viernes, 16 de septiembre de 2022

POEMAS DE VLADIMÍR HOLAN EN SU NATALICIO


«Cuando llueve en domingo y tú estás solo…»

Cuando llueve en domingo y tú estás solo,

completamente solo,

abierto a todo, pero no llega ni el ladrón

y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;

cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado

y no comprendes cómo vivir sin cuerpo

y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;

cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,

¡no esperes ni hablar contigo mismo!

Entonces el ángel es el único que sabe

lo que hay encima de él,

entonces el diablo es el único que sabe

lo que hay debajo de él.

 

El libro sostenido, el poema al caer…

 

Vladimír Holan

 

Recogido en: Holan Antología

Traducción de Clara Janés

Plaza y Janés Editores, 1983©

Tomado de:

https://trianarts.com/recordando-a-vladimir-holan-cuando-llueve-en-domingo-y-tu-estas-solo/#sthash.OkCVINJ4.dpbs

 

 

Eva

A Maria Tomasova

 

Fue cuando el vino nuevo… El otoño

había tejido ya el mimbre en torno a las botellas,

y la serpiente, no encima de la piedra, sino debajo del brezo,

yacía sobre el vientre cubriéndose con su dorso.

 

«La belleza destruye el amor, el amor la belleza «, me dijo

y del mismo modo que antaño se sacrificaba a las diosas de

aquí y allá

un número impar de víctimas,

ella pensaba entonces nada más en sí misma,

imaginando con indiferencia

la eternidad sin inmortalidad…

 

Era tan hermosa que si alguien me hubiera preguntado

por dónde había ido con ella, no hubiera, sin duda, hablado

de paisajes

( a no ser que sintiera la impotencia de las palabras

y que sólo hiciera posible deletrear el silencio

la lluvia que cae en los presidios).

Era tan hermosa que quise

vivir de nuevo, pero de un modo distinto.

Era tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor

me esperaba todavía íntegra toda la locura…

 

Vladimír Holan

 

Recogido en: «Profundidad de la noche» (Selección de poesía y prosa)

Traducción e introducción de  Clara Janés. 2018

Ed. Galaxia Gutenberg, 2018

ISBN: 978-84-1735-546-3

Tomado de:

https://trianarts.com/vladimir-holan-eva/#sthash.P0eG5lUA.dpbs

 

 

«De noche»

Durante la ausencia de la mujer amada

las tinieblas, totalmente enloquecidas, se apoderan de sus

piernas,

se deslizan en los zapatos de hielo

y empiezan a bailar desde tu cama

hasta la inmensa sala del insomnio…

 

Los zapatos suenan, dan vueltas, patean, retozan

sin piedad, abiertamente, y eso dura

y se sienten bien, bailan sin duda el uno con el otro.

 

Tu amor sin fe sólo les ayuda

de los celos al adulterio.

Los oyes toda la noche, y más y más te hielan,

y no empiezan a fundirse hasta el momento

de volver hacia ti…

 

Vladimír Holan

 

Traducción de Clara Janés

Recogido en “Holan Antología”

Plaza y Janés Editores – 1983©

Tomado de:

https://trianarts.com/mi-recuerdo-a-vladimir-holan-de-noche/#sthash.qxa5Ze22.FNPa1uKK.dpbs

 

 

«Durante la siega»

Cuando te he visto hoy arrodillada entre los trigos bajo el sol

atar las gavillas,

cuando te he visto dorada sobre el oro,

y amando sin duda a ese muchacho

que a cada instante se volvía hacia ti,

he tenido que pensar en aquella que amo

y que no me ama,

aquella que, noche tras noche, reposa,

blanca en la blancura, y que no necesita

ni de sí misma…

 

Ella, una de los mil espectadores

de las ejecuciones…

 

Vladimír Holan

 

Recogido en: «Holan Antología»

Traducción de Clara Janés

Plaza y Janés Editores, 1983©

Tomado de:

https://trianarts.com/vladimir-holan-durante-la-siega/#sthash.5TakVQgN.dpbs

 

 

LA GRUTA DE LAS PALABRAS

No entra impunemente el joven con su luz en la gruta de las palabras.

Audaz presiente apenas dónde se encuentra.

Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor.

Sabio antes de tiempo se escapa sin haber entrado

y alega como excusa la inmadurez de su época.

¡La gruta de las palabras!

Sólo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo,

pierde delirando en ella las alas

y con ellas la manera de someterlas de nuevo a la gravedad

y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra.

¡La gruta de las palabras!

Sólo el verdadero poeta regresa con su silencio

para encontrar, ya viejo, a un niño que llora,

abandonado por el mundo en su umbral.

 

 

CÓMO

 

 

¿Cómo vivir? ¿Cómo ser simple y fiel?

Siempre he buscado la palabra

que no hubiera sido dicha más que una sola vez,

incluso la palabra que hasta el momento no hubiera sido pronunciada.

Hubiera debido buscar palabras cotidianas.

Ni siquiera al vino sin consagrar

se le puede añadir nada....

 

 

HAY

 

 

Hay destinos

donde lo que carece de temblor no es sólido.

 

Hay amores

en los que el mundo no te basta, falta un pasito.

 

Hay placeres

en los que te castigas por el arte, pues el arte es pecado.

 

Hay momentos de mutismo

en que la boca de la mujer hace pensar que el pudor es sólo

cuestión de sexo.

 

Hay cabellos teñidos por un meteoro

donde es el diablo quien hace la raya.

 

Hay soledades

en las que miras sólo con un ojo y miras sólo sal.

 

Hay momentos de frío

en los que estrangulas palomas y te calientas con sus alas.

 

Hay momentos de gravedad

en los que sientes que has caído ya entre los que caen.

 

Hay silencios

que debes expresarlos tú, ¡precisamente tú!

 

 

EL SOL EN CANDELARIA

 

 

Tempestad de nieve... El sol por algún lado en Turingia...

Aparte de eso nada, ni un amago de semejanza....

Los sueños, los signos, las imágenes, hasta la humedad de los muros

podría salvarlos sólo una ayuda sobrenatural...

 

He amado y en cambio no me acuerdo ya.

En la vida, por la vida, venía a mi encuentro la muerte

siempre en el mismo sitio,

pero ni siquiera la ignorancia significa felicidad...

 

Terrible es mi soledad cuando muda me ordena

ser más impersonal pero no para todo el mundo... Un poema

es un don... Sí, pero lo hablado vale más que lo escrito...

¡Qué daría por un amigo!

 

 

EL PINO

 

 

¡Qué hermoso es ese viejo pino blanco

de las colinas de tu infancia

que hoy has vuelto a visitar!...

A su susurro recuerdas a tus muertos

y piensas cuándo te tocará a ti.

A su susurro te sientes

como si hubieras acabado de escribir tu último libro

y ahora tuvieras que callarte y llorar

para que brotara la palabra...

 

¿Qué fue de tu vida? Abandonaste conocido por desconocido.

¿Y tu destino? Una sola vez te sonrió

y tú no estabas allí...

Tomado de:

https://hombreenlaoscuridad.blogspot.com/2021/08/la-poesia-de-vladimir-holan.html

 

 

En la profundidad de la noche
 
a Jaroslav Seifert

 

«¿Cómo no ser?», te preguntas y hasta acabas por decirlo

 

en voz alta…

 

Pero el árbol y la piedra lo callan ,

 

aunque ambos son hijos de la palabra y por tanto mudos,

 

ya que la palabra se asusta de ver lo que ha sido de ella…

 

Pero los nombres aún los tienen. Los nombres: pino,

 

arce, álamo temblón. ..y los nombres: feldespato,

 

basalto, fonolita, amor… Bellos nombres,

 

sólo que asustados de ver en qué se han convertido.

 

Traducción de Clara Janés

Tomado de:

https://andandotrastuencuentro.blog/2022/08/25/5-poemas-de-vladimir-holan/

 

 

Non cum platone

 

Él: su belleza destruye mi amor,

ya que al destruir la ilusión destruye la realidad.

 

Ella: su amor destruye mi belleza,

pues si tengo máscara quiero también telón.

 

Grávido amanecer... Pueblo

donde se han comido todos los gallos.

 

Versión de Clara Janés

 

 

Otoño III

 

Campo sobre cuatro surcos... Lindero... Prado... Estanque...

Zorzales en las serbas...

Una araña teje de nuevo una malla hilada...

 

Ameno día, expulsado de la razón

al corazón del otoño... El viento se ha empurpurado...

La columna de mosquitos lleva el busto de la danza...

 

Dolor y pena, recuerdos y añoranzas...

¿Quisieras ser de nuevo joven, vivirlo todo de nuevo?

Por las sombras próximas y lejanas se puede oír,

cómo en el pueblo cubren el osario con una chapa ..

 

Versión de Clara Janés

 

 

Partus labyrinthis

 

Mire usted, señora, mis pecados son tantos

que usted no puede darse idea.

Y son tan pocos,

que los conoce bien.

 

Los que conoce son un solo pecado...

Y los que no comprende

son también ese

que a usted, como a mí

incensantemente nos confunde.

 

Versión de Clara Janés

 

 

Pero el tiempo

 

"¿Qué hay en tu corazón", me preguntó la vida.

Era una pregunta tan brusca,

buscaba tan poca excusa,

que quise responder: ¡Nada!

 

Pero el tiempo (que en pie junto a una columna de piedra

obligó hace mucho a sentarse a todas las catedrales)

me dijo: "¡Mentiroso, ese lugar que en ti

han ocupado las mujeres

sólo en el infierno permanece vacío!"

 

Versión de Clara Janés

 

 

Pesadumbre

 

Que según dicen la pena es muda...

Y sin embargo, la mayoría, incluso los taciturnos,

anhelan confesarse, quejarse, anhelan rezongar.

Les prestaste oído, sufriste con ellos,

pero con el fin de venerar también siempre el secreto:

buscaste la inspiración súbita

que suele ser precisa, nunca del todo explícita...

 

Fiel, no podías ser personal...

Sin embargo tampoco revelaste nunca

los sentimientos de aquellos que al respecto callaron...

 

Versión de Clara Janés

 

 

Que los muertos entierren a los muertos

 

Si los vivos pasaran por delante de los muertos

sería el final del presente y el futuro de los remordimientos...

Si los vivos pasaran por encima de los muertos,

nosotros, los vivos, volaríamos...

Pero la cosa es así :

remordimientos sí, alas no.

 

Versión de Clara Janés

 

 

Será

 

Sí, podría decirle

por qué tiene usted miedo cuando caen las hojas

en el bosquecillo o en la alameda.

Y podría decirle,

por qué se rió Hölderlin

cuando le sacudían ciruelas en la cabeza.

Pero antes de que se vuelva usted en pos del sonido

y antes de que se vuelva usted en pos del color,

será otra cosa y vendrá de otra parte...

 

 

Versión de Clara Janés

 

 

 

Un día por la mañana

 

Un día por la mañana, al abrir la puerta,

encontraste en el umbral los zapatos de baile.

Era para besarlos y tú lo hiciste enseguida

y volviste a sentir alegría después de tantos años,

todas las lágrimas largo tiempo contenidas

ascendieron a tu risa.

Luego te reíste y desde el alma rompiste a cantar

con la tranquilidad de la juventud...

No preguntaste qué hermosa

dejó los zapatos en el umbral.

Nunca lo averiguaste

y, sin embargo, de aquel feliz momento

aún vives con frecuencia...

 

Versión de Clara Janés

Tomado de:

http://amediavoz.com/holan.htm

 

 

 

 

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