miércoles, 26 de junio de 2024

POEMAS DE AHMED ARIF


DESGASTÉ CADENAS AÑORÁNDOTE

 

Poder contar de ti.

 

A buenos niños, a héroes.

 

Poder contar de ti,

 

Al indigno, al rudo,

 

A la puta mentira.

 

 

 

Uno tras otro, cuantos helados inviernos,

 

El lobo dormía, el pájaro dormía, el calabozo dormía,

 

Fuera el mundo seguía, a borbotones…

 

Solo yo no dormía,

 

Cuantas, mi bien amada, primaveras,

 

Desgasté cadenas añorándote.

 

Prenderé rosas sangre en tu pelo,

 

Una vez de este lado,

 

Una vez del otro lado…

 

 

 

Si pudiera gritar de ti,

 

A pozos sin fondo,

 

A una estrella fugaz,

 

Hasta a una cerilla.

 

A una cerilla caída

 

En la más aislada ola del océano.

 

 

 

Perdiera el talismán de los primeros amores,

 

Perdiera los besos,

 

No se achacará, la caída repentina del anochecer,

 

Ensimismado con un cigarro, con una copa,

 

Si pudiera contar de ti…

 

Tu ausencia, es otro nombre del Infierno

 

Tengo frío, no cierres tus ojos…

 

 

DENTRO

 

¿Sabes muro de piedra?

 

Puerta de hierro, ventana ciega,

 

Mi almohada, mi litera, mi cadena,

 

Por la que fui y volví a la muerte,

 

Foto triste en mi escondrijo,

 

¿Sabes?

 

Enviara mi visita cebolla verde,

 

Huele a clavel mi cigarrillo.

 

Llegara la primavera a las montañas de mi tierra…

 

 

OSCURA LUNA

 

Al azul

 

Al azul se parecen tus ojos,

 

Al azul incendiario

 

Rebelde al viento,

 

Si soy ciego,

 

Si no existo más que por ti,

 

Si soy perverso,

 

Es mi alma, es mi sueño,

 

¿A quién le importa?

 

Venga ven,

 

Oscura luna…

 

 

 

Más hambriento que perro,

 

Más desnudo que serpiente,

 

Enamorado y desgraciado

 

Si viniera parar a tu puerta

 

¿Sería por mi insaciabilidad?

 

Nada más que

 

De mis amores

 

¿Sobre todo de mis amores?

 

Los escribanos están sentados

 

Escriben mi sentencia

 

Ruego que vengas

 

Oscura luna…

 

 

 

A mis cuatro lados escondrijos de cabrones,

 

Con caras amistosas,

 

Con sonrisas amistosas

 

Encienden su cigarro con el mío.

 

Me besan la frente,

 

Silenciosos, hipócritas, especie de mil pies.

 

A mis cuatro lados escondrijos de cabrones,

 

Retrocedo, retrocedo, no salgo.

 

Deseaba la muerte en mi noche más bella.

 

No hagas eso, ven,

 

Oscura luna…

 

 

TU AMOR

 

Tu amor no me abandonó,

 

Quedé hambriento, quedé sediento,

 

La noche era oscura, traidora,

 

El alma extraña, silenciosa,

 

El alma destrozada…

 

Y mis manos, esposadas,

 

Quedé sin tabaco, sin dormir,

 

Tu amor no me abandonó

Tomado de:

https://www.crearensalamanca.com/poemas-del-turco-ahmed-arif-traducidos-por-irfan-guler-y-pepa-baamonde/

 

 

OSCURO DOMINIO

 

 Apuñalado por los hombres más maliciosos,

 Sangrando, el mundo cayó en el más oscuro abismo;

 Ahogando los días de frenesí

 A través de interminables distancias,

 La noche se soltó en una avalancha

 De la poderosa montaña.

 

 Todas las voces desaparecieron de las calles

 Todas las casas se quedaron dormidas

 Un niño sollozó chupando los pechos blancos de su madre

 Llenos de la leche negra del destino;

 Los ojos de los cadáveres

 Miraban petrificados y tristes.

Tomado de:

https://inutilesmisterios.blogspot.com/2020/03/diez-poetas-turcos-modernos-o.html

 

 

HOLA

 

El día se abre,

La tierra empapada de lluvia ofrece su útero.

Arroyo Incesu, Hola.

En los aleros, los gorriones están más locos,

En las nubes, el águila

Más jactanciosa.

Arranca de su capote un botón más,

El que espera ser licenciado.

Arroyo Incesu, Hola.

 

Hay banderas jóvenes,

Piensan en la paz,

En los pozos trabajadores, monos azules.

Yo pienso en todo,

Veinticuatro horas

Y pienso en ti,

Oscuro, ambicioso...

En ti, la fruta santa del universo.

Un verso de una canción de amor,

Reverdece, se agita en mi corazón,

Tus ojos descienden a mi memoria…

 

Con todo, no puedo alcanzar mis deseos.

Con todo de blanco-de negro

Sé la parte que me toca…

Habían olvidado mis pupilas la risa.

Habían olvidado mis labios el beso.

Arroyo Incesu, Hola...

 

 

LA TARDE DESCIENDE TEMPRANO
EN LA CÁRCEL

 

La tarde desciende temprano en la cárcel.

Incluso si eres dragón, no sirve de nada.

Ni tu maestría en combate,

Ni tu juventud con corazón valiente.

No había servido de nada que entraran en ti dulcemente,

La añoranza que te lleva.

 

La tarde desciende temprano en la cárcel.

Descienden siete brazos de hierro

A siete puertas.

De repente, el jardín está a punto de llorar.

En frente, al pie del muro,

Tres ramas de dondiego de noche,

Tres raíces de violetas ondulantes...

 

Está en el mismo amor terrible

En el cielo la nube, en la rama el albaricoque.

Empieza a ponerse pesado el encarcelamiento.

La oscuridad, aburrimiento del alma...

Alguien canta "La Nuera Kurda" en su celda,

Pero yo doy vueltas al pie de la litera

Y sueño siempre con cosas imposibles,

Ridículo, torpe, pueril...

 

Si muriera si desapareciera,

Desnudo, en un combate,

Quiero que sea varonil,

Tanto amistad, como enemistad.

Nada ocurre, sin embargo,

Cargan las bayonetas a los cañones.

Comienza el turno de la noche de los gendarmes...

 

Con ira enciendo una cerilla,

En la primera aspiración desaparece la mitad de mi cigarro,

Tomo un humo completo,

Un humo hasta que me mato.

Yo sé, "¿Tú también?" dirás.

Pero la tarde desciende temprano en la cárcel.

Y fuera, una primavera adolescente.

Te amo,

Locamente...

Tomado de:

https://www.airesdelibertad.com/t47988-ahmed-arif-1923-1991

 

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