ENCADENAMIENTO DEL FUEGO
Los siete meses inclementes que siempre nos separan -
inacabables siete meses de abundancia despiadada -
que se extienden entre los Piscis y el Virgo, inexorables,
cargaron con fragor sobre nosotros a finales de abril
en Banite[1], en ese hotelito,
la noche
cuando allí tronaba el coro de los peregrinos,
venidos por los Fuegos.
Bodegón
Violonchelo sobre la cama –
como un cuerpo en espera, desnudo.
(Delante del piano, comprado a un precio regalado,
tú con el arco en la mano eras la Madonna con el niño
entre las velas que respiraban sobre las teclas,
y pensaste que se volverán a enfadar los vecinos,
yo aún permanecía condenado y sin reponerse,
fuera llevaban una hora rugiendo los autobuses de
diciembre,
mientras el "La"
afligido gateó entre
nosotros dos
acurrucándose junto a la foto de Rajmáninov,
el guardarropa suspiró, las paredes gimieron,
una misa infrasónica para todos los salvados,
el amanecer se apretujó amigablemente entre las persianas
yo todavía no me había puesto el suéter,
tal vez fumaba y pensaba en música y demás,
y escuchaba flojamente y contemplaba tus piernas,
la cafetera, el reloj y las tazas humeantes,
mientras una música en camisón
me despedía.)
[1] Pueblo en Bulgaria del sur, famoso por sus aguas
minerales
[2] Nombre propio búlgaro, hipocorístico de Dimitar
[3] La catedral de San Alejandro Nevski en
Sofía, capital de Bulgaria, es una
de las sesenta catedrales cristianas más
grandes del mundo, así como una de las Diez Catedrales Ortodoxas más grandes
del mundo.
Tomado de:
AUSENCIA
Por las escaleras, luego la llave. Al final
te cuelas en tu vieja habitación.
Los sigilosos y polvorientos muebles
hace tiempo que se hicieron a tu ausencia.
Del cuerpo la cama se ha olvidado,
se ha olvidado de tu mano la cerradura.
Insolentes los pasos trasladan
los meses que no has experimentado
y en cuanto se calme la alegría en el comienzo,
empiezas con remordimiento.
A rendirte.
Traducción del búlgaro al español de Marco Vidal González
Tomado de:
La Gran Tierra
27.02.2021~ MINICUERPO
1.
Era una gran tierra,
a la que apenas podíamos llegar.
En el momento en que pusimos un pie allí, el horizonte
desapareció.
Aquí está, nos dijimos, aquí está, y nos detuvimos
y cubrimos nuestras huellas antes de entrar.
Éramos muchos,
ay, cada vez quedamos menos.
Alguien desaparece a menudo, pero ¿no es por eso que
fuimos?
Tomando breves descansos al principio, luego hasta que
estábamos muertos,
caminamos allí en esta gran tierra vacía donde nadie habla.
Todos desaparecen en un secreto propio,
y no preguntamos a dónde han ido todos.
Todos mueren solos en sí mismos; ¿cuantas veces se muere
uno?
Todavía deambulamos por allí:
más personas, solo que, sin sombra,
todavía deambulando, pero sin dejar rastro.
Así, caminamos
sobre esta tierra vacía de espejismos,
y uno a uno elegimos un lugar y una misión.
De dónde venimos, incluso lo hemos olvidado,
es peligroso reflexionar sobre lo que hemos sido.
Quedamos cada vez menos,
lo que no sorprende.
O bien, cada vez somos más,
tal como esperábamos.
Somos dobles, triples, cuádruples, quíntuples,
cualquiera que sea nuestro antojo,
en esta tierra grande y vacía donde nadie habla,
en la que permanecemos.
2.
Este es el lugar,
el lugar donde nadie habla, que he elegido.
Aquí, todo el cielo se aferra a la tierra en silencio,
las nubes yacen extendidas sobre la tierra,
y todo el espacio está lleno de la oscuridad de las
hierbas.
El espacio se retira,
y yo, abandonado en su secreto,
una y otra vez me abandono,
una y otra vez vuelvo a mí mismo cambiado.
En esta tierra vacía
donde nadie habla,
los demás pasaron y pasan más todavía,
perdidos en el pensamiento de lo que quedó sin decir,
perdidos en el pensamiento de esta gran tierra.
Aquí estoy realizando
todos los rituales silenciados del olvido,
en los que me inicié,
en los que me juramenté.
Aquí,
convocado por el mudo,
convoco al mudo,
lo juro
y escucho su eco mudo.
Así, el mundo que me atrae se esconde dentro de sí mismo,
de los lenguajes acechantes,
de los signos silenciados,
de los gestos cuyo sentido ya ha sido borrado
'alrededor del sol seco, las ramas secas y las piedras
oxidadas.
Juro que todos los que vienen por aquí se perderán.
Tomado de:
https://shestartedsmokingpoetry.wordpress.com/2021/02/27/the-great-land-georgi-rupchev/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario