Dime hasta cuándo pervivirán los antiguos nombres
Merced a ti pervive lo ya ido
hombres y ciudades conforman un todo colmado de nobles recuerdos
Mas basta con borrar las dedicatorias de los monumentos
con despoblar los jardines de etéreos fantasmas y de espectáculos
de luces
para que todo cuanto existe deje definitivamente de hacerlo
vaciado de reminiscencias repoblado por una multitud
que hace mucho que dejó de comprender por qué habría de vagar
entre estilos estrafalarios entre edificios que no sirven para
nada
Porque qué catedral es la que ya no vela
una muchedumbre de antiguos constructores y peregrinos
y por qué razón no podría servir el Louvre de bolera
o la Ciudadela de manicomio
Aún queda alguien que preserva ese saber cada vez más incierto
quién es Tobías y qué es el juramento de los Graco
Holofernes Judith Betsabé Jezabel
Saúl David el rey Salomón Santa Ana con la Virgen y el Niño
Pero dime hasta cuándo pervivirán los antiguos nombres
cuánto tiempo perdurará, aunque sea su rumor
Cuándo serán objeto de burla cuándo habrán muerto para siempre
por antojársenos ya el arte y la historia
un peso insoportable
De Czułość (Ternura),
1992.
Más tarde más temprano
Todo cuanto ocurre ya ocurrió previamente
en los pensamientos y en los oscuros signos de la noche
Nuestro pasado es un relato que nunca nadie leerá
Sujeto sin embargo al juicio de nuestra conciencia
cuya sentencia es siempre la misma: culpable
por ser un juez en extremo imparcial
Mas nosotros entresacamos los momentos felices
Cuando creemos merecer alguna recompensa
por los crímenes que el tiempo perpetra contra nosotros
De Nie ma odpowiedzi (No hay respuesta), 2001.
Tomado de:
https://luvina.com.mx/poemas-julia-hartwig/
EL MANUSCRITO
En la casa natal de Beethoven
puede verse, expuesto en una vitrina, un autógrafo del compositor
repleto de tachaduras y correcciones.
Es la carta en la que pide a un poderoso príncipe que acepte
la sinfonía que acaba de concluir.
Ninguna composición de este genio
muestra sobre el papel huellas de un esfuerzo como el que trasluce
esta carta,
dirigida al soberano de un pequeño Estado a quien hoy ya nadie
recuerda.
(Bonn, junio de 2000)
RUEGO
Da descanso a nuestras envidias
a nuestro desdén a nuestras quejas porque el destino no nos haya
encumbrado bastante
danos una mirada limpia desprovista de recelos
evoca en nosotros la dulzura de una niñez que solo vive el
presente
alivia la culpa de quienes no osamos alzar nuestra voz
haz que cuanto nos supere no nos humille al hacerlo
sino que despierte en nosotros gratitud y asombro
premia a quienes nos procuren alegría
y el dolor purificador de su arte
Haz que lleguemos a ver
a Federico Fellini cruzar las puertas del cielo
mientras una multitud aplaude con estruendo
A DESPECHO DE UNO MISMO
Todos los poetas del mundo escriben el mismo poema
describen la misma roca contra la que se hace pedazos el mar
esa misma pérdida que a ninguno de ellos les fue evitada
en el mismo instante experimentan el éxtasis de vivir
la misma noche se tienden en el lecho de las sombras
Llegan a conocer un desaliento tan omnímodo
que el mundo deja de existir para ellos
y cuando tratan de reconstruirlo
su abundancia los hace reventar
En esta magna sinfonía que están ejecutando
solo a los primeros violines honra el director con un apretón de
manos
y aunque todos ellos se someten a la ley de la misma armonía
cada uno quisiera ser amado al margen de los demás
Tomado de:
https://libroemmagunst.blogspot.com/2014/10/julia-hartwig-4-poemas-4.html
Mujeres sentadas
Traducción
de Abel Murcia
Había unas mujeres sentadas tomando café.
A mí me arrancaron las uñas - dice una.
A mí me tuvieron bajo un reflector.
A mí durante dos días me estuvo cayendo una gota de agua en la
frente.
A mí me destrozaron los riñones.
A mí me mataron a un hijo y quemaron a mi padre.
Simples mujeres de Varsovia.
Tomado de:
https://eltriunfoarciniegas.blogspot.com/2014/01/julia-hartwig-mujeres-sentadas.html
Insomnio
Versión
de Abel Murcia
La noche se ha partido por la mitad.
Entre risas se oye el deambular por la calle de los Titanes de la
Noche.
Dan portazos con las puertas de los coches. Sus voces, sus gritos
rebotan como una pelota contra los muros de los edificios apagados.
Ahora llega de nuevo entre el silencio el lamento de mi vecino
enfermo que hace ya años que no se levanta de la cama.
De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa
Tomado de:
https://triunfo-arciniegas.blogspot.com/2019/05/julia-hartwig-insomnio.html
Coda
Vacilante demasiado sensible e insensible en exceso
poco creyente, pero anhelando tener fe
confiando a pesar de todo en poder tomar algo del festín de la
vida
aunque convencida al mismo tiempo de no merecer nada
Siempre buscando aun sabiendo inescrutable el misterio
Éxtasis fue lo que le tocó en parte
aunque en ocasiones la despojaron de todo
cuanto la hacía estar en paz con la existencia
Experimentó la soledad y la melancolía
como si solo ella existiera
a pesar de saberse una entre otros muchos
Le fue dado conocer el amor
y que sus ojos se abrieran a las maravillas del mundo
La consumía el enigma de la partida
la imposibilidad de conciliarla con la naturaleza del ser
Se esforzaba por revivir el pasado
Acaso perdure lo que en apariencia ha concluido
si fuera algo así no cabe obtener consuelo
Cuando miraba hacia atrás decía:
Muéstrate agradecida Se mostraron espléndidos contigo
Claro, poco claro
Los sentimientos más apasionados
no alumbran a los mejores poemas
ni la música más lograda
ni los cuadros más sublimes
Y no obstante sin ellos
nada podría ver la luz
No cuentas cuando escribes
y sin embargo todo está contado
no te ocultas
pero estás escondida
no te exhibes
mas te ven y te reconocen
Admite
que en todo esto hay algo poco claro
*Traducción Antonio Benítez Burracoy Anna Sorieska (Dualidad, Vaso
Roto Ediciones)
Tomado de:
https://justbrightglass.blogspot.com/2014/02/tres-poemas-de-julia-hartwig.html
BAJA A LA GÓNDOLA
Qué hermoso eres amado mío
Toma la barca toma la góndola y navega
Ese río conduce directamente a mi corazón
Mas hazlo enmascarado y armado trae contigo llave y espada
y un fusil de fácil disparo Mantente alerta Esas luces no señalan
el camino
Son los ojos de los tigres acuáticos y aquello son sirenas de
piedra
sorprendidas en mitad de un violento goce. Y he allí unas ventanas
abiertas de par en par
tras las que se sientan los dux envenenados frente a su ponzoñosa
comida
Y aquello son nubes de aves famélicas y también un sol que hace un
gesto de dolor
Y he aquí mi mano que aferra un puñal
Y así será como nosotros los muertos navegaremos juntos por un río
libre de traiciones
SER
Ser en el pájaro que vuela
En el escualo que lleva en sus fauces a quien ha salvado
para seguidamente escupirlo con el debido respeto
Ser la chispa que hace arder la espesa cabellera de los robles
Ser los ojos del agua los Dedos de la arena
El flexible brazo de la llama
Que al inflamarse se enfría y al enfriarse calienta
Revivir lo que dejamos ahogarse bajo su propio peso
Desde la podredumbre tender la línea directa de la flor
Deshacerse en cenizas No decir adiós
De Hacer un alto (1980):
REGRESO AL HOGAR DE LA NIÑEZ
En medio del oscuro silencio de los pinos, el grito de los
jovencísimos abedules llamándose a voces.
Todo está como entonces. Nada está como entonces.
Háblame, Dios de mi niñez. ¡Háblame, angustia inocente!
No comprender nada. Siempre de otro modo, desde el primer grito
hasta el último suspiro.
Y, no obstante, también eso fue vivir. Y los instantes felices
salen a mi encuentro desde el pasado, cual vírgenes con un candil en la mano.
De Ternura (1992):
TERNURA
Para poder mirarte alza su cabecita
Eres su cielo y en ese cielo tu rostro representa
el sol y el mal tiempo
Es un pollito que quisiera echarse en las ramas de tus brazos
rebosante de gorjeos y tan dependiente de ti
que lograría ablandar a un corazón de piedra
A pesar de los años transcurridos en el espejo en que te miras
aún se te aparece su imagen de cuando era pequeñita
y estaba junto a ti con su cabecita erguida
pidiéndote algo que ya no recuerdas o haciéndote una pregunta
cuya respuesta llegaría hoy demasiado tarde
TAMBIÉN ES ESO
El arte es conjurar a la existencia
para que perdure
aunque su ámbito se extienda hasta lo invisible
Y es también un intelecto que a los contrarios
logra conquistar mediante analogías
Es algo cuyo valor nace
de buscar la inmortalidad
aun siendo -como todo- mortal
AL ACERCARSE EL FINAL
Al acercarse el final poco importa si sigues siendo tú mismo
todo cuanto ha vivido en ti tiene derecho a seguir existiendo
al hablar usas palabras ajenas
sueñas los sueños de otros
de comer pueden darte papilla o pueden darte lágrimas
ya no eres digno de nada
y mereces un poco de todo
tus culpas son incontables y rebosas amor a la vida
eres persona de experiencia probada
mas la curiosidad nunca te abandona
hasta sentir dolor te empapas de un anochecer junto al río
del sombrío grabado de una ciudad bajo la lluvia
y de un cielo que se revela de improviso
adorado por una guirnalda de nubes
nunca habías sentido una calma como esta
aunque nunca conseguiste decirlo todo por completo
y todo cuanto hiciste está lejos de ser perfecto
el único arte que sigues aprendiendo
es el arte de decir adiós
por qué no habrías de sentir pesar al marcharte
si pesar ha sido tu única retribución por todo cuanto recibiste
Tomado de:
https://www.airesdelibertad.com/t47861-julia-hartwig-1921-2017
EN LA CALLE
Loca Qué fácil decirlo
qué fácil pensarlo
No de la que se encierra con llave
sino de esa que en la calle puede encontrarse alguien
diríase parecida al resto de transeúntes
Qué hábil en ese instante tu mirada
qué instantánea esa apreciación tuya
esa vibración esa delicada señal de todo lo diferente
-te tengo gorrión
Basta una sugerente flor en un ajado sombrero
o que un día de verano la veas con un viejo y descuidado abrigo de
pieles
o cuando habla sola y amenaza –
facilísima de reconocer
Pero yo tengo en mente a la que tiene la mirada como un cuchillo
y aprieta el puño en el bolsillo
Estoy pensando en la que tiene en los ojos su muerte
la que arrastra una oscuridad que es su propio abismo
Pienso en esa que camina con la cabeza gacha
como si no viera nada de lo que tiene delante
y que tropieza y sigue caminando
(de Visto, Editorial a5, 1999)
SIN PREGUNTAS
En sueños conseguí pensar:
y después qué
Y me respondí a mí misma
Para qué preguntar
Cuando nos levantemos
nuestros pasos nos llevarán al lugar
que hasta entonces hemos buscado en vano
Y en sueños creía y no creía en ello al mismo tiempo
Y había en eso cierta dicha
que sólo en sueños se puede sentir
(de Poemas escogidos, Editorial a5, 2010)
Tomado de:
https://libroemmagunst.blogspot.com/2014/01/julia-hartwig-3-poemas-3.html
Invitación
Acuéstate a mi lado.
Como zorro con zorro, pájaro con pájaro,
cuando resuena el grito del búho.
La sabiduría del silencio nos invade,
la sabiduría del calor, la sabiduría del adiós
mucho
antes del momento de la partida.
Tumbados muy juntos miramos la noche.
Los cuatro lados del mundo se inclinarán ante nosotros
y los viajeros de las tinieblas colocarán ante nosotros
los tan deseados regalos, remedios y talismanes.
Simplemente
Todo llegará en el momento adecuado
pero no el momento del renacimiento de las primeras esperanzas
y primeros amores
ni la persistencia en palabras de lo que pasa por tu cabeza como
el viento
y a veces es el presentimiento de alguna verdad importante
pero se escapa rápidamente como si en broma
llega sin embargo el momento irrevocable
en el que tú a tu vez comienzas a perder todo lo que amaste
y a todos los que se van de aquí
sin revelarse a ti si se van decepcionados.
Llega este momento
y lo acoges sin vergüenza ni humildad
pero con tanta sencillez.
Noviembre
Las patas inmóviles de los sauces sobre el agua
mientras las ramas sumergidas quisieran deslizarse
alguien invisible toca la flauta
pero no se ve a nadie en el puente
¿Para qué volver aquí después de años
y cómo soportar este equilibrio de belleza
? cielo inmenso que sobre sus hombros
los billetes sostienen las casas de la Isla de San Luigi
Sobre el río un barco navega con un ligero zumbido
un acróbata intenta un difícil salto en la orilla
la piel tocada por el sol vibra
y un suave soplo de aire te acompaña
a través de noviembre y su rastro de hojas
No hables de lo que te fuiste de aquí
no hables de lo que recuerdas
en este río miles de corazones se han ahogado
con la niebla de los recuerdos un continente podría dividirse
Fidelidad
Otros conquistadores unen a jóvenes magos como
Ulises con la seductora Circe.
Exalto a quien, sentado al lado de la cama de una mujer
paralítica,
le tarareaba una melodía que alguna vez cantaron juntos, esperando
que el sonido les revelara un espacio más claro en el cieno del
olvido.
No ha olvidado cuando de rodillas con un temblor besó
su mano extendida, y ella se plantó ante él como un álamo, con la
cabeza
envuelta en una nube de cabellos, admirablemente ausente y ya
entonces despidiéndose
de él para siempre.
El primer grado de locura.
Tirarlo todo, hacerse campesino,
rodearse de un bosque, sacar agua del lago,
alejarse de mil palabras gastadas,
por las que se escurre el significado como por un colador,
encontrar un lugar virgen de mañanas fascinantes,
encerrarse encerrarse en una celda blanca, encontrarse
o perderse, condenándose tal vez
a horas de paralizante pereza conventual.
¿La identidad? No me importa.
Mirando hacia atrás, recordando sus creencias y casos,
dígalo también: ¿cómo podemos hablar aquí de identidad?
Tomado de:
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