DESDE OTRA REALIDAD
Una se pone enferma del grito que pide realidad
Estuve demasiado cerca de las cosas
de manera que me quemé al atravesarlas
y estoy al otro lado de ellas,
donde la luz no está separada de la oscuridad,
donde no se ha puesto ningún límite,
solo un silencio que me lanza a un universo de
soledad,
de incurable soledad.
Mira, me refresco la mano en hierba fría.
Esta será la realidad,
será suficiente realidad para tus ojos
pero yo estoy al otro lado
donde las briznas de hierbas son campanas
sonoras de pena y amarga expectativa.
Tengo en las manos la mano de una persona,
miro los ojos de un ser humano,
pero yo estoy al otro lado
donde el hombre es bruma de soledad y angustia.
Ay, si yo fuera una piedra
que pudiese sostener el peso de este vacío,
si yo fuese una estrella
que pudiese beber el dolor de este vacío,
pero yo soy un ser humano arrojado país fronterizo
y oigo rugir al silencio
desde mundos más profundos que este.
Tomado de:
https://blogs.eitb.eus/pompasdepapel/2014/12/15/el-poema-gunvor-hofmo-noruega/
La noche
Por las calles vacías deambula
el niño que ha quedado ciego,
y va tocando tu ventana
lenta y suavemente.
Se cuela en la habitación
y respira en tu mejilla,
y los dolores se duermen
en fresca y perfumada brisa.
Sus frías y suaves manos
están listas para darte
un regalo que estará ya olvidado
cuando la oscuridad llegue:
Lo profundo detrás de las fotos
y la sensibilidad sin fondo,
la soledad que flamea
sin medida, sin boca.
Por las calles vacías silba
una endeble melodía,
y lo que crees que es la noche,
son niños que por allí pasan.
La espada
¡Entre nosotras yace la espada,
resplandeciente acero,
que mata, nos mata
cuando cruzamos su marca!
Ella desgasta el alma,
debilita nuestro anhelo,
y sus hojas relucientes y afiladas
reflejan toda nuestra culpa.
Al dolor
¡Oh, ciego dolor, me haces arrodillar
y destrozas mis deseos en tu lugar santo
Como relámpago multiplicando la oscuridad,
detonaste mi diaria y tranquila conciencia.
Pero la sed, siempre eterna y muda,
me quema en este espacio derruido,
y lentamente me acerco al juego de la vida
como cenizas volviendo a la vida, y fuego vacío!
Quiero volver a casa
Quiero ver a las estrellas
sobre la lúcida noche del mar
que cantan, cantan:
Maravilloso es el día.
maravillosa es la noche,
nadie de ellos morirá!
Quiero volver a la casa de los humanos–
como un ciego
iluminado en la oscuridad
por las estrellas del dolor.
Tomado de:
https://agradecidassenas.com/poesia-noruega-ii-gunvor-hofmo/
Barco nocturno
Los pasillos vacíos.
Sólo está encendida la lámpara de la mesilla.
El hospital como un barco
que navega por aguas peligrosas.
Y los pasajeros angustiosamente despiertos.
Atentos a los ruidos de fuera,
algún temblor en el enorme casco del barco,
un grito que nunca llega.
Finalmente el grito se vuelve
hacia los signos de sueño del cielo
interpretados, imagen tras imagen,
por ángeles negros como la noche que abren
los abismos con sus llaves celestes.
Y callada, una enfermera de noche se acerca con
paso rápido
a uno que se queja dormido.
El barco se inclina hacia una noche aún más
profunda.
Tomado de:
https://librosdelinnombrable.blogspot.com/2021/08/adelanto-de-algunos-de-los-nuestros-un.html
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