martes, 30 de julio de 2024

POEMAS DE PEDRO GIL

 

 

Diecisiete puñaladas no son nada

 

 

a Tuti y Omid.

La pena de morir así no vale la pena.

Octavio Paz

 

 

mi hermana muerta

 

susurra una canción de cuna en el hospital

 

no te toca no es tu hora

 

reposa ñaño

 

rebeldía en los ojos

 

sometimiento al latir del corazón.

 

allá no se haga tu voluntad

 

amiga de parias

 

sólo tu sufrimiento es perfecto

 

perfecto el desangrar de la tarde

 

lavado por una lluvia

 

tan melancólica

 

tan llorosa

 

como la niñez perdida en un cementerio

 

de vivos en un pozo séptico de sacrificios

 

pero tu miseria fue de lujo ñaño

 

libros peleas ganadas a la humillación

 

triunfaste

 

17 puñaladas no son nada.

 

el alma está lista para más

 

miseria de lujo

 

el cerebro intacto, la bondad intacta

 

esas blancas enfermeras bondadosas sonrientes

 

esa mulata evitándote el desmayo definitivo

 

no cruces el puente

 

eres demasiado bello

 

por eso sigue buscando

 

la belleza no está entre nosotros

 

los voluntarios fallecidos

 

busca, busca

 

sigue buscando ñaño que cuando estés

 

listo La Muerte me ha dado la orden

 

de no dejarte inundar con sollozos.

 

ruiseñor sin risa

 

reposa, reposa mi hermano no te toca

 

17 puñaladas no son nada.

 

no puedo conceder tu petición

 

de fallecimiento,

 

no puedo

 

susurra mi hermana muerta

 

mientras cobija mi sueño

 

cobija mi agonía.

 

 

Los pobres y yo

 

 

 

todavía me pertenezco.

 

 

 

los emperadores de la tierra somos los pobres y yo

 

 

 

que nos debemos demasiado lágrimas;

 

no lo niego.

 

 

 

la decepción del hombre está presente.

 

 

 

yo era un veterano paciente del asilo

 

de la necesidad económica. lo soy.

 

siempre estoy regresando después de exiliarme

 

como que si algo bueno me esperara.

 

 

 

ves, alienta mi corazón afectos por la sabiduría

 

la solidaridad de mis veteranas

 

con su caldo de bagre, pinchagua y todo.

 

 

 

la pureza humana está ausente, no por culpa de nosotros

 

 

 

¿cómo es la jugada conmigo lerdos al garrote?

 

 

 

Paren la guerra que yo no juego.

 

 

 

oiga ¿y el arroz con menestra que le pedí?

 

en este lugar también la traicioncita de los más amigos,

 

la ira que gira,

 

las tribus de hombrecitos con jorobas de malicia también aquí.

 

 

 

se está haciendo lo peor posible para mejorar los males.

 

 

 

si en el extranjero alguien muere

 

por una bomba, no les importa mientras no sea un familiar.

 

 

 

están lejos, dicen.

 

 

 

¿qué le pasa al corazón del mundo?

 

 

 

somos el mundo,

 

traducimos la historia con cifras de sangre que nos costó

 

estas casas, y no pasamos a la historia.

 

 

 

aquí también la riqueza de los pobres.

 

 

 

vestidos de novias cagados por las ratas.

 

 

 

mi barrio es el más pesado de todos.

 

 

 

señoritas, no de las mías, se van a mamar la

 

 

 

pieza de la vanidad.

 

 

 

lo que soy, lo que no soy todavía está en el saco

 

del pordiosero

 

que me pide una limosna.

 

 

 

vuelva pronto y disculpe lo poco y lo malo.

 

 

 

pobres mis pobres.

 

vamos hija, los hambrientos también tenemos

 

fiesta.

 

 

 

yo me pasé fumando la noche entera

 

 

 

“la realidad es lo increíble”

 

Clarice Lispector

 

llego a casa,

 

sudando sacrificios,

 

penetro a mi mujer,

 

dulce mujer,

 

persiste mi farmacodependencia

 

a su abnegada

 

vagina,

 

la hago gemir

 

cariños

 

(también sacrificios)

 

a menudo

 

ella le comenta

 

a un señor

 

de barbas blancas

 

que no está conforme con su suerte,

 

esa pena suya

 

no tiene importancia

 

porque somos

 

marido y mujer

 

hasta que los cuernos

 

de la incomprensión

 

nos separen

 

 

 

mentí:

 

 

 

llego a casa amanecido,

 

pidiendo un frío chaulafán

 

de perversidades;

 

pero esta vez

 

el amor no entró por la cocina

 

 

 

yo me pasé fumando la noche entera,

 

me recogieron treinta cigarrillos

 

que se hicieron ceniza

 

junto a la mañana

 

 

 

como han confiscado

 

mis pertenencias

 

empeñé mis huesos

 

a los usurpureros

 

 

 

lo que ignora la mecánica:

 

una porción del mundo

 

celebra un bolero,

 

otra porción

 

baila como cucaracha elegante

 

(porque nadie es puro a las doce y media a.m.)

 

 

 

mis amigos pagan mi bebida

 

ellos entienden que estamos

 

perdidos en la tierra

 

mis amigos presuntos autores

 

de mi religiosa

 

vagancia.

 

 

 

esto se vuelve desconcertante,

 

como un negro

 

tocando saxofón

 

en la penitenciaría

 

 

 

(no seas quejumbroso:

 

te dan la libertad

 

de escoger la prisión

 

que te guste),

 

desconcertante,

 

como

 

la mirada de un burro

 

yo me pasé fumando la noche entera,

 

la luna estaba llena

 

y no quiso cenar

 

 

 

penetro a mi mujer,

 

dulce mujer

 

y luego de esquivar

 

puñaladas hambrientas

 

y mezquinas

 

 

 

quedo totalmente asombrado

 

de estar vivo.

Tomado de:

https://migala.mx/hoja-de-poesia-1-pedro-gil/

 

 

Lucky, el indomable

 

Ah, este Lucky siempre sonriendo

 

George Kennedy en “Lucky, el indomable”

 

Mi padre se sentó a beber

 

y no se levantó hasta la muerte.

 

Hasta la mañana que -a empujones-

 

lo llevaron al especialista quien le diagnóstico

 

cáncer

 

al esófago y los días contados.

 

-Prohibida la bebida, Don Gil

 

- ¿Para qué? Si en la tumba no se come ni se bebe.

 

*

 

Al atardecer pidió en la fonda del barrio

 

un caldo de pata

 

le dijo al fondero que se lo cobrara a Dios

 

que le debía demasiado.

 

*

 

En la noche, aprovechando su estatura

 

bajó una estrella

 

que usó como lámpara para buscar

 

en la bodega de la casa recuerdos

 

y tablas de madera.

 

*

 

Al siguiente día moría

 

junto a un ataúd para niño.

 

*

 

En su sepelio estuvimos solo niños.

 

Desde los 5 hasta los 80 años.

 

Niños llorones, niños asesinos, niños débiles,

 

niños duros, niños diplomáticos, niños borrachines.

 

Nos quebrantamos ante la tumba de niño

 

de mi padre.

 

*

 

Todos consideran sus vidas dignas

 

de un libro o una película.

 

Claro que no toman en cuenta

 

que hay libros mágicos, reales, mediocres

 

y hasta impublicables.

 

¡Mi padre fue un gran libro!

 

*

 

Les cuento:

 

el negro Víctor enterró con sus propias manos

 

(él mismo hizo los ataúdes de madera)

 

a sus cinco niños, tres varoncitos y dos mujercitas.

 

Sus hijos.

 

Mis hermanos.

 

*

 

Paul Newman fue un actor duro.

 

El Negro Víctor, mi padre, no fue actor,

 

Fue un duro.

 

Real.

 

Bueno.

 

*

 

Solo un hombre duro puede reposar en una tumba de niño.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/7-grandes-poetas-ecuatorianos/

 

 

MADRE

 

Madre:

 

guárdame en la refrigeradora

 

el cariño y la leche

 

Madre: no me mandes nada,

 

suficiente tengo

 

con mis rayos de sol

 

y de risas.

 

Madre:

 

deja de engreír a Dios

 

con tus rezos

 

Madre:

 

No temas si eres miserable.

 

Somos los llamados a entrar

 

al reino de los mártires

 

y los mártires son personas respetables.

 

Madre:

 

Vi a una señora puro hueso

 

y pura pena

 

retirando a un pequeño de la guardería

 

y creí que éramos tú y yo.

 

(¿Me hiciste con ganas, madre?)

 

Madre:

 

vine a cantar

 

y estoy perdido

 

entre los artistas del descontento.

 

Nada más.

 

Besitos de tu hijo amado.

 

Cuando sea famoso, hablaré de ti,

 

hablaré.

Tomado de:

https://www.labarraespaciadora.com/culturas/requiem-por-pedro-gil/

 

 

HE LLEVADO UNA VIDA FELIZ

 

he llevado una vida feliz.

 

con bastante bohemia

 

y un tanto de sufrimiento

 

conseguí mis títulos

 

de bachiller y lunático.

 

conocí la cárcel por robarle

 

el cariño a no sé quién.

 

volé a otros caminos

 

a buscar fortuna.

 

regresé con unas arrugas en la sangre.

 

estuve en el abismo.

 

estuve en el sanatorio

 

por sobredosis de traumas.

 

estoy considerado como uno de los mejores

 

atletas del ocio.

 

soy el hombre que esta vida se merece.

 

platiqué con ángeles

 

de baja calaña.

 

tampoco soy angelito,

 

aprendí mis mañas para no dejarme caer.

 

rescato las virtudes de la indigencia.

 

la hipocresía y sus secuaces

 

me tiraron sal a los ojos.

 

burlé al suicidio

 

cuando me buscaba.

 

yo, hijo de un etílico

 

y una desventurada,

 

he llevado una vida feliz.

 

 

 

¿por qué la gente no ríe,

 

si tan solo cuesta unas lágrimas?.

Tomado de:

https://www.zendalibros.com/el-antirreflejo-de-una-ceniza-pedro-gil-un-poeta-de-las-esquinas/

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