“Ilusión”
Vienes cada madrugada
a prenderte en mis sueños
—¡estatua de Bizancio
esculpida en nieve!
Y posas tu mano
suave y leve
sobre mis párpados doloridos…
¡Vienes desnuda, llena de gracia,
muy brillante, iluminada!
¡Te veo llegar
como una alborada
de sol!…
¡Y mi cuerpo se estremece,
y mi alma canta,
como un enamorado ruiseñor!
Sobre la desnudez joven de tu cuerpo,
dos cisnes erectos
quedan cavilando en blancos embelesos,
y en la seda púrpura
de mi lecho,
en rubros destellos,
nacen, mortificadas,
¡las orquídeas rojas
de mis sensaciones!…
¡Déjalo gritar!
¡¿Qué importa su clamor,
si me abrasa tu mirada
vivísima?!…
Atiza, amor mío, el fuego en que me exalto…
—Envuélveme más…
todavía más… en tu caricia;
qu esta alegría de nuestro amor
suavísimo,
¡será más fuerte y gritará más alto!
https://revista.poemame.com/2021/05/04/tres-poemas-de-judith-teixeira-poesia-en-llamas/
lanzamientos
¡En otros escenarios vive mi alma!
Otros caminos...
¡Por otras luces encendidas!
- Vengo de ese mundo donde estuve
tanto tiempo emparedado…
Vestían de negro
Mis horas…
Olvidándome de la vida-
¡No me encontraba!
Mis sueños envueltos
en el crepúsculo,
¡La noche no se los llevó!
.............................
Un atardecer triste y doloroso
¡El cielo se sonrojó!
¡Y mi mirada ansiosa
se fusionó con la tuya!
.............................
Y tus hermosas manos,
Esbeltas y neuróticas,
Me pintan lienzos carmesí
Bizarros y exóticos
Con amplios horizontes…
............................. ¡
Hoy tengo unas ganas enormes
de vivir en otros tiempos!
- Sensualizando la vida,
Descubriendo nuevas fuentes
De dolor y placer...
- ¡Orgías de extraños colores
de las que sólo tú fuiste
el extraordinario inventor!
mi amante
¡Dicen que estoy enamorado de ti!
¡Que digan!...
No saben lo sublime
En mis sueños de placer...
Al amanecer, apenas despierto,
Hay quienes me han oído gritar
Por tu nombre...
Dicen - y No protesto - ¡
Cualquiera que
sea mi apariencia,
estás
en mi fisonomía
y en mi gesto!
Dicen que me emborracho todo de color
Para olvidarte...
Y que en las noches en los pasillos
Cuando paso a recogerte,
¡Se me salen risas locas en los ojos!
No entienden mis amores contigo -
No entienden este claro de luna de besos...
- Hay quien le llama la tara perversa,
Dum para ser desordenado y sensual!
Te llaman el genio del mal -
Mi castigo...
Y me disperso en sombras ajenas...
Y nadie sabe que eres tú de quien vivo...
Que eres tú quien aún duele,
Mi castillo en ruinas...
Qué te haces con el mal tiempo, la hora hermosa
de mis voluptuosos sueños -
no te pierdas mis dolorosas súplicas
- ¡Duerme este dolor que me domina!
Adiós
Sí, me voy.
Y no echo de menos
a nadie
¡Ya ni pienso en ti!
¿Creíste que la tristeza de esta hora
era más grande que la voluntad firme
que me puse a destruir
el hilo luminoso de ternura
que me tenía en tu mirada?
Juzgaste mal:
yo sé amar,
pero mi amor
lo que no sé
es ser banal!
¿Pero por qué vine a escribirte todavía?
¡Ni siquiera lo sé!
Quizá sólo
la cortés costumbre de despedirse
, ¡y la costumbre hace la ley!
¡¿Llorar?! ¡Oh, sí, irremediablemente!
Pero ¿sabes por qué viene este llanto
tan amargo y sollozante?
Es que a la hora de partir
nunca pude dejar de llorar
¡Di adiós a cualquiera!
El payaso
La gente se ríe, se ríe dentro de mí,
Con mejillas lívidas y descoloridas
Un extraño payaso de raso,
¡Desgarrando mi pecho de dolor riendo!
Asoma a mis ojos siempre riendo así -
Asomándose a las figuras desdichadas
Que nunca se visten como arlequines,
Sino que caminan por la vida disfrazados.
En la sombra de mis pestañas, emboscado,
Ríe, en mi mirada fría y desolada,
Ocultándose en el asombro y la sorpresa
Y cuando desciende a la triste morada,
Viene más loco y orgulloso de la ironía
¡En la burla de un desprecio sarcástico!
Nadie
Me emborraché
de un deseo loco
Y enfermé de añoranza.
Caí en el vacío... en el indeciso
No me encuentro, no me veo -
Escudriño la inmensidad
Y sigo tanteando en la oscuridad
Nadie. Nadie
¡No yo, tan poco!
Solo encuentro
el tumulto de un corazón
atrapado dentro de mi pecho
saltando como loco.
Tomado de:
https://www.escritas.org/pt/judith-teixeira
¡Mi vida!
Estás enferma mi amor, ¿por qué?
¿Te falta el sol, la luz, mi sabor?
¿O quieres que te dé,
en mis brazos, más ganas, más calor?
Si eres el sol, la gracia, esa
divina misericordia que Dios trajo a mi dolor,
exige todo, mi vida y cree
que te la daré con alegría, ¡amor!
Si se pierde mi alegría, mi vida,
me pierdo buscando la causa: ¡
también se pierde mi alegría!
Besémonos, querida, con ardor...
¡que venga la muerte en dulce pausa
y nos lleve si no eres feliz!
Anhelo
¡Tu deseo me sigue de noche y de día!... ¡
Escucho tu voz roja y cantarina
rogándome la caricia de mi beso,
en una terquedad exigente e inquietante!
Y mi cuerpo vencido, dominado,
caerá dolorosamente, inconsciente,
sobre el cálido recuerdo del pasado
- y tú soñarás... ¡desesperadamente!
Tomado de:
https://www.nossapoesia.com/autor/judith-teixeira/poemas/
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