jueves, 4 de julio de 2024

POEMAS DE OTTO-RAÚL GONZÁLEZ


5. Latitud

 

BAJO qué lluvia, geranio, lloras tu dolor antiguo,

bajo qué espada guerrera gime tu corola párvula,

bajo qué rojo crepúsculo erígese tu imperio,

bajo qué signo se mueve tu corola enlucerada.

 

En el punto equidistante de la sed y el agua fresca,

entre el hambre y el pan blanco, entre el hombre y su

deseo

se sitúan los geranios como signos que expresaran

la anchurosa, la fecunda, la creciente fe del pueblo.

 

Sobre frías bayonetas con la sangre coagulada;

sobre blancos cementerios de cipreses rumorosos,

sobre heridos anfiteatros con antiguas pobredumbres

se sitúan los geranios ya crecidos de presagios.

 


 

P

  A      Q

     R       U

       A         I        G

                     E       U       O

                        N      S        Í        L

                           E      T       R        A

                             S       A     

                                         N    C         L      E

                                                    A       L      N       T

                                                        E       U               E

                                                           R      V       E       J

                                                                       I        L       A

                                                                           A               D

                                                                                                 O


 

 

                                                            Guatemala,    águila

                                                              que  cayó   cautiva,

                                                        joven    jaguar,   puma

                                                        herido     junto    a    la

                                        húmeda   monja  blanca,    pom

                                                que    traza    los      inútiles

                                                   caminos   por    los   aires

                                                      coyote  muerto  por   el

                                                       agua  envenenada, són

                                                             que    nadie    canta,

                                                                templo    derruido

                                     y  olvidado  en  donde   aún   se  ofician

                                viejos   ritos,    puente  de    las  dos    sangres,

                           observatorio de  plumas  y  maíz,  venado  fino, juego

                       de  pelota,  luna  del  lago   sagrado,  punta  de  flecha,

                   cáscara  de  plátano  en  donde    misma te resbalas,

                Tecún  Umán,  moribundo   quetzal,   río   Xequijel,   río

                    de   cadáveres,   ángeles   de   cal,   horas   grises   días

                  de   amargo   cuero,   libertad   15   de   septiembre,   el

                  relámpago   de   Mariano   Gálvez,   la   tempestad  de

                   Francisco   Morazán,   Justo   Rufino   Barrios   como

                  río   que   se   salió   de   cauce.   Estrada   Cabrera   era

                       tinieblas,   Bananeras   y   Tiquisate,   Arévalo

                          y   la   Revolución.   Ábenz   y  la  Reforma

                                   Agraria,   la   burguesía,   el   alba

                                       del  proletariado,  y  mucho

                                            más  que  rebasa  tus

                                                                      fronteras.

 

 

Rosa inmortal

 

Despetalada rosa y siempre viva

entre mis labios de metal en llama

vuela desde mis besos a la rama,

tibia nostalgia de húmeda saliva.

 

A mis anhelos mármol tal esquiva,

a mis pesares tierna como grama:

siempre te quiero rosa y panorama,

ódiote siempre rosa y decisiva.

 

Acostumbrado al peligroso juego,

déjame ser la llama de tu fuego

o el acerado filo de tus armas.

 

Y así vivir sin separarme nunca

de tu misterio de escultura trunca

sin zozobras, sin llanto y sin alarmas.

 

 

Anunciación del otoño

 

Un remolino de hojas se dispersa

en el vuelo azaroso de su huida;

la tarde se desangra malherida

y por sobrevivir ya no se esfuerza.

 

Las fontanas derraman su voz tersa

sobre la inmensidad estremecida;

la tarde desarmada y ya vencida

se va a morir en su dolor inmensa.

 

Algo se ha ido a golpes de campanas

a través del azul de la ventana;

queda la sensación de lo perdido,

 

de lo marchito ya bajo el olvido;

y en el trasfondo del reseco llano

otoño azoma su huesuda mano.

Tomado de:

https://gazeta.gt/44289/

 

 

Juegos palindrómicos

En el mundo de la palindromia, Etna es un ser fabuloso. Ella da generosamente todo lo que se le pide. Y además estimula el optimismo de quien la invoca:

ETNA LE DA ORO, ADELANTE.

ETNA LE DA RADAR, ADELANTE.

ETNA LE DA OJO ROJO, ADELANTE.

ETNA LE DA LUZ AZUL, ADELANTE.

ETNA LE DA SOPAS Y SAPOS, ADELANTE.

ETNA LE DA OÍDOS Y SODIO, ADELANTE.

ETNA LE DA ODIO Y OÍDO, ADELANTE.

ETNA LE DA ARROZ A LA ZORRA, ADELANTE.

ETNA LE DA ALLÍ RAMA AMARILLA, ADELANTE.

Todos somos poetas. Claro que hay diferencias. Hay los poetas que se embriagan más y los que se embriagan menos…con el mismo licor de la poesía.

SONETO DÓTENOS

¿ASÍ VERSOS REVISA?

EMIR, AME O POEMA RIME

ARRIMA, ARTE, LETRA A MIRRA.

ROMA LE DA TÉ O PAN A POETA DEL AMOR.

¿ASÍ TE OPACA VACA POETISA?

ESE MIRÓN ATEO POETA, NO RÍMESE.

¿LEO SU POESÍA? CAÍ. SE OPUSO ÉL.

NI A CAÍN O POESÍA CAÍ. SE OPONÍA CAÍN.

SÍ ES SU POÉTICA. YA CITÉ OPUS SEIS.

SI SÍ. RON GANA A ANAGNÓRISIS.

Elaborar es preparar con detenimiento y paciencia un producto. Es así como se trabajan los palíndromos. Como los que siguen:

ELABORAD AJO HOJA DA. RÓBALE.

ELABORADOS A LA SODA RÓBALE.

ELABORADO TODA RÓBALE.

ELABORADO BODA RÓBÁLE.

ELABORADO MODA RÓBALE.

ELABORADO JODA RÓBALE.

ELABORADA NADA RÓBALE.

ELABORAD OJO BOBO. RÓBALE.

Si leemos el verbo notar al revés veremos un ratón. Y así como los gatos juegan con los ratones, los palindromistas no se quedan atrás.

SÉ NOTAR SOLOS RATONES.

SÉ NOTAR SOLA A LOS RATONES.

ATONAL RADAR APAÑA PARA DAR LA NOTA.

A LA MATONA LA NOTA MALA.

NOTAR ÁBRETE SÉSAMO, NO MÁS ES ÉTER BARATÓN.

ÁTONA, ELSA BARRAGÁN, AGARRÁBASLE LA NOTA.

 

 

Anadrio

Quien primero vio una nube de color anadrio

era un joven pastor de diecisiete abriles

que más tarde fue monarca de su reino

y hombre feliz hasta decir ya no,

porque el anadrio es el color de la alegría

y de la buena suerte.

 

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

 

En mil quinientos veinte

un español porquerizo de Castilla

vino a América y cuando se internó en la selva

vio un árbol de color anadrio

ese mismo soldado de fortuna

más tarde comió con Carlos V

y fue virrey;

porque el anadrio es el color de la alegría

y de la buena suerte.

 

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

 

En la época moderna otras personas

han visto objetos de color anadrio

y su suerte ha cambiado en forma radical.

 

Un pescador vio una sirena cuya cola

era anadria y desde entonces

pescó y pescó y pescó y pescó y ahora

es dueño de una flota ballenera;

porque el anadrio es el color de la alegría

y de la buena suerte.

 

 

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

¡Y de la buena suerte!

 

Vendía periódicos un niño,

rapaz sin desayuno, de pobreza trajeado,

un día en su camino vio una piedra

que era, por supuesto, de color anadrio.

Ese niño actualmente es accionista

de una inmensa cadena de periódicos;

porque el anadrio es el color de la alegría

y de la buena suerte.

 

Pinte usted

las paredes de su casa

de color anadrio

y le irá bien.

 

Oigo el rumor de los cipreses en las noches de luna

y pienso en las mil y una lunas adorables

que todos hemos tenido alguna vez en nuestras vidas,

distingo las voces quedas de la melancolía

y los murmullos con que la nostalgia me frecuenta.

Voces palpables, voces inefables, voces adorables

de la añoranza por lo que se fue o no fue y sigue siendo;

los murmullos que en mi oído suspiran vivencias agotadas

vasos donde conservo risas y sonrisas, ternuras y ademanes.

Oigo los forcejeos del viento con las viejas cortezas

de los árboles donde grabé los nombres de mis novias

enlazados al mío en medio de ígneos corazones,

vano intento de ciclones que terminan por arrancar de cuajo

aquellos esbeltos y altivos troncos de mi adolescencia.

Oigo el rumor de las olas de ya lejanas playas

y en mi mente aparecen manos que junto con las mías

tratan de atrapar al crepúsculo para ungir con sus aceites

la piel de nuestros cuerpos jadeantes y lascivos.

Cipreses y murmullos, cortezas y crepúsculos

(no es por nada) pero a mí me hacen siempre los mandados.

Tomado de:

https://www.isliada.org/poetas/otto-raul-gonzalez/

 

 

SUMA DE LA CORONA

 

Construido está el geranio

con los jugos más densos de la tierra

con lágrimas que mojan sus gemidos,

con hambre de madera,

con júbilo de témpano y mejilla,

largos desvelos de cartón y piedra

y la sangre que cae gota a gota

de la profunda herida

abierta ayer, abierta hoy,

¿mañana abierta?

 

 

FUTURO DEL SUEÑO

 

Bajo la luz radiante de esta tarde

que parece de junio y es de enero

un lento fuego en tus corolas arde.

 

El sueño que consume tu brasero,

que sueño de huracán par temido,

de huracán insurrecto y altanero.

 

El sueño en tus corolas consumido

mañana surgirá con nuevo aliento

como surge un recuerdo de un olvido.

 

El fuego de tu cáliz arde el viento

gozoso que contigo comunica

y no es ceniza, o, pero lamento.

 

El sueño que tu planta fortifica

y por las venas de tu tallo corre

lleva el fuego lustral que purifica.

 

Y pronto se erguirá como una torre.

 

 

LOS ALBAÑILES CANTAN

 

Los albañiles cantan desde los andamiajes

desde el cemento,

desde el hierro,

desde la cal;

sus ayudantes silban.

 

Los albañiles sudan chorros,

se ensucian las camisas

y trabajan con los zapatos rotos.

Pero el domingo se ponen las camisas blancas

y los zapatos nuevos, que rechinan un poco,

y se acercan a sus novias religiosamente

como quien se acerca a un mantel o mira un cromo.

 

Los albañiles trabajan cantando

una canción, cualquier canción,

y desde los andamios

se asemejan un poco a los ángeles

con sus alas de cal y entre nubes de arena.

 

Guardan dentro de su corazón

pequeñas ilusiones como frutas maduras

igual que las abuelas entre la ropa blanca

membrillos de olor.

 

Los albañiles cantan,

sus ayudantes silban.

 

A veces desde los andamios,

se derrumban.

Tomado de:

http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/guatemala/otto_raul_gonzalez.html

 

 

Amé su cuerpo...

 

Amé su cuerpo entonces y su alma.

 

Su piel fue para mí la tierra firme;

la soñé como un sexto continente

no registrado en mapas todavía.

 

Soñé con la bahía de su boca.

 

Su pelo era una selva virgen

que abría su misterio mineral y oscuro.

Soñé con las ciudades de sus pechos.

 

Los ríos de las venas que afloran en su piel

eran rutas abiertas

a la navegación y al gozo.

 

Se podía viajar en su mirada.

 

En las blancas llanuras de sus manos

yo cultivé el maíz y buenas relaciones.

 

Después no pude estar sino en su cercanía.

Tomado de:

http://poesiabreve-briefpoetry.com/ottogonzalez.html

 

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