Esa es la cosa
Estoy en medio de la luz que avanza.
Mis manos están llenas de deseos: es tan hermoso el mundo.
No se cansan mis ojos de contemplar los árboles,
Los árboles tan llenos de esperanza, los árboles tan verdes.
Un sendero soleado se pierde entre moreras:
Lo contemplo, acodado en la ventana de la enfermería.
No se siente el olor de los medicamentos:
Deben haberse abierto por ahí los claveles.
Estar preso ... No es ésa la cuestión.
La cosa es no entregarse: ¡ésa es la cosa!
en A pesar de todos estos muros; antología, 2013
Tomado de:
https://poesiacomounarma.blogspot.com/2015/12/esa-es-la-cosa.html
ANGINA DE PECHO
La mitad de mi corazón está aquí, doctor,
pero la otra mitad se encuentra en China,
en el ejército que baja hacia el río Amarillo.
Cada mañana,
cada mañana con el alba,
mi corazón es fusilado en Grecia.
Y cuando el sueño rinde a los presos,
cuando se alejan de la enfermería los pasos últimos,
mi corazón se va, doctor,
se va hacia una vieja casa de madera, allá en Estambul.
Además, doctor, hace más de diez años
que no tengo nada en mis manos
para ofrecer a mis hermanos;
tan sólo una manzana,
una roja manzana: mi
corazón.
Por todas estas cosas, doctor,
y no por culpa de la arteriosclerosis,
ni de la nicotina, ni de la cárcel
tengo esta angina de pecho.
Desde mi cama
Contemplo la noche tras de los barrotes.
Y a pesar de todos estos muros
Que me aplastan el pecho,
mi corazón palpita con la estrella más remota.
Tomado de:
https://www.nazimhikmet.org.tr/es/nazim-hikmet/sus-obras/varios-poemas-electas/
NO ES CHACOTA LA VIDA
No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
como lo hace la ardilla, por ejemplo,
sin esperar ayuda ni de aquí ni de allá.
Tu más serio quehacer será vivir.
No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
pero en serio a tal punto
que, puesto contra un muro, por ejemplo,
con las manos atadas,
o en un laboratorio,
de guardapolvo blanco y con grandes anteojos,
tú morirás porque vivan los hombres,
aún aquellos hombres
cuyo rostro ni siquiera conoces.
Y morirás sabiendo, ya sin ninguna duda,
que nada es más hermoso, más cierto que la vida.
La tomarás en serio,
pero en serio a tal punto
que a los setenta años, por ejemplo,
plantarás olivares,
no para que le queden a tus hijos,
sino porque, aunque temas a la muerte,
ya no creerás en ella,
puesto que en tu balanza
la vida habrá pesado mucho más.
SELECCIÓN DE SUS ÚLTIMOS POEMAS
Te has cansado de llevar mi peso
Te has cansado de mis manos
De mis ojos de mi sombra
Mis palabras eran incendios
Pozos eran mis palabras
Un día vendrá de repente vendrá un día
Sentirás el peso de las huellas de mis pasos
Alejarse las huellas de mis pasos
Y este peso será de todos el más difícil de soportar.
(Moscú, 31 de mayo de 1962)
MI ENTIERRO
¿Mi entierro saldrá de nuestro patio?
¿Cómo vais a bajarme del tercer piso?
El ataúd no cabe en el ascensor
Y las escaleras son demasiado estrechas.
Tal vez el patio esté inundado de sol y haya palomas
Tal vez nieve en medio de los gritos de los niños
Tal vez llueva y esté mojado el asfalto.
Y como siempre los cubos de basura estarán en el patio.
Si como acostumbran aquí me suben al furgón con la cara
descubierta
Puede caerme algo de una paloma en la frente: trae suerte.
Venga o no una banda de música habrá niños a mi lado
Los niños siempre sienten curiosidad por los muertos.
La ventana de nuestra cocina me seguirá con la mirada.
Nuestro balcón me acompañará con la ropa tendida.
No podéis saber lo feliz que he sido en este patio.
Vecinos míos a todos os deseo una larga vida...
(Moscú, abril de 1963)
...
Recorrí a toda velocidad tus sueños
Su resplandor ardió y se consumió
Planté un ciruelo
Y saboreé sus frutos.
Amé tanto la tristeza
Sobre todo en las piedras del mar
En la mirada de la gente
Y de repente dejé de amarla
Qué bien que amara la lluvia
Qué bien que pernoctara en la cárcel
Amé a los que no pudieron
Alcanzar toda mi felicidad
Qué bien que amara los regresos
...
(Moscú, 2 de mayo de 1963)
Había en Japón una niña
una niña chiquitita y linda.
Había una nube en el mundo:
solo para matar.
Esta nube mató a la abuelita
de la niña chiquitita,
dispersó su ceniza en el cielo,
y luego volvió de repente
y asesinó a su papá
y también a la niña.
Pero nunca se saciaba
y buscaba nuevas víctimas.
Se llama muerte atómica
y grita en la oscuridad.
Construyamos una gran unidad
y hagamos callar a las fieras.
Combatamos la guerra
y aniquilemos a la fiera.
1963
ME ACOSTUMBRO A ENVEJECER
Me acostumbro a envejecer, es el oficio más difícil del mundo,
llamar a las puertas por última vez,
la separación para siempre.
Horas que corréis, corréis, corréis...
Trato de comprender a costa de dejar de creer.
Te iba a decir una palabra pero no pude.
En mi mundo el sabor de un pitillo por la mañana con el
estómago vacío.
La muerte antes de llegar me envió su soledad.
Envidio a los que no se dan cuenta de que envejecen,
tan ocupados están con sus cosas.
12 de enero de 1963
SOBRE QUEDARSE SORPRENDIDO
Puedo amar,
y tanto,
pide lo que quieras,
mi vida, mis ojos.
Puedo enfurecerme,
mi boca no se llena de espuma,
pero la ira de un camello no es nada al lado de la mía,
solo la ira del camello, no su rencor.
Puedo comprender
muchas veces con mi nariz,
es decir oliendo lo más oscuro lo que está más lejos
y puedo pelear,
por todos y por todo lo que me parece justo, correcto y
hermoso,
ni mi edad ni mi porte me lo impiden,
sin embargo hace tiempo que se me olvidó quedarme sorprendido.
La sorpresa me dejó y se fue con sus ojos bien abiertos
y bien jóvenes.
¡Qué lástima!
Tanganica, febrero de 1963
Hotel Maranga
CARTA DE BERLÍN
1
Berlín, es de día y hace sol,
8 de marzo de 1963.
Felicidades, mujer.
He olvidado decírtelo por teléfono esta mañana,
olvido el mundo cuando oigo tu voz.
Muchas felicidades, mi amor.
Berlín, 8 de marzo de 1963
CARTA DE BERLÍN
2
Dentro de cuatro días estoy en Moscú.
Afortunadamente ya se acaba esta separación, regreso.
También esta separación quedará atrás, como un camino
lluvioso.
Vendrán nuevas separaciones,
bajaré a otros pozos,
iré a más sitios y regresaré.
Correré a toda prisa para regresar de nuevo.
Después, ni Berlín ni Tanganica,
ya no iré a ningún sitio, a ningún sitio.
Ya no estará en mi mano volver ni en vapor ni en tren ni en
avión.
Ya no llegarán cartas ni telegramas míos.
Y tampoco te telefonearé.
Ya no reirás dulcemente al oír mi voz.
Ya no recibirás noticias mías
y te quedarás sola.
Dentro de cuatro días estaré en Moscú.
En Berlín es de día y hace sol
es primavera en Moscú,
lo has dicho por teléfono.
Afortunadamente ya se acaba esta separación. Regreso.
Pero dentro de mí está la noche de la gran separación,
dentro de mí la amargura de cuando ya no me tengas,
dentro de mí tu soledad.
Soledad: pan de recuerdos que no llena,
invitación a lejanos recuerdos: soledad,
tal vez tres meses, tal vez tres años,
la soledad será tu sombra.
Dentro de cuatro días estaré en Moscú
en Moscú es primavera
lo has dicho por teléfono.
Berlín, 8 de abril de 1963.
CARTA DE BERLÍN
3
Dentro de cinco horas estaré junto a ti.
En Berlín, el sol entra en la habitación de mi hotel,
trinos húmedos de los pájaros
—ha llovido esta mañana—
y los tranvías
y el tiempo.
El tiempo está como detenido,
rígido, helado,
podrías cogerlo y colgarlo de un clavo,
podrías cortarlo con un cuchillo.
Es como si estuviera en la cárcel.
Y en la cárcel el más despiadado de los guardianes
es el tiempo.
Dentro de dos horas estaré en el aeropuerto.
Dentro de cinco horas en tu azul.
Dentro de cinco horas la libertad.
En las habitaciones de los hoteles, tras todos los regresos
habría que poner una estatua al inventor del avión.
Berlín, 12 de abril de 1963.
SOBRE LAS LLUVIAS RADIACTIVAS
Cerrad bien las ventanas
no dejéis a los niños en la calle
las lluvias llevan la muerte a las semillas
llueve podredumbre.
Hay que limpiar las lluvias
hay que sacar brillo de nuevo a la lluvia como si fuera plata
que las lluvias lleven de nuevo nada más que el sol a las
semillas
que los niños puedan correr de nuevo bajo la lluvia
y que podamos abrir de nuevo las ventanas a la lluvia.
23 de abril de 1963.
A VERA
Me dijo por qué no vienes
por qué no te quedas
por qué no sonríes
por qué no mueres
He venido
Me he quedado
He sonreído
He muerto
1963
A propósito de unas fotos de periódico
1. CARBUNCO
Sobre dos columnas de la primera página yacen
dos niños desnudos
sobre dos columnas de la primera página
con la piel en los huesos.
Tienen la carne agujereada, reventada.
Uno es de Diyarbakïr, el otro de Ergani.
Tienen los brazos y las piernas raquíticos
enorme la cabeza
y un grito pavoroso en sus bocas abiertas
en la primera página dos ranitas aplastadas a pedradas.
Dos ranitas
dos hijos míos, enfermos de carbunco.
Quién sabe cuántos miles se nos van en un año
sin haber podido saciar siquiera su sed.
Y el señor subsecretario:
(así lo agarre el carbunco)
«No hay ningún motivo para preocuparse», dice.
3 de agosto de 1959
2. EL JEFE DE POLICIA
Abierto como una herida, el sol en el cielo
se desangra.
Un aeródromo.
Los presos preventivos, las manos sobre el vientre:
porras, jeeps,
muros carcelarios, comisarías
y cuerdas que se balancean sobre el patíbulo
y los paisanos que no aparecen
y un niño que no pudo soportar la tortura
y se tiró desde el tercer piso de la Jefatura.
Y ahí está el señor Jefe de Policía
baja del avión
vuelve de América
de un curso de formación.
Estudiaron métodos para no dejar dormir
y quedaron encantados
de los electrodos aplicados en los testículos
y también dieron una conferencia sobre nuestras celdas de
castigo
ofrecieron satisfactorias explicaciones
de cómo poner huevos recién hervidos en los sobacos
y cómo despellejar delicadamente la piel con cerillas
encendidas.
El señor Jefe de Policía baja del avión
vuelve de América
porras y jeeps
y cuerdas que se balancean sobre el patíbulo
ha vuelto el jefe dicen encantados.
1959
*
De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)
Al partir, me quedan cosas que acabar...
Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.
Salvé la gacela de la mano del cazador,
pero siguió desvanecida, sin recobrar el sentido.
Cogí la naranja de la rama,
pero no pude despojarla de su corteza.
Me reuní con las estrellas,
pero no pude contarlas.
Saqué agua del pozo,
pero no pude servirla en los vasos.
Coloqué las rosas en la bandeja,
pero no pude tallar las tazas de piedra.
No sacié mis amores.
Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.
Junio de 1959
AUTOBIOGRAFIA
Nací en 1902
no he vuelto nunca a mi ciudad natal
no me gustan los retornos
a los tres años en Alepo era nieto de bajá
a los diecinueve estudiantes en la universidad comunista de
Moscú
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú invitado por el
Comité Central
y desde los catorce años soy poeta
hay hombres que conocen las diferentes clases de hierbas;
otros, de peces;
yo, de separaciones
hay hombres que se saben de memoria el nombre de cada
estrella;
yo, de nostalgias
he dormido en las cárceles y en los grandes hoteles
he conocido el hambre y también la huelga de hambre y no hay
plato
que no haya probado
a los treinta años quisieron ahorcarme
a los cuarenta y ocho quisieron concederme el Premio mundial
de la Paz
y me lo concedieron
a los treinta y seis durante medio año sólo pude recorrer
cuatro metros
cuadrados de hormigón
a los cincuenta y nueve volé desde Praga a La Habana
en dieciocho horas
no conocí a Lenin, pero hice la guardia de honor junto a su
féretro en 1924
en 1961 el mausoleo que visito son sus libros
han intentado alejarme de mi partido
pero han fracasado
tampoco he sido aplastado por los ídolos caídos
en 1951 viajé por mar hacia la muerte con un joven camarada
en 1952 con el corazón cascado esperé la muerte durante cuatro
meses
estuve locamente celoso de las mujeres a las que amé
no envidié a nadie ni siquiera a Charlot
engañé a mis mujeres
pero nunca hablé mal de mis amigos a sus espaldas
he bebido, pero no soy un borracho
tuve la suerte de ganarme siempre el pan con el sudor de mi
frente
si mentí fue porque sentí vergüenza ajena
por piedad
pero también he mentido porque sí
he montado en tren en avión y en coche
la mayoría no puede hacerlo
he ido a la ópera
la mayoría no puede ir y ni siquiera sabe que existe
sin embargo, desde 1921 no voy a muchos de los sitios
donde va la mayoría la mezquita la iglesia la sinagoga
el templo el curandero
pero a veces me gusta que me lean los posos de café
se me ha publicado en treinta o cuarenta lenguas
pero estoy prohibido en Turquía en mi propia lengua
hasta ahora no he tenido cáncer
tampoco es obligatorio
nunca seré primer ministro o algo parecido
tampoco me gustaría serlo
nunca he ido a la guerra
no he descendido a los refugios en medio de la noche
no he recorrido los caminos del exilio bajo el vuelo rasante
de los avi0nes
pero me he enamorado ya cerca de los sesenta
camaradas en pocas palabras
hoy en Berlín aunque muerto de nostalgia
puedo decir que he vivido como un hombre
pero los años que me quedan por vivir
y las cosas que puedan sucederme
¿quién lo sabe?
Esta autobiografía fue escrita en Berlín Oriental el 11 de
setiembre de 1961
BAKÚ DE NOCHE
Noche sin estrellas hasta el pesado mar
noche cerrada y oscura
la ciudad de Bakú es un soleado campo de trigo
Estoy en la colina,
el sol me da de lleno en la cara
se escucha en el aire un preludio de rast que fluye como las
aguas del Bósforo.
Estoy en la colina,
mi corazón es como una balsa
que se aleja en una separación infinita
y va más allá de los recuerdos
hasta el pesado mar sin estrellas
en la noche cerrada y oscura.
Bakú, febrero de 1960
*
Chicas como hilos de oro...
Chicas como hilos de oro
en esta ciudad europea
se pasean con babuchas como las nuestras.
Sobre el Estambul que llevo dentro el cielo está despejado.
Un ciprés, una fuente, Üsküdar.
Aunque me echara a correr, no alcanzaría
no alcanzaría el vapor que está saliendo del muelle.
Leipzig, 30 de junio de 1959
*
Con este calor pienso en ti...
Con este calor pienso en ti
tu desnudez
tu cuello tus muñecas
las cosas que me decías
con los pies como una blanca paloma descansando en un cojín.
Con este calor pienso en ti
no sé si lo que más recuerdo
lo que viene a mis ojos
es tu cuello tus muñecas
tus pies descalzos
las cosas que me decías cuando eras mía.
Con este calor amarillo pienso en ti
en la habitación de un hotel con este calor amarillo pienso en
ti
y me despojo de mi soledad
mi soledad que se parece un poco a la muerte.
10 de julio de 1959
*
DOS AMORES
En un corazón no caben dos amores
mentira
puede ser.
En la ciudad de las lluvias frías
es de noche y estoy tumbado en la habitación de un hotel
mis ojos están clavados en lo alto
pasan nubes por el techo
pesadas como los camiones que corren por el asfalto húmedo
y a la derecha a lo lejos
una construcción blanca
tal vez de cien pisos
en lo alto brilla una aguja de oro.
Pasan nubes por el techo
nubes cargadas de soles como caiques de sandías.
Me siento en el alféizar de la ventana
el reflejo del agua acaricia mi rostro
¿estoy a la orilla de un río
o a la orilla del mar?
¿Qué hay en aquella bandeja
en aquella bandeja rosada
fresas o moras?
¿Estoy en un campo de narcisos
o en un bosque de hayas nevadas?
Las mujeres que amo ríen y lloran
en dos lenguas.
*
EL QUINTO DIA DE UNA HUELGA DE HAMBRE
Si no consigo expresar bien, hermanos,
Lo que quiero decirles,
Tendrán que disculparme:
Siento algunos mareos,
me da vueltas un poco la cabeza.
No es el alcohol.
Apenas, es un poquito de hambre.
Hermanos,
Los de Europa, los de Asia, los de América:
Yo no estoy en prisión ni en huelga de hambre.
Me he tendido en el césped, esta noche de mayo,
Y los ojos de ustedes me miran de muy cerca,
lucientes como estrellas,
En tanto que sus manos
son una sola mano estrechando la mía,
como la de mi madre,
como la de mi amada,
como la de mi vida.
Hermanos míos:
Por otra parte, ustedes nunca me abandonaron,
Ni a mí, ni a mi país,
ni tampoco a mi pueblo.
Del mismo modo que los quiero a ustedes,
ustedes quieren a los míos, lo sé.
Gracias, hermanos, gracias.
Hermanos míos:
Yo no tengo la intención de morir.
Si soy asesinado,
Sé que entre ustedes seguiré viviendo:
Yo estaré en los poemas de Aragón
(en su verso que canta la dicha del futuro),
Yo estaré en la paloma de la paz, de Picasso,
Yo estaré en las canciones de Paul Robeson
Y, sobre todo
y lo que es más hermoso:
Yo estaré en la triunfante risa del camarada,
Entre los cargadores portuarios de Marsella.
Para decirles la verdad, hermanos,
Yo soy feliz, feliz a rienda suelta.
*
EN EL RESTAURANTE ASTORIA DE BERLÍN...
En el restaurante Astoria de Berlín
había una camarera
una chica como una gota de plata.
Por encima de las bandejas repletas me sonreía.
Se parecía a las chicas de mi perdido país.
Pero no sé por qué
a veces tenía ojeras.
No tuve suerte
no pude sentarme en las mesas que ella atendía.
Ningún día se sentó en las mesas que yo atendía.
Era un hombre entrado en años.
Parecía como si estuviera enfermo,
tomaba comida de régimen.
Estaba muy triste y me miraba
pero no sabía alemán.
Tres meses vino a desayunar, comer y cenar,
luego desapareció.
Puede que volviera a su país
o que no volviera y haya muerto.
23 de julio de 1959
*
Gracias a ti...
Gracias a ti
cada uno de mis días es un mundo limpio y perfumado que huele
a melón.
Gracias a ti
todos los frutos se ofrecen a mi mano como si yo fuera el sol.
Gracias a ti sólo pruebo la miel de la esperanza.
Gracias a ti late mi corazón.
Gracias a ti
mis noches más solitarias son como un kilim de Anatolia que
sonríe
desde la pared.
Gracias a ti al final de mi camino, sin llegar a mi ciudad,
he descansado en una rosaleda.
Gracias a ti, no dejo entrar a la muerte
que con sus cantos llama a mi puerta
vestida con sus más sutiles ropajes y me invita al gran
descanso.
29 de agosto de 1960
*
LA CIUDAD, LA TARDE Y TÚ
Entre mis brazos estáis desnudas
la ciudad, la tarde y tú
vuestra claridad ilumina mi rostro
y también el olor de vuestros cabellos.
¿De quién son estos latidos
que baten bom bom y se confunden con nuestra respiración?
¿tuyos? ¿de la ciudad? ¿de la tarde?
¿o tal vez son míos?
¿Dónde termina la tarde dónde comienza la ciudad
dónde termina la ciudad dónde comienzas tú
dónde termino yo dónde comienzo?
9 de julio de 1959
*
LA NIEVE CORTÓ EL CAMINO...
La nieve cortó el camino
tú no estabas
me senté con las piernas cruzadas
contemplando tu rostro
con los ojos cerrados.
No pasaban barcos ni volaban aviones
tú no estabas
yo permanecía apoyado en la pared
hablando y hablando
sin abrir la boca.
Tú no estabas
mis manos te acariciaban
yo me tapaba la cara con las manos.
Diciembre de 1959
Tomado de:
https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Diario/06_05_14.html
Al partir, me quedan cosas que acabar...
Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.
Salvé la gacela de la mano del cazador,
pero siguió desvanecida, sin recobrar el sentido.
Cogí la naranja de la rama,
pero no pude despojarla de su corteza.
Me reuní con las estrellas,
pero no pude contarlas.
Saqué agua del pozo,
pero no pude servirla en los vasos.
Coloqué las rosas en la bandeja,
pero no pude tallar las tazas de piedra.
No sacié mis amores.
Al partir, me quedan cosas que acabar,
al partir.
De Últimos poemas 1959-1960-1961
Versión de Fernando García Burillo
Ed. del oriente y del mediterráneo, 2000)
Como semillas
Como semillas
he
dispersado a mis muertos
por toda la Tierra,
unos descansan en Odesa,
otros en Estambul,
otros en Praga.
El país que prefiero es la
tierra.
Cuando me llegue la hora,
cubridme con ella.
Fuente:
Poesía Nonserviam, nº.2, nov. 2005
Nos tomaron prisioneros
Nos tomaron prisioneros,
nos han encerrado:
a mí entre estas paredes.
a ti afuera.
Eso no es nada.
Lo peor
es cuando las personas -lo sepan
o no llevan la prisión por dentro...
A la mayoría se le fuerza a ello.
Fuente: http://www.orienteymediterraneo.com/14.html
Vamos a la luna...
Vamos a la Luna
y más lejos todavía
a donde ni siquiera alcanzan los telescopios.
¿Pero cuándo la gente en nuestra Tierra,
dejará de pasar hambre
nadie tendrá miedo de
nadie,
nadie mandará sobre
nadie,
nadie maldecirá de
nadie,
nadie robará a otro su esperanza?
Por esto soy comunista
para responder a esta pregunta.
De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
Tomado de:
https://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/cuaderno-de-poesia-critica-n-020-nazin-ikmet.pdf
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