Remantente
y la decisión de
resistir. tu cuerpo
sobresaltado como si
por fin sancionado
en un matrimonio con
un fantasma de deseo
sin censura. para forjar
un estar de modo que
los mismos gestos
de su tela vulgar
no sean del todo
insoportables. no es
una moneda libre
de todo azar sino
casi siempre un reposo
en un buen clima. en
tra. la tibieza del agua
Ruiseñor
Asciende por favor de esta narcosis, corazón, bajo la
forma y el valor de la destreza para la interrogación, conducta considerada
nefanda e ilegal sólo cuando es perpetrada por individuos; flujo constante
obstruido por la ordenanza de un incremento horizontal por medio de arterias; a
lo largo de mi cuello, vasos que llevan sangre suficiente a la cabeza.
Tomado de:
https://archivopdp.unam.mx/resenasec/4956-no-104-resenados-todo-en-el-ahora
Catedral pirámide
1
Si alguien espera ser testigo
de la apertura de la “tierra lóbrega” (cuyo claustro
no carece de entrada)
quien inhala el jacinto (no, ciclamino)
en esta rica telúrica almohada
de modo que un listón de sueño se prende
alrededor del cabello de las muchachas con los abrigos
de azafrán
cuya risita escuchada desde el peñón insular de Egea
es el estremecimiento de su caída:
primero voces femeninas de memoria
como si se liberaran de recitales familiares
dentro de cualesquier coto de pensamiento
y los goznes rechinantes del gozo
cuando él se adentra en el huerto
y resulta el gabinete de la doña
es el domo de plata
de perales y granados en un otoño
destituido de su gobierno; de cualquier manera
él desnuda su cuerpo bajo el vestido
sorbe la hechura así que todo lo demás menos el mechón
del color del membrillo
tibio a los labios fue un pastel amargo
como cuando en la confusión del manoseo
apretado su pecho esbelto ella
pareció por un momento un muchacho.
2
Su canción carece de arte. Dice: “mah th’ maed(n)
moathe innana”. El crujido del vaivén del muelle dice esta noche: ven a acunarte
conmigo. Piensa en los caballos en la playa cuyo galope delicado podría
mezclarse a la madera en la prosa diáfana de su revocación. Podría disminuir la
división entre toda playa y el movimiento del mar con cada sílaba guidoniana en
el sol-fa tónico de su elección. ¡Ah! Darle un sorbo al aria caliente de su
lógika como las respiraciones cortas de su boca más tarde sepultada bajo el
freno de su parche. Desenredar la cabriola ecuestre de la ingle y su equívoco
baile de salón, un paso atrás, luego a un lado, luego al otro: cuyo final canta
el grito de Nuestra Señora del Párrafo: ¡Oh por favor estos marineros
borrachos!
3
Qué con la gruesa inmovilidad de nuestros miembros y la
languidez
de la respiración rendida como estos largos pulsos de
la tarde
desde el desorden de la cama aún deshecha venimos
a sentirnos arrojados. Cuán pesado atavío
las superficies de la piel maculadas de sudor después
de tanto
reposo llegábamos tambaleándonos desde el vértigo
de una rosa maternal que endereza el florecimiento exterior
del conducto de la mente y todas las puertas dejadas
abiertas y todas las cortinas
cerradas. Cómo el declive se une a la aguja para
semejarnos
a nosotros dando un paseo con ella por los bulevares
abandonados
de la ciudad de plata y la arquitectura final del
cuerpo
donde las cifras tripartitas de la maternidad
construida
de su alma comunicada de la Coyolxauqui vienen
sin sombra el duro resplandor esta ingle luz piramidal
Disnea
Porque los días para situar la carne en cuyo recinto
inadecuado
inmóvil: un monolito de lo hablado con frecuencia
de lo cual nada es
seguro: o abstracto de cuyo género para el uso
de todo deseo reconocido habla
formal y pronombre
para formar las estrellas a través de tu espalda: cuyo
músculo
endurecido: tremendo delta lateral
del cual hasta los hombros:
hay un camino desde el sí: el solo interior un eterno
tic del ojo izquierdo: un lenguaje
no sólo ilegible como
la vana traducción de un yo ficticio
contradictorio y su consonante verbo ser:
sino el cristal del cuerpo
que cae a través de una película gris de memoria
fallida
e incendio en el claro esta medianoche otoñal:
para desdoblar (en la forma
de tu cuerpo) las esquinas placenteras de un lugar
en el que la dificultad de un nuevo respiro
y yo somos extranjeros
(Traducciones de Gabriel Bernal Granados)
Tomado de:
https://archivopdp.unam.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=4146&Itemid=88
Festival Nocturno
Para llegar a las festividades nocturnas me apresuro
contra los celebrantes.
Una simetría abreviada conmigo en el extremo inferior
de la colina.
En síntesis, una corporación un exilio de cuerpos en
peligro
Temo que quien lo sepa no tenga nada que hacer en el
local.
o no logro comprender la insinuación de la
desesperación
o no pertenezco a ninguna corriente subyacente de esta
circunstancia
o lo que dibujo en su lugar—ahora la cuadrícula
universal
Ahora una vista pixelada: no configura ningún permiso.
Incluso cuando la multitud comienza a disiparse
y allí está mi padre
con su remordimiento imponente como los Andes
por encima de la gran sabana montañosa
Su conjunto más interno de células mi padre
Su dolor subordinado y metalúrgico
Todos los microtonos de la localidad de Bogotá 17
De la disección electrocardiográfica del anfibio de mi
padre
un títere alienígena su Gaspard de la Nuit
Lección tardía de su ciencia del espejismo vial, dice
que soy
Nostalgia por la contradicción material de nuestros
parientes
entre los vivos mucho después de la tierra
superé mi conformidad, pero por favor
Ahórrate esto de tu madre
De su propensión a desaparecer con el tiempo.
sus 4 puntos cardinales en rápida alternancia sus
elevados
decibeles y galletas saladas de austeridad con café y
leche
Su soledad en el apocalipsis de los periódicos impresos
o en las fichas
ella Billy the Kid Salón México Wilshire Ebell
Pedro Armendáriz Yucatán-peninsular
Primer plano recursivo: ¿qué hora es?
Mi padre dice apúntalas las palabras ignominia y fianza
demasiado tarde o no especificado sobre el tema
de la hora de despertar se rinde fosforescente
En la luz tenue de lo extrasensorial
rodeado—cuerpo delante, cuerpo detrás—
Tenía para mi corazón una medida perfecta
Para justificar el giro inoportuno
De mi ni conocido nunca silencioso
y yo tenía para mi corazón en la era del consentimiento
Un poco de asco Tenía una moneda que encajaba
La ranura donde tuve mi fractura expuesta
Disminución del dolor y pulmón desinflado.
irregularidades de color, Pero lo sé
ahora los errores de mi ascendencia
Al estilo de mi venopunción de cumpleaños
y cataplasma para mi infección de pecho en la
diapositiva
Transparencias de mis miembros desnudos y varicela
predijo la flebotomía de todo el condado de Eerie
Tenía ahora en mis ventrículos la gran nebulosa del
olvido.
La ley derogada ya no es más grande que la vida
Hogar americano
Aquí estoy libre, o al menos esta casa americana lo
está.
Una vergüenza para los huéspedes y los residentes por
igual, destrozada.
Inamovible, inmóvil, línea del horizonte antes de
cerrarse
En el terraplén, que es también un trueno que se
ralentiza.
Si el dinero y el pastel estaban destinados para
nosotros, los que no lo merecemos,
es un frenesí de pensamientos, una diversión a partir
del botín.
De corporación capaz de pesar más que la voluntad
enervante
Toda moderación ante la locura o la inmodestia que se
enrosca
Cada miligramo regresa al cielo azul de la adicción al
oxígeno
McKesson, Cardinal Health y AmerisourceBergen
Fabricado para el cifrado de extremo a extremo sin
dolor.
Otra ciruela por la que debemos esperar nuevamente
nuestro turno.
Fila y los demás siguen adelantándose aquí
Los solicitantes de asilo de complexión compleja y de
otras lenguas
Asamblea de los alegres en la liberación ordinaria del
miedo:
Primer combustible en la trama que nos convierte en
tiranos mudos
Otro sueño más para hacerles hacer lo que en la hora de
vigilia
es ilegal para nosotros, depravados y aún privados de
poder.
Tomados de:
https://poets.org/poet/roberto-tejada
Belladona, Camuflaje
Es hora de galvanizar en medidas de emergencia
su papeleo ahora con aptitud
Ley universal oculta que dejaste que alguien
más insinuara y pretendiera así.
como para tener una pequeña equivalencia tal vez una
palabra
para cuadrante lunar tal vez algún otro auge
Franja costera por la caída de conchas cada hora en la
hora
que solo los que se apuntalan de a poco
El Firmamento El Carro La Cuchilla
armamentos en posición ojo asociados
fuera del éter durante días en camuflaje para una
multitud
cuya fatalidad se puede determinar con precisión.
Cebada, solanáceas, cítricos, higueras: los cables
ramificados
irradian las residencias inestables en el bosque
En matorrales bajos, en bosques y bajo
asedio, quién sabe cuánto tiempo más cultivable.
Mortero y método
Desde el punto de vista del método, incluso esta
pantomima inútil que aparece como elección es la
mente incremental para corregir la sucesión informe.
• • •
La misma vieja capacidad de hablar de siempre, para
quien codiciable existo solo en el privilegio de
mi hogar, una imagen de él en la televisión.
• • •
Fotografía, dos salas transpuestas: en una hay un
vigilante que custodia el umbral; en
el otro extremo de la otra, vigilia en audiencia.
• • •
Placer silencioso en ese rubor de la piel: modesta
confesión de lo que una palabra puede confirmar,
más aún cuando activa, anima.
• • •
Desdén y envidia de los ídolos, tan sometidos a mi
satisfacción, que me favorecen el mortero
y el método para levantar una calzada fuera del
alejamiento.
• • •
Núcleo duro en las pesadillas para convencerse de que
ocurrió en la cantera, nuestro intento de encontrarlo falla
incluso ahora mientras las tumbas poco profundas aún
cartografían el desierto.
• • •
Regreso a casa para recibir ese estímulo subterráneo
cuyo propósito era amenazar con
un contra-cálculo de mazazos, fuego y cenizas
asfixiantes.
• • •
Si en la ladrillera, si en el cromo la divulgación del
copyright, si en mi firma todo fallecimiento;
acércate, triángulo, ordenanza, alguna proteína.
• • •
Aun con la lengua embarrada y los dientes partidos, veo
un país benigno más allá para
depositar allí mi custodia nocturna y mi escudo de
armas.
• • •
La misma sensación infundada a la vista, los mismos
tenues avances desde mi punto de partida
éter en su sinuosa liberación para anestesiar la
galaxia.
• • •
Un calendario que otorga toda su autoridad a esto:
bosque nuboso que estimula el descenso hacia las
praderas, y humo durante todo el tiempo.
• • •
La preocupación por la luz del sol se debía a una
amalgama cargada de atributos: lugar de nacimiento dislocado,
plata ingrávida, a pesar de todo, exuberancia.
• • •
Torrentes de fundición tres veces encendidos de
aleaciones líquidas que se enfrían en cascada en las modestas
píldoras que ingieres cuando la historia de vida se
vuelve obsoleta.
• • •
Las habilidades para el asombro en esta vecindad se
unían a la condición de aquellos que —encadenando,
astillando, retrocediendo— alterarían el objeto de la
finalidad.
• • •
Coherencia para desafiar las trampas de la
persistencia, tal efusión —esmalte, metal, espuma— como
para comprometer mi comportamiento en la era de las
tabletas.
• • •
Una nueva forma de experiencia espacial proporcionada
por multitudes preparadas para la fusilería, listas para
asombrar, eventualmente desafiando el fósforo al tacto.
• • •
Indagación de moderación, lugares nocturnos de abandono
posado en el polvo, cada retirada silenciosa al borde
de un acantilado que avanza lentamente, su nervio
cristalino, a astillarse.
• • •
En mi regreso a casa se movía el futuro para registrar
un inventario de experiencias que
deformo, al mismo tiempo que ridiculizo lo que me
confina a una circunstancia cortada.
• • •
¿Se había perdido ya, siempre? El primer temperamento,
que se sabía que solo aparecía en caso de huida o distracción,
¿y si había permanecido enterrado durante mucho tiempo,
incluso como una bondad a medias?
Forma independiente
Directiva de la torre del reloj con un cronómetro
Juramento de gemido
Estado de un cucharón de cocina blandido en una mano
granada en la palma de la mano de la otra
Pulgar y muñeca de combate con cojín La patria
se muestra cautivada por los mercados implosionados
también
por los temores desclasificados de mi heroico
nombre anterior de otra persona En
la lista de deseos del hogar figura descartada donde
encaja
para forrar el interior de una caja de coral
Forma independiente mejorada En
oro macizo exige de sus pequeñas astillas
desproporcionadas a Washington
Tomado de:
https://pen.org/three-poems-by-roberto-tejada/
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