El viajero
ayuda a la madre
en la cocina
y al padre
en la carpintería.
Cuando los dos trabajan la madera
hablan de ir a pescar
el próximo verano.
Y aunque todos creemos
que para aquellas fechas
nuestro amigo se irá,
es una alegría ver al padre
reír
y gesticular
mostrando
cómo serán de grandes
los peces
que traerán para la cena.
EL DULCE PAÍS
Entonces, tus ojos eran caramelos de miel
y hablabas
de las bicicletas que regalaba el Niño Dios
a los que no podíamos comprarlas.
El río se callaba para que tú contaras figuritas.
Yo era alegre,
y eran alegres los nísperos del patio.
Y tú eras otro,
no el hombre de hoy
lejano como todos.
Cada domingo era una sorpresa de ciruelas,
de plaza con hamacas.
Tu padre cantaba en el taller
mientras tu madre
lavaba mamelucos de amor y aceite.
El mío no había partido todavía
y llegaba al hogar con dulces y regalos.
Yo oía con asombro tus mentiras
y creía en gigantes voladores
y en ángeles guardianes
que cuidaban tu ropa y mis zapatos.
Por cada diente el ratón nos compraba mandarinas.
La abuela, abría el gran ropero
y sacaba
turrones envueltos en papeles crocantes.
Si vuelves, como entonces,
con sombrero de piel y las manos con barro
verás, que guardo aún
el corazón de las manzanas.
VISITA
Un viajero
ha llegado a la casa.
Salimos todos
a abrazarlo
porque trae noticias del hermano.
Habla de campos secos,
del hambre en las ciudades,
muestra fotografías.
Después del almuerzo
le servimos
la fruta más dulce del ciruelo.
Y la ha comido,
pero sin
alegría.
VINCENT VAN GOGH
Aquí estoy
en esta soledad luminosa,
plena, habitada
de fuegos y ventanas.
La casa
arde de girasoles
como un infierno congelado
entre aceites
y vientos amarillos.
Sordo de tanto silencio
y dispuesto
a entreabrir
cada lirio celestial,
cada cristal de paja,
cada gota de acero,
cada ojo de sangre,
cada vidrio de miedo.
Así te escribo.
Sobre las torres de la desesperación,
a orillas del Ródano,
entre la mezcla brumosa de los óleos,
a la hora del ángelus,
a pleno mediodía,
sobre el caballo áspero
de la pena,
con la piedra roja
de la desgracia,
con la arena negra de la locura,
con las sílabas celestes del amor,
con la sorpresa blanca de la tela
vacía,
con el cuervo del hambre
sobrevolando
mi cama,
con la mordedura hirviente
del deseo,
entre el humo agrio de la luz,
en el paraíso húmedo
de los manteles,
en los bares nocturnos,
así,
hermano mío,
hermanito menor,
casi mi padre.
VISITA AL PURGATORIO
El cartel anuncia
“El Paraíso”.
Aquí están
la directora del colegio,
la fundadora del Teatro Vocacional,
el carnicero,
el prestamista, el notario.
–Sí madre,
traigo galletas,
sacaremos una mesa,
jugaremos a la confitería,
tomaremos el té.
Las pequeñas carrozas
–trípodes,
andadores,
sillas de ruedas–
giran.
Aferrados al pasamanos
los caminantes
repiten la peregrinación,
como antes en la plaza,
ahora a orillas de la ciudad,
a orillas de la vida,
con las máscaras de la vejez,
con los pesados trajes,
marchitos.
Sí madre,
soy la tía Emma
y también soy Susana.
Entre sombras
la comparsa emite
entrecortados llantos, gemidos secos.
–No madre, sus padres
no la olvidan,
están muy ocupados.
Cuando puedan
vendrán
con un ramo de rosas.
Tomado de:
https://laparadapoetica.blogspot.com/2021/07/susana-cabuchi.html
Árbol Solo
Árbol solo
en la mitad del campo.
Alrededor
distancia de sequías.
Empobrecido y único.
Victorioso y único.
……………………….. Proponiendo
sus juegos a los vientos.
La Carta
Ha llegado la carta.
Está sobre la mesa,
al lado de las flores.
La miro
…………….largamente.
Conozco la letra.
Pero la leeré
a la medianoche,
cuando los trenes
que pasan hacia el norte
hagan temblar
los vidrios de la casa.
Tomado de:
https://opcitpoesia.com/susana-cabuchi/
Estuvo aquí
Estuvo aquí,
en mi vida.
Trajo todas sus cosas,
ni su tristeza se olvidó.
Dobló su ropa en los estantes,
tomó un lugar para guardar su pipa,
puso dos tazas con café en la mesa
y vio pasar los pájaros
detrás de la ventana.
Pero miró el reloj
y dijo que era tarde.
Afuera, el cielo estaba azul.
Paisaje II
Hay un olor a pasto
removido
por la lluvia de enero.
Ni una brisa
sorprende,
y un indeciso sol
ilumina la tarde.
Algunas cabras
lentas
se refugian
bajo los árboles
y están limpios los postes del alambre
y transparente el aire.
¿Sabrá esta mansa lluvia
que hace crecer el río?
(de "El corazón de las manzanas")
4
Llovía
para que la hermana mayor
se lavara sus cabellos.
Entonces
danzaba por el patio
persiguiendo la lluvia,
sostenía su balde
bajo el hilo más grueso
y el agua
cantaba sobre el agua.
El viajero
colocaba pequeñas vasijas
en los desagües
y ayudaba
poniéndolas al fuego.
Océanos misteriosos
los baldes de la hermana:
nos quedábamos
mirando,
entre las astillas del fondo,
distancias infinitas.
Y todos
nos sentíamos orgullosos
después,
cuando con la mano
abría
sus oscuros cabellos
y brillaban.
11
El viejo Duque
ha seguido inmediatamente
al viajero.
Cuando lee, a las siestas,
sobre los troncos grandes
de la leñera,
Duque apoya su cabeza
sobre los gastados zapatos del hombre.
Desde que llegó
nuestro perro lo ha elegido.
Por el olor a jume, quizás,
como la madre.
14
El viajero
ayuda a la madre
en la cocina
y al padre
en la carpintería.
Cuando los dos trabajan la madera
hablan de ir a pescar
el próximo verano.
Y aunque todos creemos
que para aquellas fechas
nuestro amigo se irá,
es una alegría ver al padre
reír
y gesticular
mostrando
cómo serán de grandes
los peces
que traerán para la cena.
(de El viajero)
Tomado de:
https://laparadapoetica.blogspot.com/2021/07/susana-cabuchi.html
MEMORIA
En el mar
recuerdo
los suaves campos
de mi pueblo natal,
sus colinas verdes,
las azules y lejanas montañas;
si te beso
pienso en el beso
de aquel
que no veré más.
(de Patio solo,1986)
CERTEZA
Llevo
una ventaja
a los que habitan
en las grandes ciudades.
Conozco
los rostros
que asombrará
mi muerte.
(de Álbum familiar, 2000)
PASOS
He bebido las aguas
del Shu–Am
como si no estuvieran
contaminadas.
A orillas
del río silencioso
crecen flores amargas
sobre las que he descansado,
leyendo.
Y no he pecado
sino
lo necesario.
(de Álbum familiar, 2000)
Tomado de:
https://escuchara.com.ar/el-ganso-negro/susana-cabuchi/
ÁLBUM FAMILIAR
Los padres
fueron una vez
a Mendoza.
Me dejaron
una foto con nieve
a orillas del camino
con un gran auto negro
y con amigos.
Me dejaron
una foto con nieve
y este frío.
De Álbum familiar, 2000
CIELO
Sobre las montañas nevadas,
como una flecha oscura,
van los patos salvajes.
Cruzan.
Como tu sombra
sobre mi corazón.
De Álbum familiar, 2000
Tomado de:
https://www.excentrica.com.ar/nuevo/un-paseo-por-la-poesia-de-susana-cabuchi/
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