jueves, 18 de noviembre de 2021

POEMAS DE EMMY HENNINGS

 


(17 de enero de 1885, Flensburg, Alemania - 10 de agosto de 1948, Lugano, Suiza)



 

ESTROFAS DE ÉTER

 

Ahora tengo que caer desde la gran esfera.

Así, en París hay una gran fiesta.

La gente se acumula en la Estación del Este

y flamean banderas de seda.

Pero yo no estoy bajo ellas,

yo vuelo en el gran espacio.

Me mezclo con cada sueño

y leo miles de expresiones en sus caras.

Hay un hombre enfermo tirado en su miseria.

Me hipnotiza su mirada postrera.

Anhelamos volver a un día de verano.

Una cruz negra llena el cuarto.

 

                 (este poema es para Hardy)

 

 

 

La lluvia golpea el vidrio de la ventana

una flor roja ilumina.

Una brisa fría sopla contra mi

¿despierto o estoy muerta?

 

Un mundo se ubica a lo lejos, muy lejos,

un reloj da lentamente las cuatro

y no tengo idea del tiempo

que en tus brazos caigo.

 

                   (dedicado a Robert Jentzsch)

 

 

 

Por la noche de profunda oscuridad,

allá caen imágenes de las paredes,

y alguien se ríe tan fresco y tan amplio,

un hombre con largas manos intenta tomarme.

Y una mujer con pelo verde,

que me mira con tristeza,

dice, que fue madre una vez,

yo no puedo soportar la pena.

(clavo las espinas contra mi corazón

y me quedo tranquilamente en silencio,

y sufrir cada dolor quiero,

porque eso es lo que quieren de mi)

 

 

 

A FRÄNZI

 

Solitaria voy por los callejones

y abajo declina el ocaso.

En voz baja canto sus tonadas.

Ay!, me siento tan desierta.

 

En la pálida luz roja,

Oh, cómo era dolorosa tu boca,

dulce y descolorido tu rostro,

y tu cantar sonaba tan cordial.

 

Ojos que conocieron las lágrimas

han experimentado el sufrimiento del amor

que fueron como dos estrellas negras,

bajo los cuales ardió un tenue fuego…

 

 

 

UN SUEÑO

 

Estamos recostados en un profundo lago

y nada sabemos de pena y dolor.

Nos mantenemos abrazados

y nos rodean nenúfares,

nosotros aspiramos y deseamos

y no queremos nada más.

No tenemos ninguna apetencia.

Querido, me falta algo,

un deseo, que todavía tengo:

el anhelo del anhelo. 

 

 

HYPNOSE

 

Me duele el torso, en cualquier lugar

       en una tierra extraña,

hace mucho tiempo no siento mi cuerpo más,

los pies son tan pesados como el plomo

el pecho está hueco y calcinado.

No me duele nada y aún estoy llena de

dolor,

veo como tus ojos conjuran.

Me caigo dormida, las velas arden,

me iluminan hacia una tierra desconocida.

 

                      (para Siurlai)

 

 A lo mío.

 

mi abuela se mantuvo en vela toda la noche

-dentro de vidrios verdes brilla una luz-

atenta desde una ventana enrejada, 

la miré a su rostro pálido.

 

Los muebles en la pieza azul,

nuestros sentimientos se pegan a ellos.

Cuando alguien muere, en ese momento

la hora se queda detenida con un gemido enfermo

 

 

 

EN EL HOSPITAL

 

Todos los otoños pasan delante mío.

enferma en la pieza blanca yazgo,

cuando preferiría bailar

siempre pienso en violines

y centellean miles de luces.

 

¡Oh, qué bella estoy hoy!

rostros estridentemente maquillados

soplan al pasar bailando velozmente.

 

Oh, tantas rosas marchitas

que traje de noche hasta casa,

machucadas de tanto acariciar,

puestas sobre la mesa por la mañana.

 

Pienso otra vez en las chicas

que como yo hacen el amor

cuando cantábamos canciones del pueblo

entre llantos, entre risas.

Y ahora yazgo completamente tirada

en la silenciosa pieza blanca.

 

Oh, Ustedes, hermanas de los callejones,

vengan a mí en los sueños nocturnos.

Traducción del alemán por Teo Torralbo

Tomado de:

https://saposcat.cl/traduccion-ehinnings/

 

DESPUÉS DEL CABARET

 

Me voy a casa pronto por la mañana.

El reloj marca las cinco, ya se hace de día,

pero aún está encendida la luz en el hotel.

El cabaret por fin ha cerrado.

En una esquina niños se acurrucan,

ya van al mercado los obreros,

a la iglesia se va en silencio.

Desde la torre repican las campanas,

y una puta con rizos salvajes

deambula todavía por allí, trasnochada y helada.

Ámame de manera pura por todos mis pecados.

Mira, he estado despierta más de una noche.

 

 

BAILARINA

 

Para ti es como si estuviera marcada

y yaciera en la lista de la muerte.

Me mantiene alejada de algunos pecados.

Cuán despacio consumo la vida.

Y miedosos son a menudo mis pasos,

mi corazón tiene un latido enfermo

y más débil se hace cada día.

Un ángel de la muerte está en medio de mi habitación.

Bailo pues hasta quedarme sin respiración

Pronto estaré en mi tumba

y nadie se acurrucará junto a mí

¡Ah! Quiero besar hasta morir.

 

 

MORFINA

 

Aguardamos a una última aventura

¿Qué nos importa la luz del sol?

Días apilados a montones se derrumban

Noches inquietas – oración en el purgatorio.

 

Tampoco leemos ya la prensa diaria

solo a veces nos sonreímos en silencio en la almohada

porque sabemos todo, y con astucia

volamos de acá para allá con escalofríos.

 

Desean las personas darse prisa y conseguir frutos

hoy cae la lluvia aún más turbia.

Vamos a la deriva por la vida

y dormimos, aturdidos, el más allá…

 

 

ESTROFAS DE ÉTER

 

Ahora debo caer de la gran esfera.

Allí en París hay una hermosa fiesta.

La gente se reúne en la Gare de l’Est

y ondean coloridas banderas de seda.

 

Pero yo no estoy bajo su mando.

Vuelo en el gran espacio.

Me mezclo en cada sueño

y leo las miles de caras.

 

Yace un hombre enfermo en su miseria.

Me hipnotiza su última mirada.

Ansiamos la vuelta de un día de verano…

Una cruz negra colma la sala…

 

 

SEGUNDO POEMA DE DIE LETZTE FREUDE (LA ÚLTIMA ALEGRÍA) 1913

 

Contra los cristales golpea la lluvia.

 

Una flor resplandece roja.

Aire frío sopla contra mí.

Estoy despierta ¿o muerta?

 

Un mundo se encuentra lejos, muy lejos,

Un reloj marca las cuatro despacio.

Y no sé desde hace cuánto tiempo,

en tus brazos caigo.

 

 

TERCER POEMA DE DIE LETZTE FREUDE (LA ÚLTIMA ALEGRÍA) 1913

 

Y por las noches en plena oscuridad

caen imágenes de las paredes

y alguien ríe de forma tan fresca y amplia

babosean tras de mí con manos largas.

Y una mujer con pelo verde

que me mira entristecida

y dice que una vez fue madre,

lamentablemente yo no puedo concebir.

‹Presiono espinas en mi corazón

y mantengo la calma en silencio

y lamentar quiero cada punzada

porque así lo quiero.›

Tomado de:

https://www.laraizinvertida.com/detalle-2294-emmy-hennings-cabaret-voltaire-y-fundacion-del-dadaismo

 

AHORCARSE

 

Un hombre se cuelga y se mira a sí mismo.

Juega con sus piernas.

 

Quiere llorar por su estupidez.

Aunque la vida ya lo dejó.

Realmente le gustaría probar

Hacer carrera y también dinero

Y pantalones a rayas, cabello ondulado.

Todo es demasiado tarde. Debe maldecir.

La cuerda tampoco está enjabonada.

El Sr. Wedekind no lo exige.

En la habitación contigua la luz sigue encendida.

No está preparado para la acción

Y se da cuenta todavía con horrror,

Allí pasan volando los días de la infancia.

Entonces de repente todo se vuelve dulce y amplio

¡Oh Annelies! ¡Oh largas distancias!

 

ROSTRO SIN HOGAR

 

Mis borracheras más profundas son temprano en la mañana,

Cuando termino el viaje de la noche.

Me despierto y soy: siempre acabo en otro lugar.

No puedo decir que significa que mi anhelo

Se extienda sobre la tierra.

Oh mundo, que estoy buscando, ¿no sientes

mis ojos hambrientos sobre tí?

 

¿Late mi corazón ante tu puerta,

¿Frente a tu casa protegida por el amor?

¿Vives tan arriba pequeño mundo?

Vuelo hacia ti.

¿Vives tan profundo, pequeño mundo?

Me enamoro de ti

Donde quiera que estés:

Una vez que cruce tu umbral.

Entonces estaré contigo y te preguntaré tiernamente:

¿Eres el hogar? ¿Me acogerás?

 

 

PÁJARO EN LA NOCHE

 

A veces pienso que una llama arde en algún lugar,

De la que recibí la luz que una vez me hizo brillar.

Y luego estoy en la noche a la que pertenezco.

Es lo único que sé: que una vez nací, una vez me reí.

 

Una vez jugué y una vez fui niña.

Llevo muchos años sedienta de luz.

Y los años son fugaces como el viento.

¿Cómo puede ser? Pronto yaceré en el féretro.

 

Estoy hecha de vidrio, me caigo en pedazos.

Cayendo del día a la noche oscura.

¿Cómo puede ser? Y entonces moriré.

Lo que sea ¿pensó en la luz?

 

Así me siento. Y me quejo y tengo problemas

En esa noche a la que pertenezco.

 

No puedo evitarlo, no la amo.

Es la luz por la que juro.

 

¿Soy yo? ¿Debería ir hacia la oscuridad?

Ya no se permite que el fuego dé su calor.

Y no debería arder llama alguna.

Ningún pájaro debería volar al aire libre.

 

Oh, esa noche en la que lloro tristemente,

Escucho un santuario extraño y doloroso.

Puede que nunca me refiera a mí misma.

Debe haber un pájaro en el bosque cercano.

Tomado de:

https://www.zancada.com.ar/nueve-poemas-de-emmy-hennings/

 

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