Un dibujo de abril para María Zambrano
Avant l’aurore, dans la forêt triangulare
Alfred Jarry
La exactitud vivida de lo que contemplamos
en la blanca mirada del agua
no nos deja ser el destino
-pero nos da, sin levantar la mano,
la mansa sensación de ir acercándonos
al felino escondite de aquel encuentro:
Menos borroso que una hermandad,
ventana.
Y más anónimo que un lirio,
espejo
Un manantial, una hermandad republicana {alguien
tenía que decirlo), un lirio
-y la voz temblorosa
(«la poesía va contra la justicia»)
de la primera luz,
al despertar perdida
en la corazonada discontinua del bosque.
Unidad
Unidad, nos hemos salvado,
aunque fuera preciso creerse
en los brazos del sueño primero:
esas sombras que cruzan el Duero
para oírse gemir en la noche
de la otra orilla, al desnacer,
lo mismo:
¿Qué es esto que yo no he sido?
Manjar lento
Benditas sean las cosas que llegan siempre tarde
y no lo sienten
–perdidas ya de vista o bien batidas
o incluso blanquecinas al sol del tacto–;
su demora nos libra del sofoco
propio de cualquier logro puntual
engullido
sin pasar por el paladar («¡a otra cosa!»)
de la gratitud no rentable.
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-jose-miguel-ullan/
De "El jardín de Damasco":
Al abrigo del viento sólo hay muerte
todo vuela
viajero pez o espada
nada
decae brote o flor te engañas
el cuerpo cae pero dueño empero
de otro
saber
caer caer
no reo
de alguna nube levadiza tala
escritura y razón
oh red
ondean esculturas
salta al cielo
para caer
caer en otro amor y pende
ángel del
hilo del olvido que
al abrigo del viento sólo hay muerte
En la laguna habita nuestro espíritu.
Dibuja:
aguas
arriba, el humo;
aguas
abajo, el fuego.
Tu sueño halla en el fondo la salida: el eclipse total.
Entrad, entrad desnudos en la última noche de la nieve
enemiga.
Dichoso será aquel que se prolongue
y en medio de las llamas no se encienda. entrad, entrad
cayendo como las dinastías.
La sangre
ofrece un nombre
a lo siempre
anterior.
Mediodía del cuerpo transparente
deja el imán para el otoño dicho
penetra hasta el cristal confía
en el asombro que atraviesa el aire
signo intocable dilatado asilo
Si has llegado hasta el trono, multiplica tu fe. Inmutable,
sé infiel al escarmiento de la cera.
Aquí, en el altivo campo de las ofrendas, una mano despoja
y
reconoce las ardientes estrellas que florecen cuando toda
escritura se apaga. Así es mi canto: ausencia.
De
"Ardicia":
1
En la noche risueña del destierro, libre ya de la ley y del
instinto, un charco de agua clara
me detuvo. Mojo el dedo cordial trazando un círculo y su
humedad al paladar le encasca.
2
Llora, porque toda mirada entraña error.
Mas los andrajos, horca, palio y cruz no morián por este
llanto. Mejor, fulgir
a solas y rezar en balde. ¿Como el topo? Así; dueño de la
penumbra y de su
asfixia.
Hablando por hablar. A ciegas. Ojo del corazón, quema el
paisaje.
3
Persistente, la rosa. Esclavos somos de raíz. Rosa
hedionda, zozobra y
estupor de la mordaz melancolía.
A la fosa nasal llama la Historia con sus inciensos
categóricos. Corre el
verso al runrún del sacrificio, de mar a mar y seductor.
¡Musa servil! Sobre tu altar, un huracán de esperma.
4
El sordo dios: la carcajada inmóvil.
Murmullo de otra luz será tu fe. Aléjate de la espresión
forzada o del silencio amilanado.
Oye tan sólo la armonía neutra de lo indeciso e indomable.
Deja abierta la puerta más sumisa.
Esa ignorancia zumbará en tu oreja. Fraternalmente.
5
Si la mano va y pierde la cabeza y, en un doble ademán de
supresión,
rompe la flecha y borra el blanco, ciérrase luego sobre el
gran reloj, sangra y se
ofrece al vilipendio abyecto, nada esperes que iguale esta
pasión, Teoría.
A todo lo dás diles que bueno.
Otros poemas:
Bethel
Despertó Jacob
de su sueño y dijo: "O
sea que Yaveh se
halla en este lugar. Y
yo andaba sin saberlo." Luego, asustado
prosiguió: "¡Qué temible es este lugar!
¡Aquí está, sin duda, la casa de Dios; aquí
está la puerta del cielo" Al alba, Jacob se
levantó, tomó la
piedra de la que había
hecho su cabezal y derramó aceite sobre ella.
Y llamó a aquel lugar Bethel...
Allana, ortiga, el enemigo valle.
Murmullo solo de enlutado, ay, loro
ora que el hoyo de aleluya estalle.
Halle el caudillo su final desdoro.
A un sofle fust tot perdu:
cuando la orina de algún niño acalle
la parda pompa de este pompo coro.
Del arco corres, pues corrupta herida
veda la risa corroyendo el ceño
si hace mudanza no letal tu brida
ayer cautiva por cautivo ensueño.
A un sofle fust tot perdu:
Cuando la airada Babilaña pida
helechos, leches, coliflor sin dueño.
El esqueleto volador rabudo
robusto honor por sorda ausencia ha roto.
No pasarán. Pero el solemne embudo
a cada larva le rapiña el voto.
A un sofle fust tot perdu:
Cuando los huesos del tapir que anudo
sean lascivia para terco choto.
Exhuma, oh templo, tu abultada espuma
al pocho día de plumaje grave,
y venza o coma la esperanza suma
carcoma, roncha y cuajarón süave.
A un sofle fust tot perdu:
Cuando el pepino prominente asuma
rajar la crisma de la misma hoy nave.
Fulgores de basílicas mayores
cierren -y cruz y raya- el desvarío.
Ruinas de mármol, orinal de honores,
de tripas corazón y siga el lío.
A un sofle fust tot perdu:
Cuando la mano, sin decir ni pío,
tache la noche. (Coridón, no llores.)
De corazón a corazón...
yo no robé, no asesiné; fui niño
y en
cambio me golpean y golpean
Gelman
de corazón a corazón
hirientes
aluvional la carta y la alianza
voy a buscarte en roca compañera
deslizando los naipes por la manga
los naipes por el pecho
los naipes por la casa
y aquel fuego de flechas sin manzanas
yo te diré
que no aguardo feliz junto al estrago
de la tormenta patria
apasionadamente cruzaremos
la frontera de tierra maniatada
mientras prevés la hora bajo las catedrales
y te arrojas al músculo
porque te llamo en nombre del andamio
porque de acumularte mi memoria repica
y aquí las decisiones
los versos apagados
narrar calladamente el olor del destino
del pájaro maldito
de las llaves sumisas
(ah el traidor rendimiento)
que descubren la cama
y amigos siempre amigos
bebedores de muerte
que decimos a todos
venid venid venid
este es el llanto
cuánta desesperanza milenaria
al trenzar el cordón bajo la encina
mientras el beso a poco
la hoguera por mañanas
letanías vigentes de joaquín
húmedas letanías
y decirte que adiós que hasta la tarde
pero con una duda
imperdonable
amada
por su sabor a no sé qué sabido
en las dolidas calles
repletas de tristeza
repletas de amargura
bofetones pacíficos
todo está caro
amor
por las esquinas
y ayer peor y qué vendrá mañana
obligado silencio sempiterno
cerca del descubrir la dentadura
la calavera en fiebre
por encima de tanto salmo al padre
nosotros no diremos el vocablo sufrido
como dice ramón
palabras anchas
y para darme cuenta
para amarte sabiéndonos con miedo
del hachazo en la espalda
rompo todo naufragio
me levanto del féretro
te tomo de la mano
rompo las prohibiciones ya previstas
o sea rompo todo
rompo a llorar a silenciar las cosas
el labio solitario
por ti y por mí
por cuantos
renunciamos a hablar del arcoiris
y desfilan amigos como félix
estimulando el grito
velozmente la red
enumerados
(mucho perdón os pido)
como quien relatara
una fila de muertos entrañables
relatada por muertos
como tú y yo
como la noche misma
como abanicos muertos
pese al miedo en la palma de la mano
el corazón la carta y la alianza
"Amor peninsular" 1965
Doble filo
La aurora rumorosa al niño apenas
de la baraja destronado impide
palidecer por esas manos llenas
del halo oval (ceniza ayer) y arenas
donde la hora boreal divide
blanco de azul y vendaval de venas
al par que el labio con su luz se mide:
-Tu cicatriz, el tacto y la manera
de reflejar en la madera el corte
no dicen lo que dice, aunque cayera
este al oeste tras la pejiguera
de la doblez de ser mundana y norte,
una mirada - que la tuya, ay, fuera
si el retrato quedárase en la corte.
-Pero queda por
ver, al ver tan dura
señal de
no trocar la vista en ojos,
pues no hay durar
de claridad segura,
qué chispas de
esperanza me asegura
dicha empedrada,
mas jamás rastrojos,
cuando del
humo la corriente oscura
ascienda en busca, a mi pesar, de enojos.
quisiste comenzar de otra memoria
casi invisible tenedor así
así
(nada de nada)
muertos bajo la diestra del limón
cerróse cual conviene el instrumento
que a todo vaticinio satisface gota a gota
de
otro pulpo de un casi
así empezaba
aquel comienzo
entre aire y ceja por atajos remos
entre
bandadas de caballos
y luego
de desposada iniquidad
otra hora otra espada
obediente al metal
a la alianza
otra orilla mentida donde nunca
pero ahora quién da
pobre rodilla un día
como alivio (me digo) como espejo
que no ve que no va
obediente al cristal
entre comienzo y
fin sin lago
volveremos (me dices) a jugar
el lazo peligroso
está tendido
como fuera de ti
aprisionado en
otro invierno
cortaremos el hilo
de la aguja
apunta a ciegas el mortal testigo
tan diestramente al encumbrado intento
nada quiere temer
no despertar salvo en el otro brazo
mas libre de rencor
el recuerdo del pan
en soledad de decisión dorada
que nada ve y que va (más azúcar / más luz)
de no decir si el corazón cual río
temer quisiera
acaso preso de ese mismo empeño
partir quisieras
breve y probado
por el
nudo del susto aún más cortable
mira cómo empeora la esforzada ceguera aquí
en la farsa invencible y a deshora
las viñas miraremos otras danzas
así quienes hacen racimos del apodo
coronada de tinta o de sospecha se hielan
pendientes de una sola palabra trasquilada
de bronce o de cordero [afila los sentidos
la
risa sustentada allí
cara a cara las viñas miraremos
unas
y otras se hielan
quienes
concurren a la seña
pese
a las lanas gimen
otra punta otra daga
afila las espuelas]
así quisiste comenzar a desbarrar
ni a tiros y contra el blanco
contra el éxtasis sacado a concurso
contra las fuentes contra los senderos
y contra todo aquello que se larga sin ruido
contra los trepadores envidiosos
contra la corte y confección fisgando
contra los árboles que no se mueven
contra el silencio su vivito gemelo
contra
los ácidos cristales coleantes
contra el chupete
contra las flores que miran al cielo
porque
contemplan otras sombras fijas
la manera incruenta de almidonar otro poema
quisimos convertir la vida en una descansada porfía
quisimos fortalecer la imagen desde la barrera
quisimos desmentir que las abubillas roncan además
quisimos elogiar el color por los colmillos
quisimos asimismo cortar zas por lo insano
quisimos buscar agua en el parchís
queremos comprobar que el secreto es la llave
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
pero la mesa estaba servida
aunque la mesa esté servida
Y no sabiendo jamás
lo que el doble filo es,
bese a la silla sus pies;
que no hay más
aquí que allí.
Testamento
la voz es voz
hiciera
añicos las palabras redentoras
...la quijada blandida,
la mueca de tu hermano,
la saliva secreta, la agonía
capaz, de darte posesión primera,
última ya (oh cuerpo ensangrentado),
herencia de este salmo, tierra ajena,
fuga para siempre, libertad cautiva...
la voz es voz
no existe
no existe aroma nuevo
cerrad mis
párpados
"Mortaja" 1970
Tres y trino
Para Sarah
Gorby, acompañada
a la
guitarra por Jean Bonal.
Tres vecinas en mi cama.
Tres. Tres. Tres.
Giro y giro como un pez.
Tres vecinas. y otra vez.
Corrióseme la persiana.
Desperté.
¡Vana fue aquesta mañana
sin las tres!
http://amediavoz.com/ullan.htm
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