sábado, 13 de septiembre de 2025

POEMAS DE STANISLAW GROCHOWIAK - DESDE POLONIA -


La separación

 

Debe haber una medianoche

que ya no veré,

la medianoche del mundo

y la de veinticuatro horas.

El tiempo y el espacio hilvanado

con la única estrella,

bajo la cual tan sólo

ha nacido la muerte.

 

El olor de la medianoche yace

en los oídos de los muertos,

en las narices de perros pasmados,

en el sinfín de la nieve

y en las medallas de porcelana

por las que se asoman los niños,

quietos al fin.

 

El sabor de la medianoche pegado

a la mano aquella.

Cuando la toqué sabía a hierro

bajo un soplo de frío.

Desde entonces huyo a media lengua,

desde entonces

balbuceo.

 

para los amantes —el mismo afán

que para los muertos

La alcoba del amor que sea velada

con terror a Dios

Prohibido el acceso a los niños

Para los amantes —fúnebres en la dicha

el mismo atuendo

Antes de que se tapien las puertas,

se atranque la tierra,

el satín más pesado sobre sus cuerpos

se corroerá

 

 

Irse desnudando hacia el sueño

 

Nos desplazamos juntos

en esta cavidad disforme

Ella alquitranada

Yo con vestido azul

Ella enverdeciendo

desde la calvicie

 

Aquí —indica—

el primerísimo clavo

Aquí suspenderás

la cítara de tus dos manos

 

¿Y este jilguero

a lo mejor en ellas?

—Yo pregunto—

 

Ella sorda de ambas estrellas negras

 

Aquí —indica—

el siguiente clavo

Aquí suspenderás el tul

plateado de tus pulmones

 

¿Y esta rosa

posiblemente en ellos?

—Yo pregunto—

 

Ella ciega de ambos oídos perfectos

 

Aquí —indica—

el clavo para la cabeza

Suspéndela suavemente

el pico abajo

 

Y ya no pregunto

Me quedo desnudo

con la aureola del Bautista

por encima del cuello

de alambre

 

 

Hombría

 

Te escribo de nuevo una carta seria

sobre la hombría

 

Sapiencia en cueros vivos

cual un venado

chorreando sangre en la purísima nieve

 

Sapiencia triste como un peón

que lava sus piernas antes de marcharse

al hospital

 

Sólo bomba de jabón

repleta de risa

que revienta en medio

de los funerales

 

Sin embargo, la cabeza

esta joroba peluda

tiene su gran orgullo

de un globo

sin par

 

Se refugia —si exterminio—

en el cálido sótano

de llorosos labios

 

 

Cuando no quede nada

 

Te colocaré desnuda entre vanidades

Habrá vestidos pesados como el agua

Habrá medias con olor a manzana

Habrá tocados de ala ancha

Habrá metal

 

Te tendré desnuda en el paisaje oscuro

denso de candeleros, bronces y porcelanas

de las cuales humee el ponche de vainilla

en las irritadas narices de los inmóviles

galgos

 

Sintió esta necesidad Rembrandt cuando a Saskia

pintaba y ella huía de su propia muerte

 

Como si quisiera impedirla con peso de racimos

atraparla con el resplandor de los candeleros

Tomado de:

https://materialdelectura.unam.mx/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/74-031-poesia-polaca?start=7

 

 

Paisaje

Así que he aquí mi tierra Patria mía

Todo lo eterno en mí – se debe a estos pepinos

A estas flores pálidas que desmenuzan voraces

gorriones flacos como esqueletos

 

Todo en mí que abre este paisaje

Con un caballo cuyos cascos se clavan en el cielo

Con una rosa enorme como una vaca

Con un molino de viento marchito

 

Y por fin un hombre – empina la botella

Bebe ávido hasta la última gota

Y llora

Jesús

María

Jesús

María

Jesús

María

Jesús

Tomado de:

https://adalirica.wordpress.com/2023/09/19/stanislaw-grochowiak/

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