martes, 18 de junio de 2024

POEMAS DE GUNVOR HOFMO


DESDE OTRA REALIDAD

 

Una se pone enferma del grito que pide realidad

 

Estuve demasiado cerca de las cosas

de manera que me quemé al atravesarlas

y estoy al otro lado de ellas,

donde la luz no está separada de la oscuridad,

donde no se ha puesto ningún límite,

solo un silencio que me lanza a un universo de soledad,

de incurable soledad.

 

Mira, me refresco la mano en hierba fría.

Esta será la realidad,

será suficiente realidad para tus ojos

pero yo estoy al otro lado

donde las briznas de hierbas son campanas

sonoras de pena y amarga expectativa.

Tengo en las manos la mano de una persona,

miro los ojos de un ser humano,

pero yo estoy al otro lado

donde el hombre es bruma de soledad y angustia.

 

Ay, si yo fuera una piedra

que pudiese sostener el peso de este vacío,

si yo fuese una estrella

que pudiese beber el dolor de este vacío,

pero yo soy un ser humano arrojado país fronterizo

y oigo rugir al silencio

desde mundos más profundos que este.

Tomado de:

https://blogs.eitb.eus/pompasdepapel/2014/12/15/el-poema-gunvor-hofmo-noruega/

 

 

La noche

 

 

Por las calles vacías deambula

el niño que ha quedado ciego,

y va tocando tu ventana

lenta y suavemente.

 

 

Se cuela en la habitación

y respira en tu mejilla,

y los dolores se duermen

en fresca y perfumada brisa.

 

 

Sus frías y suaves manos

están listas para darte

un regalo que estará ya olvidado

cuando la oscuridad llegue:

 

 

Lo profundo detrás de las fotos

y la sensibilidad sin fondo,

la soledad que flamea

sin medida, sin boca.

 

Por las calles vacías silba

una endeble melodía,

y lo que crees que es la noche,

son niños que por allí pasan.

 

 

La espada

 

 

¡Entre nosotras yace la espada,

 

resplandeciente acero,

que mata, nos mata

cuando cruzamos su marca!

 

 

Ella desgasta el alma,

debilita nuestro anhelo,

y sus hojas relucientes y afiladas

reflejan toda nuestra culpa.

 

 

Al dolor

 

 

¡Oh, ciego dolor, me haces arrodillar

y destrozas mis deseos en tu lugar santo

 

 

Como relámpago multiplicando la oscuridad,

 

detonaste mi diaria y tranquila conciencia.

 

 

Pero la sed, siempre eterna y muda,

me quema en este espacio derruido,

 

 

y lentamente me acerco al juego de la vida

 

como cenizas volviendo a la vida, y fuego vacío!

 

 

Quiero volver a casa

 

 

Quiero ver a las estrellas

sobre la lúcida noche del mar

que cantan, cantan:

Maravilloso es el día.

maravillosa es la noche,

nadie de ellos morirá!

 

 

Quiero volver a la casa de los humanos–

como un ciego

iluminado en la oscuridad

por las estrellas del dolor.

Tomado de:

https://agradecidassenas.com/poesia-noruega-ii-gunvor-hofmo/

 

 

Barco nocturno

 

Los pasillos vacíos.

 

Sólo está encendida la lámpara de la mesilla.

 

El hospital como un barco

 

que navega por aguas peligrosas.

 

Y los pasajeros angustiosamente despiertos.

 

Atentos a los ruidos de fuera,

 

algún temblor en el enorme casco del barco,

 

un grito que nunca llega.

 

Finalmente el grito se vuelve

 

hacia los signos de sueño del cielo

 

interpretados, imagen tras imagen,

 

por ángeles negros como la noche que abren

 

los abismos con sus llaves celestes.

 

Y callada, una enfermera de noche se acerca con paso rápido

 

a uno que se queja dormido.

 

El barco se inclina hacia una noche aún más profunda.

Tomado de:

https://librosdelinnombrable.blogspot.com/2021/08/adelanto-de-algunos-de-los-nuestros-un.html

 

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