lunes, 22 de julio de 2024

POEMAS DE JULIA HARTWIG

 

Dime hasta cuándo pervivirán los antiguos nombres

 

Merced a ti pervive lo ya ido

hombres y ciudades conforman un todo colmado de nobles recuerdos

Mas basta con borrar las dedicatorias de los monumentos

con despoblar los jardines de etéreos fantasmas y de espectáculos de luces

para que todo cuanto existe deje definitivamente de hacerlo

vaciado de reminiscencias repoblado por una multitud

que hace mucho que dejó de comprender por qué habría de vagar

entre estilos estrafalarios entre edificios que no sirven para nada

 

Porque qué catedral es la que ya no vela

una muchedumbre de antiguos constructores y peregrinos

y por qué razón no podría servir el Louvre de bolera

o la Ciudadela de manicomio

Aún queda alguien que preserva ese saber cada vez más incierto

quién es Tobías y qué es el juramento de los Graco

Holofernes Judith Betsabé Jezabel

Saúl David el rey Salomón Santa Ana con la Virgen y el Niño

Pero dime hasta cuándo pervivirán los antiguos nombres

cuánto tiempo perdurará, aunque sea su rumor

Cuándo serán objeto de burla cuándo habrán muerto para siempre

por antojársenos ya el arte y la historia

un peso insoportable

 

De Czułość (Ternura), 1992.

 

 

Más tarde más temprano

 

Todo cuanto ocurre ya ocurrió previamente

en los pensamientos y en los oscuros signos de la noche

Nuestro pasado es un relato que nunca nadie leerá

Sujeto sin embargo al juicio de nuestra conciencia

cuya sentencia es siempre la misma: culpable

por ser un juez en extremo imparcial

Mas nosotros entresacamos los momentos felices

Cuando creemos merecer alguna recompensa

por los crímenes que el tiempo perpetra contra nosotros

 

De Nie ma odpowiedzi (No hay respuesta), 2001.

Tomado de:

https://luvina.com.mx/poemas-julia-hartwig/

 

 

EL MANUSCRITO

 

En la casa natal de Beethoven

puede verse, expuesto en una vitrina, un autógrafo del compositor

repleto de tachaduras y correcciones.

Es la carta en la que pide a un poderoso príncipe que acepte

la sinfonía que acaba de concluir.

Ninguna composición de este genio

muestra sobre el papel huellas de un esfuerzo como el que trasluce esta carta,

dirigida al soberano de un pequeño Estado a quien hoy ya nadie recuerda.

 

(Bonn, junio de 2000)

 

 

RUEGO

 

Da descanso a nuestras envidias

a nuestro desdén a nuestras quejas porque el destino no nos haya

encumbrado bastante

danos una mirada limpia desprovista de recelos

evoca en nosotros la dulzura de una niñez que solo vive el presente

alivia la culpa de quienes no osamos alzar nuestra voz

haz que cuanto nos supere no nos humille al hacerlo

sino que despierte en nosotros gratitud y asombro

premia a quienes nos procuren alegría

y el dolor purificador de su arte

Haz que lleguemos a ver

a Federico Fellini cruzar las puertas del cielo

mientras una multitud aplaude con estruendo

 

 

 

A DESPECHO DE UNO MISMO

 

Todos los poetas del mundo escriben el mismo poema

describen la misma roca contra la que se hace pedazos el mar

esa misma pérdida que a ninguno de ellos les fue evitada

en el mismo instante experimentan el éxtasis de vivir

la misma noche se tienden en el lecho de las sombras

Llegan a conocer un desaliento tan omnímodo

que el mundo deja de existir para ellos

y cuando tratan de reconstruirlo

su abundancia los hace reventar

En esta magna sinfonía que están ejecutando

solo a los primeros violines honra el director con un apretón de manos

y aunque todos ellos se someten a la ley de la misma armonía

cada uno quisiera ser amado al margen de los demás

Tomado de:

https://libroemmagunst.blogspot.com/2014/10/julia-hartwig-4-poemas-4.html

 

 

Mujeres sentadas

Traducción de Abel Murcia

 

Había unas mujeres sentadas tomando café.

A mí me arrancaron las uñas - dice una.

A mí me tuvieron bajo un reflector.

A mí durante dos días me estuvo cayendo una gota de agua en la frente.

A mí me destrozaron los riñones.

A mí me mataron a un hijo y quemaron a mi padre.

Simples mujeres de Varsovia.

Tomado de:

https://eltriunfoarciniegas.blogspot.com/2014/01/julia-hartwig-mujeres-sentadas.html

 

 

Insomnio

Versión de Abel Murcia

 

La noche se ha partido por la mitad.

Entre risas se oye el deambular por la calle de los Titanes de la Noche.

Dan portazos con las puertas de los coches. Sus voces, sus gritos rebotan como una pelota contra los muros de los edificios apagados.

Ahora llega de nuevo entre el silencio el lamento de mi vecino enfermo que hace ya años que no se levanta de la cama.

De Hablándose no sólo a sí misma. Poemas en prosa

Tomado de:

https://triunfo-arciniegas.blogspot.com/2019/05/julia-hartwig-insomnio.html

 

 

Coda

 

Vacilante demasiado sensible e insensible en exceso

poco creyente, pero anhelando tener fe

confiando a pesar de todo en poder tomar algo del festín de la vida

aunque convencida al mismo tiempo de no merecer nada

Siempre buscando aun sabiendo inescrutable el misterio

Éxtasis fue lo que le tocó en parte

aunque en ocasiones la despojaron de todo

cuanto la hacía estar en paz con la existencia

Experimentó la soledad y la melancolía

como si solo ella existiera

a pesar de saberse una entre otros muchos

Le fue dado conocer el amor

y que sus ojos se abrieran a las maravillas del mundo

La consumía el enigma de la partida

la imposibilidad de conciliarla con la naturaleza del ser

Se esforzaba por revivir el pasado

Acaso perdure lo que en apariencia ha concluido

si fuera algo así no cabe obtener consuelo

Cuando miraba hacia atrás decía:

Muéstrate agradecida Se mostraron espléndidos contigo

 

 

Claro, poco claro

Los sentimientos más apasionados

no alumbran a los mejores poemas

ni la música más lograda

ni los cuadros más sublimes

Y no obstante sin ellos

nada podría ver la luz

 

No cuentas cuando escribes

y sin embargo todo está contado

no te ocultas

pero estás escondida

no te exhibes

mas te ven y te reconocen

Admite

que en todo esto hay algo poco claro

 

 

*Traducción Antonio Benítez Burracoy Anna Sorieska (Dualidad, Vaso Roto Ediciones)

Tomado de:

https://justbrightglass.blogspot.com/2014/02/tres-poemas-de-julia-hartwig.html

 

 

BAJA A LA GÓNDOLA

 

Qué hermoso eres amado mío

Toma la barca toma la góndola y navega

Ese río conduce directamente a mi corazón

Mas hazlo enmascarado y armado trae contigo llave y espada

y un fusil de fácil disparo Mantente alerta Esas luces no señalan el camino

Son los ojos de los tigres acuáticos y aquello son sirenas de piedra

sorprendidas en mitad de un violento goce. Y he allí unas ventanas abiertas de par en par

tras las que se sientan los dux envenenados frente a su ponzoñosa comida

Y aquello son nubes de aves famélicas y también un sol que hace un gesto de dolor

 

Y he aquí mi mano que aferra un puñal

Y así será como nosotros los muertos navegaremos juntos por un río libre de traiciones

 

 

 

SER

 

Ser en el pájaro que vuela

En el escualo que lleva en sus fauces a quien ha salvado

para seguidamente escupirlo con el debido respeto

Ser la chispa que hace arder la espesa cabellera de los robles

Ser los ojos del agua los Dedos de la arena

El flexible brazo de la llama

Que al inflamarse se enfría y al enfriarse calienta

Revivir lo que dejamos ahogarse bajo su propio peso

Desde la podredumbre tender la línea directa de la flor

Deshacerse en cenizas No decir adiós

 

De Hacer un alto (1980):

 

 

REGRESO AL HOGAR DE LA NIÑEZ

 

En medio del oscuro silencio de los pinos, el grito de los jovencísimos abedules llamándose a voces.

Todo está como entonces. Nada está como entonces.

Háblame, Dios de mi niñez. ¡Háblame, angustia inocente!

No comprender nada. Siempre de otro modo, desde el primer grito hasta el último suspiro.

Y, no obstante, también eso fue vivir. Y los instantes felices salen a mi encuentro desde el pasado, cual vírgenes con un candil en la mano.

De Ternura (1992):

 

 

TERNURA

 

Para poder mirarte alza su cabecita

Eres su cielo y en ese cielo tu rostro representa

el sol y el mal tiempo

Es un pollito que quisiera echarse en las ramas de tus brazos

rebosante de gorjeos y tan dependiente de ti

que lograría ablandar a un corazón de piedra

A pesar de los años transcurridos en el espejo en que te miras

aún se te aparece su imagen de cuando era pequeñita

y estaba junto a ti con su cabecita erguida

pidiéndote algo que ya no recuerdas o haciéndote una pregunta

cuya respuesta llegaría hoy demasiado tarde

 

 

 

TAMBIÉN ES ESO

 

El arte es conjurar a la existencia

para que perdure

aunque su ámbito se extienda hasta lo invisible

Y es también un intelecto que a los contrarios

logra conquistar mediante analogías

Es algo cuyo valor nace

de buscar la inmortalidad

aun siendo -como todo- mortal

 

 

 

AL ACERCARSE EL FINAL

 

Al acercarse el final poco importa si sigues siendo tú mismo

todo cuanto ha vivido en ti tiene derecho a seguir existiendo

al hablar usas palabras ajenas

sueñas los sueños de otros

de comer pueden darte papilla o pueden darte lágrimas

ya no eres digno de nada

y mereces un poco de todo

tus culpas son incontables y rebosas amor a la vida

eres persona de experiencia probada

mas la curiosidad nunca te abandona

hasta sentir dolor te empapas de un anochecer junto al río

del sombrío grabado de una ciudad bajo la lluvia

y de un cielo que se revela de improviso

adorado por una guirnalda de nubes

nunca habías sentido una calma como esta

aunque nunca conseguiste decirlo todo por completo

y todo cuanto hiciste está lejos de ser perfecto

el único arte que sigues aprendiendo

es el arte de decir adiós

por qué no habrías de sentir pesar al marcharte

si pesar ha sido tu única retribución por todo cuanto recibiste

Tomado de:

https://www.airesdelibertad.com/t47861-julia-hartwig-1921-2017

 

 

EN LA CALLE

 

Loca Qué fácil decirlo

qué fácil pensarlo

No de la que se encierra con llave

sino de esa que en la calle puede encontrarse alguien

diríase parecida al resto de transeúntes

Qué hábil en ese instante tu mirada

qué instantánea esa apreciación tuya

esa vibración esa delicada señal de todo lo diferente

-te tengo gorrión

Basta una sugerente flor en un ajado sombrero

o que un día de verano la veas con un viejo y descuidado abrigo de pieles

o cuando habla sola y amenaza –

facilísima de reconocer

Pero yo tengo en mente a la que tiene la mirada como un cuchillo

y aprieta el puño en el bolsillo

Estoy pensando en la que tiene en los ojos su muerte

la que arrastra una oscuridad que es su propio abismo

Pienso en esa que camina con la cabeza gacha

como si no viera nada de lo que tiene delante

y que tropieza y sigue caminando

 

(de Visto, Editorial a5, 1999)

 

 

SIN PREGUNTAS

 

En sueños conseguí pensar:

y después qué

Y me respondí a mí misma

Para qué preguntar

 

Cuando nos levantemos

nuestros pasos nos llevarán al lugar

que hasta entonces hemos buscado en vano

Y en sueños creía y no creía en ello al mismo tiempo

 

Y había en eso cierta dicha

que sólo en sueños se puede sentir

 

(de Poemas escogidos, Editorial a5, 2010)

Tomado de:

https://libroemmagunst.blogspot.com/2014/01/julia-hartwig-3-poemas-3.html

 

 

Invitación

 

Acuéstate a mi lado.

Como zorro con zorro, pájaro con pájaro,

cuando resuena el grito del búho.

La sabiduría del silencio nos invade,

la sabiduría del calor, la sabiduría del adiós

mucho

antes del momento de la partida.

Tumbados muy juntos miramos la noche.

Los cuatro lados del mundo se inclinarán ante nosotros

y los viajeros de las tinieblas colocarán ante nosotros

los tan deseados regalos, remedios y talismanes.

 

 

Simplemente

 

Todo llegará en el momento adecuado

pero no el momento del renacimiento de las primeras esperanzas

y primeros amores

ni la persistencia en palabras de lo que pasa por tu cabeza como el viento

y a veces es el presentimiento de alguna verdad importante

pero se escapa rápidamente como si en broma

llega sin embargo el momento irrevocable

en el que tú a tu vez comienzas a perder todo lo que amaste

y a todos los que se van de aquí

sin revelarse a ti si se van decepcionados.

Llega este momento

y lo acoges sin vergüenza ni humildad

pero con tanta sencillez.

 

 

Noviembre

 

Las patas inmóviles de los sauces sobre el agua

mientras las ramas sumergidas quisieran deslizarse

alguien invisible toca la flauta

pero no se ve a nadie en el puente

¿Para qué volver aquí después de años

y cómo soportar este equilibrio de belleza

? cielo inmenso que sobre sus hombros

los billetes sostienen las casas de la Isla de San Luigi

Sobre el río un barco navega con un ligero zumbido

un acróbata intenta un difícil salto en la orilla

la piel tocada por el sol vibra

y un suave soplo de aire te acompaña

a través de noviembre y su rastro de hojas

No hables de lo que te fuiste de aquí

no hables de lo que recuerdas

en este río miles de corazones se han ahogado

con la niebla de los recuerdos un continente podría dividirse

 

 

Fidelidad

 

Otros conquistadores unen a jóvenes magos como

Ulises con la seductora Circe.

Exalto a quien, sentado al lado de la cama de una mujer paralítica,

le tarareaba una melodía que alguna vez cantaron juntos, esperando

que el sonido les revelara un espacio más claro en el cieno del olvido.

No ha olvidado cuando de rodillas con un temblor besó

su mano extendida, y ella se plantó ante él como un álamo, con la cabeza

envuelta en una nube de cabellos, admirablemente ausente y ya entonces despidiéndose

de él para siempre.

 

El primer grado de locura.

 

Tirarlo todo, hacerse campesino,

rodearse de un bosque, sacar agua del lago,

alejarse de mil palabras gastadas,

por las que se escurre el significado como por un colador,

encontrar un lugar virgen de mañanas fascinantes,

encerrarse encerrarse en una celda blanca, encontrarse

o perderse, condenándose tal vez

a horas de paralizante pereza conventual.

¿La identidad? No me importa.

Mirando hacia atrás, recordando sus creencias y casos,

dígalo también: ¿cómo podemos hablar aquí de identidad?

Tomado de:

https://lombradelleparole.wordpress.com/2017/07/20/julia-hartwig-1921-2017-sei-poesie-definita-da-milosz-la-grande-dama-della-poesia-polacca-a-cura-di-paolo-statuti/

 

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