

Para Xitlalitl Rodríguez Mendoza

 

 

Es el teléfono lo que suena a todas horas. Son voces automatizadas

las que te ordenan que marques un número para luego tener que marcar otro número

para luego escuchar la música de espera, para luego marcar otro número, para luego

marcar otro número y que la grabación siga llevándote hacia una suerte de trance

como cuando estás sentado frente a tu terapeuta. Haga una inhalación

profunda por la nariz. Muy bien, sostenga el aire en sus pulmones.

Ahora exhale, deje salir el aire por la boca. Sea consciente de cómo con cada espiración

usted se va sintiendo más sereno y descansado. Usted puede sentir cómo su cuerpo

se va volviendo cada vez más pesado. Usted puede sentir cómo

su cuerpo cae, cada vez más y más pesado: abandonado. Entonces, cuando finalmente

después del laberinto de opciones numéricas y musiquitas para hacerte

compañía y que no sientas cómo es que el tiempo pasa, sólo entonces

una voz, que definitivamente no es humana, te dice: gracias por esperar,

te atiende __________ (ruido blanco), ¿cómo estás el día de hoy?

y tú quieres decirle que estás hasta la madre de tantas y tantas cosas

que cómo puede hacerte esa pregunta justo hoy

justo en este país

pero en lugar de eso

abres un libro de Charles Simic

y comienzas

a leerle en voz alta:

 

 

La araña ausente

 

He aquí su tela, pero nunca vi una araña allí,

excepto una falsa, ésas hechas de goma

que se venden en el fondo de una tienda

con adornos para peceras y juguetes para la bañera.

Tomado de:

https://www.distropika.com/post/poemas-de-sara-uribe

 

 

[B. Los asaltos deberán ser de tres minutos]

Yo nunca quise estar contra las cuerdas

[breve rotación la de torso y cadera]

[las del reloj desechables agujas].

Jamás por estrategia tuve [esa línea

ese impacto horizontal en los nudillos]

abrazar al adversario

[cordaje / empuñadura]

ser mi propio sparring

[redoblar girando

sobre sí el castigo].

Yo nunca de la lona levantarme quise.

Yo jamás la otra mejilla.

 

 

6. Fatiga del nómada

Todavía estoy huyendo. ¿De quién, de qué

estoy huyendo ahora?

Nietzsche

Todavía huyendo.

Sólo eso. Doblar o torcer. Quebrar el cuerpo.

Peregrinaje. Tachadura. Esta urbe no existe.

Tintineo que al estrépito.

Levedad de lo des

          aparecido.

Como quien teme un incendio de sombras

y alquila disfraces para el fuego.

Bajoraíz.

Bajodemora.

Bajocartílago.

Bajo palabra de hacer siempre al otro

escondite de uno mismo.

Un aparador de maniquíes repleto.

Falsificadas las credenciales. Flexión

de certidumbre. Quebrar el cuerpo

le llaman. Doblar o torcer los pronombres.

Este ese aquel y sus variantes.

Algo alguien nada uno.

Este poema es un traspunte.

Artilugio del fugitivo. Sólo eso.

Migración del repertorio y viceversa.

Verbo es huir. Dicen los que doblan o tuercen.

Los que, punitivos,

quiebran los cuerpos, los apellidos.

 

 

5. Arrendatario

Dad al inquilino lo que es del inquilino.

Ruidos de muebles arrastrados a deshoras. Intempestivos

martilleos. De los goznes la fricción, el aspaviento.

Dadle la taquicardia de los tacones impíos. La tropelía

de enseres que hacia el suelo y por descuido.

El módico peaje de quienes cautelosos emprenden

periplos instantáneos en recintos diminutos.

Dadle averías en los ductos. Bombillas intermitentes.

Goteras y pequeñas fugas.

Breve el allanamiento a su heredad. Que todo infierno

por minúscula filtración da inicio. Que toda contienda

es por asuntos de perímetros que se libra.

Dadle agua caliente y agua fría. El frigorífico, el colchón,

la cocineta. Una ruta a la azotea y un tendedero fijo.

Un teléfono de monedas. Un comercio en la esquina.

Roedores insomnes, vecinos en ciernes: malos bichos.

Llaves que no abren.

Desalojo.

 

 

1. Chuun-Inn

Eng Búnker murió de miedo la mañana del 17 de enero

de 1874. *

Nunca fue lo que se dice: un hombre solitario.

Nunca. A todas partes en compañía.

Lo despertó la noticia de que Chang Búnker. El hermano

al cual había estado unido. Perímetro del limbo: nueve

centímetros de largo, veinte de circunferencia.

Durante más de sesenta años. El hermano esternón

abdomen. Flexible como era. Epidermis bajo la epidermis.

Elongación. Caudal que lo hizo sombra. Boxeo de sombra.

Sombra de sí.

El hermano réplica a su costado. La mirada extraviada.

Había. Por fin.

Desaparecido.

 

* El examen post mortem realizado en el College of Physicians and Surgeons de Filadelfia reveló que Chang murió por la rotura de un aneurisma y Eng,

de miedo.

 

 

2. Este poema [no es una visa, un arancel, un duty free. Este poema es] una diáspora ficticia

Nunca supe cuál era el confín de este país.

Fui de ciudad en ciudad buscando cotos, territorios

duraderos. Por demarcación hallé sólo fracturas,

resabios de otros tantos cataclismos.

Hubo entonces inmediaciones precedidas por asuntos

migratorios.

Teléfonos repiqueteando de madrugada. Cuerpos que,

atrincherados en la inercia, repitieron la opacidad, el

cíclico sabotaje de los péndulos.

Hubo deportaciones. Manifiestos insulares. Contingencias

apócrifas a las que acudimos con la inequívoca

premura del héroe. Retratos de familia en los que

jamás figuraremos.

Yo nunca tuve pasaporte, eso ya lo dije.

Fui yo quien balbuceó lo perdido. He aquí la índole de

mi barbarie.

Tomado de:

https://poesiamexa.files.wordpress.com/2016/06/siam.pdf

 

 

Instrucciones para contar muertos 

 

 

Uno, las fechas, como los nombres, son lo más

importante. El nombre por encima del calibre de

las balas.

 

Dos, sentarse frente a un monitor. Buscar la nota

roja de todos los periódicos en línea. Mantener la

memoria de quienes han muerto.

 

Tres, contar inocentes y culpables, sicarios, niños,

militares, civiles, presidentes municipales, migrantes,

vendedores, secuestradores, policías.

 

Contarlos a todos.

 

Nombrarlos a todos para decir: este cuerpo podría

ser el mío.

El cuerpo de uno de los míos.

 

Para no olvidar que todos los cuerpos sin nombre

son nuestros cuerpos perdidos.

 

Me llamo Antígona González y busco entre los

muertos el cadáver de mi hermano.

Tomado de:

https://revistaiman.es/poemas-de-sara-uribe/

 

 

ORDENANZA

 

Lenguaje es cuerpo [inserte aquí la imagen del envío]

[inserte aquí no la imagen, el cuerpo]

[inserte no el cuerpo: las palabras que describen la imagen]

[inserte las palabras que son también cuerpo]

[inserte el cuerpo o la imagen del cuerpo]

[inserte lo que el cuerpo le dice a través de la imagen que lo representa]

[inserte aquí la representación del cuerpo]

[inserte sin palabras y sin lenguaje al cuerpo]

[inserte aquí la advocación, la invocación, el exvoto]

[inserte aquí no el cuerpo: inserte aquí el cuerpo].

Tomado de:

https://libroemmagunst.blogspot.com/2020/01/sara-uribe-2-poemas-2.html

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