jueves, 27 de junio de 2024

POEMAS DE CAI TIANXIN


Un poema

Una

inocente

criatura

 

tendida

sobre

orillas de arena

 

en su cabellera

bailan

blancas nubes

 

devoradas

por el mar

 

 

Soñando con vivir en el mundo

Ramajes crecen desde las nubes

Pájaros alegremente vuelan hacia mis ojos

 

Jardines y nubes de humo vuelan sobre la casa

Ríos corren a través de mis brazos

 

La luna semeja un zafiro azulado

engastado en un anillo

 

Yo permanezco en los acantilados del oído

soñando con vivir en el mundo

 

 

Poema del pez

Me gusta mirar los autos móviles como palabras

Es fácil cambiar las raíces de las palabras

Haciendo un giro en U, por ejemplo,

Podemos encontrar un adjetivo

Auscultándonos en la carretera

Algunas veces ellas crean

Una frase totalmente nueva

Conduciendo el auto en medio del Pacífico

El agua del mar sabe cómo afinarlas

Nadamos móviles fuera del auto

El poema del pez ha surgido

 

 

Luz del sol

El sol es un mango

Que el día corta en rebanadas

Intacta está la noche

Nuestra boca tragaluz del sol

Fortalecido en nuestra sangre

Mientras dormimos sus rayos

Fluyen en nuestras venas

Viajan a través de nosotros

Y en su discurrir se encuentran

Con coágulos de luz

 

 

Conservando la memoria

Recuerdo en un verano

a un escarabajo verde arrastrándose

a través de un libro abierto de poemas

él se puso al lado del nombre David Ignato

y durante un buen tiempo no quiso abandonarlo

me acompañó en mi lectura

me levantó el ánimo

le toqué suavemente en el abdomen

con mi dedo meñique,

yacía allí,

en un abrir y cerrar de ojos

se convirtió en un pie de página

y compartiendo mi alegría

está siempre en mi memoria

 

 

El lago de lotos

 

Alguna vez remaba en un bote en el lago de lotos

estaba una joven en la orilla absorta en sus pensamientos

la vi, vestida de verano, el reflejo de sus botones

a remo me acerqué invitándola a subir

 

Al principio se asombró, luego floreció en risas

el crepúsculo devino, acercándonos

un lunar sutil es quizás

más íntimo que un libro, y más distante que una estrella

 

 

El viento verde

 

El viento adviene desde el valle

en medio de los altos edificios

pasa por la solera florida

mutila todas las hojas de una flor

dejando en otra solo las hojas

el viento golpea su rostro en la penumbra

sus ojos lucen extraviados

el viento se introduce suavemente en su escote

sus dos pechos se hacen tres

al final, el viento, la cubre totalmente

 

 

La superficie del agua

 

Me gusta estar frente a ti

deja que el relámpago de tu frente

alumbre la superficie del agua

 

Tu cabellera azabache se esparce

como caseríos a lo largo de la orilla del río

el aroma se extiende en el viento

 

Cuando inclino mi cabeza

la barca de tu nariz

se aleja en silencio

 

 

La duda

 

Estiro mi cabeza fuera de la ventana enrejada

parto la silla en pedazos sobre mi rodilla

el viento del invierno se hace humo

desde el vientre del plátano oriental

la sombra de las hojas caídas se mece y desaparece en tierra

como la nieve que flota en el lago se disuelve

un gran personaje sube a su coche para ir al trabajo

el niño es ahuyentado por un deseo pequeño

nosotros vivimos en el mundo, como ráfagas de balas

que perforan el muro de la noche oscura

Tomado de:

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Revista/ultimas_ediciones/57_58/tinaxin.html

 

 

EL NÚMERO Y LA ROSA.

 

Pitágoras ejecutaba música en la hipotenusa

al tiempo que imaginaba el sistema de números racionales

un laberinto transparente como el cuarzo

su casa estaba en Samos sobre el Mar Egeo

jamás de niño quiso ser marinero

ni fue nunca atraído por las hermosas mujeres de Salónica

números eran las rosas atesoradas de su corazón

flores carmesí, anaranjadas, amarillas, blanco puro

fueron la expresión perfecta de su mente inigualable

empujándolo a escribir su famosa afirmación «todas las cosas son números»;

Leonardo una vez, en Florencia, se dedicó a este principio

desatendiendo los encantos de la bella y joven Ginebra

renunciando al final por razones que desconocemos.

Versión al español de Julio C. Palencia

Tomado de:

https://www.juliopalencia.info/el-numero-y-la-rosa-cai-tianxin/

 

 

MUCHACHA DE CAMPO QUE SE ALEJA EN UN TRACTOR CUBIERTO

Cuando yo caminaba por una zona rural

un tractor pasó por detrás

Y el mismo momento en que volví la cabeza

mi mirada se topó con los ojos de una muchacha de campo

Mientras los ruidos sordos se alejaban rápido

el toldo del remolque se volvió repentinamente enorme

haciendo que se reduzcan los trigales al lado del camino

a un pequeño rincón de mi infinita vista

Pero el pañuelo en su cabeza todavía revolotea como una bandera

Y sus pies, grandes sin igual

no dejaban de crecer desde el pincel de Joan Miró

extendiéndose hasta el alcance de mis manos

(Hangzhou, 1988)

 

EL MAPA DEL CIELO

El avión cruza una espesa capa de nubes

sufriendo unas turbulencias y sacudidas

el tiempo se dilata de manera infinita

Hemos elegido este fragmento del cielo

en la cual toda nube tiene nombre

su propia dirección y coordenada

Podemos dibujarlas en un papel

marcar las dimensiones y las distancias entre sí

y luego agregar diferentes colores

Nuestro camino al futuro es también así

cuán amplio es el cielo

cuántas peripecias tendrá la vida

(Los Angeles—Shanghai, 26 de octubre de 2013)

Tomado de:

https://cultura.fundacionneruda.org/wp-content/uploads/2023/04/cultura-fundacion-pablo-neruda-revista-cuaderno-83-tomoII-28-04-2023.pdf

 

El pájaro rojo

 

Tantos brazos se unen

 

tantos talles se inclinan

 

tantas piernas crecen en los troncos de árboles

 

tantas cabelleras se desatan como las hojas

 

Cuelgan de las ramas y se mecen con el viento

 

entretanto, el pájaro rojo posa su sombra en el verde

 

desde el hogar propio y verdadero

 

casi emite un sonido de humanidad

 

 

 

Un paseo

 

El rostro hacia el Este

 

la nariz hacia el Oeste

 

La palma de la mano

 

es una roca que pateo

 

Sus uñas desgarran

 

las venas de la tierra

 

Sobre las que me acuesto,

 

me levanto, me lanzo al río

 

Y emerjo silenciosamente

 

en la cima de la alta montaña

 

 

 

El río

 

El río fluye de mí velozmente

 

sus antiguas flechas voladoras

 

sin cesar, entran y salen de mí

 

Más y más flechas lanzadas

 

a mi espalda con qué dulzura penetran

 

Veloz el río fluye de mí

 

 

 

Sobre el mar

 

Sobre el mar; mi padre

 

las olas exponen sus huesos

 

el viento toca su último réquiem

 

Sobre el mar; un árbol

 

se erige desde el fondo de las aguas

 

desde el fondo de mi sueño

 

Sobre el mar; un árbol

 

su cabellera negra y brillante

 

perfora el ápice de las nubes

 

y emerge en el patio del paraíso

 

 

 

Las Cataratas del Niágara

 

El blanco sobre el azul

 

el blanco circundado por el azul

 

como la muerte sumida en un sueño

 

Hay más plumas de pájaros que cabellos de turistas

 

los picos de los pájaros tocan el cortinaje de la lluvia

 

primero que los labios de los amantes

 

Pronuncio algunos nombres a mi antojo

 

dejadlos flotar a través del agua

 

y caer junto con el ocaso

 

Un sol desangrado tiembla

 

doy un paso adelante hacia la muerte

 

un millar de manos heladas se cuelan en mi espalda

 

Traducción del chino al español de Raúl Jaime en colaboración con el autor.

Tomado de:

https://www.mxfractal.org/f19tianxin.html

 

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