Dispárale a la luna
Si queremos hacerlo
tiene que ser
de una: dispara
ante la luna para
que le dispares a la luna,
según sabemos luego
de rematarla con certeza,
encostalada ahora,
pesada como una cabeza.
Terciopelo
Hay
colinas
que anhelas
tocar:
es terciopelo
a la mirada.
Tantas cosas
son suaves
y vienen en la talla
equivocada.
De Erratic Facts [Hechos erráticos], 2015
Envejecer
Algunos, al envejecer,
se vuelven bondadosos.
Se ensanchan
los diafragmas de sus ojos.
No pienso que se debiliten,
pero sí que algo débil se hace enérgico
hasta que llega a serlo más y más,
como dejando entrar el cielo.
Mientras que algunos otros andan
mejillones o almejas, asustados.
El vapor o el cuchillo implica abrirse.
Oyen el cielo, piensan en algo hervido o que rompiste.
Una aguja de acero ordinaria puede flotar en agua
—Aunque usted no lo crea de Ripley
¿Quién no vio todavía
una aguja de acero
ordinaria flotando muy tranquila
en el agua como sobre una almohada?
El agua se acurruca como la gelatina.
Qué lujo ver
un agua tan gomosa, una aguja
en paz profunda, el punto colocado
en el hoyuelo de mayor blandura.
Parece fácil cuando algunas
cosas o gentes mutan
de cualidades entre sí,
en tal o cual aspecto.
Casi olvidamos la rareza, en fin,
de todo eso.
De Elephant Rocks [Los elefantes son lo máximo], 1996
LAS COSAS DEL MUNDO
Por donde vague, el ojo
se topa con el hambre.
Son las cosas del mundo
las que quieren cenarnos a nosotros.
Adentro del guijarro, de la hoja
o del charco está el gancho.
Los antojos del mundo
compiten para ser los más mirados.
¿Qué significa esto
y cuál será su uso?
¿Por qué las rocas no estarán completas?
¿Por qué no es adecuado el verde
para el verde? No somos dioses
con mirada que salve y asegure,
pero es así como las cosas
del mundo se conducen.
Tomado de:
https://cultura.nexos.com.mx/kay-ryan-ocho-poemas/
Aprender
Lo que hay que aprender
siempre está al fondo,
según la ley de los cajones
y lo que justo andaba una buscando.
No queda bien, les digan
lo que les digan a los chicos,
revolver por el suelo
lo que estaba doblado.
Telaraña
Desde otros
ángulos las
fibras parecen
frágiles, pero no
desde el punto
de vista de
la araña, siempre
con gruesas sogas
a cuestas, enganchando
cuerdas al
mejor poste
posible. Es
un trabajo pesado
en todas partes
combatir la caída,
apuntalar tensando
lo que cede. No
es nunca delicado
vivir
Caballos que pastan
A veces
la pastura
verdecida
de la mente
se inclina de manera
abrupta.
Los caballos que pastan
hacen esfuerzos locos
por afirmarse
en esa superficie
sin fricción,
que es casi vertical. Las patas
finas como de muebles
ceden por
la pendiente,
las desmonta un declive
que no estaban
diseñadas para remontar
ni pueden.
Edad
Alguna gente con la edad
se ablanda.
Se agranda
la apertura de sus ojos.
No me parece que se debiliten:
yo creo que algo débil se fortalece en ellos
y los va definiendo más y más,
como si se dejaran penetrar por el cielo.
Pero otras gentes son
mejillones o almejas, por el miedo.
Para abrirse requieren de vapor o un cuchillo.
Pueden oír el cielo, pero piensan que está hervido
o quebrado.
Un silencio palpable
Qué es más delicioso
que un silencio palpable,
un látex cremoso de
silencio, agitable
con una vara larga. Ese
silencio es particularmente
espeso en el fondo, una
muy suave loción, como
pintura de calidad en galones.
Este es un silencio base,
coloreado sólo con la adición,
digamos, de una pequeña estrujada de
verde cuando el pájaro canta
ocioso de los árboles que ha
visto. Es un silencio
limpio, que
no nos diferencia,
viscoso como los
sueños, pero como buenos sueños
donde las cosas dulces perduran
más allá de la verosimilitud.
Incluso en el sueño sabemos
que esto es un lujo.
Esmalte y bálsamo
El polvo se desarrolla
tanto en el interior
como
en la superficie cuando
los objetos dejan
de ser usados.
Ningún ungüento
puede aliviar
la grieta del
abandono.
¿Quién reconoció
el esmalte
y el bálsamo en
el simple paso
de una persona
entre sus cosas?
Sabemos que ella
los amaba,
pero no lo que
el amor significa.
Cambio
Las palabras tienen lealtades
por tanto
que no controlamos.
Cada palabra que escribimos
se autoafirma
de acuerdo con polos
que no podemos ver; piensa en
la compulsión magnética
o en una tirantez equivalente.
Es difícil para nosotros
imaginar cuán pequeña
es la parte que desempeñamos en
sostener las agujas
altas que creemos
erigen nuestras mentes.
Luego cambia el Norte,
los edificios se abren paso
y nosotros sospechamos.
Todas las pinturas de Chagall
Cada novio y novia entrelazados,
cada pez aéreo, ruso manchado,
caballo rojo, pollo amarillo, asume
su posición no al lado, sino en realidad
en una amistosa distribución
con un compañero predecible.
Cada lienzo insiste en una
soltura similar, cada cuello
dispuesto para al menos dos usos. Y alas
de una fuente interminable de alas.
Son alas de placer, por supuesto,
ya que cualquier caballo o violinista
puede montar el azul
sólo por querer.
(En libertad, las cosas que amamos
se repiten sin tedio.)
Bloque de estrella
No hay tal cosa
como un bloque de estrellas.
No pensamos en
cerrar la luz
de otras galaxias.
Es una luz
tan lavada de impurezas
(el calor, por ejemplo)
que no estimula
ningún anticuerpo en nosotros.
Sin embargo, las personas son
curiosamente solubles
a la luz de las estrellas.
Bañadas en su
falta de insistencia
su substancia
se libera voluntariamente,
sus brillantes
diseños se disuelven.
No es la proximidad
sino la distancia
lo que nos quema con amor.
Tomado de:
https://www.zendalibros.com/9-poemas-de-kay-ryan/
Química
Especialmente las palabras
están sujetas a
la química
de la muerte: es un baño
de ácido que disuelve
o duplica su fuerza.
Sentimientos
que eran agradables
se depositan
como sedimentos;
crecen árboles de hierro
de los filamentos.
Tomado de:
https://caminarporlaplaya.wordpress.com/2024/04/22/quimica-kay-ryan/
Los pedazos que caen en la tierra
Una podría
casi desear
que no lo hicieran;
caen tan separados,
tan al azar.
Una no puede
esperar, ni
abandonar la espera.
Las tres o
cuatro ocasiones
de su aterrizaje
nunca se desvanecen.
Tendrían que
ser más,
nunca serán
suficientes para idear
un modelo
que corresponda
al mandato imperativo
de su caída.
Repetición
Intento caminar
del mismo modo
hacia la misma tienda
en equilibrio
de cuerda floja:
cada paso
no exactamente
como el anterior
riesgos de abismo
en lo llano.
Una tropieza
consigo misma
y nada
pasa.
Pocos son
los que se atreven
y menos
los que pueden.
Es difícil…
Es difícil
no salir al encuentro
para, en cambio,
aguardar ser
encontrada. Es
difícil estar
tanto tiempo sola
y luego oír
que alguien
se acerca. Es como si
una especie de piel
se desenvolviera
en el aire
que, en lugar de
desgarrarse,
tú desgarras.
Llevando una escalera
En realidad
llevamos siempre
una escalera, pero es
invisible. Sólo
sabemos
que se trata
de algo:
algo precioso
se quiebra; puertas sencillas
se revelan infranqueables.
O, en el cuerpo,
hay demasiado
oscilar o la gravedad ha perdido
su centro.
Y, en la mente,
una capacidad de embriagarse,
se apodera de manzanas
fuera de alcance. Como si
uno tuviera un modo de trepar
sin riesgo de daño
o culpa.
Tomado de:
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