temporada verano - invierno
1. julio
la luz no había pasado todavía de los tobillos y
nosotros
[nos buscábamos el uno al otro
entre las mesas del Plan B
como niños entre hamacas —
nos tumbábamos boca abajo, en la orilla
y estábamos solos y tranquilos y esperábamos las olas.
y si nos alejábamos,
nos alejábamos poco a poco
porque cada vez nos daba todo más igual
y las corrientes nos llevaban a lo hondo, lejos,
hacia las escaleras de la oficina.
que nos ahogábamos sin que nadie se diera cuenta no era
[difícil de entender —
la luz había pasado — aún más sobre nosotros,
entre hiedra y piedras
y nosotros hombro con hombro en el agua fría de la
[cafetería,
lejos, en lo hondo.
los cuerpos no los podíamos controlar, el corazón
[retumbaba,
el aire — banco de pececillos de colores cambiando
[bruscamente de dirección
entre la gente ruidosa reunida para el festival.
lo único que nos recordaba que aún no estábamos
[muertos
era el olor a patatas fritas —
la mancha de aceite que aparecía a nuestro alrededor,
coloreándonos los hombros.
y no había nadie observando cómo nos alejamos,
cómo nos quedamos solos, cómo tiembla la sombra en los
[huesos.
y lo que ellos, en las mesas,
podrían haber identificado como desesperados gestos de
[socorro
eran solamente unos fugaces abrazos
entre camareros.
evitamos unas cuantas mesas, a los conocidos,
[adelantamos a
las últimas gaviotas. cuando ya no se veía la luz
encontramos las escaleras:
rocas al final del mar, piedras quemadas por el sol
en las que nos subimos de unos cuantos movimientos.
allí, en la oscuridad, nos acabaron encontrando:
flotando uno junto al otro junto a la puerta de la
oficina
sin rumbo, boca arriba.
2. octubre
son las siete de la mañana y es tres de octubre
y yo me he encendido el cigarro
en un lugar que me resulta cada vez más ajeno.
son las siete de la mañana y el sol ha dado su primer
salto:
un cuarto de su luz ha llegado casi a colarse hasta
aquí,
en la cocina.
si hubiera sido más rápido, te habría alcanzado antes
que
[yo.
acabas de cumplir 34 años
y yo acabo de adelantar al sol:
mis movimientos son más rápidos que él,
he llegado el primero.
tú duermes a 500 km de distancia y mi mente
alumbra mucho antes que él
tu ventana sin cortinas, la cama, la mitad de la
almohada,
ese pelo que me ha electrizado el corazón.
tú duermes y yo oigo tu voz.
tú duermes y yo contengo la respiración para no
[despertarte.
tu duermes y yo, desde el cuarto piso de un bloque de
[Bistrița,
canto una cancioncilla por tu cumpleaños.
pronto me iré a dormir.
a 500 km de distancia tú te levantarás,
preparás el café, leerás incontables mensajes.
el día crecerá a tu alrededor y te alumbrará.
y nadie sabrá que antes de esta luz
solo mi mente brillaba.
3. noviembre
han pasado tres meses, pero hace más de 11 años de
aquel
[verano.
He retomado las conversaciones sobre literatura, las
[clases de lógica
en el mejor instituto,
el café del sábado por la mañana con Ț
armure, en el Class.
por la tarde vuelvo al apartamento de Grigore Bălan
con los bolsillos llenos de dulces y el corazón
congelado.
fumo en la cocina, como solamente las sobras de los
niños,
vuelvo a leer La Parroquia.
si subo y bajo del apartamento unas cuantas veces por
[semana
lo hago tan solo para mantenerme en forma.
después el vaso de sambuca,
después el cuidado a escondidas del cuerpo (el amor,
[contigo,
lo he hecho solamente a solas y solamente cuando no
[había nadie en casa —
el zoom a la foto del vestido — con prisa y frenético
como
[un adolescente).
por la noche, después de que la casa se queda dormida,
[me paseo por el salón.
fumo. cierro la ventana, meto con cuidado los folios en
el
[cajón,
me paso los dedos por la barba de una semana.
el verano acabó, las cosas tampoco se han arreglado
esta
[vez.
ven y verás:
mi cabeza es un armarito de medicamentos
un sitio aséptico y fresco
el rectángulo de contrachapado proyectado para su
seguridad
desliza tu mano y toma las pastillas frescas
te ayudarán de inmediato a olvidar
ven y verás:
mi cabeza es un osito de peluche
blando y antialérgico
puedes dormir con él en brazos,
puedes regalárselo a una familia con un bebé,
límpiale el polvo, sacúdelo contra la pared, tíralo por
la
[ventana
te esperará inmóvil en la hierba seca
ven y verás:
mi cabeza es un ave disecada
el pez de cristal sobre el televisor
la princesa de porcelana encerrada en la vitrina
que los invitados alaban a corta distancia
la hucha que espera bajo la cama
a que la rompan en mil pedazos
ven y verás:
mi cabeza es una ciudad del norte
la soledad y la tranquilidad que golpean más fuerte que
[una enfermedad
la sala de profesores rebosante de pobres idiotas
la calle desierta, la panadería,
el aire seco que te entra como lana en los ojos
ven y verás
mi cabeza es un maravilloso huerto de café
olvidado en una caja en el balcón, en pleno invierno
cuando la luz ya no tiene fuerza y la tierra está ya
[congelada
el huerto de café sobre el que la nieve
tiembla como un cachorro ciego de gato abandonado a
[primera hora de la noche
junto a una valla.
noche en familia
vi Paterson.
por la noche, antes de cenar, me escribiste en el messenger:
por fin he visto Paterson. es una película sobre ti.
(antes: nos vemos en Bucarest cuando llegue la nieve).
a las 10 acosté a los niños,
fumé medio cigarro en la cocina.
nuestra marca preferida, pensé mientras jugueteaba con
[el mechero,
es BIC — pero sobre esto, nada en el cuaderno.
después ella corrigió los exámenes de los de sexto,
yo me tumbé en el sofá del salón,
leí la mitad de Austerlitz, me adormilé.
(antes de dormir, SMS:
Mr. Silence, do you want to stop writing you?
y messenger: he leído tus entrevistas, he visto tus
fotos —
tienes la cabeza en forma de corazón.
ayúdame).
a las tres me levanté bruscamente (soñaba a gran
altura)
y abrí la ventana:
el aire de primavera se estrelló varias veces contra la
[cortina
después se quedó rígido en el alféizar.
la paloma idiota que espera cada mañana las migas
ni se inmutó.
me fumé sin ganas el resto del cigarro.
abrí el messenger y borré:
sueño con que nos despertemos todas las mañanas como en
Paterson.
me deslicé junto a ella en el dormitorio,
ajusté mi respiración, entré de un solo movimiento
en el sueño.
Gusanitos
El verano acabó, las cosas tampoco se han arreglado
esta
[vez.
Una mujer me ha tendido las camisetas a secar
y se ha pasado el día leyendo a Franzen.
(lo sé: este es todo el futuro, llegaremos rápidamente
a su
[término).
Las palomas son los únicos seres a los que temo,
la terquedad siempre estuvo de mi lado.
(además, la siesta, los pastelillos de la confitería
Cristina,
el paseo nocturno por la zona peatonal)
(a mitad de vida este tipo de cosas importaban por
[Bistritz).
He resistido al amor, a la inteligencia y a la moral.
He retomado las conversaciones sobre literatura,
las clases de lógica en el mejor instituto.
Por costumbre y aunque poco importe, he seguido
[haciendo sin cesar planes de futuro.
Ahora el ritmo es bueno, la noche llega, el entusiasmo,
tal y como es de rigor pasados los 40,
solo de vez en cuando y sin motivo alguno
(y los huertos de café, abandonados ya).
Treinta sacas llenas de papeles escritos a mano —
excelente etapa, profesor, no te detengas.
Se dirá: convencido hombre de familia, colérico,
[indiferente a la suerte de los animales.
(y muchas otras cosas, ya olvidadas).
(y después la sospecha, la eterna sospecha de que haga
lo
[que haga no saldrá bien).
Un hombre aún joven en la ventana de la cocina,
fumando.
De vez en cuando estrujo contra el pecho una bolsa de
[gusanitos.
De vez en cuando la planta que crece en la cabeza
sale a escondidas y engulle todo el oxígeno.
Tomado de:
LA VIOLACIÓN
Ni un momento dejé de hablarme como a una mujer,
pero hoy mi desvergüenza supera mi fantasía.
Ya es más de medianoche y desde hace una hora doy
vueltas y más vueltas sobre mí
con una velocidad vertiginosa y me beso las manos.
No tengo poder para abstenerme. Está más allá de mi
poder.
Sólo saber que estoy allí dentro de él y mi cuerpo
reacciona
como diez gatas en celo todas juntas como nadie más. Lo
he intentado todo. Silencio absoluto reposo absoluto.
Es en vano.
Cada vez que hablaba, mi boca estaba dispuesta a
devorarse a sí misma
por tanto, esplendor sonoro, tanta maestría.
Durante meses intenté humillarme. Absolutamente en
vano.
En verdad: nunca dejé de hablarme como a una mujer
, pero hoy, cuando apenas había logrado adormecer mi
cuerpo,
entonces la tensión entre él y yo casi se había
disipado.
aunque nada era más poderoso ni nada podía detenerme:
me levanté en todo mi esplendor sobre mi cuerpo lo
sujeté entre las almohadas
y como si fuera una mujer bastaron unos movimientos
fuertes y precisos
para que sus gritos ahogados taparan mis gritos.
con la fuerza de un solo hombre. como un enorme mueble
de salón.
Tomado de:
https://www.poemhunter.com/poem/the-rape-6/
Poema
Soy imposible de odiar. sin nada dentro de mi pero
imposible orinar
como cualquier cosa para la que él mismo no significa
nada.
pero estoy hablando Hablo hasta que la piel de mis
mejillas aparece.
nunca me detengo
Toda mi fuerza se acumula como un resorte en el fondo
de mi boca.
y golpea sin piedad sonido tras sonido. frase por
frase.
No me canso porque no entiendo nada de lo que digo.
y no canso a nadie porque ya no queda nadie.
así nací yo. directamente de la tierra directamente
imposible orinar
Directamente con las palabras que salen de mí.
exactamente así.
como cualquier otra cosa para la que él mismo no
significa nada.
El elegido
Soy parte de los elegidos. La muerte me persigue y mi
vestimenta es ejemplar.
Me quedo inmóvil y admiro sin aliento cada enfermedad
verdaderamente imparable.
y aunque no tengo por qué entre todas las enfermedades,
elijo la mía.
nadie lo sabe, pero una parte del sol salió de las
sombras esta mañana
y alumbró mis manos.
la mayoría de las partes del cuerpo ahora son inútiles.
y un silencio que no me da paz ni por un momento.
cuando hago señas no las veo y cuando entiendo algo
inmediatamente lo olvido todo.
sólo a altas horas de la noche cuando un puñado de
lluvia cae muy cerca y me refresca la cara.
Soy parte de los elegidos. Estoy sentado aquí y no veo
nada. Sin aliento, caminando.
desde el principio todo se derrumba y si aun quedan
cosas que perduran
Inmediatamente alguien aparece a su alrededor.
Cada vez más a menudo la muerte me persigue y mi
actitud supera la precisión.
nadie lo sabe, pero una parte del sol salió de las
sombras esta mañana
y sin alumbrar pasó sobre mí.
Visita: desconocida
la mujer a mi lado es alta y muy tranquila - no me mira
Solo escuchando el rugido en mi cabeza. ella está
acostada sobre la mesa.
sus manos son las copas en las que bebo el vino tinto.
La mujer a mi lado no hace nada. ella solo escucha el
rugido en mi cabeza
y sonríe. su cara está cubierta de gusanos.
ella se acuesta en la mesa y me mira correr de un
extremo al otro del día.
sus manos siguen creciendo y el vino se vuelve más
fuerte y más negro ---
el resto del cuerpo es blanquecino, inodoro.
la mujer a mi lado tiene mitad mariposas y mitad
gusanos en la cara.
ella está tranquila y escucha el rugido en mi cabeza.
sus manos se acalambraron en mi habitación.
Tomado de:
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